¡Perfecto Hombre! Podremos encontrar hombres moralmente admirables, con un bagaje cultural sorprendente, con una conducta intachable, con una actitud aguerrida, con una disposición hacer el bien que nos conmueva,

Hombres que luchan por el bien social, que se apegan y mueren por sus ideales; hombres que están dispuestos a someterse a voluntades humanas con el fin de llegar al logro de sus metas e impulsar y sostener a sus familias.

Pero en todos ellos, jamás encontraremos un perfecto hombre, tan perfecto que no haya en él un atisbo de maldad, de pecaminosidad, de mala intención, de vanagloria y esa satisfacción egoísta de la auto realización,

Y solamente un hombre perfecto, sin pecado, plenamente santo, sin contaminación alguna, sin corrupción en su carne, podría obrar el maravilloso milagro de dar vida a los muertos, y reconciliarnos con nuestro Padre eterno.

Ahora, continuaremos con la segunda parte del estudio cristológico de la Humillación de Cristo, haciéndose completamente hombre, para morir en una cruz y por medio de su muerte, darnos vida eterna a todos aquellos que en Él creemos.

1. La Divinidad Preexistente de un Cristo, perfecto hombre.

Filipenses 2:5-6  Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse,

Explicación del texto:

Primeramente se manifiesta en este versículo la Divinidad prexistente de Cristo como Hijo eterno de Dios.

Cuando dice en forma de Dios no se refiere a una apariencia de Dios, pues esto  vendría a anular la divinidad de Cristo o a reducirla, errores en los cuales cayeron los que promulgaban las herejías Ebionita y arriana,

La palabra griega que refiere a forma es Morfe que significa que Cristo es de la misma naturaleza y esencia del Dios Padre y siendo Dios no estimo el ser igual a Dios como algo a que aferrarse

Por el contrario, desestimo ese atributo propio que le pertenecía al ser Él la segunda persona de la trinidad, el Dios eterno y único.

Pablo lleva esta Teología Cristológica a la aplicación dentro de la vida cristiana y dice “Haya pues en vosotros este mismo sentir que hubo también en Cristo Jesús,

Esa misma actitud debe haber en nosotros, una actitud de humildad que caracterizo al Siervo Sufriente. Una actitud de despojarnos de todo aquello que nos brinda seguridad, status, o garantía alguna.

Versículos paralelos Preexistencia de Cristo: Juan1:1-3, Colosenses 1:15-17, Apocalipsis 1:8.

Palabras y frases significativas:

Sentir: froneo, actitud.

Siendo: Juparco, se refiere a la preexistencia de Cristo.

Forma: «morfe, es así propiamente la naturaleza o esencia, es la naturaleza divina real e inseparablemente subsistente en la persona de Cristo.

Cosa a que aferrarse: “no tuvo por usurpación (el mismo verbo en el griego como en v. 3; “no estimó”) ser igual a Dios” (no lo creyó un acto de robo, o de arrogación: reclamando para sí lo que no fuese suyo).  

2. Su humillación al Encarnarse en un perfecto hombre.

Siendo completamente Dios, permaneciendo en su trono de gracia, se presenta delante del Padre con un «heme aquí, envíame a mí» , encarnándose en  hombre para cumplir con su misión de  redentor y salvador.

  • Actitud de despojarse, Kenosis.

Filipenses 2:7 sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres;

Explicación del texto:

Siendo Dios mismo, la segunda persona de la trinidad se vacía de su divinidad, palabra que en Griego es kenosis y que no significa que Cristo dejara de ser divino,

Para una mejor comprensión del término citamos literalmente al Dr. Juan Calvino en su comentario sobre este versículo, Calvino dice,

“Cristo, de hecho, no podía desasociarse de la deidad; pero lo escondió por un tiempo definido, para que no fuera visible, bajo la debilidad de la carne.

Por eso Él dejó a un lado su gloria de la vista del hombre, no por hacerlo menor, sino por esconderlo…Así, entonces, Cristo como una persona, con dos naturalezas,

Pablo dice correctamente que el que era Hijo de Dios, en realidad igual a Dios, sin embargo dejó a lado su gloria cuando se manifestó en la carne, en forma de siervo

Palabras y frases significativas:

Despojarse: kenoo, vaciar. Se traduce «despojó» en Filipenses 2:7. Las cláusulas que siguen al verbo dan la exégesis de su significado, especialmente las frases «forma de siervo», y «semejante a los hombres».

Cristo no se vació a sí mismo de su deidad. No dejó de ser lo que era esencial y eternamente. Simplemente decidió no usarlos en momentos puntuales.

Puntos para reflexionar:

¿Si Cristo lo deja todo, lo entrega todo, tu y yo estamos en esa misma actitud? ¿En quién y en qué cosas esta tu valor? ¿Reclamas como tuyo lo que no es tuyo, posiciones, privilegios, ministerio?

¿Decimos la gloria es de Dios, pero será que queremos el crédito? Marcos 9:38; 10:37,44-45; Romanos 11:36.

Esto significa que no nos enamoremos de las formas, de los títulos, de las posesiones materiales, de nuestros seres amados y de todo aquello que nos brinda comodidad, seguridad, posición social. Sino que, entréguenoslo todo por amor a Cristo y su obra

  • En su encarnación se hace siervo y hombre perfecto.

Filipenses 2:7 sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres;

Explicación del texto:

Cristo no solo estuvo dispuesto a despojarse de su divinidad sino que asume una condición de Siervo, entendido como aquel servidor de más bajo nivel, aquel que lavaba los pies de los huéspedes, Y así vemos al Cristo lavando los pies a sus discípulos, incluyendo a Judas el traidor,

Siervo denota también un esclavo que no tiene ni voluntad ni planes, su comida fue hacer la voluntad del que le envió, y llevar a cabo su obra Juan.4:34;

Estando en su trono de Gloria donde hay adoración constante por los seres angelicales, rodeado de gloria, decide venir a este mundo a cumplir el plan eterno, en obediencia al Padre y por amor a su iglesia.

Y en su misión tal como lo narra Marcos 10:45  “Porque el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos.”

Siendo el eterno Hijo de Dios vino a servirnos, para enseñarnos que en su Reino la grandeza viene a través del servicio y el que le sirve a los demás, ese es llamado grande.

Y se hace semejante a los hombres, 100{197be7292e7c1c618645dd3986267cfe73d92d3a3dfb1a426bdd61c2e4c46012} Dios y 100{197be7292e7c1c618645dd3986267cfe73d92d3a3dfb1a426bdd61c2e4c46012} hombre!¡ hombre en esencia y naturaleza, igual a nosotros excepto en una cosa: Él fue sin pecado;

En su condición humana experimento, sed, cansancio, dolor, un conocimiento limitado, pero en todo dependió del Espíritu Santo y busco siempre cumplir la voluntad del Padre

Contrario a las herejías cristológicas que negaban la naturaleza humana, como los docetistas, podemos comprobar que en su ministerio terrenal Él fue hombre como nosotros, pero sin pecado.

Palabras y frases significativas:

Siervo: doulos, esclavo; originalmente el término más inferior en la escala de la servidumbre.

Vino también a significar uno que se entrega a la voluntad de otro, no tiene planes personales, que, habiendo sido comprado por Cristo, era ahora un esclavo voluntario, ligado a su nuevo dueño.

Forma de hombre: 100{197be7292e7c1c618645dd3986267cfe73d92d3a3dfb1a426bdd61c2e4c46012} hombre, no apariencia <<contrario a la herejía gnóstica>>

Puntos para reflexionar:

¿Tú y Yo a cuantos le estamos sirviendo o de cuantos nos estamos sirviendo? Cómo nos presentamos ¿Actitud siervos o de señores? ¿Humilde u orgulloso, manso o imponente?

¿Preferimos ser los primeros o los últimos? ¿Cómo estamos viviendo nuestra vida cristiana? Debemos trabajar mucho en reflejar el carácter de Cristo!¡

3. Su Auto Humillación, Obediencia y Muerte.

Siendo hombre perfecto, que oculto tras de sí su propia divinidad, en obediencia al Padre, en cumplimiento al plan eterno de redención, llego hasta la muerte de cruz, y en su completa perfección satisfizo todas las demandas de justicia divina

  • Su humillación: perfecto hombre, perfecto Dios

Filipenses  2:8  y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.

Cristo se humilla a sí mismo. Dios es Dios y no hay ni existe nadie más grande que Él, todos somos sus criaturas, hombres y seres angelicales, Él es el Dios creador excelso y sublime, todo poderoso, coronado de Gloria y honor, inmutable, trascendente;

A Él nadie lo humilla sino que se humillo a sí mismo, dejando su trono de gloria para venir a habitar y caminar como uno de nosotros. Bajó de lo más alto a las partes más bajas de la tierra por amor a sus elegidos. ¡A ti sea la Gloria Señor!!

Palabras y frases significativas:

Humillo a su mismo: tapeinoo (ταπεινόω, G5013) ,relacionado con tapeinos, significa hacer bajar

  • Su obediencia perfecta.

Filipenses 2:8  y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.

Explicación del Texto:

Cuando leemos que Cristo fue obediente nos preguntamos si Él ¿Pudo ser desobediente? y si es Dios ¿Por qué se habla de obediencia?,

Para encontrar respuestas debemos ubicarnos que dentro del plan redentor de Dios cada persona de la trinidad tiene un rol propio, sin que ello signifique subordinación de personas, sino solamente, subordinación de funciones

El Hijo es enviado por el Padre y le debe su obediencia como tal, y esa obediencia se pone de manifiesto cuando Él caminó sometiendo su vida a la voluntad de su Padre,

Pero también cuando Él, de manera activa, cumple aquello para lo cual fue enviado, y como lo dice Pablo en Hebreos 5: 8-9

Y aunque era Hijo, por lo que padeció aprendió la obediencia; y habiendo sido perfeccionado, vino a ser autor de eterna salvación para todos los que le obedecen”.

En la medida que Él obedecía cada punto, cada paso, cada acción del decreto eterno, en esa medida se perfeccionaba su obediencia, llegando hasta la muerte, y una muerte incomprensible a la mente humana no redimida.

En cuanto a la posibilidad de desobedecer y con ello, de pecar, es imposible que eso sucediera, su naturaleza era sin pecado y en su ser era el eterno y santo Dios.

El pecado toca y corrompe lo impuro, pero jamás lo eternamente santo, como lo es el Hijo de Dios, que pudo ser tentado por el pecado, una tentación proveniente de afuera, jamás de su interior, jamás de un corazón gobernado plenamente por el Espíritu de Dios mismo.

  • Su muerte en la Cruz.

Para morir tenía que ser hombre, pues solo los hombres mueren. Dios no puede morir, Él es eterno y sin corrupción. De manera que tenía que hacerse hombre para poder redimir a sus elegidos.

Pero, solamente un hombre sin pecado, completamente santo, podía satisfacer la justicia divina de la que era objeto el pecador desde la transgresión de Adán. De allí, que no podía ser cualquier hombre el que muriera para justificar al pecador.

Es curioso como Jesús logra la victoria muriendo en una cruz, si desde el punto de vista terrenal un rey conquista a otro rey por medio de una victoria militar, imponiendo su dominio y poder sobre el derrotado ¡jamás muriendo¡ y mucho menos en una cruz.

Pero aquí, la victoria de Jesucristo se da por medio de la muerte en una cruz; del que no conoció pecado por los pecadores, del justo por los injustos, del puro por los impuros, tal como lo dice Pablo en Hebreos 2:14

 “Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también participó de lo mismo, para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo

Cristo por medio de la muerte venció a Satanás y a todos sus  demonios; venció al pecado y todo su gobierno sobre los redimidos; cumplió la Ley a perfección demostrando su humanidad perfecta; venció al mundo de maldad,

Y por medio de su muerte, ahora los que por la gracia divina y soberana hemos puesto nuestra fe en El, hemos sido justificados por el Padre en Cristo Jesús. La justicia perfecta de Cristo nos ha sido aplicada y con ello, la ira de Dios ya no está sobre nosotros.

Nos preguntamos ¿Cómo fue que Cristo lo hizo? Y encontramos la respuesta, en su carácter:

  • Su humildad le permitió despojarse de sus privilegios.
  • Su dependencia del Padre le permitió permanecer fiel continuamente hasta el final.
  • Su obediencia absoluta le permitió resistir cada tentación.
  • Su disposición al quebrantamiento, permitió que Él pudiera venir y pagar en una cruz por mis pecados, resucitar al tercer día y ser exaltado a la diestra del Padre.

Hemos sido llamados a tener su misma actitud: Humildad, quebrantamiento, dependencia y obediencia. Desarrollar esa actitud, es formar en nosotros el carácter de Cristo, ser cada vez más parecidos a Él

Conclusión:

Solamente un perfecto hombre y perfecto Dios, podría cumplir el plan eterno de la trinidad, diseñado para la redención del hombre que habría de creer en el Cristo.

Solamente Jesucristo, cien por ciento Dios, cien por ciento hombre, podría morir en una cruz,  y satisfacer las demandas de justicia de un Dios Santo. Y con su perfección plena, vencer a la muerte, al pecado y a Satanás.

De manera entonces que “Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús una actitud de gratitud y obediencia, de humildad y sumisión, de disposición al sufrimiento y a la entrega.

Porque esto reflejara y dará testimonio de que en verdad, hemos creído en Él, que somos sus pueblo, su iglesia, sus elegidos, sus santos¡! Dispuestos a la expansión de su reino hasta el punto en que “todas las naciones le adoren”

Y ¿Cuál es nuestra certeza de esa gran victoria y del cumplimiento de su promesa? ¡La hermosa exaltación de Cristo por el Padre¡ tercera y última parte de este estudio cristológico.

 

 

 

Fuentes  consultadas:

Cristología, J. Oliver Boosweel, Jr.

Comentario Bíblico a los Filipenses, Willian Hendrikses.

Biblia Reina Valera 1960.

Concordancia Strong.

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