El Legado De Una Madre Cristiana Victoriosa siempre será una hermosa herencia para la sociedad, pero de manera enfática, una hermosa herencia para el Señor

Introducción.

Hoy en día el concepto de maternidad y el papel de madre se han visto seriamente distorsionado por la vida moderna.La madre victoriosa es aquella que tiene un gran trabajo, y le lleva a sus hijos más de lo que necesitan, pero no se ocupa de ellos, de su formación cristiana,

Pero la maternidad bíblica es primero engendrar hijos para la gloria de Dios y educarlos para que amen y sigan a Dios en su vida, y asegurarse que cuando ellas ya no estén sus hijos no se apartaran del camino de Dios, En dar estos frutos consiste el verdadero legado que una madre puede dejar a un hijo, a la sociedad completa.

2 Timoteo 1:5  trayendo a la memoria la fe no fingida que hay en ti, la cual habitó primero en tu abuela Loida, y en tu madre(B) Eunice, y estoy seguro que en ti también.

(NVI 1984)  Traigo a la memoria tu fe sincera,  la cual animó primero a tu abuela Loida y a tu madre Eunice,  y ahora te anima a ti.  De eso estoy convencido.

El legado de una madre cristiana victoriosa:

Es el fruto visible de su trabajo en su familia, en sus hijos, que deja un testimonio que nunca se olvida, y que sirve de motivación para las nuevas generaciones.

  • El legado de una madre cristiana se recuerda y siempre anima.

Traigo a la memoria tu fe sincera,  la cual animó primero a tu abuela Loida y a tu madre Eunice,  y ahora te anima a ti. 

La abuela y la madre ya no estaban, pero el recuerdo de su testimonio seguía animando a Timoteo y a Pablo al traer a memoria este recuerdo.

El texto dice que en ella “habito la fe” (oikéo) ocupar una casa, i.e. residir (figurativamente habitar, permanecer, quedarse).

La fe residía en ellas, había hecho morada en ellas, vivía en ellas y ellas vivían por fe, nunca se avergonzaron del evangelio, ni negaron su fe, tal como dice la Escritura

Romanos 1:16-17  Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al griego. Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá.(B)

El evangelio es poder de Dios para salvación, y nuestros hijos no nacieron siendo salvos, no nacieron con fe, nacieron con la naturaleza adámica y por lo tanto hay una urgente necesidad de comunicarles el evangelio,

De acercarlos a Cristo, por medio de la Palabra y del testimonio de una vida transformada, una vida victoriosa que no cede ante los embates de la vida, ante las presiones del mundo.

Hay ocasiones en que estarás enfermo, y parecerá que Dios no está contigo, y vivirás señalamientos de los que te ven, pero aún así no te avergüences del evangelio.

Hay otras ocasiones en que estarás en dificultades económicas o de muchos tipos, pero aún en ellas, no te avergüences del evangelio.

La fe en Dios, el creer en Dios, el creerle a Dios, la convicción en la Palabra, fue el testimonio de estas mujeres, y fue el legado que dejaron

Los tiempos en que ellas vivieron eran tiempos gloriosos pero extremadamente difíciles, las persecuciones y martirios contra los cristianos eran frecuentes, pero su fe las hizo permanecer

Y ustedes madres que buscan cada día la presencia del Señor, están siendo un buen legado para sus hijos, al mostrar el amor a Dios por medio de la perseverancia, el servicio a la obra y el no dejar de congregarse como algunas y algunos tienen por costumbre.

  • El legado de una madre cristiana victoriosa es la fe que anima,

Y es una fe que tiene que ser transmitida de generación en generación.

Reflexionemos ¿Dónde comienza la gran comisión?

Hechos 1:8 pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.(D)

Mateo 28:20 enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.

  1. Hay una enseñanza a ser transmitida “el evangelio”,

Hay una tarea que llevar a cabo “hacer discípulos”, y esa comienza en la casa. Se nos ha hecho un depósito en nuestra vida “el evangelio” y este tenemos que invertirlo en la vida de nuestros hijos para que cobre vida en ellos y gane intereses “una vida abundante

2 Timoteo 1:13-14  Retén la forma de las sanas palabras que de mí oíste, en la fe y amor que es en Cristo Jesús. Guarda el buen depósito por el Espíritu Santo que mora en nosotros.

2. Debe aprovecharse cada oportunidad para hablar de Dios y su compasión hacia nosotros.

Dar testimonio a nuestros hijos de quién es Dios, de cómo debemos amarle y obedecerle, de manera que ellos le conozcan y el temor reverente inunde sus corazones

Deuteronomio 6:6-9  Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón;  y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes.

Y las atarás como una señal en tu mano, y estarán como frontales entre tus ojos; y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus puertas.(C)

De este texto podemos identificar de qué manera una madre cristiana dejara un legado de amor a Dios en sus hijos:

a. Hay que aprender a escuchar para enseñar a nuestros hijos a escuchar.

Oír “shama” es oír inteligentemente, Básicamente este verbo significa «escuchar» con los oídos.

Hoy y siempre ha habido muchas voces que se oponen a que escuchemos la vos de Dios, las voces del mundo muy atractivas, la incredulidad fomentada por satanas sumado a nuestra propia rebeldía.

b. Hay que aprender a “amarpara poder enseñar a amar,

Alguien podría decir “nunca me enseñaron a amar, a dar un brazo, a dar un beso, a decir te amo” pero Dios no solo nos lo ha dicho sino que también ha  mostrado por medio del sacrificio de su Hijo en sustituto nuestro,

Y entender que hay un amor mucho más grande que todos los amores lícitos de este mundo y es el “Amor de Dios” necesario para tener vida y vida abundante, en la medida en que les enseñemos a amar a Dios en esa medida serán obedientes.

c. Y las repetirás a tus hijos y hablaras de ellas:

La repetición es un método de enseñanza, aproveche cada oportunidad para hablar de las maravillas de Dios sobre su vida, de como  Dios ha tenido misericordia de usted al haberle dado una vida nueva,

Cuente a sus hijos,  un poco como era su vida, las luchas que tuvo cuando era adolescente, de algunas “metidas de pata” y de como Dios le transformo su vida, Sincerarse y a la vez mostrar nuestra vulnerabilidad,

De lo contrario los hijos pensaran que papa y mama nacieron santos, y nunca se han equivocado y pensaran que nunca llegaran a ser como ellos, o dirán “lo que dice es bien distinto de lo que hace”

d. Hay que enseñarles a leer,

A comprender y meditar en la lectura de la Palabra. La deuda grande y que se hará cada día más grande es que la congregación no lee, no interpreta, no reflexiona y esto es peligroso,

Entonces el hogar es una buena oportunidad para comenzar a hacerlo, tener el versículo de la semana, y escribirlo y meditar juntos en ello, comencemos por alli.

Aprender es siempre un proceso. Se está realizando todo el tiempo. Cada momento que usted vive, aprende y mientras aprende, vive. Deje de aprender hoy, y dejará de vivir mañana.

e. Esto les llevara a aprender a confiar en Dios.

Salmo 78:7-8  A fin de que pongan en Dios su confianza, Y no se olviden de las obras de Dios; Que guarden sus mandamientos, Y no sean como sus padres, Generación contumaz y rebelde; Generación que no dispuso su corazón, Ni fue fiel para con Dios su espíritu.

f. Hay que enseñar a nuestros hijos a involucrarse en la obediencia y en el servicio.

Juan 14:15 Si me amáis, guardad mis mandamientos.

Como dice Howard Hendriksen en su libro “Enseñando para cambiar vidas” Los jóvenes cristianos conocen la fraseología de la vida cristiana pero no la están experimentando. Cuando se les evalúa en las áreas de valores, moral y conducta indican una similitud sorprendente entre muchachos cristianos y no cristianos.

La única gran diferencia es la verbal. Los cristianos responden «no» cuando les preguntan si mentirían o harían trampas o robarían o se acostarían con alguien,

Mientras que los muchachos no cristianos dicen: «Claro que sí, si es para mí beneficio». Pero en el nivel actual de conducta, en esencia no hay diferencia.

g. Hay una herencia que debemos dejar.

Salmo 127:3  He aquí, herencia de Jehová son los hijos; Cosa de estima el fruto del vientre.

La pregunta es ¿de qué herencia está hablando el salmista? y segundo ¿Qué herencia estamos dejando a Jehová?

Sera únicamente de una herencia material, dejar casas, carros, propiedades, cuentas bancarias, o deudas, o será, algo mayor que eso,

La respuesta a esta primera pregunta está en hacernos otra pregunta ¿Estoy formando en mis hijos el carácter de siervos de Dios? O ¿estoy solo formando hijos que sean grandes en el mundo y para el mundo?,

¿Estoy dedicando todas mis energías, mis recursos todo cuanto puedo para formar en ellos grandes profesionales, pero nada de siervos, ni compromiso con la iglesia, porque hay cosas más importantes y eso será después?

La herencia que estamos dejando ¿Glorifica o no glorifica a Dios? Porque hay herencias que son de bendición y hay otras que generan divisiones, odio, muerte.

  • El legado de una madre cristiana se ve en el carácter cristiano de los hijos

Nunca ha sido fácil ser madre, pero no es una tarea imposible, y entre sus muchas responsabilidades se encuentra la demanda de formar el carácter cristiano en nuestros hijos.

Hechos 16:1-3 Después llegó a Derbe y a Listra; y he aquí, había allí cierto discípulo llamado Timoteo, hijo de una mujer judía creyente, pero de padre griego; y daban buen testimonio de él los hermanos que estaban en Listra y en Iconio.

Quiso Pablo que éste fuese con él; y tomándole, le circuncidó por causa de los judíos que había en aquellos lugares; porque todos sabían que su padre era griego.

El papá de Timoteo era griego, en otras palabras pagano; Eunice era judía, y cristiana, el ambiente no era el más propicio para criar a su hijo en la fe cristiana,

Probablemente en nuestros días esa diferencia de creencias conllevaría las siguientes situaciones:

La mama quería llevarlo a la iglesia pero el papá al estadio, ella quería llevarlo al discipulado pero él quería llevarlo al cine, ella quería que su hijo fuera decente pero su papá quería que fuera indecente, uno luz y el otro tinieblas,

Entonces parece que la cosa esta difícil, pero también los hijos aprenden de lo que ven y pueden ser influenciados por el buen testimonio cristiano, reflexionemos en los siguientes versículos.

Juan 1:5  La luz en las tinieblas resplandece, y las tinieblas no prevalecieron contra ella.

Mateo 5:13-14Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal se desvaneciere, ¿con qué será salada? No sirve más para nada, sino para ser echada fuera y hollada por los hombres.(H) Vosotros sois la luz del mundo;(I) una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder.

1 Corintios 7:13-14  Y si una mujer tiene marido que no sea creyente, y él consiente en vivir con ella, no lo abandone. Porque el marido incrédulo es santificado en la mujer, y la mujer incrédula en el marido; pues de otra manera vuestros hijos serían inmundos, mientras que ahora son santos.

La palabra “Santificar” significa hacer una persona o cosa lo opuesto a común (koinos).

El que de los dos es cristiano debe santificar al que no lo es. No es al revés, que el inconverso va a afectar la santidad del creyente.

Que ellos vean en usted la maravillosa obra de Cristo, el amor cristiano, el gozo de la vida santificada y la compasión hacia ellos.

Que sea el testimonio cristiano el que permita que sus padres, hijos, cónyuge, hermanos y hermanas se enteren de su fe en Jesús, y asegúrese de que ellos vean en usted el amor, la ayuda y el gozo de Cristo.

Proclame la Palabra, ore, y espere en Dios, su misericordia siempre le ha ayudado y seguirá ayudando, de manera especial a esas madres que luchan en matrimonios opuestos a la fe cristiana.

Conclusión:

El legado de una madre cristiana siempre se verá en los frutos que deje una vez ella falte. Será un legado que lleve a recordarla siempre y que anime a las nuevas generaciones para seguir sus pasos.

Será un legado que comenzará en casa, donde se harán discípulos y donde se depositará el evangelio de Cristo en el corazón de ellos, se les enseñara a amar, obedecer y servir al Señor. Formará a los hijos e hijas en el temor de Dios.

El legado de una madre cristiana se verá en la formación de grandes intelectuales, profesionales que serán de provecho para la sociedad, pero de manera especial, de grandes siervos entregados a la obra del Señor para la expansión del reino de los cielos.