Ejercitemos La Misericordia De Dios, porque si hemos recibido misericordia, debemos aprender a dar misericordia

Sobre todo cuando nos encontramos en medio de una sociedad llena de personas necesitadas, con niños y jóvenes creciendo en condiciones muy difíciles,

Y aun hombres y mujeres maduros viviendo en medio de grandes tragedias familiares; algunos perdieron a sus padres en edades tempranas,

Otros que aún tienen a sus padres pero viven en tal abandono emocional, que es como si no los tuvieran,

De modo que nos encontramos con una humanidad que vive marginada del amor y el apoyo de su familia, con un futuro incierto y una vida sin identidad,

Y es allí donde la iglesia encuentra uno de sus campos de acción más valioso, porque le da la oportunidad de ejercitar la bondad y la misericordia hacia los más necesitados

Pero esa bondad tiene su máxima expresión, cuando podemos llevar a cada una de estas personas, a los pies de Cristo, a experimentar el amor incondicional de Cristo

Porque solamente el Señor puede transformar las vidas, solo Él puede darnos vida nueva, esperanza verdadera y un gozo permanente

Si usted desea profundizar un poco más sobre la misericordia de Dios, por favor visite La Misericordia Del Señor Nos Alcanzó Y Favoreció

Ejercitemos la misericordia de Dios

Como iglesia de Cristo, debemos trabajar en ejercitar la misericordia de Dios a nuestro prójimo, sabiendo que ya hemos experimentado la misericordia divina en nuestra vida.

Y debemos empezar ese ejercicio, haciendo una tarea pastoral con nuestros hijos, familia, amigos y hermanos en Cristo.

Esto significa que debemos aprovechar cada oportunidad que se nos presente para hacer misericordia y con ello, dar testimonio del amor de Cristo a la vida de todos los que en Él creen

Texto de referencia

2 Samuel 9:1-3 Dijo David: ¿Ha quedado alguno de la casa de Saúl, a quien haga yo misericordia por amor de Jonatán? (A)

Y había un siervo de la casa de Saúl, que se llamaba Siba, al cual llamaron para que viniese a David.

Y el rey le dijo: ¿Eres tú Siba? Y él respondió: Tu siervo.

El rey le dijo: ¿No ha quedado nadie de la casa de Saúl, a quien haga yo misericordia de Dios?

Y Siba respondió al rey: Aún ha quedado un hijo de Jonatán, lisiado de los pies. (B)

En esta historia bíblica podemos contemplar dos cuadros que nos hacen reflexionar:

El primer cuadro nos muestra el drama de la tragedia humana y el segundo cuadro nos muestra la maravillosa misericordia de Dios hacia los más necesitados.

  1. El cuadro de la tragedia humana

2 Samuel 4:4 Y Jonatán hijo de Saúl tenía un hijo lisiado de los pies.(A)

Tenía cinco años de edad cuando llegó de Jezreel la noticia de la muerte de Saúl y de Jonatán,

Y su nodriza le tomó y huyó; y mientras iba huyendo apresuradamente, se le cayó el niño y quedó cojo.

Su nombre era Mefi-boset.

Esta triste realidad que vive un pequeño niño de cinco años llamado Mefi-boset, ilustra el cuadro de la tragedia en la vida de muchas personas.

  • Carencia de amor y valoración:

Al igual que Mefi-boset, existen muchas personas que no han conocido el amor incondicional[1], nunca han sido amados ni estimados pero sí, muy abusados.

Y aún, cuando la fuente primaria de amor deben ser nuestros Padres y familia, sabemos que existen muchos Mefi-boset que nunca conocieron el amor de un Padre o una madre,

Tal vez porque esos padres murieron cuando ellos eran niños o porque los abandonaron, o quizás porque nunca les dedicaron tiempo, cuido, protección y afecto.

Y aquellos niños que se encuentran en sus hogares, bajo el cuidado material de unos padres, pero que constantemente escuchan expresiones como:

“¡Si vuelves a hacer eso, no te quiero más!” o “¡Si no dejas de llorar, te voy a dar un castigo para que sepas lo que es el dolor!”

O  “¡No te aguanto cuando te pones así!” o “Si no nos obedeces, te vamos a echar de la casa”.

Todas estas expresiones y muchas otras más, no son más que heridas al alma de niños y jóvenes que pronto crecerán con amargura, resentimiento y mucha inseguridad

  • Falta de sentido de Pertenencia[2]

Son muchos los niños y jóvenes que solo reciben rechazo, que sienten que no hay lugar para ellos en el mundo, sienten que no pertenecen a ningún lugar

De modo que van creciendo con el sentimiento de “haber hecho algo malo” para que nadie les ame y les acepte

2 Samuel 4:4… y su nodriza le tomó y huyó;…

La nodriza de Mefi-boset vivió huyendo, escondiendo al niño por temor a que le mataran por ser hijo de un rey que había sido muerto

Y esa experiencia que vivió el hijo de Jonatán, siendo aún muy pequeño como para entender su realidad, le llevo a vivir una vida sin identidad.

Pero este niño de la biblia no dista mucho de la realidad que viven una gran cantidad de niños y jóvenes de nuestra sociedad

Que aún teniendo una familia, no se siente parte de ella, ni siquiera del núcleo íntimo de su propia familia, lo que les hace sufrir intensamente.

Y es así como, el sentimiento de rechazo se apodera de sus almas, considerándose huérfanos y sin tener un lugar en el mundo

Estos niños sienten gran confusión emocional en su vida, sienten que no pertenecen, y además, muchas veces sospechan que han hecho algo para merecer ese rechazo.

  • Falta de aceptación[3]

2 Samuel 4:4…se le cayó el niño y quedó cojo

Toda persona anhela sentirse aceptada por lo que es, sin importar su apariencia física y sus capacidades limitadas.

Sin embargo, muchos de nosotros vivimos toda nuestra vida creyendo que si otros nos conocieran como realmente somos ¡Nadie nos aceptaría¡

Pero este terror a ser descubiertos, a ser vistos tal como somos, es en realidad un rechazo a nosotros mismos y que tuvo su comienzo temprano en nuestra vida.

Muchas veces, esa falta de aceptación a nosotros mismos, tiene que ver con nuestro aspecto físico, probablemente porque hemos sido objetos de de burla.

Es así como muchos de nosotros, ya adultos, recordamos con dolor haber oído de niños frases que recalcaban alguno de nuestros defectos físicos como:

“¡No queremos a gordos!”;  “¿Por qué eres tan narizón?”; o “que dientes tan feos, orejas de burro, enano”, etc. Etc. Etc.

Y de manera especial, es el niño discapacitado físicamente el que más sufre la discriminación y la burla,

De modo que todo ese ataque constante se termina traduciendo en un auto-rechazo, volviéndonos incapaces de aceptarnos a nosotros mismos, tal como somos.

Y todo ello, sumado al abuso físico, emocional, verbal o sexual, que nos convierte en víctimas y nos lleva a luchar con una sensación permanente de rechazo.

  • Logros[4] “Lo intento y todo me sale mal”

Todos queremos sentir que somos capaces, que podemos lograr algo en la vida y hacer una diferencia notable.

Y todo tenemos diferentes capacidades y diferentes oportunidades para desarrollarlas, pero no siempre se nos reconoce ni se nos permite vivirlas

Es entonces cuando terminamos creyendo que somos inútiles, que nunca podremos lograr algo con éxito porque hemos creído que “todo me sale mal”.

Por tanto, se nos hace imposible tener una identidad positiva de nosotros mismos, sentirnos valorados por los que nos rodean y desarrollar nuestras propias capacidades

Y toda esta triste realidad descrita a detalle, no es más que una concientización que la iglesia debe hacer para moverse a la acción

Porque sí es posible contrarrestar la influencia de un mundo que ignora y maltrata tanto a la niñez, que destruye el alma humana

Pero para ello, es necesario que como creyentes entendamos nuestro ministerio como una tarea pastoral hacia los más necesitados

Comenzando en nuestra propia casa, con nuestros hijos y seres amados, de modo que caminemos juntos hacia la edificación de vidas

  1. Ejercitemos la misericordia de Dios

Si nos quedamos contemplando solamente el cuadro de la tragedia humana, pensaremos que la vida no tiene sentido ni propósito

Entonces, es necesario que pasemos a contemplar el cuadro de la gracia, como el Dios soberano que gobierna sobre todo lo Creado ¡Nos alcanza¡

  • Ejercitemos la misericordia de Dios dando Amor incondicional

2 Samuel 9:1  Dijo David: ¿Ha quedado alguno de la casa de Saúl,

a quien haga yo misericordia por amor de Jonatán? (A)

La misericordia es la disposición a compadecerse de los sufrimientos y miserias ajenas.

Y se manifiesta en amabilidad, asistencia al necesitado, especialmente en el perdón y la reconciliación.

En ese sentido, la misericordia es más que un sentimiento de simpatía, y no es simple lastima, sino que es una práctica, una acción comprometida.

Y en el cristianismo esa acción misericordiosa es uno de los principales atributos divinos que nos permiten gozar de nuestro estatus de “hijos de Dios”

Por tanto, el término misericordia, tiene una mezcla de compasión y gracia de Dios, porque consiste en recibir aquello que no merecemos

Y donde el amor, y la capacidad de ponerse en el sufrimiento de la otra persona, es la esencia misma de la misericordia

La misericordia de Dios es compasión

Es por ello que la misericordia es una palabra que refleja fielmente el amor incondicional que debemos sentir como cristiano, hacia los demás,

Y de manera especial, la misericordia en forma de amor incondicional, debe expresarse  hacia aquellos más desfavorecidos,

La pregunta es ¿Cómo lo hacemos?

  • Ejercitemos la misericordia de Dios imitándole a Él

Dios mostro y sigue mostrando su misericordia hacia nosotros, de modo que podemos ser instrumentos de misericordia para otros.

Tito 3:5 nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho,

Sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo,

Dios tuvo misericordia de nosotros no porque lo mereciéramos, porque hubiera obra buena en nosotros o tuviéramos “obras de justicia”

Sino simplemente, porque Dios nos amó desde antes de la fundación del mundo, no habíamos hecho bien ni mal, y la bondad de Dios ya nos había alcanzado

Hebreos 4:15 Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades,

Sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado.

De manera maravillosa, contamos con un Jesucristo en el cielo, que intercede por nosotros, que cuida de nuestras necesidades

¿Por qué? Porque Cristo se hizo hombre, camino entre nosotros, conoció nuestras luchas y se compadece de nuestras debilidades

Hebreos 4:16 Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.

Entonces, gracias a la obra de amor incondicional y misericordia inmerecida de Cristo, ahora podemos acercarnos confiadamente al Padre

Y recibir la ayuda que necesitamos, el oportuno socorro en nuestras batallas. Podemos gozar de la misericordia compasiva de Dios

Por tanto, no podemos quedarnos con la bendición y atesorarla de manera egoísta solo para nuestro bien

Sino que debemos dar a conocer cuán grande obra de amor de Cristo hacia todos aquellos que le conocen y se someten a su Señorío.

No olvidemos que Cristo es el mayor misionero que existe, y nosotros debemos imitarle, llevando su glorioso Evangelio a todos los que viven sin esperanza.

  • Ejercitemos la misericordia de Dios porque es nuestra responsabilidad cristiana

2 Samuel 9:1 Dijo David: ¿Ha quedado alguno de la casa de Saúl,

a quien haga yo misericordia por amor de Jonatán? (A)

Según el texto bíblico, es David quien toma la iniciativa para mostrar y ejemplificar la bondad de Dios por los más necesitados.

Y es de esa manera que lo hace nuestro Dios, siempre es Él quien toma la iniciativa al buscarnos y rescatarnos de tanta miseria humana

2 Samuel 9:3 El rey le dijo: ¿No ha quedado nadie de la casa de Saúl, a quien haga yo misericordia de Dios?

Y Siba respondió al rey: Aún ha quedado un hijo de Jonatán, lisiado de los pies. (B)

La expresión de David al decir “a quien haga yo” nos deja ver el deseo ferviente, la profunda necesidad que el rey tiene de hacer realidad el ejercicio de esa misericordia

¿Por qué? Porque David reconoce la grande misericordia de Dios para él, de modo que hay una necesidad de extender esa misericordia a otros.

  • Ejercitemos la misericordia de Dios en todos sus aspectos

Debemos saber que el ejercicio de la misericordia demanda, de parte nuestra, un amor incondicional a los más necesitados, sin importar su origen o relaciones.

Porque no olvidemos que Jonatán era hijo del rey Saúl, quien busco hacer daño a David y le mantuvo huyendo por mucho tiempo

De modo entonces, que ejercitar la misericordia involucra también el perdón, porque vemos que David hace alusión a “La casa de Saúl”

Es decir, que al buscar hacer misericordia, David no hace memoria de la persona de Jonatán, quien fue su fiel amigo, sino ¡De la casa de Saúl¡

Por tanto, no podemos movernos a misericordia, si antes no hemos limpiado nuestro corazón de todo resentimiento y rechazo a los que nos han dañado.

Pero además, cuando decidimos, en la bondad de Dios, ejercitar la misericordia recibida, debemos saber que No importa la condición en la que nuestro prójimo se encuentre

Pues en este caso, la misericordia del rey David alcanza a un lisiado, que es justamente la condición en la que nos encontró Jesucristo a nosotros.

Es así como podemos concluir que  la misericordia no es otra cosa que la compasión de Dios unida a la acción de Dios,

Y que la iglesia, sal y luz en este mundo corrompido, debe también unir la compasión y la acción para alcanzar a los más desvalidos.

¡Movámonos a la acción¡ salgamos de la comodidad y sigamos el ejemplo de Cristo.

  • Ejercitemos la misericordia de Dios como buenos samaritanos.

Lucas 10:33-34 Pero un samaritano, que iba de camino, vino cerca de él, y viéndole, fue movido a misericordia;

Y acercándose, vendó sus heridas, echándoles aceite y vino; y poniéndole en su cabalgadura, lo llevó al mesón, y cuidó de él.

Este buen samaritano fue “movido a misericordia”, esto significa que este hombre  fue movido desde las entrañas, a hacer algo por el desvalido

Expresó un anhelo profundo que le llevo a la acción: vendó sus heridas, invirtió recursos y cuido del hombre herido

En ese sentido, la misericordia no es un simple sentimiento, sino que esté es acompañado de una acción que involucra previsión y provisión.

Lucas 10:32 Asimismo un levita, llegando cerca de aquel lugar, y viéndole, pasó de largo.

Tengamos cuidado de no caer en una falsa religiosidad, que nos esforcemos por demostrar una apariencia de piedad,

Pero al momento de poner en acción nuestro testimonio de fe, dejemos ver un corazón endurecido, insensible y ajeno a la realidad de nuestro prójimo.

  • Ejercitemos la misericordia de Dios porque es un mandato

Ser misericordioso es un mandamiento y no una opción que podamos considerar o no. El apóstol Pablo nos lo recuerda

Efesios 4:32 Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros,

Como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo. (I)

Al ser beneficiarios de la misericordia divina, también somos mandados a dar misericordia,

Y el ser misericordiosos unos con otros implica tanto, el amor incondicional  como el perdón.

Sin olvidar que tenemos un modelo perfecto de amor y perdón en Cristo Jesús.

  1. Ejercitemos la misericordia de Dios y seamos instrumentos de bendición.

2 Samuel 9:7 Y le dijo David:

No tengas temor, porque yo a la verdad haré contigo misericordia por amor de Jonatán tu padre,

Y te devolveré todas las tierras de Saúl tu padre; y tú comerás siempre a mi mesa.

Mefibo-set fue traído delante del rey David, lo que le pudo causar mucho temor pensando que era buscado para matarle por pertenecer a un linaje desdichado

Lo mismo que le puede suceder a cualquiera de nosotros que haya vivido una niñez y juventud trágica,

Y que ahora seamos llevados delante del Rey de reyes, pensando que seremos juzgados y condenados, porque el mundo ya lo hizo así

Pero al igual que Mefi-boset, delante del Rey, en lugar de castigo recibimos misericordia

De modo que Mefi-boset no solo recibió las tierras que pertenecían a su abuelo Saúl. Sino que además David le tomó para que comiera a su mesa. Tal es el amor leal de pacto.[5]

Entonces, cada creyente debe aprender de David, y ser un testimonio fiel del amor incondicional de Cristo, que nos perdona todos nuestros pecados,

Y no solo eso, sino que también nos toma y nos sienta a la mesa, haciéndonos formar parte de una hermosa familia espiritual, devolviéndonos el sentido de pertenencia.

  • La misericordia de Dios nos lleva a ser parte de su familia.

Efesios 1:5 en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo,

Según el puro afecto de su voluntad,

En la pura gracia divina llegamos a ser hijos de Dios, acercándonos a Él como un hijo se acerca a un Padre

Y no porque haya algo bueno en nosotros, digno de justicia o aprobación, sino por “el puro afecto de su Voluntad”

Efesios 1:4 según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él,

No solo llegamos a ser hijos de Dios por la pura misericordia divina, sino también, somos conducidos a una vida nueva, una vida transformada

¿Cómo? Por el infinito amor de Cristo, que desde antes de la fundación del mundo fuimos predestinados a ser “santos y sin mancha”

De modo que el pecado, el mundo e incluso la muerte misma, ya no tienen potestad sobre nuestra vida,

Sino que nuestra vida nueva le pertenece a Cristo, quien nos reviste del poder del Espíritu Santo, para luchar las batallas de la fe.

  • En la misericordia de Dios recibimos Aceptación[6]

2 Samuel 9:8 Y él inclinándose, dijo:

¿Quién es tu siervo, para que mires a un perro muerto como yo?

Por la crueldad con la que el mundo nos ha tratado, probablemente nosotros podremos considerarnos a nosotros mismos como “un perro muerto”

Pero cuando Cristo nos atrae a su hermosa presencia ¡Toda nuestra percepción cambia¡ pues empezamos a ser tratados como “uno de los hijos del Rey”

2 Samuel 9:11 Y respondió Siba al rey: Conforme a todo lo que ha mandado mi señor el rey a su siervo, así lo hará tu siervo.

Mefi-boset, dijo el rey, comerá a mi mesa, como uno de los hijos del rey.

Es así, como la vergüenza, el dolor y el abandono que ha perseguido a Mefi-boset desde su niñez es dejada atrás,

Para vivir el día más glorioso: el día de su aceptación, “como uno de los hijos del rey

Ejercitemos la misericordia de Dios

Y esta es la maravillosa experiencia que todos los incrédulos vivimos en el momento que pasamos a ser parte de la gloriosa familia de Dios

Por tanto, es en Cristo que Dios nos ha aceptado como sus hijos, invistiéndonos de un honor especial y dándonos una posición muy favorecida ¡hijos del Rey¡

  • La misericordia de Dios nos lleva a alcanzar grandes logros

Dios restaura la vida de Mesfi-boset, y le sacia de manera tal, que ya no tiene nada más por qué clamar al rey

2 Samuel 19:28 Porque toda la casa de mi padre era digna de muerte delante de mi señor el rey, y tú pusiste a tu siervo entre los convidados a tu mesa.

¿Qué derecho, pues, tengo aún para clamar más al rey?

Todos éramos merecedores de muerte delante de Dios, transgresores de la Ley, destituidos de su gloria, incapaces de hacer lo bueno

Pero la misericordia divina nos alcanzo ¡Sin merecerlo¡ y nos lleno de honor, haciéndonos pasar de la desgracia a la gracia inmerecida.

Y de manera maravillosa, el infinito amor de Cristo nos hace pasar de la inutilidad a la utilidad, y todo para la gloria de Dios.

Conclusión:

Ejercitemos la misericordia de Dios, porque testimonio nos ha dejado la Escritura de la urgente necesidad que se impone a la iglesia, expresar el amor al prójimo

Y así como, las acciones de David son la viva imagen de la gracia de Dios a los pecadores.

Así mismo la iglesia debe ser el reflejo del amor de Cristo por los más desvalidos, por los que viven sin esperanza ni propósito

Tengamos en cuenta que, al igual que David fue bondadoso a Mefi-bóset por causa de Jonathan, también Dios es generoso con los creyentes por causa de Cristo.

En otras palabras, todas las misericordias de benevolencia y cuidado que Dios nos concede se nos dan, no porque merezcamos Su favor ¡Nosotros no lo merecemos¡

Pero a causa del amor de Dios y porque pertenecemos a Cristo por la fe, somos los receptores de las bendiciones divinas, gozando de misericordia día a día

Eso es lo que debe mover a todo creyente, a ser instrumento de misericordia divina, amando incondicionalmente y perdonando siempre

 

[1]Mas que maestros, Betty Constance, Capítulo 10 El niño y su autoestima.

[2] Ibi

[3] Ibi

[4] Ibo

[5]Comentario Bíblico Mundo Hispano, Libro 2 Samuel 9.

[6] Ibi