¡Exaltación¡ ¿Por qué? ¿A quién daremos exaltación? ¿Quién es digno de ser exaltado? Por inteligente, bondadoso, amoroso, generoso que pueda ser un hombre, no le hace merecedor de exaltación alguna

Toda obra de bondad, de generosidad, que nosotros podamos tener, siempre nos traerá gloria personal, ensanchará nuestro ego, y nos llevara a vernos a nosotros mismos, de manera que si hubiese exaltación personal por nuestras acciones, eso le resta mérito a la acción misma.

Para comprender esto, es necesario definir el término “exaltación”. Y cuando lo hayamos visto en toda su expresión, nos daremos cuenta que solo hay un Nombre digno de ser exaltado por sobre toda la creación

Esta es la tercera y última parte del estudio cristológico de “la humillación de Cristo” en el cual desarrollaremos su exaltación consecuente al cumplimiento del plan redentor establecido desde la eternidad por Dios mismo, dando gloria por el “consumado es”

1. La Exaltación De Cristo.

Filipenses 2:9-11  Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra;

Y toda lengua confiese(A) que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.

Explicación del Texto:

Según el análisis que hace Booswel de este texto bíblico, podemos apreciar lo siguiente con respecto a la exaltación de Cristo:

“Debido a nuestra idea humana de recibir recompensa al concluir una tarea, muchos entienden estos versículos como una referencia a la exaltación de Cristo después de su encarnación.

Sin embargo, no hay nada en las palabras mismas que indique que esto era lo que Pablo pensaba. Al contrario, creo que Pablo se refiere a la exaltación del Mesías y al nombramiento que se le da a este como Jehová en la profecía del Antiguo Testamento.

Él es el Eterno Hijo de Dios, la Segunda Persona de la Trinidad, a quien se presenta visiblemente delante de los hijos de los hombres como su único Salvador, la Persona Divina con quien tienen que tratar.”

Así que debemos entender esta súper exaltación no como una mutabilidad de su gloria sino como un reconocimiento a nivel de toda la creación de la persona y obra del Cristo encarnado,

Él siempre ha gozado de gloria, al ser Dios mismo, pero ahora goza de una exaltación especial, pues su logro en la cruz, el cumplimiento del plan eterno de redención en Él, lo ubica en un lugar de súper exaltación

Así como cuando el Padre afirma que Jesucristo es su Hijo en su bautismo, en la transfiguración y durante todo su ministerio, lo hace también ahora por su obra consumada en la cruz del calvario y su victoria evidenciada en su resurrección.

Filipenses 2:10  para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra;

El comentario de la Biblia Diario vivir dice lo siguiente: “En el juicio final, aun aquellos que sean condenados reconocerán la autoridad de Jesús y su derecho a gobernar.”

De manera que la justicia divina se evidencia, tanto en los redimidos por el sacrificio eficaz de Cristo, como en los condenados por su propio pecado, y los unos como los otros, han de reconocer la grandeza del Hijo de Dios.

Filipenses 2:11  y toda lengua confiese(A) que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.

Cuando Pablo dice que «toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor», la palabra que utiliza para «Señor» es la que se solía emplear para referirse a Jehová en la Septuaginta.

De manera que al utilizar esta palabra, Pablo declara que toda lengua confesará que Jesús en verdad lleva el nombre que le fue dado en la profecía del Antiguo Testamento, un nombre que es sobre todo nombre.[1]

Esto evidencia la verdad y la grandeza de la victoria de Jesucristo. Evidencia que Él es el mesías esperado, que desde Génesis 3:15 se había proclamado; evidencia el cumplimiento de los tiempos de esa profecía.

Evidencia que en “verdad que esté es el Hijo de Dios” Su santidad perfecta, su obediencia, su sumisión y su disposición al sufrimiento lo dejan ver  como “el cordero de Dios que quita el pecado del mundo”

Y por todo ello, Él es exaltado a lo sumo y reconocido como nuestro Señor y Salvador. Su resurrección es la evidencia misma de la Verdad de su promesa de vida, de vida abundante y de vida eterna.

Solo un Jesucristo plenamente, perfectamente Santo puede vencer a la muerte, al pecado y a Satanás; y solo un Jesucristo Eterno puede resucitar y ofrecer vida eterna a sus redimidos.

Palabras y frases significativas:

Exaltar: juperupsoo (ὑπερυψόω, G5251) , exaltar altamente (juper, sobre, y Nº 2).

Esta súper exaltación significa que recibió el lugar de honor y majestad, y que en consecuencia “se sentó a la diestra del trono de Dios”

(Marcos. 16:19; Hechos. 2:33; 5:31; Romanos.8:34; Hebreos. 1:3, 12:2), “sobre todo principado, autoridad, poder, señorío y sobre todo nombre que se  nombra, no sólo en esta era, sino también en la venidera” (Efesios. 1:20–22).

Exaltó se aplica solamente a Él, a saber, el verbo “súper exaltar” (realzar). Dios Padre enalteció a su Hijo de una forma trascendentalmente gloriosa.

Para reflexionar:

Más allá de nuestra comprensión esta su infinito amor, su gracia y misericordia hacia hombres caídos, viles en sus pecados, y por lo tanto destituidos de su gloria.

La persona de Cristo nos hace recordar las palabras del apóstol Juan en su evangelio, cuando dice Juan 1:14 

“Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad;”

Se encarnó siendo Dios y Hombre perfecto, habito entre nosotros, se identificó con los pecadores y miserables, su caminar fue gloriosos, perfecto en obediencia al Padre, y nos mostró su gracia y su verdad, Él es nuestro camino, nuestra única verdad y toda  fuente de  vida.

En su exaltación está sentado a la diestra del Padre, como siempre estuvo, pero hoy no solo es nuestro Salvador y Señor sino también nuestro gran sumo sacerdote que intercede por nosotros de día y de noche delante del Padre eterno.

A nuestro Dios sea toda la gloria, honra y poder, por los siglos de los siglos amen.

 

 

Fuentes consultadas:

Cristología, J. Oliver Boosweel, Jr.

Comentario Bíblico a los Filipenses, Willian Hendrikses.

Biblia Reina Valera 1960.

Concordancia Strong.

e-Sword.

 

 

 

 

[1] Cristología, j. Oliver Booswell. Jr.