¿Qué Hago Con Esta Angustia Que Me Hace Desfallecer? Es una angustia que nos hace clamar a gritos

Ante un dolor tan profundo, David dijo “Llévame a la Roca que es Más Alta que yola roca de mi salvación

Para encontrar el camino en una situación de tanto dolor haremos una reflexión del Salmo 61,

  • Ocasión del salmo:

David dirige esta oración a Dios en un momento de mucha dificultad en su vida familiar en el reino

En este momento, David está siendo perseguido por su hijo Absalón y tiene que huir para no enfrentarlo,

Esta huida trae nuevas aflicciones a la vida de David, pues lo hace alejarse de Jerusalén y alejarse del templo,

Y sabiendo que el templo representaba la presencia de Dios en medio de su pueblo, esto ya era motivo de gran angustia en el corazón de David.

Texto de referencia.

Salmo 61:1 Confianza en la protección de Dios

 Oye, oh Dios, mi clamor;  A mi oración atiende.

(DHH C* 2002*)  Dios mío, escucha mis gritos de dolor, ¡atiende a mi oración![b]

Angustia que hace desfallecer:

Este Salmo comienza con una oración que se traduce en una necesidad profunda de ser escuchado por Dios

Oír:

David dice “oye, oh Dios, mi clamor” Todo el interés de su oración es saber que Dios le escuche

Él busca tener la certeza de que su oración llegará a los oídos de Dios, que es lo que todos esperamos,

Cuando oramos, necesitamos saber que Dios nos escucha, que Dios no es ajeno a nuestro clamor.

Oh Dios:

David está clamando al Dios “Elohim” , es decir, está pensando en el Dios Trino: Padre, Hijo y Espíritu Santo

Atender:

¡Atiende mi oración¡ Está diciendo “Presta atención”

  • Llévame a la roca que es más alta que yo

Salmo 61:2  Desde el cabo de la tierra clamaré a ti, cuando mi corazón desmayare.

Llévame a la roca que es más alta que yo,

David reconoce que por sí mismo él no puede llegar a la roca de su salvación y por eso dice “llévame”

Solo Dios puede llevarnos al Hijo. Solo Dios en su soberanía elige al que ha de creer en Jesucristo

Podemos ver que la roca es Cristo, es la roca que es mucho más alta que nosotros, es la roca de nuestra salvación

¿Cómo deshacerme de esa aflicción?

Necesitamos saber qué hacer en situaciones de tanto dolor, en las que perdemos la esperanza

  1. La angustia debe llevarnos a la oración

Debemos ir a la oración, buscando la presencia de Dios, entrar en comunión con el que todo lo puede

Y esa oración muchas veces puede llegar a ser un clamor a “gritos”, tal como David lo expresa “oye, atiende mi oración”

  • Clamor:

El problema no es que yo hable o cómo hable, sino que el problema es que Dios No me oiga,

Nuestra necesidad es ser escuchados por Dios, y entonces oramos desde lo más profundo del corazón

En la profundidad de nuestra angustia, el alma grita al Señor, desahogando así nuestro dolor

La angustia que hace desfallecer el corazón trae clamor

A los religiosos no les interesa la respuesta del Señor, pues ellos solo buscan ser vistos por los demás

Pero a nosotros si nos interesa que Dios nos oiga, pues sino es así, entonces de qué vale la oración.

No es la oración religiosa, como la del fariseo, orar por orar, o aquietar nuestra alma diciendo: “bueno ya hice mi oración”

Sino una oración por medio de la cual entramos en la intimidad con Dios, y donde nuestro anhelo es que Él oiga nuestro clamor,

No se trata de que yo clame y que eso sea suficiente, sino que mi propósito al orar es que Él me preste atención.

Salmo 61:1  Oye, oh Dios, mi clamor;  A mi oración atiende.

¿Cuándo fue la última vez que gritamos desde el alma al Señor?

¿Por qué esperar hasta que estemos en las últimas consecuencias para clamar al Señor?

  1. El clamor es «Llévame a la roca»

Cuando el corazón desmaya de angustia, el clamor es: “Llévame a la roca que es más alta que yo

Salmo 61:2  Desde el cabo de la tierra clamaré a ti, cuando mi corazón desmayare.

Llévame a la roca que es más alta que yo,

  • Llévame:

Es una acción pasiva porque no depende de mí, sino de alguien más que me ha de llevar.

El poder llegar a la roca es una acción sobre natural de Dios porque nos suele pasar que quiero pero no puedo

Queremos llegar a la roca que será nuestra salvación, pero No podemos, no hay recurso, ni voluntad ni mérito que nos lo permita

Eso significa que podemos llegar solamente si somos llevados!¡ Llegamos a Cristo cuando el Padre nos lleva a Él

  • ¿Cuál es nuestra verdadera necesidad en la aflicción?

¿Qué necesita David? Nosotros, al igual que David, en esos momentos de aflicción que nos hacen desmayar, necesitamos tres cosas:

La roca,

Es decir, llegar a un lugar de estabilidad y seguridad, algo suficientemente fuerte como para permanecer  durante la tempestad

Lo suficientemente firme como para sostenernos contra olas agresivas y altas que nos amenazan con hundirnos de nuevo

Necesitamos sostenernos en lo inamovible, donde la tierra no tiemble, donde no nos aneguemos.

Una roca que es más alta que yo,

Es decir, un lugar superior a nosotros mismos, superior a nuestra sabiduría, superior a nuestras habilidades.

La acción sobrenatural de Dios

Necesitamos que Dios nos llevara a la roca. David estaba sin capacidad de llegar por el mismo al lugar superior a su crisis

Nosotros, así como David, somos incapaces de alcanzar ese lugar donde nuestro pie no resbale.

  • ¿Cuándo es que nuestro corazón desfallece?

Este tipo de angustia tiene varias características:

Nos hace Desmayar:

Es una crisis que se asemeja a la turbulencia de las olas del mar, donde las olas aparecen  más altas que yo.

Hace clamar «Llévame»

Es una expresión que denota humildad. Es decirle a Dios “porque si tú no lo haces yo no podre llegar”

Se parece a las Olas del mar:

Como las olas del mar, empujados y arrastrados de un lado a otro, así la aflicción que vivimos No nos deja levantarnos.

En la carne, en nuestra propia humanidad, es imposible llegar a la roca más alta que yo.

Y el señor lo sabe pero quiere que tú lo reconozcas. Es necesario que reconozcamos nuestra incapacidad

Si no fuera así, pensarías que estas allí, a los pies de Cristo, porque tú puedes y eso sería soberbia.

Si desfallecemos de angustia necesitamos la firmeza de la roca

La ayuda viene y el Señor te lleva a esa roca, para darte descanso.

  • Edificando sin Cristo: 

¿Qué pasa cuando yo quiero construir mi vida sobre aquello que no es Cristo y su Palabra?

Mateo 7:24-25  Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace,

le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca.

Descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella casa;

 y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca.

Cuando en nuestra vida desciende lluvia torrencial que parece ríos que nos anegan, y con ellos vienen los vientos que amenazan con destruirnos,

No caeremos, no nos destruirán, no pereceremos, porque estamos sostenidos en Cristo, en las promesas inamovibles de su Palabra.

Mateo 7:26-27  Pero cualquiera que me oye estas palabras y no las hace,

le compararé a un hombre insensato, que edificó su casa sobre la arena;

 y descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y dieron con ímpetu contra aquella casa;

y cayó, y fue grande su ruina.

La manera de destrozar tu vida es edificar sobre la arena, viviendo para ti mismo, siendo sabio en tu propia opinión

Aprendamos a confiar en la bondad santificadora de Dios, y al igual que David, aprendamos a clamar:

¡¡¡Oye Dios desde donde estoy atiende mi oración!!!!!!!

  1. Nuestra confianza es el testimonio fiel del Señor

La confianza de David está fundamentada en el testimonio fiel del Señor.

Salmo 61:3-4  Porque tú has sido mi refugio,

 Y torre fuerte delante del enemigo.

Yo habitaré en tu tabernáculo para siempre;

 Estaré seguro bajo la cubierta de tus alas. Selah

  • Refugio: (kjasá)

Decir que el Señor es nuestro refugio, significa que podemos huir de esa angustia que nos acoge y encontrar  protección en Él;

Podemos confiar que Dios es nuestro abrigo, y nos acoge, nos ampara, fortalece nuestra confianza y nos da esperanza,

Dios es un refugio seguro, podemos esperar en Él y saber que allí estamos seguros.

Salmo 59:16-17  Pero yo cantaré de tu poder,  Y alabaré de mañana tu misericordia;

 Porque has sido mi amparo  Y refugio en el día de mi angustia.

Fortaleza mía, a ti cantaré;

 Porque eres, oh Dios, mi refugio, el Dios de mi misericordia.

  • Torre fuerte

David conocía muy bien a Dios, y la garantía de  protección y resguardo divinos. Describe al Señor como “torre fuerte”

Y Dios es para él una Torre fuerte delante del enemigo, es decir, inalcanzable. El enemigo no llegara a él

  • Tabernáculo:

Dios es nuestra Morada, es un lugar de descanso para el peregrino. Sabemos que el Señor nos da descanso

Cristo es nuestro refugio en la angustia

En medio del desgaste, del cansancio que produce luchar a diario con las aflicciones que nos llegan,

Es en el Señor donde hallamos descanso para nuestra alma agobiada, encontramos la paz y el gozo para continuar en la lucha.

  • Alas:

Describe la tierna protección de Dios para nosotros. Podemos escondernos bajo sus alas, y Él nos defenderá.

  1. La respuesta de Dios siempre llega

Dios se hace presente ante nuestro clamor, y su respuesta nos conforta

Salmo 61:5  Porque tú, oh Dios, has oído mis votos;  Me has dado la heredad de los que temen tu nombre.

(DHH C* 2002*)  Tú, Dios mío, has escuchado mis promesas, y me has dado la herencia[h] de los que honran tu nombre.

  • Has oído mis votos:

El Señor ha oído nuestro clamor, y también ha visto nuestro corazón, ha visto nuestra obediencia a su Palabra

Dios se agrada en nuestra dependencia, en nuestra humildad y en nuestra disposición.

  • Me has dado heredad:

¿Qué heredad nos ha dado? La herencia de Cristo, algo que de ninguna manera merecemos,

La heredad a los que temen tu nombre, es decir, la hermosa salvación, la vida eterna, el gozo de ser reconciliados con Dios

Salmo 61:6  Días sobre días añadirás al rey;  Sus años serán como generación y generación.

  1. Su misericordia y su verdad nos protegen.

Cristo vive delante del Padre para interceder por nosotros.

Salmo 61:7  Estará para siempre delante de Dios;  Prepara misericordia y verdad para que lo conserven.

(NVI)  Que reine siempre en tu presencia, y que tu amor y tu verdad lo protejan.

Ese favor no merecido de Dios, está siempre sobre nosotros. Merecemos la muerte, pero en su gracia nos da la vida

Y en la justicia y santidad de Cristo nos cubrimos, y somos vistos por el Padre, somos escuchados.

  1. Alabanza y compromiso.

Salmo 61:8  Así cantaré tu nombre para siempre,

 Pagando mis votos cada día.

El Salmo comienza con una oración, con un clamor que casi se convierte en un grito de auxilio y desesperación,

Pero termina con una Alabanza al precioso Nombre de nuestro Salvador y Señor.

En la angustia elevemos alabanza

Y no solo lo alaba, sino también se compromete a “pagar mi votos cada día”, es decir, a obedecer Su Palabra,

La gratitud y el amor a Dios siempre se han de expresar en obediencia a Su mandato, a su Palabra.

Conclusión.

Siempre llegaran a nuestra vida tiempos de angustia y aflicción, pero también el Señor nos mandará tiempos de refrigerio y descanso

Lo que debemos saber es, que en ambas situaciones, nuestro corazón se ha de mantener dependiendo de la bondad de Dios.

Y cuando enfrentemos tiempos de angustia, donde nuestro corazón desfallece, sepamos que Dios nos llevará a la roca

Seremos llevados a la roca que es más alta que nosotros, más alta que nuestro problema, más alta que toda tempestad

Y seremos sostenidos, defendidos, protegidos, hallando descanso para nuestra alma agobiada.

Palabras y frases significativas:

Promesas: nadárraíz primaria; promesa (pos., hacer o dar algo a Dios):- (hacer, pagar) votos, prometer, voto.

Reinar: yashab (יָשַׁב, H3427), «morar, sentarse, permanecer, habitar, quedar, esperar». El vocablo se encuentra más Deu_1:100 veces en todo el Antiguo Testamento y su raíz está grandemente diseminada en otras lenguas semíticas.

Preparar: Conceder.

Misericordia: Amor constante, fuerza, constancia, y amor. Es reconocer nuestra debilidad, y su omnipotencia y soberanía sobre nosotros.

Verdad: Levantar, mantener, criar como padre, firme, rendirse.