¡La Inmoralidad Sexual! Prevenir O Lamentar. Proverbios 5:12-13. Siempre será mejor prevenir la inmoralidad sexual que lamentar sus consecuencias.

“Más vale prevenir que lamentar” es un refrán que advierte que siempre es preferible tomar las precauciones necesarias

para evitar una situación desagradable o indeseable, que vivirla”, de allí el valor del consejo, de un decir popular,

Pero los proverbios son más que un refrán, son principios de sabiduría divina para vivir en el temor de Dios para gozo nuestro,

y en ellos encontramos la instrucción para todos los temas que afectan la vida cotidiana del hombre,

Texto Bíblico Referencia.

Proverbios 5:12-13  Y digas: ¡Cómo aborrecí el consejo,  Y mi corazón menospreció la reprensión;

No oí la voz de los que me instruían, Y a los que me enseñaban no incliné mi oído!

En este marco, Salomón da en Proverbios un número de advertencias dignas de atención, no solo para conocerlas, sino, para vivirlas

Los proverbios nos enseñan cómo uno puede evitar las miserias matrimoniales y puede agrandar la felicidad conyugal:

La inmoralidad sexual: Mejor prevenirla que lamentar.


Basados en el consejo bíblico, veremos algunas instrucciones que nos ayudaran a gozar de la vida conyugal

  1. Recuerda la enseñanza en el temor del Señor.

Proverbios 5:7  Ahora pues, hijos, oídme, Y no os apartéis de las razones de mi boca.

Una de las razones por la cual el hombre cae en la inmoralidad sexual es porque pierde la capacidad de escuchar,

El hombre no cae en la tentación por falta de información sino porque se negó a abrir sus oídos a la Palabra de Dios,

No escucha el consejo divino dado por medio de sus padres, sabiendo que acercarse a la Palabra de Dios es alejarse de la vida desordenada.

  1. Evita la inmoralidad sexual: No te acerques a la mujer extraña

Es decir, lucha por permanece lo más lejos posible de la mujer extraña.

Proverbios 5:8  Aleja de ella tu camino,  Y no te acerques a la puerta de su casa;

El consejo es a alejarse, esto significa poner distancia, abstenerse de visitarla, retroceder en toda intensión de pecado,

Pero, el acercamiento involucra remover del corazón todo pensamiento que lleve al creyente a un acercamiento con la mujer extraña

ya sea por redes sociales u otro medio, no te acerques a su muro, aléjate, estas a tiempo!¡ el Señor te ha provisto de dominio propio.

  • No desees su hermosura en tu corazón.

Proverbios 5:3  Porque los labios de la mujer extraña destilan miel, Y su paladar es más blando que el aceite;

La fascinación de la boca y los labios de una mujer, se nota en este texto bíblico. La boca y los labios eran importantes en la imagen sexual oriental.[1]

Recuerda la caída en cualquier acto de inmoralidad comienza en el pensamiento, al gratificarse en la mente con aquella mujer que no es tu esposa,

o en aquel hombre que no es tu esposo,  esto se convierte en un deseo y ese deseo pasa a ser una pasión

 

La inmoralidad sexual puede prevenirse

Y de esa pasión te será difícil contenerte¡ Entonces es necesario hacer morir los deseos pecaminosos, y evaluar lo siguiente,

  • Fíjate en el final de semejante relación.

Proverbios 5:4-5  Mas su fin es amargo como el ajenjo,  Agudo como espada de dos filos.

Sus pies descienden a la muerte;  Sus pasos conducen al Seol.

El inicio de toda relación prohibida es dulce, placentero, pero siempre, el final será de lo más amargo que pueda existir,

Toda relación de adulterio te amargara la vida, te causara heridas profundas, y al final te conducirá a una muerte prematura,

Aprende a ser sabio! Elige la vida, pon atención al consejo divino.

  1. La inmoralidad sexual trae pérdidas

Cuando te sientas tentado a caer en este pecado, considera todo lo que perderás.

Proverbios 5:9-10  Para que no des a los extraños tu honor, Y tus años al cruel;

No sea que extraños se sacien de tu fuerza, Y tus trabajos estén en casa del extraño;

  • Perderás tu honor, tu reputación.

Ya no serás visto como hombre honorable, no inspirarás respeto ni confianza, y las “habladurías” siempre estarán tras de ti

  • Perderás tus años de vida.

Tu pecado te envejecerá! Tus huesos se debilitaran y tu mente se perturbará mientras vivas tratando de lidiar entre dos mundos: tu esposa y la extraña

  • Perderás tu fuerza, tu vitalidad.

No habrá espacio para el descanso, para el sueño reposado ni para las horas largas de grata conversación,

Todo en tu mundo será convulsión, pleitos y disensiones, desconfianza y falta de respeto, que acabará con tus fuerzas, con tu vitalidad

  • Perderás el fruto de tu trabajo.

!Y nada de lo que hagas prosperará¡ No habrá dinero que alcance, nada será suficiente para saciar la demanda de la mujer extraña, y sacrificaras a tus hijos, tu hogar.

  1. Evita la inmoralidad sexual: ¡Goza del amor con tu propia esposa!

Proverbios 5:18-19  Sea bendito tu manantial,  Y alégrate con la mujer de tu juventud,

Como cierva amada y graciosa gacela. Sus caricias te satisfagan en todo tiempo,

 Y en su amor recréate siempre.

La cisterna y el pozo representan la sexualidad de la mujer o esposa.

El imperativo de beber de su propia cisterna y de los raudales de tu propio pozo es una invitación a gozarse en la sexualidad del matrimonio.[2]

  1. Ten en cuenta que Dios te ve en todas partes.

Proverbios 5:21  Porque los caminos del hombre están ante los ojos de Jehová,

 Y él considera todas sus veredas.

La inmoralidad sexual  pertenece a las «obras de las tinieblas»,

El hombre inmoral dice en su corazón ‘¿Quién me ve en la oscuridad?’ -’No me verá nadie’

Consecuencias de la inmoralidad sexual

No te equivoques, pues el Señor lo ve todo; «porque los ojos de Dios están sobre los caminos del hombre,[3]y ve todos sus pasos.

No hay tinieblas ni sombra de muerte donde se puedan esconder los que hacen el mal»

Conclusión.

Presta atención al consejo sabio, Dios quiere evitarte una caída, abre tu corazón a la semilla de la Palabra y cosecharás vida y vida abundante.

 

 

[1] Comentario Bíblico Mundo Hispano, libro de los Proverbios.

[2]Comentario Bíblico Mundo Hispano, libro de los Proverbios

[3]Proverbios, Frans Var Deusem, Pág., 107.