La Gracia Divina es una experiencia que solo los verdaderos creyentes en Cristo Jesús podemos apreciar y valorar, y podemos considerarla como la fuente de toda bendición espíritual que es derramada sobre el pueblo de Dios.

La gracia divina según la Epístola a los Efesios.


El presente trabajo tiene como finalidad ofrecer un estudio práctico de la Epístola  a los Efesios, de manera que pueda ser compartida en estudios bíblicos dentro de la congregación y será desarrollada en tres partes, siendo esta, la primera de la serie.

Esta es una carta escrita por el apóstol Pablo a la iglesia de Éfeso, en la que se presenta las múltiples e incontables bendiciones espirituales y las riquezas de la Gracia soberana de Dios, para con su iglesia.

Es una carta en la que se hace mucho énfasis en que es la Gracia de Dios la fuente de todas las bendiciones espirituales que recibe la iglesia producto de la obra redentora de Cristo.

Comprendiendo que  la iglesia representa el cuerpo de Cristo, un cuerpo formado por los elegidos de Dios para salvación. Siendo la iglesia el único cuerpo cuya cabeza es Cristo. Y que por ser un cuerpo debe reflejar una gloriosa unidad.

Como tal, la iglesia goza de la Gracia benefactora de Dios, y ha sido por esta Gracia Divina que los creyentes “fuimos escogidos desde antes de la fundación del mundo para ser objetos de la redención, la adopción, la santificación y la futura glorificación.

Pero esta Gracia tiene como fundamento la obra perfecta de Cristo Jesús que satisfizo las demandas justas del Dios Santo[1]

A lo largo de toda la carta veremos cómo es la Gracia Divina la que permite a la iglesia reflejar obras fruto de la fe, capacita al creyente para librar con valentía y convicción la batalla espiritual contra el pecado, el mundo y las asechanzas de Satanás,

Y capacita a la iglesia equipándola en su misión de predicar el Evangelio y ser testigo fiel.

No podemos empezar este estudio, sin antes dejar en claro la condición natural del hombre caído, que le convierte en un extremadamente necesitado de esta Gracia gloriosa del Dios amoroso, santo y justo.

Esta realidad humana la describe claramente Pablo en Romanos 1:21-32, 2 Timoteo 3:1-5 y el Señor Jesús lo expresa en Mateo 15:18-19.

De manera entonces que con esa base bíblica podemos decir que la condición del hombre es de miseria espiritual, alejado completamente de Dios, inclinado solo al mal, bajo el señorío completo de Satanás

Y donde todas sus maldades  y corrupciones salen del mismo corazón perdido del hombre, así que “podemos concluir que la miseria del hombre es completa, en todo su ser integral está arruinado por el pecado y de él sale la maldad[2]

Con estas grandes verdades, iniciamos nuestro estudio de esta hermosa Epístola que nos deja ver la maravillosa Gracia del Dios que nos rescato.

 EFESIOS 1:1 – 23 y 2:1-10 : «La Gracia Divina»

  • La gracia divina se expresa en el saludo apostólico 

¿Por qué el apóstol Pablo generalmente empieza sus cartas con un saludo apostólico, tal como lo vemos en Efesios 1:1? ¿Que tiene que ver ese tipo de saludo con la gracia divina.

Porque el apóstol Pablo estaba consciente de que sus escritos formaban parte del fundamento que se establecía para la edificación de la iglesia de Cristo. Y en ese fundamento él formaba parte por la sola gracia de Dios que lo escogió de entre lo más vil del mundo.

De ser perseguidor de la iglesia pasa a formar parte de los elegidos del Señor para la formación y expansión de la iglesia. Los escritos de Pablo forman buena parte del Nuevo Testamento, dándonos el fundamento doctrinal necesario para la correcta interpretación del Evangelio.

Esto es importante pues nos dice claramente que cada carta del Canon Bíblico representa el fundamento firme, seguro e inerrante que Jesús establecía para el crecimiento de la iglesia.

Cuando Pablo se identifica como “apóstol de Jesucristo” no estaba presentando simples credenciales diplomáticas con el fin de recibir algún tipo de reconocimiento personal, sino que lo hacía con la máxima responsabilidad que eso implicaba.

Él escribía como uno de aquellos que había sido comisionado por Cristo para suministrar las claras enseñanzas doctrinales que habrían de dirigir el rumbo de la iglesia[3].

Esto es importantísimo tenerlo en cuenta dadas las nuevas doctrinas de los mal llamados “apóstoles” en el entendido que este es un ministerio que ya caduco, en tanto que el fundamento de las Escrituras ya está dado,

Nuestra Biblia esta completa y no se le puede quitar ni añadir a lo que el Señor ya nos Revelo.

  • La gracia divina nos colma de toda bendición

¿A qué se refiere el apóstol Pablo cuando dice en el versículo 1:3 que hemos sido bendecidos con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo?

Cuando hablamos de bendición normalmente pensamos en la bendición material, lo que siempre nos deja descubrir como tenemos nuestros ojos puestos en lo terrenal

Sin darnos cuenta, de manera consciente, de las inmensas e inmerecidas bendiciones espirituales con las que ya hemos sido bendecidos al formar parte del pueblo elegido de Dios.

Esas tremendas bendiciones las podemos ver en el maravilloso milagro de la “elección, la adopción, la redención, la herencia, el llamado del evangelio, el ser sellado con el Espíritu Santo, la completa redención.[4]

Y al contemplar esa hermosa lista de bendiciones inmerecidas, no podemos menos que pensar en la maravillosa Gracia Divina que nos cubre.

  • La gracia divina y la elección de los santos

¿Cómo podemos explicar la elección divina y cuál es el propósito de esa elección? ¿Puede considerarse como una bendición de la Gracia Divina?

En el versículo 1:4 claramente nos habla de la elección divina cuando dice “según nos escogió en Él antes de la fundación del mundo”  e inmediatamente nos dice para qué nos escogió: “para que fuésemos santos y sin mancha delante de Él”.

Debemos entender y aceptar que Dios en su inmensa Soberanía y Omnisciencia,  bajo el consejo de su propia Voluntad y bajo sus propios designios, elige a unos para salvación y a otros para condenación.

Pablo presenta la elección como la acción divina de escoger a pecadores individuales, como acto de gracia, soberano y eterno, a fin de que sean salvados y glorificados en y a través de Cristo.

La elección por gracia (Romanos 11:5; 2 Timoteo 1:9) es un acto de favor inmerecido manifestado libremente hacia miembros de una raza caída a la que Dios tan solo debía ira[5]

Esta elección nace del exclusivo deseo de Dios y jamás pensemos que hay injusticia en ello “Esta discriminación no involucra injusticia alguna, porque el Creador no le debe misericordia a nadie, y tiene el derecho de obrar como se le plazca con sus criaturas rebeldes[6]

  • La gracia divina y la predestinación

¿Es lo mismo elección y predestinación? ¿Qué beneficio tiene el creyente de haber sido predestinado? ¿Cómo encontramos la gracia divina en estos eventos?

La elección es el acto de “separar”, de “elegir” mientras que la predestinación “es descrita en Romanos 8:28 como el propósito de Dios para conformar a muchos a la imagen de su Hijo. (Romanos 8:29), se relaciona con el preparar de antemano (Ro. 9:23), es el anticipado conocimiento divino (Hechos 2:23)[7]

Esto significa que nos elige y nos predestina lo cual significa una maravillosa bendición espiritual de Su Gracia, para el creyente, aun cuando atenta contra el ego del hombre que siempre busca merito en todo logro.

En mi mente contaminada y atrofiada por el pecado, yo no podía buscar a Dios, pero Él me eligió para llegar a Él. Yo no podía hacer nada bueno, nada digno de agradar a Dios, pero Él me predestino para que yo fuese santo delante de Él,

De manera entonces que “la respuesta para una vida santa y piadosa no se encuentra en mis esfuerzos humanos y religiosos, sino en la gracia electiva de Dios[8] ¡Maravillosa Gracia que nos salvo¡

Gracias a la predestinación “todos los que creen en Cristo con corazón sincero y obediente son redimidos, adoptados como hijos y que estos hijos del amor de Dios son herederos de la gloria y todas las bendiciones que Dios preparo a través de Cristo

¿No es maravilloso? Somos inmensamente ricos por las bendiciones espirituales que Dios preparo desde antes de la creación del mundo[9]

  • La gracia divina y la ira divina

¿Qué relación encontramos entre la Gracia infinita de un Dios de Amor, que garantiza que Sus propósitos serán cumplidos en sus elegidos, y un Dios de Ira?

Nuestro Dios tiene incontables atributos, es infinito en amor, misericordia, en bondad y fidelidad, es Santo y también es Justo, y es precisamente este atributo de Justicia el que explica que sea un Dios de ira.

“Es un error grave enfatizar la gracia de Dios por encima de su ira y su justicia, ya que, siendo Dios toda perfección, sus atributos actúan en uniformidad conforme a su santo carácter. La gracia no viola la justicia de Dios[10].

Claramente Pablo nos lo dice en el versículo 1:17 que  “el Padre de gloria, os dé espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de él”

Que cuando apreciemos sus obras salvíficas en sus elegidos nos ayude a dejar atrás toda incredulidad que busca milagros y señales para conocerle, cuando Él se ha manifestado claramente en una inmensa fuente de riquezas espirituales.

Que jamás pensemos que si Su Gracia es infinita y Su misericordia nueva cada día, podemos pecar y pecar y que no veremos la justicia de Dios.

El verdadero creyente, el que ha nacido de nuevo, nunca más se deleitara en el pecado, sino que luchara constantemente contra él, y caminara en santidad con la ayuda del Espíritu Santo que es quien nos lleva a crecer en el conocimiento y la revelación de Dios.

  • La gracia divina y el regalo de la resurrección

¿Por qué podemos decir que la resurrección de Cristo es el más grande milagro descrito en las Escrituras, fruto de la gracia de Dios para sus elegidos?

Dice el apóstol Pablo en el versículo 1:20 que el poder de Dios que opero en la creación, es el mismo poder que opero resucitando a Jesucristo de entre los muertos y sentándole a su diestra en los lugares celestiales, obrando con ello, el milagro más grande para toda la humanidad redimida.

Veremos tres razones que lo evidencian de esa manera:

  • La muerte de Cristo

Cuando Cristo murió no solamente había muerto un hombre, sino que había muerto la encarnación de Dios. Dios encarnado (Emmanuel) se había entregado a la muerte, pero este ser debía vencer la muerte por su propia fuerza para luego levantarse de la tumba[11]

Jesús lucho contra el que tenía el imperio de la muerte y le venció, y es esa victoria la que le permitió levantarse de la tumba y ser el primogénito de la resurrección. Su victoria se encuentra en la vida de santidad que caracterizo la vida de Jesucristo.

  • Su muerte es un pago

Jesús “en su muerte estaba pagando las muertes eternas que merecíamos por cada uno de nuestros inagotables pecados”[12]

Al levantarse de la tumba el Señor demostró que el poder que obro en Él fue mucho más grande y fuerte que el peso del pecado de millones de sus elegidos. Con su muerte injusta el pago el precio de nuestro pecado que nos tenía destituidos de la gloria de Dios

  • Su resurrección es un inicio

Con su resurrección Cristo da inicio a una nueva creación y Él “como representante del nuevo hombre, inaugura con su resurrección una creación que será jamás manchada por el pecado, ni la muerte[13]

Este es el milagro más grande del que podemos gozar los creyentes

  • La gracia divina y la moralidad humana

¿Habrá algún conflicto entre moralismo y cristianismo? Será que la moral del hombre sin Dios puede sustituir el favor de la gracia divina?

Solamente esforzándonos por llevar una vida cristiana saludable, apegada a la sana doctrina, reconociendo siempre la condición de inmundicia de la que el Señor nos rescato, podremos discernir entre moralismo y cristianismo.

El moralismo nos hace pensar que nosotros podemos, con nuestras buenas obras, conservar el estado de gracia con el que el Señor nos favoreció.

Pablo dice en el versículo 2:5, que fue Dios quien nos dio vida, cuando estábamos muertos en nuestros delitos y pecados. Como muertos estábamos incapacitados de hacer algo bueno, y todo lo aparentemente “bueno” que hacíamos era para gloria personal.

Todo lo que se haga apoyados en nuestras capacidades es vano, y nos convierte en moralistas, los verdaderos frutos provienen del Espíritu y este actúa solamente en los nacidos de nuevo por el poder de Jesucristo

  • La gracia divina y la muerte espíritual

¿En sentido estricto a qué se refiere la muerte espiritual? ¿Podemos pensar que nuestra parte espiritual estaba inactiva o aún no existía?

La muerte espiritual se refiere a la completa incapacidad que tiene el hombre de hacer el bien según Dios, pues todo lo que hacemos proviene de un corazón dominado por el pecado.

La única elección que tiene el hombre sin Dios es pecar, dónde pecar, cuándo y cómo pecar, ahondando más la destrucción cuando nos dejamos arrastrar por la corriente de este mundo, hundiéndonos aún más cuando nos sumamos a los pecados de otros.

En ese sentido, la muerte espíritual esta activa en todos aquellos que aún no han creído en el Unigénito Hijo de Dios, como bien lo describe Juan 3:18.

Estamos muertos en nuestros delitos y pecados, y no hay voluntad de hombre que nos pueda sacar de ese estado, pues no tenemos la conciencia de estar muertos y destituidos de la gloria de Dios.

Solamente la Gracia Divina que nos rescata de la muerte del pecado, de la destrucción de nuestra voluntad idolatra y egocéntrica, y del señorío de Satanás, es que podemos discernir la muerte espíritual y el nuevo nacimiento.

  • La gracia divina y el pecado humano

¿Cuándo el apóstol Pablo habla de los deseos de nuestra carne, está diciendo que nuestros cuerpos físicos son malos?

Cuando Dios creó al hombre, lo hizo a imagen y semejanza de Dios y toda su creación era “buena en gran manera” hasta que el pecado lo afecto todo,

Pero es importante que podamos entender que “la carne por ser carne, no implica que sea mala o pecaminosa, como tampoco el alma o espíritu, por ser espiritual, signifique que sea bueno … Pablo utiliza la expresión carne para referirse al ser humano en su totalidad.

La carne se relaciona con lo humano. El ser humano es malo en su totalidad, tanto su parte material como su parte espiritual[14]

No es que nuestros cuerpos físicos sean malos en sí mismos, sino lo que sale de nosotros, de nuestro corazón, de nuestro pensamiento, nuestras intenciones, nuestras motivaciones, que al no ser gobernadas por Dios, son gobernadas por el pecado.

  • La gracia divina y el amor de Dios

¿Por qué podemos decir que el amor de Dios es incomprensible para la mente humana? ¿Amor de Dios es igual a Gracia Divina?

Cuando vemos que Dios envió a su Hijo Unigénito a morir por pecadores, a morir por muertos que no podían decir ni hacer nada bueno que agradara a Dios. Cuando pensamos que nos pudo dejar muertos eternamente, sin hacer nada por nosotros, y condenarnos desde Adán, tal como lo hizo con los ángeles caídos.

No podemos menos que decir ¡Cuán grande e inmerecido amor de Dios! y no hay duda que este tipo de amor, no lo puede comprender la mente sin Cristo, porque para ellos es irracional, es locura!!

Pero para nosotros, los que hemos creído en Su maravillosa obra redentora,no lo es! Para nosotros es la expresión del Altísimo y Sublime Dios, del Omnipotente y Sabio Dios,

Nos dio vida a través de la obra de Cristo tal como lo dice Efesios 2:5. Una vida nueva que se evidencia en la transformación sobrenatural de nuestro pensamiento y accionar, así como, una vida espíritual nueva.

Pone de Su Espíritu en nosotros, para que podamos creer, para poder discernir Su Palabra y para poder ponerla por obra, para obedecer Sus mandamientos, para servirle con pasión y gratitud, !Para poder Adorarle!! Simplemente porque Él es Dios!!!!

 

[1] Efesios: Las riquezas de Su gracia. Julio César Benítez Benítez. Pág. 18

[2] Ídem Pág. 9

[3] Ídem Pág. 21

[4] Ídem Pág. 25

[5] Ídem Pág. 25

[6] Ídem Pág. 25 Referencia tomada del Nuevo Diccionario Bíblico Certez.

[7] Ídem Pág. 26

[8] Ídem Pág. 28

[9] Ídem Pág. 35

[10] Ídem Pág. 43

[11] Ídem Pág. 48

[12] Ídem Pág. 49

[13] Ídem Pág. 49

[14] Ídem Pág. 58