Introducción:

El presente trabajo tiene como objetivo poder hacer un estudio breve sobre el concepto budista del “Bodhisattva” tratando de comprender su significado, su importancia y su relación con Jesucristo.

Conocer el término Bodhisattva, nos permite comprender un fundamento clave de la religión budista, que busca dar respuesta a dos preguntas claves de la existencia humana:

¿Por qué hay dolor y sufrimiento en el mundo?

Y ¿Cómo se rompe el ciclo del renacimiento que provoca el Karma?

Este estudio nos ha de permitir aclarar el impacto que el pecado tiene en la vida del ser humano, y como en la medida que ignoramos esta gran verdad, nos perdemos en búsquedas infructíferas que nos lleven a recuperar el camino perdido,

Buscamos para poder encontrar la razón de ser de nuestra existencia y de alguna manera, reconciliarnos con Dios,

Veremos cómo bajo la filosofía budista, se quiere dar respuesta a estos grandes problemas, a través de la capacidad humana de encontrar el bien; de su inteligencia para vencer el pecado y la destrucción que esté causa; de la integridad del hombre para alcanzar el amor y la misericordia por el prójimo.

Para poder determinar con claridad el error de esta filosofía, solo es posible si le comparamos con la Verdad de Jesucristo, con Su perfección y santidad, con Su Justicia completa, con su naturaleza divina y su perfecto amor,

Solamente a la luz de las Escrituras podremos desvirtuar la ilusión del hombre de ser capaz de resolver por sí mismo la Verdad de la Eternidad, la Verdad del mal, la Verdad de la existencia de un Único Dios, Soberano, Todo Poderoso, Omnisciente, Santo y Justo.

 

Quien es el Bodhisattva

 El Bodhisattva es un concepto que encontramos dentro de la cultura religiosa del budismo, considerada la religión dominante del mundo oriental y que comenzó como una descendencia del hinduismo en la India.

La palabra Bodhisattva  hace referencia a una persona que ha alcanzado un nivel espiritual superior al del hombre promedio, de suerte tal que se encuentra en el camino del Buda, fundador de esta religión.

El Buda, al llevar una vida de meditación, experimentó el grado más alto de conciencia de Dios, lo que le llevo a ser conocido como Buda, “el iluminado”

Bodhisattva es una palabra compuesta por dos términos del sánscrito que significan: “Bodhi (supremo conocimiento, iluminación) y Sattva (ser).

Así pues hace referencia a un ser embarcado en búsqueda de la suprema iluminación, no solo en beneficio propio, sino en el de todos; se busca no solo la salvación individual, sino la colectiva. El principio del ideal del Bodhisattva es uno de los más importantes principios del budismo[1]

En este significado se deja ver la máxima cualidad o virtud que debe alcanzar un hombre dentro de la concepción budista: alcanzar la máxima iluminación.

Comprendiendo que “Iluminado se refiere a la cualidad de haber alcanzado, en cierto grado, la iluminación, el despertar, la comprensión o la plena conciencia… Ser consciente, se refiere al ser vivo que tiene experiencia del mundo por la conciencia, sentimientos, sensaciones y emociones[2]

Fue de esta manera que el Buda logro alcanzar el nivel de “Nirvana”, y que lo llevo a considerarse un “indicador del camino”, llevando a otros hombres a experimentar el más alto nivel de conciencia de Dios.

De esta manera podemos decir que “el último objetivo de la práctica es alcanzar la total iluminación o budeidad. Para lograr este alto fin, nos esforzamos en cultivar la sabiduría y acumular méritos, y por medio de la práctica somos capaces de beneficiar tanto a otros como a nosotros mismos.

Esta práctica es precisamente la tarea del que corre el camino del bodhisattva: almacenar méritos y comprender la sabiduría para beneficio de todos los seres conscientes.

Por medio del diligente cultivo de la sabiduría y los meritos, un seguidor del bodhisattva alcanzará la budeidad.[3]

Esto quiere decir que la budeidad es el resultado de haber llevado a cabo la práctica consciente en el mundo de los sentimientos, sensaciones y emociones, controlados, dominados y orientados para llegar a obtener el título honorifico  de  Bodhisattva.

El término Bodhisattvapuede considerarse en cuatro niveles de significado:

  1. Primero, es el ser que aspira hacia algo elevado para alcanzar la suprema sabiduría o iluminación.
  2. Segundo, es el ser que aspira a esa iluminación para beneficio de todos los otros seres conscientes para que también puedan alcanzar la iluminación.
  3. Tercero, cada Bodhisattva, busca la total iluminación de su intrínseca naturaleza búdica.
  4. Cuarto, mientras se esfuerza por alcanzar esta iluminación, también intenta con el mismo esfuerzo el despertar a todos los innumerables seres conscientes para que logren la misma intrínseca naturaleza búdica.

Considerando estos cuatro niveles juntos, podemos definir así el término Bodhisattva: una persona que aspira a la budeidad mientras busca iluminar a todos los demás seres en el camino.”[4]

Podemos concluir entonces, que el Bodhisttva es un hombre común y corriente que al esforzarse por alcanzar la suprema sabiduría o iluminación, resulta en beneficio de otros

Y de manera especial, encuentra dentro de sí la intrínseca naturaleza búdica, encuentra dentro de sí a la budeidad, encuentra dentro de sí a Dios.

Es preciso aclarar que “Buda nunca dijo ser una deidad sino más bien un “indicador del camino”. Sin embargo, setecientos años más tarde, los seguidores de Buda comenzaron a adorarlo como una deidad[5]

Y ha sido en esa necesidad de encontrar a Dios, que han desarrollado la búsqueda interior y han expuesto a una deidad para adorar.

Con la figura del Bodhisattva se abre el camino que da respuesta a las preguntas claves en que se concentra el budismo: ¿Por qué hay dolor y sufrimiento en el mundo?

Y ¿Cómo se rompe el ciclo del renacimiento que provoca el Karma?

..

Importancia Religiosa del  Bodhisattva 

La figura del Bodhisattva solo puede ser entendida en su relación con la idea budista del karma y el renacimiento. El fundador del budismo, Siddhartha Gautama, conocido posteriormente como Buda, sostenía:

“La creencia hindú en la reencarnación: después de la muerte uno vuelve a la vida terrenal en una forma de vida superior o inferior según sus obras buenas o malas.

Esta creencia promovía una pregunta que necesitaba ser contestada. ¿Cómo rompe uno el ciclo de renacimiento?[6]  De ahí la importancia del Bodhisattva.

Esta ley del Karma actúa en un nivel psicológico y ético. “El renacimiento se refiere a la idea de que hay restos de nuestras pasiones que quedan en el flujo de la conciencia (también llamado “alma”) de las personas al morir.

Si hay algo que aún se anhela o de lo cual se está aún apegado, se debe regresar a la tierra[7] Será ese ser superior, llamado Bodhisattva quien romperá ese ciclo.

Él habrá llegado a la máxima sabiduría y comprensión de la vida, acumulando tal cantidad de méritos que habría roto el ciclo de los constantes renacimientos,

Ya no habrá anhelos que lo aten a la tierra, ni atadura del mundo o apego alguno que lo obligue a regresar en otra re encarnación, habrá alcanzado la plena conciencia de Dios y podrá entonces ayudar a otros a llegar a ese nivel,

De manera que poco a poco se va rompiendo el ciclo para todos los hombres. Poco a poco van llegando a ese conocimiento y ese desprenderse de lo terrenal que se hacen libres.

Para que un ser humano llegue a la categoría de Bodhisattva debe realizar prácticas como: meditar, escuchar, reflexionar de día y de noche, sin detenerse, con el propósito de liberar a los demás y a sí mismo de la existencia cíclica;

Deben abandonar la tierra natal a efecto de quitar todo apego a los seres amados, abandonar la mentalidad de odio hacia los enemigos, dejar a los amigos que influyen, las riquezas y las posesiones que atan,

Y poder conservar la experiencia que advierte lo que se debe olvidar y lo que se debe aprender y retener.

Se cree que en un Bodhisattva con muchas prácticas como estas, se libera del dios mundano que está atrapado en él mismo en la prisión de la existencia cíclica y puede ayudar a otros a conquistar el sufrimiento insoportable

El sufrimiento que producen las acciones negativas como matar, robar, mentir, adulterar y comer cosas toxicas, lo que los cristianos llamaríamos la Ley Moral, en su parte relacionada con el trato al prójimo, del quinto mandamiento en adelante.

En esto radica la importancia de los Bodhisattvas dentro de la religión budista: se salva a sí mismo y ayuda a salvar a otros.

Y su figura se hace aún más interesante cuando nos damos cuenta que ellos consideran el sufrimiento, en todas sus formas, como un producto de desear la propia felicidad,

De manera que el Bodhisattva debe morir a sí mismo para obtener el bien del prójimo, de tal manera que intercambian completamente la propia felicidad por el sufrimiento de otros.

Este sufrimiento alcanza niveles tales como permitir que tomen sus posesiones, dedicar sus propios cuerpos y sus virtudes en sacrificio por los demás.

Aún si otros, cortan nuestra cabeza cuando uno no tiene culpa alguna, tomar sobre uno mismo todos sus actos negativos por el poder de la compasión es la práctica de los Bodhisattvas[8]

Todo esto incluye perdonar ofensas acerca de uno, maltrato físico o moral, desprecio y todo tipo de acciones negativas contra uno mismo,

Debe llevarlos a tratarles con amor, como a un amigo, con gran respeto y tomar sobre sí mismos todas las acciones negativas y sufrimiento de estas personas.

Podríamos decir que estos hombres que han alcanzado esta honorífica categoría pasan a ser los “salvadores” o “redentores” de los perdidos y atrapados en los ciclos interminables del renacimiento producto del Karma.

 Jesucristo y El Bodhisattva

Bajo los conceptos que hemos visto, podemos apreciar que el Bodhisattva tiene mucho parecido a Jesucristo, en cuanto a sus virtudes y atributos: ambos salvan y mueren para salvar. Ambos son redentores.

Muchos budistas  “elevan una enseñanza central: la idea de un salvador-dios, el Bodhisattva que ayuda a los individuos a alcanzar la salvación.

El Bodhisattva es una persona santa que ha alcanzado la iluminación pero demora la entrada al Nirvana para ayudar a otros a que la alcancen. A través de la fe, el individuo se apoya en la gracia y la compasión del Bodhisattva.[9]

El Nirvana es la máxima conciencia de Dios, el máximo nivel de iluminación, que el Bodhisattva retrasa por amor y en sacrificio a los que aún no han llegado.

En contraste con esto, encontramos a Jesucristo, que desde antes de su nacimiento había sido profetizado como Dios Salvador, lo vemos así en Isaías 7:14 Por tanto, el Señor mismo os dará señal: He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel” que traducido es “Dios con nosotros.

Él vino para salvar a Su pueblo del pecado, “para dar buenas nuevas a los pobres, a sanar a los quebrantados de corazón, a pregonar libertad a los cautivos, dar vista a los ciegos, a poner en libertad a los oprimidos, (y sobre todo), a predicar el año agradable del Señor” (Lucas 4:18 e Isaías 61: 1-2).

El Bodhisattva se considera santo porque ha alcanzado la iluminación, y Jesucristo, siendo completamente hombre, escondiendo su divinidad tras su humanidad, fue Santo y sin pecado, muriendo en una cruz, para que con Su sangre,  fuésemos redimidos de nuestro pecado.

Así lo dice 1 de Juan 3:5 “Y sabéis que Él apareció para quitar nuestros pecados, y no hay pecado en Él”

El Bodhisattva retrasa su llegada al estado de Nirvana por esperar a que otros lleguen a la santidad, y Jesucristo retrasa su segunda venida esperando a que su Evangelio haya sido predicado en toda la tierra y el último de sus elegidos haya sido incorporado a Su iglesia (Mateo 24: 29-44)

El Bodhisattva para llegar a esa categoría debe seguir una serie de prácticas que le lleven a la perfección como practicar la generosidad, dar su cuerpo en sacrificio por la maldad de otros, ganar méritos evitando acciones como matar, mentir, robar o cometer adulterio

No hablar en mal de otros, de manera especial, de los iluminados, no decir palabras hirientes, amarse a sí mismo como arma para destruir emociones perturbadoras, etc.

El seguidor budista considera que las prácticas del Bodhisattva no tienen error, que ellos son de un intelecto superior cuyas profundidades no se pueden penetrar, aun cuando reconocen que son hombres luchando contra sus propias pasiones.

Por su parte, Jesucristo se presenta a sí mismo como Hijo de Dios, perfecto en sí mismo, sin pecado, completamente Santo (Hebreos 4:15), que ha sido enviado para hacer la Voluntad del Padre (Juan 5:30) y que manda a los hombres a imitarle a Él (Juan 14:3)

Para lograr eso, manda a cumplir la Ley Moral, a no enojarnos con nuestro hermano, a no adulterar en nuestro corazón, no jurar, no resistir al que es malo, amar al enemigo, a guardarnos de hacer nuestra justicia delante de los hombres para ser vistos por ellos

Y a no orar como los hipócritas (Mateo 5 y 6) y haciendo esto, seremos perfectos como Su Padre que está en los cielos es perfecto.

Jesucristo se llama a sí mismo Dios, venido del cielo para salvar a los hombres de su propio pecado, “en Él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres,” (Juan 1:4) Y “todas las cosas por Él fueron hechas, y sin Él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho” (Juan 1:2).

Por su parte,  el Bodhisattva, conducido por un camino de ocho partes llega a la extinción de toda la naturaleza humana pecaminosa que ata a los hombres a la tierra.

El camino de ocho partes es un sistema de terapia diseñado para desarrollar hábitos que liberarán a las personas de las restricciones causadas por la ignorancia y la avidez[10]

En conclusión, para los budistas, es posible llegar a ser Dios a través de la meditación, la reflexión y el escuchar llegando a la máxima sabiduría y comprensión de la vida, acumulando tal cantidad de méritos que le convierte en un salvador de todo ser consciente.

Pero, a diferencia del Bodhisattva, Jesucristo es Dios mismo y en sus méritos propios hace justos y perfectos a los hombres delante del Padre,

Él es el Salvador del hombre pecador al convertirse en la ofrenda perfecta para la redención de los pecados. Es el creador de todas las cosas, que fueron hechas en Él y para Él.

 

Apologética  Cristiana: Jesucristo Vrs. Bodhisattva.

Es fácil hacer una defensa de la fe cristiana ante los creyentes budistasque ven al individuo no tanto como autónomo, sino como dependiente. Se destaca una experiencia religiosa fundamentada en creencias, fe, gracia y salvación, y una cosmovisión que incluye un salvador y vida después de la muerte[11].

Con el término del Bodhisattva se deja ver la necesidad del hombre natural de ser rescatado de sí mismo y de la contaminación del mundo.

El profesor Kraemer describe al sistema budista como una disciplina ética no teísta, un sistema de auto entrenamiento, antropocéntrico, enfatizando la ética y la cultura de la mente y excluyendo a la religión[12].

Parten de que el hombre posee la capacidad de liberarse a sí mismo y liberar a otros, se apoyan en su propia capacidad para vencer su naturaleza caída, y creen que encuentran a Dios dentro de sí mismos.

Romanos 3: 10-12, es claro cuando nos dice que no hay ni un hombre bueno, que no hay ni uno justo, que no hay quien entienda, que nos hemos hecho inútiles, que no hay ni siquiera uno!

¿Cómo puede un hombre pensar que por practicar técnicas de meditación y reflexión, alcanzaran la perfección de Dios?

¿Cómo puede el hombre vencer el mal que está en él apoyado en su propia inteligencia?

La Palabra dice que el hombre se envaneció en su propio razonamiento y en la necedad de su propio  corazón (Romanos 1: 18-32). Que ha quedado incapacitado para ver, oír y entender. Que esta cegado en su propia necedad.

Cuando una persona alcanza la condición de Buda, cuando ha realizado este logro que se basa en ética, iluminación y en la compasión y la misericordia de un Buda, uno puede convertirse en Bodhisattva, un salvador que ayuda a otros. 

En este punto la persona está orientada a la comunidad, depende de salvación por gracia. Su virtud clave es la compasión,  y el ideal es el Bodhisattva.[13] Ellos suponen que un hombre puede alcanzar tal nivel de bondad, compasión y misericordia como para salvar a otros,

Y la Palabra dice “maldito el hombre confía en el hombre” (Jeremías 17:5), el hombre nace en pecado y lo perfecciona a lo largo de su vida, nace “muerto en delitos y pecados” (Efesios 2:1) y no puede haber muerto con capacidad alguna de hacer algo por otro.

La Salvación solo es un don de Dios, que lo otorga mediante la fe en Jesucristo (Efesios 2:8-10). No ha de ser un hombre el que salve al hombre, un pecador no puede salvar a otro pecador. El muerto espiritual está incapacitado.

Se supone que el Bodhisattva no puede pasar al nivel de Nirvana por esperar a que otros lleguen a la salvación,

Los budistas esperan entrar en un estado de Nirvana, pero no hay ninguna prueba clara y objetiva o alguna enseñanza sobre lo que ocurre más allá de la tumba. Aun Buda mismo no estaba seguro de lo que había más allá de la muerte.

No dejo ninguna enseñanza clara sobre el Nirvana o la eternidad. Lo que dejo son especulaciones filosóficas… los hechos de la vida después de la muerte todavía permanecen como un misterio no resuelto en el budismo[14]

Ante tal duda, el Bodhisattva no puede ofrecer vida eterna, ni liberación de los ciclos del Karma. Jesucristo ofrece vita eterna (Romanos 5:21) por medio de la fe en Cristo Jesús, quien murió por nosotros para hacernos libres del pecado, justos delante del Único Dios Verdadero y para poder gozar de Su Reino para Gloria de Su Nombre.

De igual forma el Bodhisattva pasa a ser, para sus seguidores, la respuesta a la pregunta clave de todo budista ¿Cómo escapar de los ciclos del renacimiento?

Ante esto, la Biblia es muy clara también, Hebreos 9:27 “Y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio ¡No existe reencarnación¡.

Las Escrituras dan la certeza para todos aquellos que creen en Jesucristo, que habrá solo una muerte, la física, y después de esto, vida eterna juntamente con Él, esta es la esperanza cristiana.

En esta vida seremos perfeccionados en el amor de Dios y con la ayuda del Espíritu Santo (Gálatas 5:22-24), poco a poco vamos siendo santificados hasta llegar a la glorificación (Romanos 6:22).

Al mismo tiempo que la Biblia no nos habla de reencarnación, si nos habla de Resurrección: “Porque como el Padre levanta a los muertos, y les da vida, así también el Hijo a los que quiera da vida” (Juan 5:21) Seremos resucitados juntamente con Cristo, y viviremos en eterna comunión con Él, siendo esté un privilegio solo para los que creen en Su Nombre.

Finalmente, es imposible ganar la salvación por medio de las buenas obras. Por más que el Bodhisattva no mate, no robe, no adultere, no diga palabras duras  y ofensivas, Por más que practique la bondad y la misericordia con su prójimo, esto no lo salva a él ni le hace salvador de otros.

La Biblia dice en Tito 3: 4-5, que lo que nos salva es la bondad de Dios para con los hombres y no por las obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho.

No han de ser las obras ni todas las prácticas religiosas que hagamos los que nos harán ganar meritos delante del Dios altísimo para que ponga sus ojos en nosotros y nos rescate. Todo es por Gracia!!

La religión budista hace un énfasis marcado en el hombre, dándole suma importancia a la relación con otros hombres y en especial con el Bodhisattva, esto significa que los hombres expresamos una profunda necesidad religiosa de vivir en comunidad, de establecer una relación personal,

Y es aquí donde el cristianismo hace una obra preciosa al permitirnos vivir en una relación personal con un Dios personal y permitirnos vivir en comunidad, dentro de una familia espiritual, formando parte de una congregación donde aprendemos a velar los unos por los otros. (Efesios 2:19)

No hay comparación alguna entre Jesucristo y un Bodhisattva, no existe comparación alguna entre el cristianismo y el budismo, no hay comparación alguna entre filosofías humanas y Palabra de Dios!!

 

Conclusión

Podemos concluir, que el hombre en la búsqueda de la felicidad, huyendo del dolor y el sufrimiento, queriendo entender la muerte y la naturaleza humana, tiende a buscar la Verdad en sí mismo, en lo que sus ojos pueden ver, en lo que su entendimiento puede comprender, en lo que sus fuerzas pueden hacer.

Tiende el hombre a incursionar en la liberación del hombre por el hombre, cree ser autosuficiente e independiente de Su creador, suele envanecerse en su propio pensamiento, y no ver a Dios

En las cosas visibles de Él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa” (Romanos 1:20)

Pero prefieren cambiar al Dios glorioso por cosas corruptibles, y así llegan a depositar su fe en el hombre mismo y sus capacidades.

Los seguidores de Buda, creen encontrar a Dios dentro de ellos mismos, creen que un hombre puede alcanzar tal perfección que será libre de su propia pecaminosidad y será capaz de librar a otros de su propio pecado. Esta es la ilusión  del Bodhisattva .

Bíblicamente se puede demostrar cuan confundidos están los que tales cosas creen, cuan extraviados de la Verdad, y cuan esclavizados a la soberbia humana.

Es preciso que todo creyente conozca la verdad de la naturaleza humana, la incapacidad total que el hombre tiene de salvarse a sí mismo, y mucho menos de salvar a otros. La incapacidad del hombre para salvarse por sus buenas obras y por sus prácticas estrictas de perfeccionamiento.

Solo Cristo puede librar al hombre de la esclavitud del pecado, de la atadura del mundo y de la asechanza de Satanás.

Solo la fe en Jesucristo, reconociéndole como el Hijo de Dios, cien por ciento hombre y cien por ciento Dios, puro sin pecado, perfecto en todos sus méritos, justo como para suplir las demandas de justicia del Padre, y que solo su muerte vicaria nos puede cubrir y libertar, nos puede justificar y hacer aceptos delante de Dios, reconciliándonos con Él y librándonos de su Ira.

Solamente Jesucristo puede ofrecer vida eterna. Solamente Él nos puede santificar, solamente Él puede restaurar en nosotros la imagen de Dios, distorsionada por el pecado.

 

Bibliografía

  

  • Wikipedia.org
  • dharmadrum.org
  • El Budismo, Patrick Zukeran
  • cl/las-37-prácticas-de-los-bodhisattva
  • Hacia un entendimiento de las religiones populares, una respuesta cristiana a las creencias populares. Paul G. Hiebert y otros.
  • Biblia Reina Valera 1960.
  • E-Sword

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

[1] Es.Wikipedia.org

[2] Spanish.dharmadrum.org

[3] Ídem

[4] Ídem

[5] El Budismo, Patrick Zukeran, Pág. 2

[6] Ídem

[7] Es.Wikipedia.org

[8] Ídem

[9] El Budismo, Patrick Zukeran

 

[10] El Budismo, Patrick Zukeran

[11]  Spanish.dharmadrum.org

[12]  El Budismo, Patrick Zukeran

[13]  Spanish.dharmadrum.org

[14]  El Budismo, Patrick Zukeran