Hedonismo: El fin supremo de la vida es la búsqueda del placer. Todo el propósito de la existencia del hombre se centra en deleitarse a sí mismo, en concederse todo aquello que le genera placer sin considerar consecuencia alguna.

Texto de referencia:

1 Corintios 15:32  Si como hombre batallé en Efeso contra fieras, ¿qué me aprovecha?

Si los muertos no resucitan, comamos y bebamos, porque mañana moriremos.(I)

Hoy en día, el hombre postmoderno ha reconocido que no puede cambiar el mundo; ya lo intentó, y fracasó;  por ello ha se ha rendido y ha optado por tomar otro camino: por disfrutar de él, viviendo plenamente el momento presente.

De esta manera ha surgido una sociedad hedonista cuyo fin supremo es la búsqueda del placer. O al menos evitar al máximo cualquier tipo de dolor, bien sea este  físico, psicológico o moral.

Frases relacionadas con el hedonismo las escuchamos a menudo, y todas tienen como denominador común el deleite, el gozo momentáneo:

  • Gocemos de la vida:

Gocemos de las cosas buenas de la vida ahora, pues pronto se acabarán.

  • Gocemos la juventud:

Goce ahora que esta joven, porque después de esta vida no hay otra.

  • Gocemos el momento:

Es el aquí y el ahora lo que importa, lo que viene es secundario .

  1. El hedonismo: la búsqueda del placer en los jóvenes

La filosofía de los jóvenes de hoy es vivir el momento. El joven actual ya no planifica su futuro, ya no piensa en lo que hay más allá de sí mismo, y su mente se centra en expresiones como:

  • Nada posee valor:

“Nada importa, sólo hay que pasarla bien”; no es necesario pensar en otra persona, ni en otro tiempo. Todo está en el ahora, en el ya

  • No existe el sufrimiento:

“Nada  me duele, nada me afecta”, todo puede suceder y el joven se encuentra ajeno a ello. Por todos los medio evade el dolor pensando que el sufrimiento no produce ningún beneficio.

  • Solo importa la felicidad:

El propósito es ser felices, y no interesa a que costo. Si ser feliz implica el sufrimiento de otro, no importa.  Si para serlo implica utilizar a otros y luego desecharlos, no importa. Con tal que logres tu propia felicidad.

  • No existe el mañana

Lo que vale es el “aquí y ahora” lo que me divierte, el placer que se produce enseguida,  sin espera ni atraso, prometiendo una sensación positiva, trascendente para ese momento único.

  • Solo importa lo perecedero:

La ropa, el tiempo libre, el vehículo, el pasarla bien ahora. Todo se gestiona de manera tal que lo vivido reciba “el sello de la aventura”, que todo sea bello a mis propios ojos y provoque sensaciones agradables.

Preguntas para reflexionar.

¿Qué piensas de esta filosofía de vivir bien aquí y ahora sin importar el mañana y sus consecuencias?

¿Sera este un estilo de vida atractivo para muchos?

¿A cuántos les encanta la aventura?

La filosofía que proclama el Hedonismo es la ausencia de dolor, pero ¿será que el estilo de vida libertino no produce dolor emocional, físico?

Para considerar:

Cada respuesta que demos a cada pregunta hecha nos debe llevar a incursionar de manera profunda y sincera en nuestros corazones, de manera que podamos ver el engaño de esta mentira del placer sin límites.

¡No existe tal nivel de placer¡ en un mundo caído y perverso, contaminado y engañoso, el placer muy pronto se convertirá en un profundo dolor, en una vida sin sentido y sin propósito, en una vida vacía, triste y con mucha soledad.

  1. El hedonismo: la búsqueda del placer ¿Qué dice Dios?

Dios en su Palabra anticipaba estos tiempos, y en encontramos que la realidad del ser humano nunca ha sido desconocida para Él:

2 Timoteo 3:2-4  Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, sin afecto natural,

Implacables, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno, traidores, impetuosos, infatuados, amadores de los deleites más que de Dios,

Amadores de sí mismos” Es  decir hombres egoístas, centrados en sí mismos y “amadores de los deleites” de manera que la Palabra describe justo lo que hoy estamos viviendo.

Tanto llega el ser humano a centrarse en sí mismo, que podemos apreciar una tendencia en su comportamiento, independientemente de la sociedad en que viva:

  • Al facilismo,
  • A la comodidad,
  • A la ley del menor esfuerzo:
  • A tratar de ganar plata fácil,
  • A lograr metas a muy corto plazo,
  • Hacer dietas milagrosas o utilizar objetos que adelgazan mágicamente,
  • Recurrir a comidas instantáneas o a artefactos eléctricos que hacen todo velozmente.

Todo debe ser rápido, instantáneo, mágico. Muchos se desconectan del entorno con sus Discman, iPods, y MP3 Players; miman sus senos desnudos al sol, se drogan o se entregan a diversos estímulos placenteros.

Preguntas a reflexionar.

¿De la lista que Pablo da en 2 Timoteo 3:2-4, crees que son aplicables hoy en día?

¿Cómo podemos vencer el egoísmo?

¿Cómo pueden los deleites convertirse en un ídolo?

¿Hay algún deleite en tu vida que está ocupando el lugar de Dios?

¿Te amas tanto a ti mismo, que te has olvidado del primer y segundo gran mandamiento, el amor a Dios y a tu prójimo?

¿Qué problema hay en que me ame más a mí mismo que a los demás?

La respuesta a estas preguntas nos ha de llevar a una conclusión hermosa: amarse a sí mismo de la manera equivocada produce tanto dolor y destrucción, que deja de ser amor.

Para considerar:

Esa búsqueda insaciable de placer donde mi Yo se engrandece, se envanece y se ubica en el centro de toda la vida, termina alejándonos de Dios, destruyendo nuestra relación con los demás, y dejándonos una vida vacía y sin sentido.

Termina destruyéndonos a nosotros mismos sumergiéndonos en una vida depresiva, llena de soledad y frío. Una vida llena de carencias más que de placer sin límites!

  1. El hedonismo: la búsqueda del placer y el amor romántico.

Basado en este hedonismo la imagen de amor que se vende en los medios de comunicación es la de:

  • Amor apasionado:

Un amor romántico «rápido», apasionado, pero fácil. Intenso y a la vez poco duradero. Nos ofrece la idea de un amor pasajero que llena todo nuestro vacío dándonos esa vida que tanto buscamos.

  • Amor sensual:

Nos refiere a un amor estrictamente asociado a la relación genital. Un amor centrado en sexo puro, sin nexo alguno, sin compromiso, sin demanda ni comunión alguna.

Y nos pareciera que esa pasión sexual es toda suficiente para procurarnos la felicidad momentánea que tanto buscamos.

  • Amor momentáneo:

Es un amor «desechable», el amor de «usar y tirar» con la simple meta del placer. Un amor no requiere conocernos ni estrechar lazos. Solamente procurarnos un poco de placer momentáneo. Luego vendrá el próximo!

Este tipo de publicidad engañosa afecta especialmente a los adolescentes, debido al despertar sexual que se da por la pubertad que cada vez es más precoz,  sumado a la fuerte presión que ejercen el grupo de amigos en este período.

Preguntas para reflexionar:

¿Cuántas definiciones de amor conoces hoy en día?

¿La relación de pareja se fundamenta en el amor que todo lo da, que todo lo sufre, que no espera nada a cambio o en la frase “si me amas yo te amo” o en el amor egoísta de “te necesito para que me ames?

¿Crees que es válida la actitud de que si ya no siento placer contigo ya no tiene sentido que sigamos juntos?

¿Cómo reaccionarias al concepto de “usar y tirar” si tu fueras el usado y desechado?

Cada una de estas preguntas conlleva un poco de dolor al contestarlas, porque responder a ellas implica vernos a nosotros mismos en nuestras relaciones rotas producto de haber vivido bajo esa filosofía.

Para considerar:

Habrá muchos jóvenes que a sus escasos trece o catorce años ya vivieron más que un adulto de treinta, en ese carrusel del “amor libre”, de “sexo sin compromiso”, de un “déjate llevar por el momento” y han experimentado una cuota de dolor indescriptible.

Han experimentado el “me usaron y me tiraron” y ahora se encuentran luchando con su propia estima, tratando de encontrar su propio valor personal, sintiendo que existe razón alguna para que alguien les ame  y les valore por lo que ellos son.

De igual forma se encontraran muchos en la posición de “use y tire” y ahora se encontraran llenos de vacíos y un sin sentido de la vida que les hace caer en un abismo profundo que no tiene fin. Y luego de mucho “usar y tirar” se encontraran solos y sin valor.

  1. El hedonismo: la búsqueda del placer y el consumismo.

El hombre postmoderno busca la felicidad basada en el hedonismo y, por consiguiente en el consumismo. Necesita consumir cada vez más, según las novedades de un mercado desproporcionado, para encontrar la felicidad

Busca productos cada vez más estimulantes, impactantes, nuevos y refinados. Cada vez siente una mayor necesidad de comprar lo que aún no tiene.

El ansia de «tener cosas», de «poseer cosas» ha llegado a ser más importante que «ser persona». Es necesario adquirir bienes materiales por encima de todas las cosas.

La mayoría de estos bienes considerados «necesarios» solamente surgen como una necesidad  debido a la publicidad comercial engañosa, que cada día crea más y nuevas necesidades, y de estas,  la mayoría ficticias.

La cambiante moda hace que cada vez se deseen más cosas y que continuamente haya que cambiarlas creyendo que este bienestar material los llevará a la felicidad, sin darse cuenta que esa felicidad es solamente pasajera,

Y que esa necesidad solamente es una sensación placentera del momento en que el instinto natural alcanza el objetivo, alcanza lo deseado, para luego desvanecerse en la realidad de las cosas innecesarias.

Las necesidades son ficticias y por tanto, no satisface nada real. Por esto, surge de nuevo el ansia de poseer cosas que son más nuevas y mejores, provocando un ciclo infinito, interminable, que nunca lo llevará  a una felicidad de carácter definitivo.

Preguntas para reflexionar:

¿Cómo afecta la televisión en el consumismo?

¿Qué le hace pensar al joven la publicidad sobre los cigarrillos? ¿Les detiene el deseo de fumar el ver la imagen del cáncer de boca o pulmones?

¿Cómo les afecta la imagen de las y los modelos?¿A quién quieres parecerte, a quien imitas?

¿Crees que la felicidad del hombre consiste en los bienes materiales que posee?

¿Si este día compraras un iphone o un android, y mañana saliera un modelo mucho más avanzado, quisieras comprarlo?

¿Eres esclavo del consumismo, si la respuesta es afirmativa, como puedes vencerlo?

¿Realmente te sientes feliz con Cristo, o ansias algo más?

Para considerar:

Como jóvenes, muchas veces nos pareciera que la persona de Cristo y su Palabra son algo especial pero que está muy lejos, que es muy impersonal, que no logramos encontrarnos con Él. Si esto es así, aún tenemos mucho camino por recorrer.

Es necesario que veas hacia atrás, que veas la inmundicia de vida que has tenido, la cuota de dolor tan grande que te ahoga, o el vacío tan profundo en que vives, y luego encuentres en la Palabra, la libertad que ofrece Cristo.

Para lograr esto, es preciso que identifiques el pecado, el dolor de ser cautivo de él, la destrucción que te provocas a ti mismo, y como afecta tu comunión con Dios,  descubrir que solo en Cristo existe el poder para vencerlo

Solo en Cristo podremos encontrarnos a nosotros mismos, solo con Él podremos ser verdaderamente felices, y solo en Él estaremos plenos, sabiendo que solo la santidad produce gozo y felicidad.

Dios es nuestro creador, Él nos hizo, y nos hizo con un propósito. Solo estando en ese propósito podremos estar plenos y satisfechos, realizados y agradados. Y ese propósito es vivir para su Gloria, y haciéndolo así, tendremos una vida llena de bendición.

Conclusión:

1 Corintios 10:31  Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios.

Aunque la Biblia no mencione explícitamente cada pecado, si deja claro que debemos analizar nuestras acciones, nuestros hábitos, nuestro pensamiento y si no glorifican a Dios debemos desecharlos.

 

 

Fuente consultada:

Estudio adaptado de “Postmodernidad y Juventud” Dr. Jaime Morales, Mintsonline.