Buscando Maestros Fieles Que Sirvan A Dios. Esta es una tarea que tiene muchas implicaciones, y que poder hacerla de manera efectiva significa considerar dar respuesta a una serie de interrogantes.

Nos debemos preguntar ¿Cuál es la manera correcta de buscar maestro cristianos? ¿Qué tipo de maestros necesitamos en nuestras escuelas bíblicas?

¿Hay algún procedimiento para buscarlos o deben cumplir algunos requisitos? O pensamos que por ser maestros de nuestras iglesias, basta con la buena voluntad.

Como este es un servicio adhonorem, que depende del deseo de servir, que muchas veces es a niños tan pequeños que no se fijan o que no requieren mucho,

o que incluso, puede ser solo para entretener y permitir que los adultos estén tranquilos en el culto.

Podríamos pensar entonces, que no se requiere mucho para buscar y encontrar maestros de escuela bíblica, que no necesitan ser filtrados ni cumplir requisito alguno.

En este estudio nos daremos cuenta de lo que realmente implica ser un maestro.

Aprenderemos como buscarlos, que deben enseñar y como enseñarlo, que evaluaciones deben pasar y que es lo que debemos delegarles.

Buscando maestros fieles para escuela bíblica.

Ser maestros dentro de nuestras congregaciones, no debe ser una tarea sencilla ni tomada a la ligera, pues este es un ministerio delegado por Dios.

Independientemente que enseñemos a niños, jóvenes o adultos, el compromiso, la responsabilidad es la misma.

  • Es un encargo dado por Dios:

 Un encargo de Dios a Pablo, de Pablo a Timoteo y de Dios a nosotros. Este es un ministerio e implica un llamado Es una tarea tan importante que Pablo le da este encargo a su discípulo amado Timoteo,

Lo que has oído de mí ante muchos testigos, esto encarga a hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a otros. 2 Timoteo 2:2.

Pablo le define a Timoteo, el modelo de maestro, tienen que ser hombres fieles, pero ¿de qué fidelidad habla?

Se refiere a ser  fieles a Dios que los ha llamado para esta tarea y ser fieles a la enseñanza bíblica, y que no es de nosotros sino de él,

Y es allí donde encaja la fidelidad cuando transmitimos los pensamientos de Dios y no los de nosotros. Poderlo hacer así solo es posible si el mensaje está apegado a las Escrituras.

Pablo señala dos cualidades que los discípulos necesitan desarrollar:

a. Buscando maestros fieles que sean hombres fiables

Es decir, que sean capaces de enseñar a otros.  Pablo le estaba enseñando a Timoteo  sobre la fiabilidad.

Los líderes necesitan conocer la verdad, vivir por ella, permanecer en ella, sufrir a causa de ella y enseñar a otros a hacer lo mismo.

¿Están nuestros líderes ocupados con esto?

b. Buscando maestros fieles que se ocupen de preparar a otros.

Hay un paralelo hermoso entre el capítulo uno y el capítulo dos de la segunda carta a Timoteo.  Como se manifestó la fe en la abuela, madre y ahora el hijo Timoteo,

así también el liderazgo  es entrenar de una generación a la próxima.  Así es como la gracia opera.

Cómo buscar maestros fieles:

De acuerdo con el verso dos, la fidelidad del discípulo involucra escuchar fielmente, testificar, capacitar y terminar.[1] 

  • Él debe ser una persona fiel.

Robert  Coleman, “Cuando se refleja el plan de Jesús, la filosofía básica es muy diferente a la  de la iglesia moderna en la que sus implicaciones  son nada más que revolucionarias.

La preocupación del Señor no fue con programas para alcanzar a las multitudes pero si con hombres a quienes las multitudes seguirían…Los hombres llegaron a ser su método para alcanzar al mundo para Dios.

El objetivo inicial del plan de Jesús fue de enlistar a hombres que darían testimonio de su vida y continuarían Su obra después que Él fue al Padre”  (The Master Plan of Evangelism).

  • Él debe ser un oidor fiel

Lo que has oído decir de mi”  Pablo tuvo que aprender a ser un oidor de la manera más difícil.  Él fue confrontado por Jesús camino a Damasco.  El fue cegado y cayó   a tierra.

Él estaba totalmente confundido, él no conocía al Señor, él estaba persiguiendo al pueblo de Dios.  Él tuvo que re-aprender al hacerse un oidor del verdadero Dios y su Palabra.

La tradición dice que Pablo pasó tres años en el desierto re-estudiando la Palabra.  Él era un hombre de oración,  él esperaría en el Señor.

Ahora él instruye a Timoteo  y le recuerda de las cosas que Timoteo ha escuchado de su maestro.  Pero el escuchar no es suficiente.

  • Él debe ser un testigo fiel

.Lo que has oído decir de mi  ante muchos testigos.”  La verdad de Dios enseñada por Jesús y pasada a la iglesia apostólica necesita ser probada en la comunidad cristiana.

Asistiendo a la escuela dominical, tomando cursos, leyendo literatura teológica, todo es importante, y de todo ello aprendemos la Verdad de Dios de manera que la podamos transmitir de la manera más fiel posible.

Usted debe  aprender a debatir, argumentar, probar, examinar…entre muchos testigos.  Debe estar seguro de su fe, basada en la manera que Jesús interpretó la Biblia y la pasó a los apóstoles.  Pero el testificar no es suficiente.

  • Él tiene que ser un capacitador fiel.

Esto encarga a hombre FIELES que sean idóneos para enseñar también a otros.”  Un discípulo necesita hacer otros discípulos que sean fieles en hacer otros discípulos. Y en esto consiste la gran comisión de Mateo 28.

  • Él debe ser un finalista fiel.

Por lo tanto lo soporto todo por amor a mis escogidos, para que ellos también obtenga la salvación que es en Cristo Jesús con gloria eterna”  2 Timoteo 2:10.

No podemos detenernos, aún cuando las dificultades sean muchas. No habrá cansancio, distancia ni escasez que impida el cumplimiento de nuestra tarea.

¡Llegaremos a los escogidos del Señor¡ No dejaremos de proclamar su hermosa Palabra

Buscando maestros fieles llamados por Dios

Los maestros han de ser siempre llamados por Dios y deben experimentar la urgente necesidad de ser preparados. Que con temor y temblor asuman su tarea.

El oficio del maestro cristiano es un llamamiento divino 1 Corintios 12:28, pero con el llamado también viene la responsabilidad de prepararnos.

El consejo de Pablo a Timoteo puede muy bien servir como lema a todos los maestros cristianos;

“Haz todo lo posible por presentarte delante de Dios como un trabajador aprobado, que no tiene de que avergonzarse, que usa correctamente el mensaje de la verdad: 2 Timoteo 2:15.

Este versículo tiene tres implicaciones importantes:

  • Primera

“Delante de Dios como un trabajador aprobado”, requiere esfuerzo; esto significa “hacer todo lo posible”.

  • Segunda

Hay una insinuación de que los obreros que no hacen lo mejor que deben hacer, serán avergonzados.

  • Tercera,

Si los maestros tienen que trabajar diligentemente para enseñar la verdad del mensaje de Dios correctamente. Aquellos que lo hacen con poca seriedad terminaran enseñando incorrectamente.

“Muéstrame un maestro que siente que no necesita mejoramiento y yo le mostrare un maestro que no está tomando en serio el consejo de Pablo”[2]

Dentro de este proceso de preparación hay que entender que la habilidad de enseñar es aprendida enseñando.

  • Buscando maestros fieles que enseñen bien

Un aspecto muy importante en la enseñanza bíblica es que el maestro debe conocer muy bien lo que enseña, pero también debe vivirlo, en otras palabras debe haber una correlación entre lo dicho y lo que hace. 1 Timoteo 4:16.

En el proceso de enseñanza – aprendizaje, el maestro tiene el papel de ayudador, hacer más fácil el aprendizaje; pero el alumno mismo es quien debe hacer el trabajo de aprender. El maestro no lo puede hacer por él, solamente actúa como un guía,

El maestro solo señala el camino, pone al alumno en la dirección correcta, permitiéndole saber cuándo ha cometido un error, indicándole los limites importantes y haciendo que el alumno se sienta bien llegando al destino propuesto.

  • Buscando maestros fieles que se adapten a los cambios.

La vida del maestro – discípulo y la vida del discípulo – maestro es un proceso de constantes cambios, tal como lo dice Juan 8:32 “y conoceréis la verdad y la verdad os hará libres,

Es en ese punto en el cual el maestro debe de someterse a un proceso de cambio sistemático basado en el conocimiento de la verdad divina, en ese ir y venir la mente será renovada,

Y en consecuencia, la vida será transformada tanto del maestro como del discípulo,

¿Cómo medimos el cambio?

A continuación un par de preguntas[3] que pueden dar una medida de que tanto estamos cambiando o si no lo estamos haciendo:

¿Cómo ha cambiado últimamente?_____________________.

¿Díganos solamente una manera como usted ha cambiado últimamente? ______________.

¿Cuándo fue la última vez que leyó un libro? ____________________________.

¿Qué aprendió de esa lectura? __________________________________.

¿Cómo nos movemos al cambio?

El apóstol Pablo, casi al final de su vida, cuando la mayoría de las personas andan buscando sillas mecedoras, él dijo:

 “…..olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que esta adelante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús” Filipenses 2:13-14.

Pablo relaciona el pasado, no estaba enamorado de sus éxitos ni derrotado por sus fracasos. Usted aprende del pasado, pero no vive de él ni en él; además estaba relacionando el futuro. Aquí se encontraba su meta, su esperanza;

Y de igual manera estaba relacionando el presente. Aquí y ahora, dijo él: “extendiéndome”. Estaba asido al desafío. No se conformo con lo alcanzado, seguía avanzando.

¿Cuántas personas en nuestras iglesias, a una edad en la que deberían estar conquistando al mundo, están, por el contrario, llegando al final por inercia? [4]

Buscando maestros fieles que se comprometan con el cambio

Para desarrollar su propio compromiso con el cambio y el desarrollo, recuerde que crecer es algo que hasta el mismo Jesús hizo.

Lucas 2:52 explica el proceso de desarrollo en su vida: “Jesús crecía”, se nos dice, y lo hacía en cuatro áreas:

  • Crecía en sabiduría”. Ese es el desarrollo intelectual.
  • Crecía en estatura”. Desarrollo físico.
  • Crecíaen gracia para con Dios”. Desarrollo espiritual.
  • Crecía en gracia para con los hombres”. Desarrollo social y emocional.

El desarrollo espiritual es integral en todos los aspectos de la vida, sin lo cual no será posible crecer. Debemos darle al Señor más control sobre todos los aspectos de nuestro ser.

En esto es donde hemos estado fallando, y esto es lo que hace la vida cristiana dinámica y no estática. Dejar que el Señor forme parte integral de nuestra vida en todas sus áreas.

Todos estamos en el proceso de desarrollo espiritual, en unas áreas estaremos mejor que en otras, pero lo que si debemos preguntarnos es: ¿Estoy haciendo las cosas apropiadas?

Desglosemos cada uno de los cuatro puntos del desarrollo espiritual:

a. Buscando maestros fieles en su dimensión intelectual.[5]

Howard Hendriksen da tres sugerencias para ayudar a crecer en la dimensión intelectual de la vida.

  • Mantenga un programa constante de estudio y lectura.

Entienda que los líderes son lectores y los lectores son líderes.

Si tiene una hora dedicada para la lectura, trate de leer la primera media hora y use la segunda media hora para reflexionar en lo que leyó. Haga un breve resumen de lo leído e interiorícelo

Y no se dedique solo a leer libros, sino también a leer personas. Los dos factores que le influenciaran más en los años venideros serán los libros que lee y las personas con las cuales se rodea.

Y la mejor persona con la que nos podemos rodear es con nuestro Maestro por excelencia: el Señor Jesús, lo cual significa, mantener una lectura constante de la Escritura y nuestro respectivo devocional, donde el Señor me habla, y yo le respondo.

  • Matricúlese en cursos de educación continua.

Cursos que mejoraran no solo el contenido de su enseñanza, sino también su habilidad para enseñar, pero el curso más importante es su programa personal de estudio de la Biblia.

Manténgase al día con sus estudios teológicos, no pierda la oportunidad si en su iglesia existe un instituto bíblico, forme parte de él.

  • Conozca a sus estudiantes.

Conviértase en una autoridad respecto a las necesidades y características generales de las personas de la edad a la que usted instruye. Pero vaya más allá, conózcalos individualmente. Aprenda lo más que pueda acerca de ellos.

A medida que trabajamos con las personas siempre recuerde que las etiquetas mienten, “ella nunca habla”, “el sigue siendo un problemático”, y cosas semejantes. Nunca cuelgue una etiqueta como esa en el cuello de alguien.

Permítame hacerle una pregunta ¿Conoce usted a sus muchach@s de escuela bíblica infantil?, ¿Cuáles le caen bien y porque? ¿A quienes se encuentra ayudando?

¿Cómo considera, que su cercanía con ellos, los está impulsando a ser mejores estudiantes?

b. Buscando maestros fieles en su dimensión física.

¿Existe algo en la dimensión física de su vida sobre la cual, en obediencia a Cristo, usted no tiene el control adecuado?

Hablamos mucho de tener la plenitud del Espíritu Santo, pero este concepto tenemos que aplicarlo a todas las áreas de nuestra vida, por ejemplo:

¿Están sus finanzas bajo control? ¿Y qué de sus posesiones materiales? ¿Son un ídolo o una herramienta? ¿Qué me dice en cuanto al uso de su tiempo? ¿Tiene control de él? Porque si usted no lo controla alguien más lo hará.

¿Esta su vida sexual bajo control, aun en el contexto de una sociedad inmunda como la que vivimos?, ¿Has permitido que Cristo invada tu vida sexual?.

¿Qué efecto tiene el hecho de que usted sea cristiano sobre las cosas que piensa? ¿Por qué no hay santidad en mi vida? ¿Cómo anda su dieta?, ¿Qué de sus ejercicios?, ¿Cuántas horas está durmiendo?

Todo ello nos habla de nuestro crecimiento físico acorde a nuestra vida cristiana. Es allí donde demostramos que somos en realidad, templo y morada del Espíritu Santo.

c. Buscando maestros fieles en su dimensión social

¿Cómo anda la dimensión social de su vida? ¿Quiénes son sus amigos? ¿Solo comparte con los reformados? ¿Tiene amigos no cristianos? ¿Conoce a personas perdidas? ¿Y qué de tener amigos de diferentes edades?

¿Conoce a niños pequeños, de manera que le digan tío o algo semejante, y crean que usted es lo máximo? ¿Conoce a algunos adolescentes, de esos que le crispan los pelos?

¿Se le acercan los jóvenes, sienten confianza con Ud. Lo consideran un amigo?

Así que enriquezca el círculo de amistades. Un amigo íntimo es alguien que:

  • Sabe todo acerca de usted, y aun así lo acepta.
  • Le escucha hasta las ideas más herejes, sin rechazarlo.
  • Y, sabe cómo criticarlo da tal forma que usted lo escuche.

La amenaza más grande que el buen maestro enfrenta es la satisfacción; dejar de preguntarse continuamente: ¿Cómo puedo mejorar?

La amenaza más grande a su ministerio es su ministerio mismo, cuando sentimos que ya todo lo dominamos de manera tal, que ya no pensamos ni nos estresamos. Todo está bajo control!¡

  • ¿Cómo evaluar nuestro progreso como maestros?

No dude en revaluar lo que está haciendo y preguntar: Señor ¿Cómo voy, a la luz de lo que Tú quieres que yo sea? Este auto examen debe basarse en tres preguntas:

  1. ¿Cuáles son mis puntos fuertes?
  2. ¿Cuáles son mis debilidades?
  3. ¿Qué tengo que cambiar?

En la actualidad nuestra tierra está repleta de jóvenes y también de adultos que están quebrantados, que no tienen idea de por qué Jesucristo, que hace Él por mí,

Conclusión:

Buscar maestros fieles que sirvan a Dios  en el ministerio de escuela bíblica, no es tarea fácil ni ligera. Debemos tomar en cuenta el llamamiento de Dios y con él, la necesidad de prepararse, de capacitarse, tomando en cuenta los constantes cambios que obligan a permanecer en la Verdad.

Estos maestros por llamamiento divino han de ser hombres y mujeres fieles a su llamado, fieles en su testimonio de vida, transmitir fielmente lo que han aprendido del Señor, y perseverar en su llamamiento hasta el final.

Hombres y mujeres que crecen constantemente en sabiduría, en su desarrollo físico, en gracia para con Dios y en gracia para con los hombres, de manera que se conviertan en un testimonio fiel de la Palabra aprendida y evidencien a Cristo en su vida.

Esto implica, que al buscar maestros, debemos tener en cuenta la necesidad de la constante evaluación de los puntos fuertes, de las debilidades y de las áreas que necesitamos cambiar para desarrollar un ministerio de maestro efectivo y en constante crecimiento.

 

 

 

 

[1] La epístola de Pablo a Timoteo. II Timoteo. Cornelio Hegeman, pag. 15 y16.

[2] Como ensenar la Biblia, Lucien E. Coleman, Jr, pag.10.

[3] Ensenando para cambiar vidas, Howard Hendriksen, La ley del maestro, pág. 21.

[4] Ensenando para cambiar vidas, Howard Hendriksen, La ley del maestro, pag. 24.

[5] Ensenando para cambiar vidas, Howard Hendriksen, La ley del maestro, pag. 27.