La Misericordia de Dios Y El Enojo De Jonás, un profeta grandemente enojado y grandemente entristecido por la bondad y misericordia de Dios

Y ¿Por qué este profeta es tan enojado y entristecido porque Dios es bueno? Para comprenderlo debemos recordar en qué tiempo predica Jonás

El Libro de Jonás es el sobresaliente libro misionero del Antiguo Testamento y que nos permite ver el grande amor de Dios por los gentiles,

Y es ese grande amor de Dios el que debe predicar Jonás, pero ese es un mensaje siempre difícil de comprender para los judíos,

¿Por qué el pueblo judío no puede comprender ese amor de Dios? Porque para ellos, el amor de Dios es exclusivo del pueblo elegido, jamás se expresaría a los gentiles

Porque Dios era el Dios de Israel, y no un Dios para gente pagana. Recordemos que esta misión que Dios encarga a Jonás se realiza  varios siglos antes que apareciera Pablo,

El apóstol Pablo es conocido como el misionero para los gentiles, y en los tiempos antes de Cristo, esta era una misión muy difícil de comprender.

La misericordia de Dios y el enojo de Jonás.

Los profetas bíblicos se caracterizan por ser modelos de obediencia y rectitud, sujetos a la Voluntad de Dios y dispuestos a ser la voz audible de Dios para el pueblo

Pero la historia de Jonás nos muestra otro carácter del profeta, algo que no esperamos de un siervo, pues Jonás presenta una actitud rebelde y egocéntrica.

Tanto así, que cuando Dios llama a Jonás a predicar a los ninivitas, huye en dirección contraria, completamente opuesto al mandato de Dios

Y cuando los ninivitas se arrepienten y reciben la misericordia de Dios, Jonás se enfada tanto, que no hay gozo en él por un pueblo arrepentido

Sin embargo, la historia de Jonás nos ofrece un retrato de la misericordia de Dios y su determinación de ofrecer a un pueblo gentil, la oportunidad de volver a Él.

Aunque Jonás consideraba a los ninivitas como sus enemigos e inmerecedores de la gracia divina, Dios no comparte esa visión

Para Dios, el pueblo ninivita, era un pueblo que necesitaba, con desesperación, el favor divino, y necesitaba la oportunidad de la gracia.

La historia de Jonás nos confronta y nos debe inspirar a orar para que nuestros enemigos lleguen a conocer la gracia salvadora de Dios a través de Jesucristo

Y nos recuerda que nuestras prioridades deben estar alineadas con las de Dios de modo tal, que podamos celebrar cuando el incrédulo procede al arrepentimiento.[1]

  1. La Misericordia de Dios hacia Nínive.

Jonás 3:10 Y vio Dios lo que hicieron, que se convirtieron de su mal camino; y se arrepintió del mal que había dicho que les haría, y no lo hizo.

Ante estas palabras, vale preguntarnos ¿Se arrepiente Dios alguna vez? Aquí encontramos a Dios arrepintiéndose del mal que había anunciado hacer a Nínive

Pero la palabra hebrea “arrepentirse” significa: tener piedad o compasión, sentir pesar, dolerse por las malas acciones de otros y consolar o ser consolado.

De manera que cuando “Dios se arrepiente” o “cambia de parecer”, la frase debe ser considerada como un antropomorfismo.

Una forma de expresión de Dios, para que podamos comprender.

¿Entonces, qué hizo Dios, cuando desistió, o cambió de parecer, y no hizo el mal que había dicho que les iba a hacer a los ninivitas?

Sencillo¡ Dios tuvo compasión de ellos y detuvo su juicio en Nínive por el arrepentimiento que ellos expresaron.

La misericordia de Dios y la gozosa obediencia

Dios no cambió su decisión. Sin embargo, sí cambió el rumbo de los ninivitas por causa de su compasión y de acuerdo con la naturaleza condicional de sus amenazas.

Esto significa que Dios no cambió su juicio amenazante sobre Nínive, sino que cuando la ciudad se arrepintió, el propósito de Dios se cumplió y detuvo el castigo.[2]

Lucas 15:10 Así os digo que hay gozo delante de los ángeles de Dios por un pecador que se arrepiente.

  1. El enojo de Jonás por la misericordia de Dios hacia Nínive.

En el corazón de Dios hay gozo porque hay una Nínive que se ha arrepentido, pero en el corazón de Jonás hay ira.

Jonás 4:1 Pero Jonás se apesadumbró en extremo,  y se enojó.

 (BLS)  Jonás se enojó muchísimo, pues no le gustó que Dios hubiera perdonado a la gente de Nínive.

Jonás no comprendió la acción misericordiosa de Dios para un pueblo pagano, para un pueblo que, según Jonás, no era merecedor del favor divino

Ante esta reacción de Jonás, que muy probablemente muchos de nosotros hemos experimentado, vale la pena reflexionar,

Primero, debemos considerar que las emociones en sí mismas, No son malas. Lo malo es aquello que motiva una emoción

Si nos enojamos está bien. Si nos airamos está bien. Lo importante es preguntarnos ¿Por qué nos enojamos tanto?

Probablemente nos enojamos mucho porque estamos envueltos en razones egoístas, que nos dominan y nos hacen incapaces de controlar la ira

Y lo más triste es que, cuando nos airamos mucho, siempre herimos, causamos daño a quienes están a nuestro alrededor.

Es por esa razón, que debemos evaluar la motivación que lleva a esa respuesta tan moleta, incursionar en nuestro corazón y averiguar lo que hay en el fondo,

Y allí la pregunta es ¿Jonás que hay en tu interior? ¿Por qué te enojas tanto?

Proverbios 29:11  El necio da rienda suelta a toda su ira,

 Mas el sabio al fin la sosiega.

  1. La misericordia de Dios ante una oración malcriada.

Jonás 4:2  Y oró a Jehová y dijo: Ahora, oh Jehová, ¿no es esto lo que yo decía estando aún en mi tierra?

Por eso me apresuré a huir a Tarsis; porque sabía yo que tú eres Dios clemente y piadoso, tardo en enojarte,

y de grande misericordia,(A)y que te arrepientes del mal.

Es tan grande el enojo de Jonás, que no puede hacer una oración de gratitud. Está tan enojado que en su oración justifica su proceder incorrecto.

  • La Oración como una excusa

……por eso te desobedecí” esta es una oración que pretende justificar nuestro mal proceder delante de Dios

Es más, es una oración necia, en la que se pretende decir que nuestra idea era mejor que la de Dios, que nosotros teníamos razón, ¡que Dios está equivocado¡

¿Cuántas veces Dios ha tenido que enviar una tempestad o un gran pez para llevarte a hacer su voluntad?

Acciones de Dios, sumamente necesarias, para sacarnos de la necedad¡!

  • Una Oración para decirle a Dios que está equivocado,

Jonás ha actuado de la misma forma que lo hizo Adán cuando quiso justificar su pecado delante de Dios  “la mujer que me diste….”

En este tipo de oración, usamos la Palabra de vida de manera egoísta: “tardo para airarse” pero solo conmigo, ¡no con los demás¡

Jamás olvidemos que Dios siempre tiene la razón.

  • Una oración que justifica derrota

Jonás usa la Oración para dirigirse a Dios y pedir la muerte, y al igual que muchos de nosotros, pretende “huir, huir, huir”

Este tipo de oración es la versión cristiana del suicidio. Es decirle a Dios “mira yo no puedo convivir con esa gente que tú has salvado”

Es creernos puros y sin mancha, perfectos y sin pecado, de manera que no podemos estar entre gente inmunda

Orar para aceptar la Voluntad divina

¡Nada más alejado de la verdad¡ aunque Dios nos ha justificado y nos ha apartado para Él, seguimos luchando con el pecado

Aún tenemos una naturaleza pecaminosa que nos hace luchar fervientemente por la santidad y ser agradables delante de Dios y de nuestro prójimo.

  1. La misericordia de Dios que lleva a Jonás de la ira a la tristeza egoísta.

Jonás 4:3  Ahora pues, oh Jehová, te ruego que me quites la vida; porque mejor me es la muerte que la vida.

Hay una tristeza que nos acerca a Dios, y es la tristeza que nace de reconocer que nuestro pecado ofende a Dios, y eso nos duele mucho.

Pero también hay una tristeza que nos acerca al mundo y nos aleja de Dios, que es aquel sentimiento que surge de la impotencia nuestra ante la soberanía de Dios

Y este tipo de tristeza es el que ha invadido a Jonás, y que llena el corazón de muchos creyentes que se encuentran peleando contra la voluntad divina

¿Por qué se entristecen muchos cristianos y se alejan de la congregación de los santos? Porque No tienen lo que quieren, porque no se salen con la suya

2 Corintios 7:10  Porque la tristeza que es según Dios produce arrepentimiento para salvación, de que no hay que arrepentirse;

pero la tristeza del mundo produce muerte.

Así Jonás pasó del mucho enojo, a la profunda tristeza, tan profunda que pide a Dios que le quite la vida, porque tan grande bondad no es posible que entre en su comprensión.

Jonás prefiere morir, que ver a muchos gentiles ser salvos, prefiere la muerte que tener que aceptar la voluntad de Dios.

  1. La misericordia de Dios y la confrontación.

Jonás 4:4  Y Jehová le dijo: ¿Haces tú bien en enojarte tanto?

(BAD)  ¿Tienes razón de enfurecerte tanto? —le respondió el Señor.

Llega el momento en que el Señor nos confronta y nos hace ver nuestro mal proceder. Pero esa confrontación el Señor la lleva a lo más profundo de nuestro corazón

  • ¿Qué es lo que hay en tu corazón?

Muchas veces nos enojamos porque Dios permite que suceda algo que no nos gusta, cuando Dios no hace lo que nosotros queremos y consideramos justo.

Es postura de enojo contra la Voluntad soberana de Dios es contraria a la respuesta de dio Job durante la adversidad.

Pero aquí encontramos a un Jonás que odia lo que Dios ama, y por el contrario ama lo que Dios odia.

Debemos aprender a amar la bondad y misericordia de Dios hacia toda su creación, y no de manera egoísta, esperar esa grande bondad solo para nosotros.

Esa pregunta que hace el Señor a Jonás ¿por qué estás tan enojado? es como que Dios dijera ¿Jonás acaso no te he favorecido a ti también, con mi gracia y misericordia?

  • Cuando abandonamos el llamado

La respuesta de Jonás ante la bondad de Dios hacia Nínive es, olvidarse del llamado, olvidar la misericordia de Dios en su vida pasada

Jonás se olvida de la salvación del Señor, de su posición de siervo, deja de reconocer a Quien sirve ¡Jonás se centra en su impotencia caprichosa¡

Abandona su trabajo, su misión, porque no le gusta lo que está haciendo Dios, pero se le olvida que No tiene permiso para huir y abandonar

Jonás 4:5 Y salió Jonás de la ciudad, y acampó hacia el oriente de la ciudad, y se hizo allí una enramada,

y se sentó debajo de ella a la sombra, hasta ver qué acontecería en la ciudad.

 Jonás es como aquellos creyentes que solo ven el pecado de los otros pero no pueden  ver el pecado propio,

Pero Dios nos habla personalmente y Él quiere cambiarnos a nosotros primero, para luego, poder impactar a quienes nos rodean

  • Amor a la obra incomprensible de Dios

Muchos de nosotros probablemente entendemos a Jonás y nos identificamos con él. Cuando no aceptamos ni comprendemos lo que Dios hace, nos vamos a hacer nuestra propia enramada.

Pero resulta, que por la obra de misericordia de dios, ahora hay una iglesia en Nínive, hay un pueblo arrepentido que necesita ser pastoreado

Y Jonás es incapaz de ver eso¡! De suerte tal que abandona la obra de Dios porque no está dispuesto a soportar y aceptar aquellos que Dios ha salvado

La misericordia de Dios y el enojo de Jonás

¡Qué triste¡  Cuántas veces nos sucede así a nosotros. Son nuestros hermanos en la fe, pero no los podemos aceptar como tal

Esto nos sucede porque, al igual que Jonás, tenemos un alto concepto de nosotros mismos, y sin darnos cuenta, nos convertimos en religiosos.

Y cuando esa actitud se apodera de nosotros, entonces preferimos ser espectadores de la obra de Dios y no protagonistas,

Nos sentamos a esperar que Dios cambie, pero el que de cambiar es nuestro Jonás¡!

  1. La misericordia de Dios para Jonás.

Jonás 4:6-8  Y preparó Jehová Dios una calabacera, la cual creció sobre Jonás para que hiciese sombra sobre su cabeza, y le librase de su malestar;

y Jonás se alegró grandemente por la calabacera.

Pero al venir el alba del día siguiente, Dios preparó un gusano, el cual hirió la calabacera, y se secó.

Y aconteció que al salir el sol, preparó Dios un recio viento solano, y el sol hirió a Jonás en la cabeza, y se desmayaba, y deseaba la muerte, diciendo:

 Mejor sería para mí la muerte que la vida.

Aquí podemos encontrar muchas lecciones que nos permiten comprender ese obrar único de Dios hacia los suyos

  • Dios preparó una calabacera. Y “Jonás se alegró grandemente”.

Esta acción de Dios nos permite ver a un Jonás contento ¡al menos por una vez¡

Qué tan rápido una bendición de la mano de Jehová puede aliviar nuestras cargas y hacernos olvidar nuestros problemas y malestares.

Pero el problema, no es la bendición oportuna e inmerecida de Dios hacia nosotros, sino, que no nos  alegramos en el servicio al Señor.

  • Dios preparó un gusano.

Al igual que Jonás, muchos de nosotros no nos gozamos en la bendición de servir a Dios, no vemos el servicio en la obra, como un motivo de mucha alegría

Si no que vemos al Señor solamente como un proveedor de bendición personal, y peor aún, nos enamoramos de las bendiciones obtenidas,

¡Tengamos cuidado! Porque probablemente, en ese mismo momento que nos deleitamos en la bendición recibida, olvidando al dador de la bendición,

Puede ser justamente el momento en que Dios mismo, pueda estar preparando un pequeño gusano que acabe con aquello que te causa tanta alegría No centrada en Dios.

Para Jonás esa calabacera se convirtió en un ídolo que le hizo apartar los ojos de Dios, y para nosotros ¿Qué sería nuestra calabacera? ¿Qué nos aparta de Dios?

Probablemente nuestra calabacera amada sea el trabajo, nuestros hijos, nuestro matrimonio, la carrera profesional, el dinero, la salud, la belleza …..

¿Y si el Señor está preparando un gusano que se coma nuestra calabacera para hacernos volver a Él?

¡Que el objeto de nuestro gozo no se encuentre en la calabacera, sino en Dios mismo¡

  • Dios preparó un viento solano

Dice la Escritura que “envió Dios un fuerte viento del este” y cuando ese viento caliente y polvoriento llamado siroco comienza a soplar en el desierto,

Puede subir la temperatura y disminuir la humedad en cuestión de minutos, causando un efecto tan agotador en la persona.

¡Esos son medios naturales en sí, pero cuando operan por el mandato de Dios, son un hecho sobrenatural, un milagro¡[3]

La necedad y la insensatez nos alejan del propósito divino

Es así como actúa nuestro Dios ante nuestra necedad y ceguera, con el propósito santo, de hacernos volver a la sensatez y gratitud.

  1. En la misericordia de Dios, Jonás es confrontado.

Jonás 4:9-11  Entonces dijo Dios a Jonás: ¿Tanto te enojas por la calabacera? Y él respondió: Mucho me enojo, hasta la muerte.

Y dijo Jehová: Tuviste tú lástima de la calabacera, en la cual no trabajaste, ni tú la hiciste crecer; que en espacio de una noche nació,

y en espacio de otra noche pereció.

¿Y no tendré yo piedad de Nínive, aquella gran ciudad donde hay más de ciento veinte mil personas

que no saben discernir entre su mano derecha y su mano izquierda, y muchos animales?

Dios siempre nos confronta, y de una manera amorosa nos lleva a reconocer nuestra forma equivocada de ver la obra de misericordia de un Dios Soberano y Santo

  • Dios en su misericordia deja ver el egoísmo de Jonás

En este momento del relato bíblico,  Dios está señalando la insensatez de la ira de Jonás y le pregunta nuevamente si su enojo tiene fundamento.

Pero Jonás, con una profunda frustración porque Dios ha eliminado la planta que tanto provecho le daba,

Le responde enérgicamente, que sí está muy enojado y que tiene razón para estarlo, y esta respuesta de Jonás nos deja ver cuán confusas son nuestras prioridades

Al igual que Jonás, muchas veces nosotros estamos más preocupados por “la planta que nos da sombra” que por un pueblo entero que necesita arrepentimiento

Llegamos a ser tan egoístas, que nos preocupa más tener la sombra y comodidad que proporciona una calabacera, que la tarea a la que hemos sido enviados.

Es como que si Dios le dijera a Jonás “ahora que esta calabacera no puede seguir dando esa sombra, tú estás lleno de auto compasión e indignación santurrona.[4]

Vale preguntarnos ¿Estamos verdaderamente interesados en la calabacera? ¿Así como un jardinero que la ha plantado, la ha cultivado tiernamente y la ha visto crecer?

O ¿estamos más interesados en seguir gozando cómodamente de una bendición que no nos ha costado nada y que tampoco nos mueve al reconocimiento y la gratitud?

El Señor nos confronta y nos hace ver que somos egoístas, que No amamos a los demás, que no nos preocupamos por nuestro prójimo, sino solo por nosotros mismos

Y que a lo mucho, podemos llegar a amar a los que son como nosotros, a los que viven de una aparente santidad,

La misericordia de Dios y la insensatez de Jonás

Pero ese No es el amor de Dios. Si verdaderamente amamos a Dios, también amaremos a todos aquellos que viven sin Dios y sin esperanza

Y más aún, nos gozaremos cuando estos incrédulos, lleguen a los pies de Cristo!

  • Para reflexionar:

Haz una lista de las cosas que sientes que son importantes a lo largo de tu día, y luego pregúntate:

¿Esas preocupaciones cotidianas se enfocan en el bienestar de los demás o solamente en tu persona?

¿Cuántas de esas prioridades también serían prioridades para Dios?

Así como Dios deja  bien en claro a Jonás, que la ‘gran ciudad’ de Nínive es su prioridad para Él, así también nosotros

¿Podemos asegurar que nuestra prioridad también es prioridad para Dios?

Y además ¿Qué papel desempeña la oración en afirmar que tus prioridades estén en línea con las de Dios?

Conclusión:

La misericordia de Dios es tan grande que puede llegar a ser incomprensible para nosotros¡

Sin embargo, debemos recordar siempre, que los pensamientos de Dios son mucho más altos que los nuestros,

Lo que debe llevarnos a esforzarnos por aprender a ver la vida con los “lentes” de Dios y vivir en la obediencia de los dos grandes mandamientos

¡Amar a Dios por sobre todas las cosas y amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos¡

La obediencia a estos mandatos, también nos llevaran a la obediencia a la gran comisión para la cual fuimos llamados:

¡Proclamar el santo Evangelio de Cristo a todas las naciones¡ sin deferencias, sin discriminación y como nuestra gran prioridad.

Palabras y frases significativas:

Enojarte: kjará, brillar o calentarse; figurativamente (por lo general) arder, de cólera, celo, celos.

 

 

 

[1]Custis, M. (2016). Jonás: Un Profeta Fugitivo. (J. D. Barry & M. Verónica Muñoz, Eds., C. Franco, Trad.). Bellingham, WA: Editorial Tesoro Bíblico; LexhamPress.

[2]Spaude, C. W. (2000). Abdías, Jonás, Miqueas. (R. C. Ehlke& J. C. Jeske, Eds.)(p. 77). Milwaukee, WI: Editorial Northwestern.

[3]Spaude, C. W. (2000). Abdías, Jonás, Miqueas. (R. C. Ehlke& J. C. Jeske, Eds.) (p. 85). Milwaukee, WI: Editorial Northwestern.

[4]Spaude, C. W. (2000). Abdías, Jonás, Miqueas. (R. C. Ehlke& J. C. Jeske, Eds.) (p. 87). Milwaukee, WI: Editorial Northwestern.