Nunca Nos Olvidemos De Alabar a Dios y no olvidemos su favor hacia nosotros. Que nunca olvidemos lo que Dios ha hecho en nosotros

El salmista nos invita a alabar a Dios con nuestra alma, a bendecir su santo Nombre, por lo que Él es,

Somos invitados por las Escrituras a bendecir a Dios por lo que  representa su Nombre y por sus muchos favores a nuestra vida.

Texto referencia.

Salmos 103:1  Bendice, alma mía, a Jehová, Y bendiga todo mi ser su santo nombre.

Alabar a Dios por quien es Él y por Sus favores.

La verdadera alabanza no es la que sale de nuestros labios, sino aquella que es fruto del verdadero conocimiento del ser Dios

  1. Alabar a Dios por quien es Él

La verdadera alabanza se centra en el ser de Dios, y no en el hombre, es decir, le vamos a alabar por lo que Él es.

En ese sentido, el salmista nos hace dos hermosas invitaciones

  • Una invitación a alabar a Dios por lo que Él es,

Vamos a bendecirle porque Él es el Eterno Dios, el Sabio e Infinito Dios, el Creador, el Altísimo, Dios soberano, santo y justo

 

Bendecir es:

Alabar, es venir a  como sacrificio vivo y santo y agradable a Dios.

Alma es:

Hace referencia a nuestra voluntad. Es decir, debemos alabar a Dios con todo nuestro intelecto, con nuestras emociones y deseos santos

Que el alma mía bendiga a Dios, es decir, que le vamos a alabar con todo nuestro ser, con todo lo que somos.

  • Una invitación a bendecir el Santo Nombre de Dios.

El Nombre

Este representa el carácter de la persona, de manera que el Nombre de Dios representa su propio ser.

Por tanto, debemos bendecirlo porque solo Él es Santo, y solo un Dios Santo podía expiar nuestro pecado,

El Nombre de Dios describe sus atributos y estos son manifestados por Él mismo a nuestra vida en las diferentes circunstancias.

  1. Alabar a Dios por lo que ha hecho en nosotros.

Salmos 103:2  Bendice, alma mía, a Jehová,  Y no olvides ninguno de sus beneficios

El salmista no cesa de ordenar a su alma a reconocer la grandeza de Dios y por ello alabarle,

Pero también le ordena a su alma, a no olvidar ninguno de los beneficios que el amor de Dios ha traído sobre él

  • Alabar a Dios con toda nuestra alma

Nuevamente el salmista, ordena a su alma que siga alabando a Dios

Salmos 103:2 (Jer 1976*)  bendice a Yahveh, alma mía, no olvides sus muchos beneficios.

La alabanza debe ser de continuo, cada día, a cada momento, sabiendo que por Dios vivimos y para Él vivimos.

Debemos ver la alabanza como un verdadero acto de adoración a Dios

  • Debemos alabar a Dios y No olvidar.

Hay un gran peligro en el corazón del hombre: el olvido, eso nos lleva a estar ausentes, ajenos a Dios, sin comunión e indiferentes en el servicio.

Ninguno de sus Beneficios:

Significa no olvidar el trato de Dios hacia nosotros, teniendo la certeza que Él siempre nos trata bien.

La palabra hebrea traducida “beneficios” significa hechos de bondad.

Cuantas veces y en cuantas circunstancias y a través de cuantas personas nos ha ayudado Dios, de modo que no debemos olvidarnos de Él,

No olvidarnos de la manifestación de su amor hacia nosotros, Pero también nunca olvidarnos de las personas por medio de las cuales la ayuda divina nos ha llegado,

Dios ha utilizado a muchas personas para enviarnos sustento, ánimos, consuelo, fortaleza, atraernos hacia Él

Y también es por medio de muchas personas, que Dios nos ha enseñado a amar y a perdonar.

  1. Alabar a Dios porque Él es la fuente de nuestros favores.

¿Quién es Dios? El origen, la causa, la fuente de todos nuestros beneficios, de todo el bien que llega a nuestra vida.

Consideremos en detalle todos los beneficios que de Dios hemos recibido:

  • Él es quien perdona todas tus iniquidades (Salmo 103:3 )

Iniquidad:

El término indica una ofensa, intencional o no, en contra de la Ley de Dios.

La «iniquidad» merece castigo porque es una ofensa a la santidad de Dios.

El sentido de esta palabra abarca las dimensiones de pecado, juicio y «castigo» por el pecado.

Perdona:

La gracia de Dios puede quitar o perdonar la «iniquidad»

Romanos 5:1-2 Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo;

Por quien también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios.

La propiciación divina puede cubrir nuestra «iniquidad»:

«Con misericordia y verdad se expía la falta, y con el temor de Jehová uno se aparta del mal».

Proverbios 16:6  Con misericordia y verdad se corrige el pecado,

 Y con el temor de Jehová los hombres se apartan del mal.

  • El que sana todas tus dolencias;

Dios no solo actúa en nosotros transformándonos, limpiándonos de toda iniquidad, santificándonos,

Sino que también, Dios obra a favor de nosotros, hace por nosotros

Proverbios 14:30  El corazón apacible es vida de la carne;  Mas la envidia es carcoma de los huesos.

No podemos dejar de ver, que la paz y el gozo que Dios pone en nuestro corazón se traduce en vida para nuestro cuerpo físico.

Proverbios 16:24  Panal de miel son los dichos suaves;  Suavidad al alma y medicina para los huesos.

Saber que el Espíritu de Dios mora en nosotros, es fuente de fortaleza para nuestros huesos, y produce un alma apacible.

Job lo dice  con todo detalle:

Job 33:24-25  Que le diga que Dios tuvo de él misericordia, Que lo libró de descender al sepulcro,  Que halló redención;

Su carne será más tierna que la del niño, Volverá a los días de su juventud.

  • El que rescata del hoyo tu vida,

Salmos 103:4  (NVI 1999)  él rescata tu vida del sepulcro y te cubre de amor y compasión;

Rescatar:

Está hablando de Redimir, haciéndonos memoria de que nuestro rescate ha tenido un precio,

La película de los mineros chilenos que quedaron atrapados en las minas tuvo un alto precio financiero y emocional,

Pero el haberlos rescatado a todos con vida trajo un gozo mundial, que hasta el día de hoy celebramos.

Comparemos ahora esto con nuestra vida, y los hoyos en los que caemos, y de los que somos rescatados por la misericordia divina.

Hoyo:

Trampa, destrucción, sepulcro, Crisis en que estuvimos a punto de perder la vida, crisis morales, espirituales.

  • El que te corona de favores y misericordias;

Son tantos los favores de Dios que no debemos olvidar¡!

Corona:

Esa maravillosa obra de Dios por medio de la cual Él cerca, encierra nuestra vida para defendernos o atacar a nuestro adversario.

Favor:

La inescrutable Bondad de Dios para nosotros. Esa bondad que muchas veces nuestros ojos no pueden ver ni entender.

Pero es esa preciosa bondad que nos santifica, que nos perfecciona, que transforma nuestro carácter más parecido a Él.

Misericordia:

Recibimos todas estas bendiciones sin merecer ninguna. Todos sus favores no son fruto de nuestros méritos.

Dios nos da, aún sin merecerlo, porque Su misericordia es derramada para los suyos.

Infinitamente agradecidos al saber que todo lo que recibimos de Dios es por su misericordia¡!

Que alegría saber que nada merecemos pero en su gracia nos ha colmado de favores, y el más grande de ellos la salvación.

Conclusión.

Finalizamos esta enseñanza citando la última parte de este maravilloso salmo:

Salmos 103:20-22  Bendecid a Jehová, vosotros sus ángeles,

Poderosos en fortaleza, que ejecutáis su palabra,

Obedeciendo a la voz de su precepto.

Bendecid a Jehová, vosotros todos sus ejércitos,

Ministros suyos, que hacéis su voluntad.

  Bendecid a Jehová, vosotras todas sus obras,

En todos los lugares de su señorío.

Bendice, alma mía, a Jehová.

 

Palabras y frases significativas:

Bendecir: Barak raíz primaria; arrodillarse; por implicación bendecir a Dios (como acto de adoración)

Olvidar: shakákj; raíz primaria; extraviar, i.e. estar ausente o ajeno de, de falta memoria o atención:- olvidar, olvido, perder.

 

 

 

 

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