Aprendiendo De La Derrota, cualquiera que sea el tipo de fracaso que hayamos vivido, siempre nos dejara una lección

Y para los creyentes, es indiscutible esta verdad: Que mientras más nos acercamos a Dios, con más fuerza nos atacará el enemigo

¿Por qué? Porque nos volvemos una amenaza para el estilo de vida de maldad y egoísmo que el mundo promueve

Es así como aprenderemos una gran Verdad en el Salmo 60, que puede aplicarse a cualquier situación de derrota que como creyentes podamos vivir.

Y es que todo el mundo quiere ganar porque perder nunca es divertido, y nos cuesta ver con ojos diferentes el dolor de perder

Sin embargo, muchas veces Dios parece enseñarnos mucho más cuando perdemos que durante los momentos de nuestra vida en que ganamos.

Porque No podemos olvidar que Dios trabaja continuamente para producir humildad y confianza en Sus hijos,

Y el hecho es que esta lección de humildad es mucho más fácil enseñarse a través de la derrota que a través de la victoria.

Si usted desea profundizar un poco más sobre la forma en que Dios obra en nuestra vida, por favor visite No Temamos A Los Valles De Sombra De Muerte.

Aprendiendo De La Derrota

Cada vez que la experiencia de vida nos deja esa dulce sensación de ¡Ganadores¡ habrá algo idólatra en la naturaleza humana que instintivamente se levantará

Y tristemente, esa tendencia a la idolatría querrá tomar un poco de la gloria por lo ocurrido, atribuyéndolo al merito propio

Incluso aunque podamos llegar a darnos cuenta de que el 99% de la victoria fue por la gracia y el buen favor de Dios,

Aún todavía allí, habrá algo muy atractivo y tentador que nos llevará a compartir esa gloria de Dios, incluso si es sólo una pequeña parte.

Entonces, nos podemos dar cuenta que “Ganar” no nos ayuda a ser más humildes, pero la experiencia de perder, sí lo hace.

Entonces, es al perder que a menudo aprendemos a considerar nuestra fragilidad y nuestra debilidad.

De allí la gran importancia que adquiere, en la vida cristiana, el enfrentarnos al fracaso y poder verle con los ojos de Cristo.

  1. Aprendiendo De La Derrota ¡La experiencia bíblica¡

2 Corintios 1:8-9 Porque hermanos, no queremos que ignoréis acerca de nuestra tribulación que nos sobrevino en Asia;(B)

Pues fuimos abrumados sobremanera más allá de nuestras fuerzas,

De tal modo que aun perdimos la esperanza de conservar la vida.

Pero tuvimos en nosotros mismos sentencia de muerte,

Para que no confiásemos en nosotros mismos, sino en Dios que resucita a los muertos;

La sensación de perder, de fracasar en el intento, llevó al apóstol Pablo a vivir la experiencia de un condenado a muerte

Sin embargo, en esa misma experiencia pudo confirmar su confianza en Dios y dejar de lado la confianza en sí mismo

Juan 15:5 Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto;

Porque separados de mí nada podéis hacer.

El Señor mismo nos confirma que ¡Sin Él nada podemos hacer¡ de modo que una vida fructífera, llena de ganancia, solo es posible ¡Confiando en Él¡

Y es allí donde la obra de Dios siempre debe tener la prioridad, porque el hombre es dependiente de Dios en todo lo que hace.

Entonces, la afirmación del Señor, cuando dice » sin mí nada podéis hacer», se aplica en todos los campos del esfuerzo humano.

Por tanto, es muy importante entender que no somos capaces por nosotros mismos, en nuestras fuerzas o en nuestros medios

Sino que debemos aprender continuamente de dónde proviene nuestra fuerza, y para enseñarnos esto, Dios usa a menudo “La lección de la derrota”

  1. Aprendiendo De La Derrota ¡Un rechazo impactante¡

Salmo 60:1  Oh Dios, tú nos has desechado, nos quebrantaste;

 Te has airado; ¡vuélvete a nosotros!

El salmista exclama a Dios diciendo ¡Nos has desechado¡ nos rechazaste, nos has olvidado, con profunda angustia en su alma

Porque ese rechazo significa que Dios ha decidido tratarlo como si fuera algo apestoso, sin valor para Él

Y ese sentimiento de abandono causa un profundo dolor y angustia al corazón del salmista

Que de igual manera, sería muy angustioso para cualquier creyente que vive aflicción y se siente desamparado de Dios

  • Aprendiendo De La Derrota ¡Del fundamento equivocado¡

Salmo 60:2 Hiciste temblar la tierra, la has hendido;

 Sana sus roturas, porque titubea.

Sin lugar a dudas, todas nuestras derrotas proceden de un caminar sobre fundamentos equivocados,

Probablemente hemos avanzado, hemos crecido, hemos alcanzado pero No dentro de la voluntad de Dios y para gloria de Él

De manera que la causa de nuestro fracaso, es urgente que la busquemos en nuestro corazón y los propósitos que nos impulsan

Porque la turbación llega a causa de nuestras roturas, de nuestra separación de Dios y de su propósito santo para nuestra vida

Salmo 60:3 Has hecho ver a tu pueblo cosas duras;

 Nos hiciste beber vino de aturdimiento.

Es nuestra soberbia, esa necedad que nos hace pretender vivir sin Dios y fuera de su Ley, la que nos lleva a pasar duras pruebas;

De modo que en el amor de Dios hacia nosotros y su gran misericordia, nos hace beber un vino que enloquece, que nos aturde

¿Para qué hace eso Dios? El Señor en su misericordia, nos somete a la prueba para purificar nuestra fe.

Para hacernos volver al camino recto, llevarnos de nuevo a la comunión, para renovar nuestro entendimiento de la vida y el verdadero propósito de la existencia

  1. Aprendiendo De La Derrota ¡Una petición de liberación¡

Salmo 60:4 Has dado a los que te temen bandera

 Que alcen por causa de la verdad. Selah

Cuando experimentamos la derrota y hemos agotado todas nuestras fuerzas humanas, entonces alzamos la bandera de la fe

Y comenzamos a pelear la batalla en el Nombre del Señor, proclamando “la causa de la verdad”.

Proverbios 8:13 El temor de Jehová es aborrecer el mal;

 La soberbia y la arrogancia, el mal camino,

 Y la boca perversa, aborrezco.

Comenzamos a pelear contra el enemigo en el nombre de Dios y difundiendo Su Verdad liberadora, fortalecedora y consoladora

Esto significa que no nos avergonzamos del Evangelio, sino que lo declaramos y lo vivimos reconociendo nuestro pecado y luchando contra él

Los frutos de confiar en Jehová

De manera que entendemos que todo lo que somos y lo que tenemos, y el momento al que hemos llegando, solo es por la misericordia divina

Por tanto, promovemos la justicia de Cristo, reconocemos que nuestra libertad, nuestra capacidad solo está en Su obra redentora

Y es este el momento para reflexionar y comprender que Dios rechaza a Su pueblo, cuando lucha en su propio nombre, en sus propias fuerzas

Eso es ciertamente algo para reflexionar ¿Por qué Dios haría eso? Porque Él no comparte Su gloria ¡Con nadie¡

  • Aprendiendo De La Derrota ¡Viendo el poder de Dios¡

Salmo 60:5 Para que se libren tus amados,

 Salva con tu diestra, y óyeme.

El clamor es grande cuando comprendemos cuán pequeños e impotentes somos y cuán grande es el poder de Dios

Es entonces que podemos decir ¡Respóndenos, sálvanos con tu poder! ¡Libera a los que amas!

¿Quiénes son los amados de Dios? Todos aquellos que hemos creído en el santo Nombre de Jesucristo, nos hemos arrepentido y nos hemos apartado del pecado

Pero el consuelo mayor es darnos cuenta que Dios lo conoce todo, y conoce todo de mí y que aun así Dios me ama y extiende su favor hacia mí

Romanos 8:37-39 Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.

Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir,

Ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.

Por tanto, en esa sensación de derrota, de lucha infructífera, podemos hacer memoria de esta maravillosa Verdad bíblica

Y darnos cuenta que toda victoria proviene solo del Señor y siempre traerá grandes enseñanzas para el creyente.

  • Aprendiendo De La Derrota ¡Contemplando Una demostración de la soberanía de Dios¡

Salmo 60:6-8 Dios ha dicho en su santuario: Yo me alegraré;

 Repartiré a Siquem, y mediré el valle de Sucot.

Mío es Galaad, y mío es Manasés;

Y Efraín es la fortaleza de mi cabeza;

 Judá es mi legislador.

Moab, vasija para lavarme;

 Sobre Edom echaré mi calzado;

 Me regocijaré sobre Filistea.

Incluso en la derrota, David sabe quién es el Soberano Dios que ha de placerle conceder la victoria a su siervo

De modo que, incluso cuando las naciones invaden y tratan de apoderarse de la tierra, imponer toda su influencia y anular al creyente

Aún allí, el hombre y la mujer de fe, debe ser muy consciente de que solo Dios establece los límites de la habitación del hombre.

Es decir, Dios establece cuáles son Sus tierras, Él ya designó a Efraín para ser una fuerte defensa.

Y también Dios ya designó a Judá para gobernar.

Esto significa que el lugar que la iglesia tiene dentro de los límites de la tierra ¡Dios ya los estableció¡ y nadie prevalecerá contra ella.

Por tanto, si somos cristianos que estamos luchando contra un enemigo, físico o espiritual, que nos hace pensar que ya nos derroto,

Debemos saber, que el Dios soberano es el único que puede determinar la derrota o la victoria de su pueblo, de cada uno de sus hijos

Y esta es nuestra gran esperanza, nuestra fortaleza y nuestro consuelo seguro ¡Estamos en manos de un Dios soberano¡

Entonces, es ese Dios el que establece los designios de este mundo, y ese Dios, siempre está a favor nuestro.

  • Aprendiendo De La Derrota ¡Una declaración de confianza¡

Salmo 60:9-11 ¿Quién me llevará a la ciudad fortificada?

 ¿Quién me llevará hasta Edom?

¿No serás tú, oh Dios, que nos habías desechado,

 Y no salías, oh Dios, con nuestros ejércitos?

Danos socorro contra el enemigo,

 Porque vana es la ayuda de los hombres.

Al igual que David, cada creyente debe aprender esa gran Verdad ¡Solo dios da la victoria¡

Esto significa que todos nuestros logros y éxitos ¡No tienen nada que ver con la fuerza del hombre¡ ni con sus recursos

Sino que todo lo que acontece en nuestra vida, proviene de Dios, de su misericordia y de su fidelidad

Entonces, aprendamos a contemplar nuestros fracasos de modo que, al igual que David, no demos cuenta de que:

Aunque hayamos estado luchando en el nombre del Señor, y aunque hayamos estado persiguiendo un objetivo que Dios nos hubiese ordenado,

Quizá, probablemente ¡Nos hayamos enorgullecido¡ y nos hayamos visto tentados a creer que ha sido nuestra fuerza, nuestra inteligencia la causa del éxito

Y ahora, a través de una derrota ante nuestros enemigos, cualesquiera que sean, ya fuera el mundo, Satanás o nuestro propio “yo”

Dios nos ha recordado que nuestra fuerza ¡No es nada¡ así que ahora, en humildad,  regresemos a Dios como debe ser.

Y reconozcamos nuestro pecado y clamemos por la misericordia de Dios, que vuelva Su favor a nosotros.

  1. Aprendiendo De La Derrota para avanzar ¡De la derrota a la victoria¡

Salmo 60:12 En Dios haremos proezas,

 Y él hollará a nuestros enemigos.

El salmo que comenzó con la derrota terminaría con la victoria, porque declara que es en Dios, en Quien haremos proezas

Sin embargo, tengamos cuidado, porque la obra divina no es un argumento para la inacción humana, para quedarnos completamente pasivos

Sino más bien, comprendamos que la obra de Dios en nosotros es la mejor emoción para un esfuerzo valiente.

Aprendiendo de la derrota

Y es así como Dios le enseña a su pueblo la lección que se aprende mejor a través de la derrota.

Porque será esa sensación de fracaso la que nos llevará a humillarnos delante del Señor y a regresar a Él confesando que cada onza de la victoria es solo para Él.

Entonces, no olvidemos jamás que es Dios quien nos concede la victoria y todo éxito que podamos alcanzar.

Conclusión.

Necesitamos vivir, Aprendiendo De La Derrota, comprendiendo que en medio de todos nuestros problemas, estamos seguros en Jesucristo,

Porque en el grande sacrificio del Hijo de Dios, encontramos la mayor expresión de amor

Y es en ese maravilloso e inmerecido amor de Cristo, que cada creyente obtendrá la victoria total.

Pero el fracaso y la derrota son simplemente necesarios para recordar que separados de Dios no podemos hacer nada.

Y esa es una lección importante que debemos aprender. Es una lección importante que debemos recordar.