Cómo Compartir La Fe, Lección 1.

Esta es una reflexión que nos ayudará a encontrar la razón fundamental por la cual estamos llamados a compartir nuestra fe en Jesucristo

y nos permitirá encontrar una forma sencilla de cómo poder hacerlo, convirtiéndonos así, en fieles proclamadores de la buenas nuevas de salvación.

Texto de referencia.

Mateo 28:19-20 Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones,(B) bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo;

enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.

Cómo compartir la fe:

La iglesia en estos momentos se encuentra entre dos grandes eventos gloriosos, uno que ya ha pasado y que es la primera venida de Cristo,

Una venida que tenía por misión la acción redentora del Hijo de Dios. Él fue enviado por su Padre y vino a este mundo a traernos salvación,

Por eso se dice que Dios es el más grande evangelista, la trinidad: El Padre, El Hijo y El Espíritu Santo,

Pero a la vez estamos situados ante un evento futuro que es la segunda venida de Cristo, y a la iglesia se le ha asignado una maravillosa misión

Por la cual, la vida de cada creyente debería estar apasionada, al punto de dar lo mejor de su vida por la causa de Cristo y la proclamación de su evangelio,

Cada creyente debería estar enseñando, haciendo discípulos, bautizando en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo,

Todo un proceso que involucra varios componentes: el componente didáctico de “enseñar”, el componente eclesial de “hacer discípulos”

Y el componente sacramental del “bautismo”, todo esto señalando al pacto de gracia y a su continuidad hacia la iglesia.

  1. Cómo compartir la fe orando.

Debemos partir de un principio básico «Usted no puede traer almas a Dios si usted mismo no va a Dios en oración».

Ahora bien, si no hemos sentido un dolor grande por los perdidos oremos para que Dios nos haga compasivos y recordar siempre que por gracia y misericordia hemos sido salvos,

El gran predicador Charles Spurgeon dijo lo siguiente «Usted no puede traer almas a Dios si usted mismo no va a Dios».

De modo que antes de ir por las almas inconversas, primero debemos ir a Dios en oración para que el Espíritu Santo nos acompañe

Y haga la tarea divina del nuevo nacimiento, del convencimiento de pecado del hombre natural y aplique la salvación a sus elegidos.[1]

  • Cómo compartir la fe  en amor por los perdidos

Así como el Señor sintió dolor por las ovejas perdidas de Israel, de igual forma, nosotros debemos sentir dolor por aquellos que No han venido a Cristo

Mateo 23:37¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas, y apedreas a los que te son enviados!

¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos, como la gallina junta sus polluelos debajo de las alas, y no quisiste!

Tus hijos”, es decir, los hijos de la Jerusalén que odiaba la Verdad, despreciaba la misericordia y mataba a los profetas.[2]

Este versículo expresa el deseo del Señor por su pueblo Israel, de traerlos a la comunión con Él, pero ellos no quisieron.

Aquí vemos una representación sencilla, pero profunda y tierna, del amor de Dios por su Pueblo,

Así como la gallina junta a sus polluelos indefensos y dependientes para darles protección, calor, seguridad, refugio, así quiso el Señor juntar a los hijos de Israel

Reflexiona en tu respuesta a las siguientes preguntas:

¿Cuántas veces has sentido ese dolor por lo perdidos?, ¿Cuántas veces has ido a ellos con el mensaje del evangelio de salvación?

  • Cómo compartir la fe según el apóstol Pablo:

Podemos apreciar la gran tristeza y el profundo dolor de Pablo por los perdidos.

Romanos 9:1-4  Verdad digo en Cristo, no miento, y mi conciencia me da testimonio en el Espíritu Santo,

 que tengo gran tristeza y continuo dolor en mi corazón.  

Porque deseara yo mismo ser anatema, separado de Cristo, por amor a mis hermanos, los que son mis parientes según la carne;

 que son israelitas, de los cuales son la adopción, la gloria, el pacto, la promulgación de la ley, el culto y las promesas;

El dolor que sentía Pablo, por todos aquellos que no conocían a Cristo, era un mega dolor, y era permanente, a punto tal que No podía ignorarlo ni omitirlo

Tan grande es el dolor de Pablo por los no convertidos de su pueblo, que lo envuelve tan grande tristeza

Y es un dolor que lo lleva a pensar que, si fuera posible, él preferiría ser condenado por amor a que sus parientes fuesen salvos.

Cómo compartir la fe

Preguntémonos ¿Sientes continuo dolor por tus parientes inconversos?

¿Ese dolor te mueve a expresarles el más grande amor que significa presentarles a Cristo y su Evangelio?   

  • El urgente llamado a compartir la fe

Terminamos este urgente llamado citando el puritano inglés del siglo :XVII, Richard Baxter, que escribió:

«….. ¡Ay’, apenas hay un paso entre ellos (inconversos) y la muerte y el infierno; muchos cientos de enfermedades están esperando para atacarlos,

y si mueren sin Cristo, estarán perdidos para siempre. ¿Tienen corazones de piedra, que no pueden compadecerse de hombres en un estado como este?

Si no creen en la Palabra de Dios, y el peligro de los pecadores, ¿para qué son cristianos?

Y si en verdad creen en ella, ¿por qué no se mueven a ayudar a los demás? ¿No les interesa quién está condenado para que sean salvos?

Si es así, tienen causa suficiente para compadecerse a sí mismos, ya que es un estado de ánimo que no concuerda absolutamente con la gracia…

¿Viven ustedes cerca de ellos, se reúnen con ellos en las calles, trabajan con ellos, viajan con ellos, se sientan y hablan con ellos,

O no les dicen nada acerca de sus almas o la vida por venir?

Si sus casas se estuvieran quemando, ustedes irían corriendo a ayudarlos; entonces, no los ayudarían cuando sus almas están casi quemándose por el fuego del infierno»

  • ¿Cómo compartir la fe? oremos a Dios de forma específica,

Oremos por todos aquellos que no creen, pero por nombre y apellido. Comencemos por nuestros amigos que ahora forman parte de nuestra vida.

En esa oración, pidamos a Dios que ilumine a cada uno específicamente, que les lleve al Salvador y les dé nueva vida.

Muy pronto, veremos con anticipación cómo Dios responde a nuestra oración. Y veremos menguar la indiferencia y el antagonismo,

Y veremos crecer el interés de todos aquellos por quienes oramos y comprobaremos cuán viva y verdadera es la Palabra que lleva al incrédulo a responder a la Verdad

  1. ¿Cómo compartir la fe? Siendo compasivos

Nuestra compasión debe ser completa, pues debemos estar conscientes que tratamos con personas con cuerpo y alma.

No debemos caer en el error de ver a las personas solo como números, o solo como almas, ellos y ellas son seres completos,

Y debemos tener presente que la máxima necesidad de todo ser humanos es espiritual pero que  también en su vida corporal tienen necesidades físicas

Tanto las necesidades físicas como espirituales de las personas que amamos para el Señor, deben ser atendidas, no debemos ignorarlas.

  • La compasión del Señor

Marcos 6:34  Y salió Jesús y vio una gran multitud, y tuvo compasión de ellos, porque eran como ovejas que no tenían pastor;(G)

y comenzó a enseñarles muchas cosas.

Cuando el Señor dice “como ovejas sin Pastor” se refiere a ovejas, o rebaños en los cuales se están recibiendo enseñanzas equivocadas,  que los extravían de la verdad divina.

Pero el Señor Jesús es el buen pastor, que nos enseña todo lo necesario para que no nos extraviemos.

Y también se ocupa de nuestras necesidades materiales, físicas, no es ajeno a la condición humana de su rebaño

Marcos 6:35-42  Cuando ya era muy avanzada la hora, sus discípulos se acercaron a él, diciendo: El lugar es desierto, y la hora ya muy avanzada.

Despídelos para que vayan a los campos y aldeas de alrededor, y compren pan, pues no tienen qué comer.

 Respondiendo él, les dijo: Dadles vosotros de comer. Ellos le dijeron: ¿Que vayamos y compremos pan por doscientos denarios, y les demos de comer?

…  Entonces tomó los cinco panes y los dos peces, y levantando los ojos al cielo, bendijo, y partió los panes,

y dio a sus discípulos para que los pusiesen delante; y repartió los dos peces entre todos.  Y comieron todos, y se saciaron.

Y al igual que el Señor, nosotros también nos enfrentamos a un mundo confuso, donde las prioridades están invertidas,

Donde todo lo que se enseña es contrario a la Verdad divina, pero que aún así, debemos proclamar el Evangelio de salvación, de libertad

  • Cómo compartir la fe en un mundo contrario

Veamos algunas características de las personas que viven sin Dios, y que son el objeto de nuestra predicación:

Compartiendo la fe en un mundo contrario

Son personas que confían más en la ciencia que en la religión, y que  creen que el Cristianismo es extremadamente intolerante al afirmar que es la única religión verdadera.

Un mundo que le llama moral a aquello que hace la mayoría, aun tratándose de pecado, Y creen más en la psicología que en la Biblia.

Son personas que ven a Dios como un juez implacable o como un Dios de amor que no va a condenar a nadie

O ven a Dios como un Dios distante, ajeno, a la vida de las personas ¡No conocen a Dios¡

Creen que la existencia de Dios no es necesaria para sus vidas y No suelen considerar la Biblia como una fuente de ayuda,

Es un mundo lleno de miedo a los riesgos del compromiso o el matrimonio, y altamente tentados a abandonar los valores tradicionales,

Un mundo que vive en una fuerte competencia para alcanzar el éxito y con mucho miedo de formar parte de las estadísticas de personas mayores sin oportunidades

Predicamos a personas que constantemente se preguntan si experimentarán el rechazo cuando pierdan su belleza, su juventud, su posición económica y social

Hombres y mujeres muy preocupadas de encontrarse solos y discapacitados en su vejez.

¡A este tipo de personas debemos predicar¡ debemos llevar la esperanza viva y verdadera que se encuentra solo en Jesucristo

  1. Cómo compartir la fe sin temor¡

Ante la realidad de un mundo tan materialista e insensible al que debemos proclamar, nos preguntamos

¿Cómo debemos proclamarles el evangelio de Jesucristo?

¿Cómo podremos explicarle claramente a este mundo que Jesucristo es relevante hoy día, y que Él es la respuesta correcta a todas sus necesidades?

¿Cómo podemos acercarnos a las personas próximas a nuestras vidas y cómo vamos a esperar que nos escuchen… y nos crean?

¡Sencillo¡ comencemos con el que tenemos a nuestro lado, ¡Comencemos con nuestra Jerusalén¡

  • Compartiendo la fe con el que está a mi lado

Es probable que hayamos experimentado que es más fácil amar al mundo, que amar al que tenemos a nuestro lado

Pero, si eso fuera cierto, aún así debemos hacer nuestra tarea con aquellos que tenemos a nuestro alrededor,

Y para ello necesitamos empezar a relacionarnos personalmente con los demás, y no de una manera rápida y superficial

Sino, relacionarnos con las personas de una manera profunda, invirtiendo nuestro tiempo, sacrificando algún recurso, mostrando interés y entrega en la relación,

Así, haremos de del evangelismo como un estilo de vida que dará inicio cuando hablemos con las personas que de alguna manera tienen que ver con nuestra vida.

  • Aprendamos a escuchar

Un primer paso que debemos dar, es empezar a escuchar a las personas que nos rodean. Más que hablar con ellos, es aprender a escucharlos

Las personas necesitan hablar, y en la medida que les escuchamos, vamos conociendo como es su mundo real.

Y con ese conocimiento, podemos empezar a presentarles la verdadera y única salida para cualquier situación de vida que nos presenten

Poco a poco nos daremos cuenta que el común denominador es madres solteras, hijos drogadictos, violencia intrafamiliar, familias desintegradas

Situaciones de vacío, soledad y vidas sin sentido de hombres y mujeres, sin importar su condición económica

Y ante todo ello, aprenderemos a escuchar y apoyar a cada una de estas personas, orando por ellas, ofreciendo consejo bíblico y asistiéndoles en sus diferentes necesidades.

Mateo 5:13-14 Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal se desvaneciere, ¿con qué será salada?

 No sirve más para nada, sino para ser echada fuera y hollada por los hombres.(H)

Vosotros sois la luz del mundo;(I) una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder.

  1. Al compartir la fe, guardemos el testimonio cristiano

Debemos saber que es muy importante el testimonio cristiano, visto como una herramienta muy valiosa que nos permite expresar lo que realmente creemos.

  • El cristiano ocupado

Puede ser, que como cristianos, sintamos una gran preocupación por llegar al mundo no creyente, pero que nos encontremos muy ocupados.

Que nos encontremos tan afanados, que no podamos tomar acción alguna para evangelizar, proclamar y discipular

Si esto es así, debemos saber que nuestro testimonio no ayuda a la expansión del Reino, pues tenemos nuestras prioridades invertidas

  • El cristiano falso.

Hay muchos cristianos, que su religiosidad solo es externa, que tienen apariencia de piedad, pero que No conocen al Señor

Son “cristianos” que sirven de piedra de tropiezo, para todos aquellos que aún no han llegado a los pies de Cristo

Y de esa manera, es imposible demostrar que Jesús es una realidad diaria en sus vidas, obstaculizando el caminar de los no creyentes

1 Corintios 2:3-5  Y estuve entre vosotros con debilidad, y mucho temor y temblor;

 y ni mi palabra ni mi predicación fue con palabras persuasivas de humana sabiduría, sino con demostración del Espíritu y de poder,

 para que vuestra fe no esté fundada en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios.

Debemos cuidar nuestro testimonio, de manera que lo que predicamos sea acorde a lo que vivimos, a lo que demostramos con nuestro actuar diario

  • El cristiano condicionado

Es aquel “cristiano” que vive una fe producto de la presión de su entorno familiar. Todo lo que este creyente hace, es fruto de la presión que ejerce la familia o la iglesia

De suerte tal, que cuando este creyente encuentra la oportunidad de liberarse de esa presión, lo hace y todo su estilo de vida cambia

Cómo compartir la fe en obediencia

Así, nos parece que era cristiano, pero que ahora está en el mundo, pero en realidad, nunca fue cristiano

  • El cristiano comprometido”.

Este es el tipo de creyente que en realidad toma en serio la voluntad de Dios y sus mandamientos,

De manera tal, que su alma se carga con la urgente necesidad de proclamar la vida y libertad que solo Cristo nos ofrece

Este compromiso describe a todas aquellas personas que reconocen que ser cristiano es más que afirmar con la mente la verdad acerca del Señor Jesucristo.

Las personas que realmente tienen una fe comprometida con la obra del Señor, son verdaderos seguidores de Jesús y están vinculados a Él a toda costa.

  • El cristiano en acción.

Hebreos 11:24-26  Por la fe Moisés, hecho ya grande, rehusó llamarse hijo de la hija de Faraón,(R)

 escogiendo antes ser maltratado con el pueblo de Dios, que gozar de los deleites temporales del pecado,

 teniendo por mayores riquezas el vituperio de Cristo que los tesoros de los egipcios; porque tenía puesta la mirada en el galardón.

Necesitamos ser cristianos comprometidos con la obra de Cristo, de manera tal, que rehusemos todo privilegio del mundo, por amor a nuestro Señor y Salvador

Y el compromiso con el Reino, es tan fuerte, que no podemos estar quietos, sino que nos movemos a la acción, a la búsqueda de los perdidos

El cristiano comprometido y que actúa a favor de la obra de Cristo, es un cristiano que comparte su fe, que no puede callar

y que su testimonio de vida predica la obra transformadora de Dios en la vida de todo pecador arrepentido.

Conclusión:

Compartir la fe es una urgente necesidad del cristiano que ama, obedece y sirve al Dios que lo llamó

Y esa fe es compartida con libertad, de manera compasiva y testificada con un estilo de vida piadoso y fructífero

Que el Señor nos ayude a proclamar su santo Evangelio y No callar¡!

 

 

 

 

 

[1] A Solas con Dios, John Mcartur.

[2] Comentario al Evangelio de San Mateo, Jamieson-Fausset-Brown.