La oración en la vida devocional,  parte 1.[1]

Introducción

La salvación viene a base de la fe en Cristo Jesús, manifestada por la presencia del Espíritu Santo en la vida del creyente. Esta fe viene a  expresarse en una relación viva con él, Por eso llamamos a esta vida la vida espiritual, porque es la vida que recibimos por medio del Espíritu Santo.

Hemos organizado el contenido de este estudio utilizando términos de la horticultura, porque la vida devocional es como un jardín. Cuando cuidamos correctamente el jardín, el jardín nos da refugio y alimento. Así deben ser nuestra vida espiritual: lugares de refugio y alimento.

Desarrollo.

Por la forma en que está organizado el contenido de este estudio se puede entender dos cosas acerca de la vida espiritual.

Primero, la vida espiritual es una vida orgánica e integral. La palabra orgánica significa, “de la tierra”, o sea, tiene que ver con algo que tiene vida. La vida espiritual es “viva”; viene de una vida y toca la vida.

Al decir “integral”, queremos decir que las distintas partes de la vida espiritual forman una totalidad integrada. No se puede practicar algunas partes y dejar otras. Todas son necesarias y juntas completan una vida integral espiritual.

Si una parte del proceso, cae, el proceso también se detiene. Un paso prepara el otro paso, y así se cumple todo el proceso hasta la meta: las buenas obras.

Como dice Efesios 2:10 «Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras . . . .»

Segundo, la vida espiritual es un proceso que se repite continuamente en la vida del creyente.  Igual como un jardín requiere un cultivo continuo, y así produce año tras año, la vida espiritual debe estar bajo un cuido continuo de parte del creyente y así producirá fruto continuo en su vida.

Y si manejamos nuestros jardines correctamente, seremos como «árboles plantados juntos a corrientes de agua, que da su fruto en su tiempo, y su hoja no cae,» como dice Salmo 1.

Debemos procurar, pues, que los pasos del proceso sean tomados en nuestras vidas, para que el propósito de nuestro Señor se cumple y Él sea glorificado en nosotros.

  1. La vida espiritual es una vida_____________ y espiritual _________________.
  2. También la vida espiritual es un ______________________________ que se repite _______________________________.
  3. ¿Qué quiere decir la palabra integral _______________________________________________________________________
  4. Se llama esta vida «espiritual» porque manifiesta la presencia del _______________ _____________.
I. Oración: La Tierra Fértil

La tierra es la base del jardín. Antes de comenzar a sembrar, la tierra debe ser preparada para que ofrezca un ambiente adecuado para el cultivo de las plantas. Por eso la oración es como la tierra del jardín. La vida espiritual comienza con la oración.

Los otros aspectos de la vida espiritual radican en la oración. Sin una buena preparación en esta área, los otros aspectos de la vida espiritual no podrán realizarse eficazmente. Sembramos pero no cosechamos, porque la tierra no es preparada.

  • La Naturaleza de la Oración

¿Qué es, pues, la oración? Nosotros entendemos la oración como comunicación con Dios. La palabra comunicación implica que hay un intercambio, verbal o no verbal, entre él que ora y El que oye la oración.

Pero intercambio implica también que El que oye la oración también toma su parte  en la comunicación. También se permite que Él nos hable a nosotros. Es decir, la oración implica que él que ora reconozca a Jehová como Dios y esté dispuesto a someterse en fe a su autoridad.

Por ejemplo, la conversación que Caín tiene con Jehová en Génesis 4:9-15, después de asesinar a Abel, muestra un intercambio y aun, quizás, una disposición de sumisión a la voluntad de Dios.

Pero aquí falta una disposición de fe, y por eso no califica como oración. Por eso, quizá, no se puede incluir en la oración el clamor que muchos impíos hacen en momentos de dificultad. Ese clamor no incluye un deseo de dejar que Dios hable, porque no reconoce que Dios tiene autoridad. Solamente hay un deseo que Dios escuche y haga lo que quiera él que clama.

Vemos evidencia de esto en lo que Jehová dice en Miqueas 3:4, «Entonces clamaréis a Jehová, pero él no os responderá. En aquel tiempo esconderá su rostro de vosotros, porque hicisteis obras malvadas.» El clamor de Israel no fue oído porque Israel no mostraba por sus acciones que reconocían a Dios como el Señor. Aunque se parece a la oración, no la es.

Para concluir, para los fines de este estudio, vamos a definir la oración como comunicación con Dios en que él que ora reconoce la autoridad de Dios y se somete a Él en fe. Esto es la verdadera oración.

II. La Necesidad de la Oración

El ejemplo de Jesús en los evangelios nos muestra la importancia de la oración.

  • En varias ocasiones, Jesús se apartó para orar (por ejemplo, Mateo 14:23; 23:36; Lucas 9:28; 11:1; Juan 17).
  • En nueve ocasiones en los evangelios Jesús manda a sus discípulos orar (Mateo 5:44; 6:6; 6:9; 9:38; 24:20; 26:41; Lucas 18:1; 21:36; 22:46).
  • Si añadimos a estas las ocasiones en que el apóstol Pablo y los otros escritores del Nuevo Testamento manda a la iglesia orar (Hechos 8:22; 1 Tesalonicenses 5:17; 5:25; 2 Tesalonicenses 3:1; 1 Timoteo 2:8; Hebreos 13:18; Santiago 5:13,14,16),*

Vemos claramente que Dios no solamente enseña que la oración es importante, sino, que es necesaria.

Pero ¿por qué es necesaria la oración para el creyente? Si la Biblia nos dice que «vuestro Padre sabe de qué cosas tenéis necesidad antes que vosotros le pidáis» (Mateo 6:8),

¿Por qué debemos orar? ¿Cuál sería la razón? Obviamente, Dios no tiene necesidad de la oración. Dios ya sabe todas las cosas. Al contrario, la necesidad deriva del lado nuestro.

Como Dios dice en Salmo 46:10, «Estad quietos y reconoced que yo soy Dios.» Cuando nosotros oramos, estamos en una postura de sumisión delante del Señor. Esta es la postura correcta no solo para los creyentes, sino para toda la creación.

Pero el ser humano es duro. Necesitamos recuerdos constantes de nuestra posición delante del Señor. Por eso la postura más adecuada para el creyente es una postura de oración.

Cuando nosotros asumimos esta postura, nos ponemos en posición para poder tener comunión con El, y así recibir de su mano todo lo necesario para nuestro bien y salvación.

Por ejemplo, en 2 Crónicas 7:14 Dios dice a su pueblo, “si se humilla mi pueblo sobre el cual es invocado mi nombre, si oran y buscan mi rostro y se vuelven de sus malos caminos, entonces yo oiré desde los cielos, perdonaré sus pecados y sanaré su tierra.»

Aquí vemos claramente que no es Dios quien necesita la oración, sino nosotros. Dios ya sabía la condición de su pueblo, él tenía también lo necesario para mejorar su situación. La oración no era para Él, sino para que su pueblo se sometiera a su Dios. La oración es necesaria no para Dios, sino para nosotros. La oración es la llave que abre la puerta del cielo.

Preguntas a responder.

La oración implica que él que ora reconozca a Jehová como _____ y esté dispuesto a someterse en ______ a su autoridad

¿Qué es la verdadera oración?____________________________________________________________________________

¿Por qué es necesaria la oración?____________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________

La oración es necesaria no para Dios, sino para _________. La oración es _________ que abre la __________ del cielo.

 

Discuta dentro del grupo de estudio cualquiera de los versículos siguientes (Mateo 5:44; 6:6; 6:9; 9:38; 24:20; 26:41; Lucas 18:1; 21:36; 22:46). Analizando porque el Señor nos manda a orar.

 

 

Fuente consultada:

Este es un extracto de “Un Estudio sobre las Disciplinas Espirituales de la Vida Cristiana

El Instituto Bíblico Reformado por Juan Medendorp”.

 

[1]Un Estudio sobre las Disciplinas Espirituales de la Vida Cristiana, El Instituto Bíblico Reformado por Juan Medendorp”.