Orando por santidad “No nos metas en tentación.” Esta es una oración que el Señor mismo nos la dejó, con el propósito que la practiquemos y seamos fortalecidos en nuestro caminar cristiano.

Vivimos en un mundo caído y altamente contaminante, continuamente somos atacados en nuestros sentidos por la seducción de la tentación, y Satanás agrava esta situación al inducirnos a pecar, de allí la importancia de la Oración “no nos metas en tentación”.

Mateo 6:13  Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal; porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria,(D) por todos los siglos. Amén.

(BLS)  Y cuando vengan las pruebas, no permitas que ellas nos aparten de ti, y líbranos del poder del diablo.”

(NVI 1984)   Y no nos dejes caer en tentación,  sino líbranos del maligno.’*

Desarrollaremos esta primera enseñanza en seis puntos importantes los cuales describimos a continuación

  1. “No nos metas en tentación” no significa que Dios tienta

Debemos estar claros que Dios no tienta a nadie.

Santiago 1:13  Cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de parte de Dios; porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni él tienta a nadie;

Acontecen en nuestra vida pruebas y tentaciones, las primeras provienen de Dios, ya que somos fortalecidos a través de las pruebas; las segundas vienen de satanás y conllevan toda la intención de hacernos caer en pecado, hacernos pedazos la vida y de manera especial nuestra relación con Dios.

De manera que cuando oramos “no nos metas en tentación”no lo estamos entendiendo como que es Dios el que nos mete en ellas, sino, que le estamos diciendo que cuando se presenten a nuestras vidas no permita que entremos en ellas y que nos aparten de Él. 

  1. “No nos metas en tentación” no significa “no soy responsable”

Más por el contrario, cada quien somos responsables de nuestros actos pecaminosos.

Santiago 1:14-15  sino que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido. Entonces la concupiscencia, después que ha concebido, da a luz el pecado; y el pecado, siendo consumado, da a luz la muerte.

De las palabras de Santiago debemos concluir que la ejecución del pecado es nuestra propia responsabilidad y que por tanto:

  • No podemos echarle la culpa a ninguna persona.

Pues por más que alguien nos pueda inducir a hacer algo, finalmente somos nosotros quienes tomamos la decisión de hacerlo o no.

  • No podemos culpar al mundo.

Pues por más influyente que el mundo sea, y por más atractivo que se nos dibuje, será en nuestro corazón donde determinaremos si le seguimos o no

  • No podemos tampoco culpar al diablo.

Que no podemos negar su poder seductor, su fuerte influencia, pero aún así, el mismo demonio no nos obliga hacer las cosas., seremos siempre nosotros quienes finalmente tomaremos la decisión.

Si bien es cierto estos dos últimos, el mundo y el diablo nos inducen al pecado, nos tientan fuertemente, pera cada uno de nosotros es atraído en su propia concupiscencia, en los deseos perversos de la naturaleza vieja.

Desde la caída en Edén el hombre ha buscado a quien culpar por su propio pecado, como Adán quien intento descargar la culpa sobre Eva, pero en realidad Adán fue seducido por la mentira y despreció la verdad de Dios,

Así obra el pecado, conlleva un engaño, hace creer que si lo haces así, serás grande, serás feliz, pero nunca el pecado a traído felicidad duradera ni gozo eterno, sino temporal y su fin siempre es miseria y muerte, vidas derrumbadas.

Algunos queriendo justificar su pecado de adulterio le echan la culpa a la esposa y hablan de mil defectos de ella y que por eso se enrolaron y se fueron en búsqueda de la felicidad en otros brazos, se fuerona buscar calor en otro lecho,

Pero al final lo que siempre encuentran es el pecado y el frio de la muerte. Así como el que roba, que  escudándose en su pobreza, y al final o encuentra la muerte o encuentra la cárcel.

No nos metas en tentación” es una oración para el cristiano, que por un lado aborrece el pecado pero que por otro reconoce que es débil y que no está inmune de entrar en tentación.

  1. “No nos metas en tentación” debe ser nuestra oración.

Ante la debilidad que representa la tentación para nosotros, la oración y la vigilancia nos fortalecerán.

Mateo 26:41  Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil.

Reconociendo nuestra debilidad debemos estar vigilantes, debemos ser atalayas de nosotros mismos, de forma que cuando se presente la tentación emitir la alarma respectiva de peligro y esto me lleve a fortalecer mis defensas por medio de la oración para no entrar en el proceso de tentación,

Entrar denota ingresar a algo de lo que no podrás salir, es entrar en un proceso de pensamiento mundano que se convertirá en pasión y engendrara el pecado, anticipémonos “velando y orando” cuantas vidas, familias, empresas, iglesias estarían distinto si tan solo el creyente hubiera aplicado este consejo divino.

  1. “No nos metas en tentación” es decirle Señor “ayúdanos”.

Es decirle Señor, no permitas que llegue a mi vida una tentación que no pueda manejar.

1 Corintios 10:13  No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar.

Piense por un momento en tres tentaciones que usted perfectamente sabe que no podrá resistir; y en esa aflicción que pueda sentir recuerde que Dios es fiel y en su misericordia no permitirá que seamos tentados con algo que sobrepasa nuestra capacidad de defensa,

En otras palabras Él limita el poder de las tentaciones que llegan a nuestras vidas de forma que podamos salir victoriosos, siempre nos provee la salida, nunca podremos decir que la tentación nos superó, nos paralizo y que nos comió, en Dios siempre hay una salida. 

  1. “No no metas en tentación” significa despojarnos de toda seguridad.

La presunción de un falso sentido de seguridad y autosuficiencia es fatal. Creer que a nosotros nunca nos sucederá, es pensar que esa oración que nos propone el Señor, carece de validez

Mateo 26:33-35  Respondiendo Pedro, le dijo: Aunque todos se escandalicen de ti, yo nunca me escandalizaré.  Jesús le dijo: De cierto te digo que esta noche, antes que el gallo cante, me negarás tres veces. Pedro le dijo: Aunque me sea necesario morir contigo, no te negaré. Y todos los discípulos dijeron lo mismo.

El Señor le anticipo a Pedro lo que vendría, Pedro asumió una falsa suficiencia, si hubiera sido humilde le habría dicho “Señor ayúdame porque soy débil, fortaléceme para no pecar” pero al contrario dijo yo nunca me escandalizare de ti, yo nunca voy a tropezar, nunca te voy a ofender,

Y tristemente, el resultado no fue así como él lo pensó; ¡fue un resultado escandaloso!

La seguridad esta, no en decir yo soy fuerte, sino en decir como Pablo “cuando soy débil soy fuerte” porque es allí donde Dios se glorifica. ¡Cuánto tenemos que aprender de estos ejemplos bíblicos!

  1. “No nos metas en tentación” significa conocer nuestra naturaleza.

Jesús conocía muy bien nuestra condición y por eso en su oración intercesora pide por nosotros.

Juan 17:15  No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal.

(BAD)  No te pido que los quites del mundo, sino que los protejas del maligno.

 En la oración intercesora de Cristo por nosotros su iglesia, Él ruega al Padre no para que nos quite del mundo, en el sentido que la iglesia es sal y es luz de este mundo, y es la que con su testimonio cristiano muestra a Cristo por medio de la predicación del Evangelio, así, como por una vida transformada,

Pero dejarnos en el mundo luchando fuertemente con la tentación, hace que esta misión pueda verse seriamente afectada, pero jamás impedida; si estorbada por el maligno, de modo que al orar “no nos metas en tentación” hace que el poder de Dios guarde a los suyo en pureza y en santidad.

Conclusión.

Hemos aprendido a orar “no nos metas en tentación” sabiendo que somos débiles y Dios puede librarnos de ellas dándonos fortaleza, limitándolas a lo que podamos resistir, ejerciendo su poder santificador en nosotros

Y cuando fallamos, y caemos en tentación,  debemos admitir nuestra responsabilidad y no echarle la culpa a nadie, eso sí, proceder al arrepentimiento y ponernos a cuentas pronto. Trataremos en una segunda parte el tema ¿Cómo tratar la tentación?

 

 

 

Significado de Palabras, Diccionario VINE AT.

Caer: eis adentro (indicando el punto alcanzado o al que se ha entrado),

Escandalizar: skandalízo («escandalizar»); de G4625; entrampar, i.e. hacer tropezar (figurativamente tropezar [transitivamente] o incitar a pecar, a la apostasía o desagrado):- escandalizar, hacer caer, ofender, poner tropiezo, tropiezo.

 

Bibliografía.

Biblia RVA60.

Biblia al Día BAD.

Biblia Lenguaje Sencillo.