¿Por Qué Hay Delicia En La Ley De Jehová?  Salmo 1. Normalmente pensamos que en la Ley solo encontraremos prohibiciones y restricciones, exigencias y sanciones, de manera que se nos hace difícil pensar en encontrar alguna delicia.

Sin embargo, estamos hablando de la Ley de Dios, y en su Palabra dice que hay delicia en su Ley, y que debemos meditar en ella, de día y de noche, y que si así lo hacemos, seremos como árboles plantados junto a corrientes de agua.

Salmo  1:1 Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos,  Ni estuvo en camino de pecadores,  Ni en silla de escarnecedores se ha sentado;  Sino que en la ley de Jehová está su delicia,  Y en su ley medita de día y de noche.

¿Por qué hay delicia en la ley de Jehová?

Analicemos cómo entre el versículo 1 y 2 del Salmo 1, se hace un contraste entre los dos caminos: el de pecado y el de santidad

No anduvo Consejo Malos
No estuvo Camino Pecadores
No se sentó. Silla Escarnecedores

 

V1….. consejo de malos, camino de pecadores, sentarse en silla de escarnecedores, una espiral descendente de destrucción V2. En la ley de Jehová esta su delicia, y en su ley medita de día y de noche.

Una espiral ascendente de santidad.

  1. No hay delicia en la ley de Jehová cuando somos autónomos

Analicemos primero una práctica destructiva, fraudulenta que se está llevando a cabo por algunos cristianos evangélicos, el “Antinomismo”

El antinomismo (del griego άντί, «contra», y νόμος, «ley») es, propiamente, un movimiento cristiano del siglo XVI considerado herético

Este movimiento sostenía que la fe lo llenaba todo y era lo único necesario para la vida del creyente, concluyendo que  Ley de Moisés resulta inútil y que es innecesario observarla. Que los diez mandamientos han quedado anulados en su cumplimiento.

De manera que es indiferente que un creyente «persevere en pecado o no para que la gracia abunde», en completa contradicción con Romanos 6:1-2. Esta doctrina fue propagada por su fundador Johannes Agrícola.

Se refiere entonces a la práctica, no bíblica por supuesto, de vivir Sin la debida consideración de la rectitud de Dios, emplear la gracia de Dios como si fuera una licencia para pecar y confiar en la gracia para ser limpio del pecado sin confrontación.

En otras palabras, ya que la gracia es infinita y somos salvos por gracia, entonces para el antinomismo podemos pecar cuanto queramos y aún ser salvos. Para ellos, la salvación no demanda cambio de vida, no implica santidad.

Para los opositores al antinomismo, esta idea es errónea porque, aunque los cristianos no están bajo la Ley (Romanos 6:14), son llamados a cumplir la ley del amor (Romanos 13:8,10; Gálatas 5:14,6:2).

El cristiano debe amar a Dios con todo su corazón, alma, fuerza y mente, y a su prójimo como a sí mismo (Lucas 10:27). Precisamente en estos pasajes neo testamentarios radica el fundamento contrario al de los antinomistas.

Para mayor profundización consultar  https://es.wikipedia.org/wiki/Antinomismo

Como dice R. C. Sproul  en su artículo “La Ley De Dios” contenido en su libro “Las Grandes Doctrinas de la Biblia”, no somos autónomos. Es decir, no se nos permite vivir de acuerdo con nuestra propia ley.

La condición moral de la humanidad es la de heteronomía: vivimos bajo la ley de otro. La forma específica de heteronomía bajo la cual vivimos es la teonomía, o la ley de Dios.

Sinteticemos estos términos de la siguiente manera:

  • Autonomía= Auto nomos: Ley propia
  • Heteronomía=  eteranomos: Ley de otro
  • Teonomía = Theonomos: Ley de Dios

Y si bien es cierto que no somos salvos por las obras sino por gracia, y que ya no estamos bajo la ley desde el punto de vista de la salvación, eso no quiere decir que No observemos y guardemos la Ley Moral de Dios para su iglesia, esta ley es manifestada en amar a nuestro prójimo.

Gálatas 5:13-14  Porque vosotros, hermanos, a libertad fuisteis llamados; solamente que no uséis la libertad como ocasión para la carne, sino servíos por amor los unos a los otros.  Porque toda la ley en esta sola palabra se cumple: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.(B)

El llamado es a la «libertad». Pero la libertad comprada al precio de Cristo No se ha de emplear como oportunidad para el desenfreno carnal o como manto para cubrir el pecado, sino para manifestar el amor en el servicio.

De este modo la ley se cumple en amor (Levítico 19:18). [1] Por amor al Señor y por lo que Él ha hecho por nosotros, vivimos en santidad, agradándole en todo cuanto hacemos, llevando una vida nueva, transformada por la obra de Cristo

  1. Hay delicia en la ley de Jehová cuando conocemos su uso

Veamos en segundo lugar los tres usos fundamentales de la Ley de Dios.

  • Refleja el carácter de Dios.

La ley divina es un reflejo del carácter Santo de Dios. Así, encontramos en la Ley que  Él nunca puede pecar porque es perfectamente puro; Él no puede cambiar porque es inmutable; Él nunca puede mentir, nunca falla a lo prometido,

Las promesas de Dios son fieles porque fiel es su carácter, la verdad es su distintivo; Él nunca es injusto, Él es justo, reprende el pecado y al pecador y es por eso que nos llama a  ser santos, a vivir en una santidad ascendente.

La ley revela el carácter santo de Dios, y le enseña al hombre su responsabilidad de adorar y servir a Dios y de amar a su prójimo como a sí mismo.

La ley de Dios debe ser usada para enseñar sana doctrina con respecto a Dios y la obligación del hombre para con Dios y su prójimo.

Levítico 19:2  Habla a toda la congregación de los hijos de Israel, y diles: Santos seréis, porque santo soy yo Jehová vuestro Dios.(A)

  • Muestra mi pecado,

Y no solo  muestra el pecado sino también la imposibilidad del hombre para vencer ese pecado, de modo que puedo ver mi incapacidad para cumplir la Ley de dios y es justo esa incapacidad la que me hace correr a Cristo.

La ley le revela al hombre que es un trasgresor y que se halla bajo condenación a causa de su pecado. La ley debe ser usada en la predicación del evangelio.

La ley es un ayo para conducir a los hombres a la fe en Jesucristo. Habiéndoles enseñado a los hombres sus pecados y su condición de condenados, señala a la única esperanza de salvación, la muerte sustitutiva de Jesucristo por los pecadores.

Gálatas 3:24  De manera que la ley ha sido nuestro ayo, para llevarnos a Cristo, a fin de que fuésemos justificados por la fe.

(DHH C* 2002*)  La ley, como el esclavo que vigila a los niños,[v] nos acompañó hasta la venida de Cristo, para que por la fe alcanzásemos la justicia.

  • Muestra lo que complace a Dios.

La ley me muestra y me recuerda la vigencia de  Los diez mandamientos. La ley sirve como un medio de santificación para el cristiano. La ley refrena el pecado y da a conocer la voluntad de Dios.

Ahora, siendo por gracia cada uno de los creyentes, templo y morada del Espíritu Santo, podemos llegar a vivir una vida que complazca a Dios mi Creador y Salvador.

Salmo 119:97  ¡Oh, cuánto amo yo tu ley!  Todo el día es ella mi meditación.

(DHH C* 2002*)  ¡Cuánto amo tu enseñanza! ¡Todo el día medito en ella!

David no dice ¡Oh, cuanto amo mi iPhone, o cuanto me amo a mi mismo; él dice, ¡Oh, cuánto amo yo tu ley! David ama la Ley de Dios porque ha aprendido a conocer a Dios y la perfección de su voluntad.

Y como dice Spurgeon en el comentario a este versículo «Aquí no se habla de conocer, leer, oír, decir o practicar exteriormente la ley, sino de amarla; esto es más que todo lo anterior; todo lo anterior puede existir sin esto, pero no esto sin lo primero»

Como tampoco los tiempos que se encontraba viviendo, ya sea de escasez o abundancia,  le desviaban del amor a su Palabra. El amor a Dios no debe ser circunstancial, sino que debe estar mucho más allá de esto.

Mateo 22:37-40  Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente.(F)  Este es el primero y grande mandamiento.

Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.(G) De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas.

  1. Hay delicia en la ley de Jehová cuando veo sus resultados

La ley de Dios es un deleite y nos hace más sabios que nuestros enemigos.

  • Hay delicia en la ley de Jehová porque nos hace más sabios que nuestros enemigos

Salmo 119:98  Me has hecho más sabio que mis enemigos con tus mandamientos Porque siempre están conmigo.

(NRV2000**)  Me has hecho más sabio que mis enemigos con tus mandamientos; porque me son eternos.

(NVI 1984)  Tus mandamientos me hacen más sabio que mis enemigos porque me pertenecen para siempre.

Es importante comprender lo que significan los “Mandamientos” El plural de mitswah a menudo denotan una recopilación de leyes impartidas por revelación divina.

Los mandamientos son la «palabra» de Dios. El «mandamiento» puede ser una prescripción («haréis») o una proscripción («no haréis»).

  • Hay delicia en la ley de Jehová porque me hace más sabio que mis maestros.

Salmo 119:99  Más que todos mis enseñadores he entendido, Porque tus testimonios son mi meditación.

(NVI 1984)  Tengo más discernimiento que todos mis maestros porque medito en tus estatutos.

Cuando la Palabra nos habla de “Testimonios” debemos comprender que este término muchas veces hace referencia a toda la Ley de Dios:

La ley de Dios tiene muchas características, que si nosotros las conocemos, aprenderemos a deleitarnos en ella. Veamos algunas, según el Salmo 19

a. Hay delicia en la ley de Jehová porque es perfecta

«La ley de Jehová es perfecta, que convierte el alma: El testimonio de Jehová es fiel, que hace sabio al sencillo» Salmo 19:7

Fiel quiere decir: segura, confiable, inamovible. Podemos estar confiados  y seguros porque la Palabra de Dios se cumplirá y será la misma siempre.

b. Hay delicia en la ley de Jehová porque es recta

Salmo 19:8  Los mandamientos de Jehová son rectos, que alegran el corazón;  El precepto de Jehová es puro, que alumbra los ojos.

Los mandamientos de Dios son  rectos porque nos enseñan a vivir en rectitud. Dios nos los ha dado con la intención de que los obedezcamos, y en hacerlo así, traeremos alegría al corazón.

Que el Precepto de Dios es Puro nos dice que son aplicables a los pequeños detalles de la vida; es esclarecedor, nos ayudan a entender la vida que Dios quiere que llevemos.

c. Hay delicia en la ley de Jehová porque permanece para siempre

Salmo 19:9  El temor de Jehová es limpio, que permanece para siempre; Los juicios de Jehová son verdad, todos justos.

Dios y su Palabra son merecedores de reverencia, y debemos permanecer en esa reverencia siempre. Y el temor de Dios es limpio porque es sin impurezas, sin defecto, permanece para siempre, cualesquiera que sean las épocas.

d. Hay delicia en la ley de Jehová porque nos hace galardonadores.

Salmo 19:11  Tu siervo es además amonestado con ellos; En guardarlos hay grande galardón.

Hay grande galardón porque en la obediencia de la Palabra de Dios hay santidad, y está produce gozo porque nos ordena la vida, hacemos lo que es agradable para Dios y nos libra de la destrucción del pecado.

Salmo 19:12  ¿Quién podrá entender sus propios errores? Líbrame de los que me son ocultos.

Son justamente los mandamientos de Dios los que nos confrontan y nos hacen ver nuestro pecado, nuestra impotencia para librarnos de ellos y nuestra urgente necesidad de ser rescatados por Cristo

Salmo 119:101  De todo mal camino contuve mis pies,  Para guardar tu palabra.

(DHH C* 2002*)  He alejado mis pies de todo mal camino, para cumplir tu palabra.

Por nuestra naturaleza caída, los pies siempre nos llevan por el camino de toda clase de pecado, y corremos hacia el con la prisa de las pasiones humanas, de modo que incluso los sabios y entendidos necesitan frenar, retraer y retroceder sus pasos

Todos necesitamos dar marcha atrás en arrepentimiento, a fin de poder guardar laPalabra de Dios y no ser desechados. A fin de no ser gobernados por el pecado y poder someternos al señorío de Cristo

Todo aquel que es cuidadoso para  no apartarse ni una pulgada del camino recto que muestra la Palabra, no lo abandonara.

El que nunca toca una copa de bebida alcohólica no se emborrachara. El que nunca pronuncia una palabra ociosa no será un profano. El que empieza a apartarse un poco, no sabe nunca dónde terminara. C. H. S.

Y es así como el salmista puede decir cuán deleitosa es la ley de Dios para él

Salmo 119:103  ¡Cuán dulces son a mi paladar tus palabras!  Más que la miel a mi boca.

Los mandamientos de Dios son Dulces, suaves, deleitosos, cuando podemos comprobar toda la bendición que acarrea a nuestra vida la obediencia a ellos.

Salmo 119:104  De tus mandamientos he adquirido inteligencia; Por tanto, he aborrecido todo camino de mentira.

Además del hermoso galardón de la santidad, la obediencia a los mandamientos divinos nos da una Inteligencia invaluable, nos da el conocimiento que nos permite tener discernimiento. Discernir el bien del mal, la bendición de la maldición.

Nos dará el discernimiento para odiar el pecado, y la fortaleza y determinación para mortificado;  clamaremos contra él, como los judíos contra Cristo: «¡Crucifícalo, crucifícalo!», y no le mostraras indulgencia,

La misericordia al pecado es crueldad al alma, como lo dijo Edward Reyner. Así que la pregunta que debemos hacernos es ¿Nos estamos deleitando en observar y cumplir la ley moral de Dios?

Conclusión

Hay delicia en la ley de Jehová cuando nos percatamos de cuanta bendición trae a nuestra vida, obedecerla, amarla, escudriñarla, meditar en ella de día  y de noche.

Toda la ley de Dios tiene como propósito bendecirnos evitando toda destrucción y dolor en nuestra vida. La ley de Dios nos hace ver que lo que quita la felicidad es el pecado, y es  precisamente lo que Dios quiere que evitemos.

Dios ha hecho todo a nuestro alrededor para que lo disfrutemos.  Lo sabemos porque Dios mismo fue el que creó todo. Dios quiere que tengamos gozo, alegría y mucha felicidad en este mundo que creó para nosotros.

Él nos habla de vida y “vida en abundancia”. Lo que pide como nuestro Creador y Señor en todos sus  mandamiento es que le amemos a Él primeramente y por encima de todas las cosas creadas.

 

 

Palabras importantes:

Meditar: síakj raíz primaria; meditar, i.e. (por impl.) conversar (con uno mismo, y de aquí, en voz alta) o (trans.) musitar, mascullar:- considerar, contar, hablar, meditar, oración, orar, reflexionar.

 

[1] Manual Bíblico de Unger, Pág. 683.