La Santa Cena del Señor, Una Celebración Llena De Gozo Y no de tristeza.

Debemos bendecir al Señor por haber considerado, en su gracia, nuestra necesidad de tener establecido semejante memorial

El gozo de poder hacer memoria del amor de Cristo que lo llevó a morir por nosotros y de  tener preparada una mesa

A la cual todos los miembros de su cuerpo pueden presentarse con una sola condición indispensable:

Tener una relación personal con Cristo y obediencia a Él. 

  • ¡Una fiesta gloriosa!

El sacramento de la Santa Cena reta nuestra alma, a que, en un abrir y cerrar de ojos, podamos entrar en una comunión con el Señor que nos fortalece y llena de esperanza

Veinte siglos han pasado, y esta celebración nos muestra al mismo Señor, la misma “noche que fue entregado”, sentado a la mesa,

E instituyendo allí una fiesta que, desde ese solemne momento, desde esa memorable noche, y hasta rayar el alba,

Habría de conducir el corazón de cada creyente hacia la cruz, cuando mirara atrás; y hacia la gloria, cuando mirare adelante.

La Santa Cena del Señor, una celebración gozosa

Normalmente, la celebración de la Santa Cena del Señor, la hacemos con rostros compungidos y el corazón triste

Sobre todo cuando recordamos todo el sufrimiento que tuvo que padecer el Señor, por culpa nuestra.

¡Pero no debe ser así¡ La celebración de la Santa Cena debe ser una celebración gozosa y llena de gratitud por la obra de Cristo en la cruz

  1. ¿Qué es el sacramento de la Santa Cena del Señor?

La Cena del Señor es pura y claramente una fiesta de acción de gracias por una gracia ya recibida.

El Señor mismo, al instituirla, le confiere su carácter, al dar las gracias: “El Señor… tomó pan; y habiendo dado gracias.”

1 Corintios 11:23-24  Porque yo recibí del Señor lo que también os he enseñado: Que el Señor Jesús, la noche que fue entregado, tomó pan;

Y habiendo dado gracias, lo partió, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo que por vosotros es partido; haced esto en memoria de mí.

Para nosotros, la copa es una “copa de bendición”, esto es, de acción de gracias, el símbolo divinamente elegido de la sangre preciosa que logró nuestra redención.

La santa cena del Señor significa

“El pan que partimos, ¿No es la comunión del cuerpo de Cristo?”, ¿Cómo, pues, podríamos partir ese pan con corazones entristecidos y rostros afligidos?

¿Podrían los miembros de una familia, tras las faenas del día, sentarse a cenar con caras tristes y con lamentaciones? ¡Seguramente que no¡

  • Significado de la cena:

La hora de la cena, en la mayoría de los hogares, era y aún es, la gran comida de la familia,

En los tiempos antiguos, era una ocasión especial para reunirse, y en muchos casos, la única ocasión  segura que había de reunir a toda la familia.

Las caras que no se vieron durante todo el día, podían encontrarse ciertamente a la hora de la cena, y seguramente se sentirían felices de estar allí.

  • La santa cena del Señor

Ni más ni menos, de lo que es la cena familiar, debiera ser la Cena del Señor. La familia de Dios es la que allí se reúne, y debe hacerlo con felicidad, con sincera felicidad.

Debe regocijarse desde el fondo del corazón en el amor de Aquel que la ha reunido alrededor de sí mismo.

  • Nuestra condición al celebrar la santa cena del Señor

Es cierto que cada corazón vive una situación particular: cada uno tiene sus propias penas, sus propias pruebas, sus propios fracasos y sus propias tentaciones,

Y todas estas cosas son ocultas y desconocidas para aquellos que están alrededor de nosotros, mientras celebramos en la congregación

Pero todos estos asuntos personales no son los objetos que deben ocupar nuestros pensamientos en la Cena del Señor.

  • Nuestro pensamiento al celebrar la cena del Señor

Si todas nuestras dificultades las traemos a consideración al momento de tomar la santa cena entonces, deshonramos al Señor de la fiesta,

Y la copa de bendición, de acción de gracias y de alabanzas, la convertimos en una copa de tristeza.

  • Una invitación del Señor a tomar la santa cena

El Señor mismo nos ha invitado a esta fiesta, y nos ha mandado a celebrar, a pesar de nuestras faltas,

Por tanto, debemos poner ante nuestras almas, nada más que la plenitud de su amor y la eficacia purificante de su sangre;

Ante el recuento de nuestras faltas, más allá de su magnitud, debe prevalecer, la gozosa certeza, de la gracia santificadora.

Y cuando el ojo de la fe está fijo en Cristo y lleno de Él, no hay más lugar para ninguna otra cosa.

  1. Grandes verdades sobre la Santa Cena del Señor

La Cena del Señor presenta ante nuestras almas, las más preciosas y gloriosas verdades:

  • La redención cumplida;

Apocalipsis 5:9  y cantaban un nuevo cántico, diciendo: Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos;

Porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre nos has redimido para Dios, de todo linaje y lengua y pueblo y nación;

El precio ya fue pagado, ya fue cancelado. No nos va a redimir, sino que ya fuimos redimidos para Dios

Esta es una verdad gloriosa que no se debe pasar por alto, y debemos verla con gozo y gratitud.

  • Los pecados perdonados;

Efesios 1:7  en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados (B) según las riquezas de su gracia,

Tenemos redención¡ Cristo ya pago por nuestro pecado. No olvidemos que éramos pecadores y ahora ya fuimos redimidos por su gracia

Romanos 3:24-25  siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús,

A quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia,

A causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados,

Ya no hay condenación para nosotros porque la justicia de Cristo me ha sido dada, y ahora somos felizmente justificados ¡gratuitamente¡

¿Qué significa “Propiciación?

Que fuimos cubiertos con la sangre del Cordero y que gracias a Él, la ira de Dios ya no está sobre nosotros.

El sacrificio de Cristo ha sido acepto para Dios de manera que ya no hay castigo para nosotros. Hemos sido limpios de todo pecado.

  • La gracia reina;

Romanos 5:21  para que así como el pecado reinó para muerte, así también la gracia reine por la justicia para vida eterna mediante Jesucristo, Señor nuestro.

Ya no hay poder del pecado sobre nosotros, y aunque aún nos asedia, contamos con el poder del Espíritu Santo para vencerlo

  • El aguijón de la muerte ha desaparecido;

1 Corintios 15:54-57  Y cuando esto corruptible se haya vestido de incorrupción, y esto mortal se haya vestido de inmortalidad,

Entonces se cumplirá la palabra que está escrita: Sorbida es la muerte en victoria.(L)

¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? ¿Dónde, oh sepulcro, tu victoria?(M)

Ya que el aguijón de la muerte es el pecado, y el poder del pecado, la ley.

Más gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo.

La muerte ha sido devorada en la victoria de Cristo, fue destruida y ya no tiene poder sobre los hijos de Dios.

en la santa cena se celebra la victoria de Cristo

Y sabemos que la paga del pecado es muerte, de manera entonces que, celebramos la victoria sobre el pecado, cada vez que celebramos santa cena

1 Juan 5:4-5  Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe.

 ¿Quién es el que vence al mundo, sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios?

La victoria es que Cristo ha vencido al mundo y esa victoria está en nosotros porque Cristo nos da el poder  para vencer el mundo de pecado

  • La gloria eterna ha sido asegurada;

1 Pedro 5:10 Más el Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo, después que hayáis padecido un poco de tiempo,

Él mismo os perfeccione, afirme, fortalezca y establezca.

Hemos sido llamados a su gloria eterna, desde el momento, que con un corazón nuevo, hemos creído en Jesucristo

Y ese llamado se nos hace, aún cuando todavía estamos siendo perfeccionados en el amor de Cristo

No es que ya seamos perfectos, sin pecado, pero llegaremos a serlo! Pues es Cristo quien nos afirma, fortalece y establece

  • La unidad ha sido manifestada

¿Cuál unidad? La que Cristo establece de “un cuerpo” bautizado por “un Espíritu”,

1 Corintios 12:13  Porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo, sean judíos o griegos, sean esclavos o libres;

a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu.

No debemos estar esperando el bautismo del Espíritu Santo, pues todos ya fuimos bautizados en el momento de la conversión,

El Espíritu Santo llega a morar en el corazón del creyente, y somos sellados como hijos de Dios

De manera entonces, que somos un solo cuerpo, el “cuerpo de Cristo”, y para pertenecer a él, “fuimos todos bautizados por un mismo Espíritu”

  • La celebración de la santa cena del Señor No es de tristeza

Lucas 23:27-28  Y le seguía gran multitud del pueblo, y de mujeres que lloraban y hacían lamentación por él.

Pero Jesús, vuelto hacia ellas, les dijo: Hijas de Jerusalén, no lloréis por mí, sino llorad por vosotras mismas y por vuestros hijos.

El sufrimiento del Señor no nos debe llevar a sentir lástima por Él, por lo que vivió a causa de nuestro pecado

Pues ese era el propósito santo de su ministerio. Lloremos por nosotros y por nuestros hijos que aún luchamos con la destrucción del pecado

  • La gracia y la gloria fueron reveladas

Y esa revelación se da como un libre don de Dios y del Cordero;

Apocalipsis 15:3  Y cantan el cántico de Moisés(A) siervo de Dios, y el cántico del Cordero, diciendo:

Grandes y maravillosas son tus obras, Señor Dios Todopoderoso; justos y verdaderos son tus caminos, Rey de los santos.

 ¿Quién no te temerá, oh Señor, y glorificará tu nombre?(B) pues sólo tú eres santo;

Por lo cual todas las naciones vendrán y te adorarán,(C) porque tus juicios se han manifestado.

Estas son Todas las verdades a las que hacemos memoria en la celebración de la santa cena:

  • Celebramos las grandes y maravillosas obras de Cristo
  • Saber que Él es Dios todopoderoso
  • Que Él es el camino de Verdad y Justicia
  • Cristo es nuestro Rey
  • Él es Dios Santo
  • Dios de juicio
  • Todos le temerán y glorificarán Su Nombre
  • Todas las naciones le adorarán
  1. La celebración de la santa cena se convierte en una fiesta gloriosa.

La Cena del Señor ha subsistido siempre, por ser instituida por el mismo Señor, y nos habla de una manera simple, aunque poderosa:

1 Corintios 11:26  Así, pues, todas las veces que comiereis este pan, y bebiereis esta copa, la muerte del Señor anunciáis hasta que él venga.

Celebramos viendo hacia atrás la maravillosa victoria de Cristo en la cruz, pero también, mirando hacia adelante, su gloriosa venida.

Esta profunda Verdad no se puede celebrar con tristeza y rostros compungidos, sino con gozo y expectativa.

La cena del Señor es una celebración gloriosa

¡Qué fiesta preciosa! ¡Gracias a Dios por concedernos tan grande privilegio de poder celebrarla!

  • El pan y el vino

Sabemos, que tanto el pan como el vino, son solo símbolos, que pudieran parecer simples elementos que a los ojos de la naturaleza no valen nada ni dicen nada.

El pan partido y el vino vertido, ¡qué simple! Pero sólo la fe puede leer el significado de esos símbolos,

Y, por tanto, no precisa de los extraños agregados que le introdujo la falsa religión con el objeto de sumarle dignidad, solemnidad y temor,

Cuando en realidad ese acto debe todo su valor, todo su poder y toda su grandiosidad al hecho de ser el memorial de una obra cumplida y eterna, que la falsa religión niega.

Este es un medio de gracia que nos lleva a la comunión con Cristo y al crecimiento espiritual.

¡Ojalá que tú y yo, querido lector, podamos comprender mejor el significado de la Cena del Señor,

Y experimentar más profundamente la gracia de partir ese pan que es “la comunión del cuerpo de Cristo”,

Y de beber esa copa que es “la comunión de la sangre de Cristo” (1 Corintios 10:16)!

  1. El principio de unidad en la celebración de la santa cena.

1 Corintios 10:16-17  La copa de bendición que bendecimos, ¿no es la comunión de la sangre de Cristo?

El pan que partimos, ¿no es la comunión del cuerpo de Cristo?(K)

Siendo uno solo el pan, nosotros, con ser muchos, somos un cuerpo; pues todos participamos de aquel mismo pan.

No podemos presentarnos delante del Señor como miembros independientes del cuerpo. Todos unidos como un solo cuerpo hacemos esta celebración,

De allí la importancia de congregarnos, pues solo en la congregación de los santos se puede participar de este maravilloso sacramento

  • Celebrando unánimes

1 Corintios 11:20-22  Cuando, pues, os reunís vosotros, esto no es comer la cena del Señor.

Porque al comer, cada uno se adelanta a tomar su propia cena; y uno tiene hambre, y otro se embriaga.

Pues qué, ¿no tenéis casas en que comáis y bebáis? ¿O menospreciáis la iglesia de Dios, y avergonzáis a los que no tienen nada?

¿Qué os diré? ¿Os alabaré? En esto no os alabo.

El punto principal es la unidad: el cuerpo de Cristo se une para celebrar un acto gloriosos: Cristo y su Victoria, la cruz y la segunda venida.

De manera que cuando lo celebremos debemos estar unidos unos con otros, en un sentimiento unánime

  • Celebrando con solemnidad

1 Corintios 11:17-19  Pero al anunciaros esto que sigue, no os alabo; porque no os congregáis para lo mejor, sino para lo peor.

Pues en primer lugar, cuando os reunís como iglesia, oigo que hay entre vosotros divisiones; y en parte lo creo.

Porque es preciso que entre vosotros haya disensiones, para que se hagan manifiestos entre vosotros los que son aprobados.

Solemne es hacerlo con fe, y si no lo hacemos así, entonces estamos menospreciando la iglesia y el sacramento

Debemos congregarnos para lo mejor: darle la gloria a Dios, y no para actividades vanas y para gloria del hombre.

Lo que se debe buscar en la celebración de la santa cena, es que se vayan eliminando las divisiones internas de la iglesia.

Debemos tener una actitud de reconciliación entre los hermanos, y no reunirnos a tomar nuestra propia cena según nuestro propio concepto, generando más división

  • Siendo aprobados

Cuando el gran principio de la unidad de la Iglesia ha sido perdido de vista por cualquier parte del cuerpo, habrán de surgir “herejías”

la santa cena manifiesta la unidad de la iglesia

Pero dicen las Escrituras que estas son necesarias a fin de que, los que son aprobados se manifiesten como tales;

Y, en tales circunstancias, cada uno tenía la responsabilidad de aprobarse a sí mismo, y comer.

Los “aprobados” están en contraste con los “herejes”, es decir, con aquellos que hacen su propia voluntad [3].

1 Corintios 11:28  Por tanto, pruébese cada uno a sí mismo, y coma así del pan, y beba de la copa.

“Aprobarse a sí mismos”, para poder  comer. La expresión de la Palabra es “coma así”.

Es decir que, nuestro primer interés debe ser comer “así”, tal como el Espíritu Santo nos lo enseña,

Significa que debemos comer la santa cena reconociendo verdaderamente la santidad y la unidad de la Asamblea de Dios [4]

  1. Gozosos en la celebración de la santa cena del Señor

1 Corintios 11:23-25  Porque yo recibí del Señor lo que también os he enseñado: Que el Señor Jesús, la noche que fue entregado, tomó pan;

Y habiendo dado gracias, lo partió, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo que por vosotros es partido; haced esto en memoria de mí.

 Asimismo tomó también la copa, después de haber cenado, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto (D) en mi sangre;(E)

Haced esto todas las veces que la bebiereis, en memoria de mí.

 Así, pues, todas las veces que comiereis este pan, y bebiereis esta copa, la muerte del Señor anunciáis hasta que él venga.

Esta es una hermosa celebración, no para estar contritos, sino gozosos por la victoria maravillosa que recordamos y vivimos

Pero esto no quiere decir que no sea solemne, puesta esta solemnidad es la fe con la que hacemos esta celebración

  • Un anhelo ferviente:

Debemos hacer esta celebración con el anhelo santo de ser agradables a Dios, y no porque ya no tengamos pecado,

Sino el deseo ferviente de que ese pecado predominante, que aún nos asedia, cada vez tenga menos dominio sobre nosotros

Debemos estar dispuestos al arrepentimiento, y ya no deleitarnos en el pecado, y con la convicción de que Dios nos da el poder para vencer.

Que no haya frustración en nosotros por ese pecado, sino que podamos ver la gracia vivificante de Cristo en nosotros.

Conclusión

La celebración de la Santa Cena debe ser gozosa y dejar de centrarme en el yo y dar lugar a la gloria de Cristo y el bienestar de su amada iglesia

Debemos gloriarnos en la victoria de Jesús para nosotros

 

Palabras y frases significativas

Disensión: jáiresisde G138; propiamente elección, alternativa, i.e. (específicamente) partido o (abstractamente) desunión:- disensión, herejía, secta.