Los ¡Necesidad De La Reconciliación¡ Compartiendo la fe. Lección 2

Somos llamados a ser embajadores efectivos de Cristo, encargados de llevar la Palabra de la reconciliación a todos los hombres y mujeres, en un mundo caído

Texto de Referencia:

2 Corintios 5:18-20  Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliación;

que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados,

y nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación.

 Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros;

os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios.

  • ¿Qué es la reconciliación?

Cuando Dios nos llama a la reconciliación, nos está llamando a restaurar relaciones rotas,

Es una invitación a pasar de un estado de enemistad a un estado de amistad. Esta es una reconciliación en la cual el mayor se reconcilia con el menor,

Y el mayor es Dios quien está buscando reconciliarse con el menor, que somos nosotros los hombres pecadores,

No podemos olvidar que fue el hombre quien se separó de Dios, pero Dios, en su infinita gracia, se acercó al hombre, ¡el hombre no busco a Dios, Dios busco al hombre¡

  • ¿Cuál es la necesidad de la reconciliación?

El gran problema de toda la humanidad no es la delincuencia, no es la corrupción, no es la enfermedad, no es la adversidad de este mundo

El gran problema de toda la humanidad es el pecado ¿Por qué? Porque fue el pecado el que este separo a Adán y Eva de la comunión perfecta con Dios,

Fue a causa del pecado que nuestros primeros padres, cayeron en una situación y condición de rebelión, que los volvió enemigos de Dios

Y fruto de ese pecado, Adán y Eva, y con ellos todos nosotros, quedamos en un estado de iniquidad, nos volvimos enemigos de Dios.

Isaías 59:2  pero vuestras iniquidades han hecho división entre vosotros y vuestro Dios,

y vuestros pecados han hecho ocultar de vosotros su rostro para no oír.

Es el pecado lo que nos ha separado de Dios, y es el señorío de ese pecado en nosotros, lo que crea la ¡ urgente necesidad de ser reconciliados con Dios¡

Porque no hay mérito alguno en el hombre, que le permita ser digno de la bondad de Dios, digno de su gracia y misericordia

Romanos 3:10-12  Como está escrito: No hay justo, ni aun uno;

No hay quien entienda,  No hay quien busque a Dios. 

 Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles; No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno.(B)

¡Necesidad de la Reconciliación¡

Si podemos reconocer nuestro pecado y podemos ver su efecto destructor en nuestra relación con Dios, con nosotros mismos y con nuestro prójimo,

No nos quedará duda alguna de que, necesitamos ser reconciliados con Dios, y que, cuando la gracia divina nos alcance, debemos llevar esa Palabra de reconciliación a otros.

  1. De dónde procede esta reconciliación.

2 Corintios 5:17-18  De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.

Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliación;

Cuando reconocemos que todo comienza con Dios y que todo termina con Dios, no podemos menos, que caer de rodillas y alabar Su Santo Nombre

¡Todo procede de Dios¡ “La Salvación pertenece a Jehová”, es Él quien nos eligió desde antes de la fundación del mundo,

Ha sido Dios quien ha dado un nuevo corazón, a todos los que hemos de creer en Cristo, y así poder oír su voz y creer a su Palabra, !ha sido Dios quien nos ha hecho nuevas criaturas¡

Es Dios quien nos reconcilió con Él mismo, por medio de la muerte santa de Jesucristo, aplicando a nosotros la perfecta justicia del Hijo

Es Dios quien nos llama, transforma y perfecciona hasta llevarnos a ser, cada vez más semejantes a Cristo

  1. La necesidad de la reconciliación en Cristo

La persona que fue capaz de reconciliar al hombre con Dios, es Cristo. Solamente la santidad y justicia perfecta de Cristo, pudo borrar tal enemistad.

2 Corintios 5: 19 que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados,

 y nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación.

Dios decide reconciliar la enemistad del hombre con Dios, por medio de Cristo, el único capaz de efectuar tal reconciliación

Porque la deuda del hombre con Dios es infinita y el hombre por sí mismo no puede pagarla,

Necesidad de la reconciliación,

Pero la justicia divina exige el pago. De manera que el hombre para ser salvo, libre y no ser más, enemigo de Dios, debe pagar,

De modo que el Hijo de Dios se encarna como hombre perfecto, y perfecto en obediencia, y el pecado de su iglesia lo toma sobre sí mismo,

Pagando en la cruz, la deuda del pueblo elegido, satisfaciendo la justicia divina y reconciliando a los hombres con Dios.

  1. ¿De qué manera Dios llevo a cabo la reconciliación?

2 Corintios 5:19-21  que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, …..

Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él.

La única manera de pasar por alto el pecado del hombre, es que otro se haga responsable de él, de manera que mi deuda sea cargada a la cuenta de otro.

Justamente eso es lo que hizo Cristo con su iglesia. Cristo cargó nuestro pecado, Él pagó nuestra deuda, y en Su justicia, somos declarados justos delante de Dios Padre

No debemos olvidar que Dios es Santo y esa santidad lleva a nuestro Dios a ser justo, y si Él es justo, entonces Su ira debe manifestarse hacia el pecador.

Esto significa que el pecado y el pecador, nunca quedan sin castigo.Y el pecado de la iglesia de Cristo también fue castigado para cumplir con la justicia de Dios,

Y fué Cristo mismo quien pagó el pecado de todo aquel que en él ha creído, satisfaciendo la justicia divina, con una muerte santa.

  • La necesidad de la reconciliación en Cristo:

La gran pregunta es ¿Para qué hace Dios todo esto? ¿Por qué Cristo debe pagar por un pueblo pecador?

Dios hace todo eso porque no existe otra forma de hacer que el hombre sea inocente delante de un Dios justo. No existe otra forma de salvar al pueblo elegido de Dios

De manera que la forma de hacer justo a un hombre pecador y enemigo de Dios, es aplicando sobre el pecador la perfecta justicia de Cristo

De suerte tal, que al ser justos en Cristo, entonces podemos ser declarados inocentes delante de Dios y ¡Ya no hay culpa ni acusación¡

Al ser declarados justos, es decir, no culpables, la ira de Dios Padre ya no está sobre nosotros, y podemos acercarnos confiadamente al trono de Gracia

Es la justicia de Cristo la que nos hace salvos y merecedores del cielo, y no nuestras buenas obras como lo establece la doctrina católica

  • La necesidad de la reconciliación para santificación

Cuando somos reconciliados con Dios, entonces somos hechos santos, es decir, somos apartados para Dios

Y cuando pasamos a ser parte de un pueblo santo, pasamos a un proceso de santificación, de perfección y transformación

Pero todo ello no como producto de nuestro esfuerzo o iniciativa, sino por gracia, fruto de la obra perfecta de Cristo en nosotros

Romanos 3:24-25  siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús,

a quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre,

para manifestar su justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados,

Aquí, no hay lugar para la obra humana, sino, solo para la fe que es en Cristo Jesús, una fe que salva y justifica

Romanos 3:27-28  ¿Dónde, pues, está la jactancia? Queda excluida. ¿Por cuál ley? ¿Por la de las obras? No, sino por la ley de la fe.

Concluimos, pues, que el hombre es justificado por fe sin las obras de la ley.

  1. Necesidad de la reconciliación y nuestra responsabilidad

2 Corintios 5:20  Así que, somos embajadores en nombre de Cristo,

como si Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios.

El embajador es un representante, un enviado, que vive en un país extranjero, y nosotros somos embajadores, porque somos ciudadanos del cielo, extranjeros y peregrinos en esta tierra,

Así que, como embajadores de Cristo, estamos llamados a entregar el mensaje que se nos ha encomendado, un mensaje de paz y reconciliación para un mundo ajeno a la Voluntad divina.

Embajadores de Cristo proclamando la fe

¿Cuál es el mensaje que se nos ha dado y que debemos entregar?  Se nos ha encomendado el Evangelio según Cristo, según la Escritura

Somos responsables de llevar al mundo las buenas nuevas de salvación, un mensaje donde Dios llama al vil pecador al arrepentimiento.

Romanos 10:14-17  ¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído?

¿Y cómo oirán sin haber quien les predique? ¿Y cómo predicarán si no fueren enviados?

Como está escrito: ¡Cuán hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas!(E)

…  Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.

Es responsabilidad de todo creyente, anunciar el Evangelio de la paz, de la reconciliación con Dios

  • ¿Cuál es la misión?

¡Somos mandados a reconciliar al hombre con Dios¡

Debemos preguntarnos ¿Hemos sido un instrumento por medio de la cual la gracia de Dios ruega “reconciliaos con Dios”?

Probablemente la respuesta es ¡no¡ o ¡Muy pocas veces¡ ¿Por qué? Porque no hemos comprendido aún la urgente necesidad de la reconciliación

  • ¿Por qué debemos proclamar la necesidad de la reconciliación?

Porque llegará el día de la rendición de cuentas delante del Señor que nos llamó y nos envió a tan hermosa misión.

Rendiremos cuentas de la efectividad con la que utilizamos nuestros dones y talentos, y qué tanto los hicimos producir.

2 Corintios 5:10  Porque es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo,(A)

para que cada uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo.

Si bien es cierto que nuestra salvación no se pierde, pues nunca dejaremos de ser hijos de Dios

También es cierto que el Señor nos llamará para que rindamos cuentas de todo lo que hicimos con todo lo que Él puso en nuestras manos

Si hemos sido elegidos para formar parte del pueblo de Dios, no es para gloria personal o bienestar propio

Si no, para que seamos embajadores del glorioso mensaje de salvación que Cristo ya ha mostrado a nuestra vida.

  • Hemos sido reconciliados para llevar reconciliación

No podemos quedarnos con la gracia recibida, esto sería muy mezquino de parte de un cristiano

Pues Cristo mismo nos ha dado ejemplo de obediencia y entrega, al renunciar a su trono de gloria y venir a morir por su iglesia

2 Corintios 5:11-15  Conociendo, pues, el temor del Señor, persuadimos a los hombres; pero a Dios le es manifiesto lo que somos;

y espero que también lo sea a vuestras conciencias.

Porque el amor de Cristo nos constriñe, pensando esto: que si uno murió por todos, luego todos murieron;

 y por todos murió, para que los que viven, ya no vivan para sí, sino para aquel que murió y resucitó por ellos.

Si así de grande es el amor de Cristo, nosotros teniendo conciencia clara de ello, debemos dejar de vivir para nosotros mismos

Y empezar a vivir para Él, y esta entrega se hace evidente, cuando no callamos!¡ cuando proclamamos la grandeza de su Nombre

Necesidad de la reconciliación y nuestro llamado

Y al ser proclamadores del Evangelio de Paz, llegamos a la obediencia, al cumplimiento de nuestra gran misión, y es de esta obediencia de la que daremos cuentas!¡

Si no lo estamos haciendo ¡empecemos ya¡

Conclusión:

La Necesidad de la reconciliación se hace evidente cuando caemos en la cuenta que somos enemigos de Dios

Que el hombre por sí mismo, no posee capacidad para buscar a Dios, para hacer el bien, para glorificar a su Creador

pero la gracia divina llega a todo aquel que ha de creer, reconciliando lo irreconciliable, y convirtiéndolo en instrumento de reconciliación

estamos llamados a llevar la Palabra de reconciliación a todos aquellos que viven sin Dios y sin esperanza, llamados a proclamar el Evangelio de la paz

¡No nos podemos callar¡