No Temas! Dios Viene Y El Temor Desaparece. ¿Y cómo viene Dios? Él viene por medio de Su Palabra, y desecha todos nuestros temores

Texto de referencia:

Génesis 15:1  Después de estas cosas vino la palabra de Jehová a Abram en visión, diciendo:

No temas, Abram; yo soy tu escudo, y tu galardón será sobremanera grande.

(BAD)  Después de esto, la palabra del Señor vino a Abram en una visión:

«No temas, Abram. Yo soy tu escudo, y muy grande será tu recompensa.»

La Palabra de Dios tiene el poder de desechar todos nuestros temores, cuando logramos comprender, lo que ella revela del carácter de Dios:

  • Dios es nuestro escudo.
  • Y, Él es nuestro galardón.

No temas! Dios viene y el temor desaparece ¡


Son muchas las ocasiones en las que el temor se apodera del corazón del creyente, aún cuando nos consideramos fuertes y valientes,

No nos percatamos, en qué momento el temor adquiere control de nuestra vida, y nos paraliza, llenándonos de incredulidad.

  1. El temor Ataca:

Génesis 15:1  Después de estas cosas……

Después de haber rescatado a su sobrino Lot, después de haber logrado una gran victoria contra los reyes que habían tomado cautivo a su sobrino,

y después de haber vencido una gran tentación en el cual el rey de Sodoma le ofreció riqueza, Abraham volvió a estar solo,

Pero, ya habían transcurrido 10 años desde que Dios le prometió una descendencia y una tierra, él era ya de 85 años y aún vivía sin hijo,

Y sin poseer todavía la tierra prometida, pensando que quizás había mal entendido el mensaje de Dios

y seguramente, temiendo algún tipo de venganza que los reyes derrotados pudieran emprender contra él,

O tal vez pudo haber alguna reflexión como: ¡me equivoque¡ ¿Por qué hice eso? ¿Por qué respondí de esa manera?

Diríamos que la fe comienza a ser azotada y debilitada por los vientos del temor, y ese temor puede llevarnos a:

  • La desilusión:

Porque pensamos que no podremos llegar a donde queremos, que no será posible obtener lo que tanto anhelamos, o por lo que tanto hemos luchado.

  • La frustración:

Al punto tal, que decidimos abandonar la lucha, “tiramos la toalla” a medio camino, y no estamos dispuestos a seguir creyendo que es posible,

  • La rendición:

El temor nos hace sacar la bandera blanca de la rendición ante aquello que tememos. Pensamos que hasta allí hemos llegado ¡No más¡

  • La equivocación:

Tan paralizante puede llegar a ser el temor, que nos confundimos y tomamos decisiones equivocadas.

  • El olvido:

Pero lo más delicado que el temor hace en la vida del creyente, es que le puede hacer olvidar las promesas divinas,

No temas, Dios viene con su Palabra

Y ese olvido se da en el sentido que nos enfocamos en aquello que nos oprime y nos olvidamos de Dios y de lo que Él ha prometido.

  1. No temas, Dios viene y trata con nuestras desilusiones

Y Dios actúa directamente  con nuestros desánimos y desilusiones.

Génesis 15:1  Después de estas cosas vino la palabra de Jehová a Abram en visión, diciendo:

No temas,Abram; yo soy tu escudo, y tu galardón será sobremanera grande.

(Toráh)  Después de estos sucesos fue dirigida la palabra de Adonai a Abram en visión, en estos términos:

«No temas, Abram. Yo soy para ti un escudo. Tu premio será muy grande.»

En la traducción hebrea al referirse a Dios, se utiliza el Nombre “Adonai” que tiene el significado de Señor, soberano en autoridad y amo de todo lo creado.

Y podemos observar como de manera inmediata y directa, es Dios mismo dando Palabra a su siervo, acercándose a él

De manera que somos afortunados¡ Dios viene a nuestro auxilio, Él nos conoce, Él sabe lo dañino de vivir en el temor y viene a nosotros

1 Reyes 19:9  Y allí se metió en una cueva, donde pasó la noche.

Y vino a él palabra de Jehová, el cual le dijo: ¿Qué haces aquí, Elías?

Igualmente los Evangelios nos cuentan como Jesús siempre fue al auxilio de aquellos que le necesitaban, de manera especial, sus discípulos

Siempre es Dios quien toma la iniciativa, en buscarnos y llevarnos el consuelo que anhelamos en los tiempos más difíciles.

  1. No temas, Dios viene con sus promesas

La Palabra de Dios llega para encarrilarnos nuevamente en sus promesas.

Génesis 15:1  Después de estas cosas vino la palabra de Jehová a Abram en visión, diciendo:

No temas, Abram; yo soy tu escudo, y tu galardón será sobremanera grande.

Veamos algunos personajes bíblicos a los cuales el Señor dijo “no temas”

  • Jairo:

Lucas 8:49-50  Estaba hablando aún, cuando vino uno de casa del principal de la sinagoga a decirle: Tu hija ha muerto; no molestes más al Maestro.

Oyéndolo Jesús, le respondió: No temas; cree solamente, y será salva.

Cuando parecía que todo estaba perdido, que no había ya nada más que hacer ni nada más que esperar, pues la hija de Jairo había muerto,

Viene la Palabra del Señor a confortarnos y darnos esperanza en medio de la muerte misma: “!No temas, cree solamente¡”

  • La tempestad en medio del mar.

Mateo 14:24-27  Y ya la barca estaba en medio del mar, azotada por las olas; porque el viento era contrario.

Mas a la cuarta vigilia de la noche, Jesús vino a ellos andando sobre el mar.

 Y los discípulos, viéndole andar sobre el mar, se turbaron, diciendo: ¡Un fantasma! Y dieron voces de miedo.

Pero en seguida Jesús les habló, diciendo: ¡Tened ánimo; yo soy, no temáis!

Y en esos momentos justos, en los que nos encontramos “en medio de la tempestad” es cuando más necesitamos de la intervención divina,

Dios siempre viene a nosotros

Porque es allí donde impera el temor, la incredulidad, la desesperanza, y es allí donde podemos nuevamente confirmar, que el Señor llega para echar fuera todo temor.

  • Abraham: Yo soy tu escudo, tu Protección.

Y tenemos el caso de Abraham, cuando aún era Abram.

El Señor viene a él, y no le dice “mira Abraham aquí está este escudo, úsalo”, o hace uso de lo que podas para salir de tu temor

Al contrario, llega a Abraham, y le dice YO SOY tu escudo. Es en Dios mismo donde está nuestra fortaleza!

¡Qué maravilloso poder confiar, en que Cristo vendráa a nosotros cuando lo necesitamos!  Dios es nuestra protección, nuestro escudo, y Él es nuestra provisión, nuestra recompensa; No debemos dar espacio al temor¡

Abraham no necesitaba la protección del rey de Sodoma ni las riquezas que le ofreció. Abraham tenía en Dios todo lo que necesitaba.

Salmo 56:9  Serán luego vueltos atrás mis enemigos, el día en que yo clamare; Esto sé, que Dios está por mí.

Salmo 56:11  En Dios he confiado; no temeré; ¿Qué puede hacerme el hombre?

  1. No, temas, Dios viene y conforta

Y para poder experimentar ese acompañamiento del Señor, necesitamos compartir con Él, nuestros sentimientos de frustración y desilusiones

  • Expresemos nuestros sentimientos:

Escuchemos las palabras que Abraham expreso al Señor:

Génesis 15:2-3  Y respondió Abram: Señor Jehová, ¿qué me darás, siendo así que ando sin hijo, y el mayordomo de mi casa es ese damasceno Eliezer?

Dijo también Abram: Mira que no me has dado prole, y he aquí que será mi heredero un esclavo nacido en mi casa.

Y ante ese corazón que desnuda sus más profundos temores, nosotros podemos pensar ¿Y que No le había prometido Dios «Haré de ti una nación grande»?

Entonces, ¿Por qué Dios no cumplía su promesa?  ¿Por qué demora tanto el Señor en cumplir su promesa?

Hay un dicho que dice “Dios tarda pero no olvida”, recuerde la historia de Lázaro, llegó hasta que ya había muerto

¿Por qué? Porque solo así podemos entender, que la obra es de Dios, y no de nosotros¡!

Porque el poder de obrar milagros es del Señor, no de nuestra astucia. Porque solo en la muerte se manifiesta la vida que es Cristo¡

  • Supliquemos al Señor:

Abraham suplica al Señor, porque lo que sus ojos ven solo trae desesperanza y duda.

Y Abraham suplica no por una recompensa material; sino, por un heredero. Ahora él ya tenía 85 años, de los cuales había esperado diez a que naciera el hijo prometido.

Diez años esperando el cumplimiento de la promesa divina, y aún no parecía posible. Y si él no tenía un hijo, toda su herencia iría a Eliezer, su mayordomo.

La súplica de Abraham, nace del temor más profundo de su corazón: sería imposible tener un heredero!

  • ¡Entonces viene Palabra de Dios¡

Génesis 15:4-5  Luego vino a él palabra de Jehová, diciendo: No te heredará éste, sino un hijo tuyo será el que te heredará.

Y lo llevó fuera, y le dijo: Mira ahora los cielos, y cuenta las estrellas, si las puedes contar.

 Y le dijo: Así será tu descendencia.(A)

¡Dios contestó a la súplica de Abraham¡ ¿Cómo lo hizo? al hacer que quitará sus ojos de sí mismo y de su mayordomo, y los levantara al cielo.

Hasta que dejamos de poner nuestros ojos, en aquello que nos oprime, entonces podemos ponerlos en Dios y en su Promesa

No temas, Dios viene, alza tus ojos

Y es así como encontramos el gran testimonio de Abraham, que nos inspira siempre:

Romanos 4:18-20  El creyó en esperanza contra esperanza, para llegar a ser padre de muchas gentes, conforme a lo que se le había dicho: Así será tu descendencia.

Y no se debilitó en la fe al considerar su cuerpo, que estaba ya como muerto (siendo de casi cien años(I)), o la esterilidad de la matriz de Sara.

Tampoco dudó, por incredulidad, de la promesa de Dios, sino que se fortaleció en fe, dando gloria a Dios,

  1. ¡No temas, Dios viene¡ Amén¡

Génesis 15:6, puede traducirse: AMEN.

Génesis 15:6  Y creyó a Jehová, y le fue contado por justicia.(B)

«Y Abraham dijo AMÉN al Señor, y el Señor puso eso en su cuenta por justicia» Entonces podemos preguntarnos

¿Cómo fue salvo Abraham? Y con certeza podemos responder que No fue salvo por guardar la ley,

¿Por qué? Porque la ley todavía no había sido dada, la Ley la encontramos hasta en el tiempo del Éxodo con Moisés,

Pero tampoco Abraham fue salvo por cumplir con el rito de la circuncisión, porque eso no se estableció sino hasta cuando tenía noventa y nueve años.

Entonces ¿Cómo fue salvo Abraham? ¡Sencillo¡ Fue salvo por fe en la Palabra de Dios, de la misma forma en que somos salvos nosotros: por la fe en Cristo¡

De manera entonces, que sepamos, que en la medida que creemos a Dios y su Palabra, podremos tener paz en nuestro corazón,

No habrá más temor que nos perturbe¡!

Conclusión:

No temas¡ Dios viene a nosotros por medio de la Palabra, y esta es toda suficiente para revelarnos la Verdad de Su promesa y poder confiar.

Y no habrá más temor, cuando reconozcamos el carácter fiel y verdadero de Cristo, que siempre nos asiste, con su plena justicia.

 

Palabras y frases significativas:

ADonai = «mi señor». Antiguo término hebreo derivado de Addon, «señor», usado como nombre de Dios en el Antiguo Testamento.[1]

Amén: aman, «estar seguro, ser duradero; confiar, creer». Esta raíz se encuentra en acádico, ugarítico y fenicio. En el Antiguo Testamento, el número de casos de este vocablo no llega a 100.

De este verbo se derivan tres términos: («amén» 30 veces; p. ej. Sal_106:48), emet(«verdadero» 127 veces; p. ej. Isa_38:18) y ûnah («fidelidad»).

 

 

[1] Ventura, S. V. (1985). En Nuevo diccionario biblico ilustrado (p. 22). TERRASSA (Barcelona): Editorial CLIE.