!¡Pobrecito Jesús, Es Inocente!¡ es la primera expresión que encontramos en la gente cuando ven o recuerdan el martirio que vivió el Señor Jesucristo en la cruz del Calvario

 ¡Jesús es inocente! Pero su inocencia es de tal trascendencia que aún no lo dimensionamos, y seguimos pensando que solamente se trata de la maldad de las autoridades judías y la insensatez del pueblo al pedir la libertad de un malhechor como Barrabas.

Jesús es inocente y ha venido solo  hacernos bien. Su muerte injusta es la que hoy nos permite gozar de bendiciones espirituales invaluables, y tan imperceptibles al ojo humano que pone toda su atención solamente en los hechos históricos.

Tan menospreciadas, aún por aquellos creyentes que siguen pensando en Cristo como “pobrecito el Señor” como lo trataron, como sufrió, como murió, como lo lloraron las mujeres!¡ Pero tras ese sufrimiento humano hay una maravillosa Verdad que debe ser objeto de gozo siempre.

En esta reflexión veremos cómo bíblicamente es comprobada la inocencia de Jesús y las implicaciones de su muerte inocente, el propósito que ella tuvo y por qué Barrabas.

!Pobrecito Jesús, es inocente¡.

El testimonio del Señor demuestra su inocencia, pero no debemos pensar !pobrecito Jesús¡ centrándonos en los sufrimientos físicos de Él, sino considerar su inocencia en términos de su Santidad y divinidad.

Demostraremos bíblicamente la inocencia de Jesús de manera que podamos comprender y dimensionar la maravillosa gracia divina “el justo muriendo por los injustos”,

Pero también para que podamos tener herramientas bíblicas que nos permitan hacer una correcta defensa de la divinidad de Cristo tan atacada por muchas sectas religiosas asi como por sendos documentales transmitidos por la tv con el propósito de confundir.

  • Jesús es inocente. ¡No hay delito alguno en él!

Lucas 23:14  les dijo: Me habéis presentado a éste como un hombre que perturba al pueblo; pero habiéndole interrogado yo delante de vosotros, no he hallado en este hombre delito alguno de aquellos de que le acusáis.

Pilato, gobernador romano en la provincia de Judea, interroga al Señor Jesús, ante las acusaciones de las autoridades judías, y concluye que no encuentra delito alguno en Él de manera que testifica su inocencia. La acusación «perturba al pueblo», pero no con mentiras sino siendo el la verdad encarnada, sus obras fueron dentro del contexto absoluto de la verdad, esta verdad dejo en evidencia a las autoridades judías quienes tenían apariencia de verdad pero que por dentro eran sepulcros blanqueados.

  • Jesús es inocente, nada digno de muerte ha hecho.

Lucas 23:15  Y ni aun Herodes, porque os remití a él; y he aquí, nada digno de muerte ha hecho este hombre.

Pilato, convencido de la inocencia de Jesús, le remite a Herodes, gobernador romano de Galilea, quien tampoco reconoce delito alguno en el Señor.

  • Jesús es inocente. Por lo tanto merece ser libertado.

Lucas 23:16  Le soltaré, pues, después de castigarle.

La inocencia de Jesús demandaba su liberación. No había acusación que justificara mantenerle en prisión  y menos aún, exigir su muerte.

  • Jesús es inocente. Su inocencia es reafirmada por tercera vez.

Lucas 23:22  Él les dijo por tercera vez: ¿Pues qué mal ha hecho éste? Ningún delito digno de muerte he hallado en él; le castigaré, pues, y le soltaré.

Aún cuando no se encontró culpa alguna en Él, fue castigado, lo que constituye una violación a la ley, no había motivo para castigar a un inocente

La mujer de Pilato intercede por Jesús.

Mateo 27:19  Y estando él sentado en el tribunal, su mujer le mandó decir: No tengas nada que ver con ese justo; porque hoy he padecido mucho en sueños por causa de él.

Según la Ley Romana Jesús es Inocente, Pilato dice ningún delito he hallado en este hombre, no hay nada que respalde la acusación, por lo tanto es falsa,

De modo que está reconociendo que Cristo no ha violado la ley de los romanos y por lo tanto tampoco la ley de los judíos.

  • Pobrecito Jesús, es inocente !las acusaciones eran falsas¡

Aún con toda la falsedad que rodeo la muerte del Señor, dejemos de pensar en !pobrecito Jesús! pues los dignos de lástima seremos siempre nosotros.

¿De qué podemos acusar a Jesús? ¿Del lugar en que nació? Jesús nació de la manera más humilde que podamos imaginar.

¿De qué se enriqueció durante su ministerio? Si dice en Lucas 9:58  Y le dijo Jesús: Las zorras tienen guaridas, y las aves de los cielos nidos; mas el Hijo del Hombre no tiene dónde recostar la cabeza.

Nunca tuvo interés en las cosas materiales, siendo el creador de todo lo que existe, durante su ministerio terrenal no tuvo ni donde recostar su cabeza.

¿Podría alguien demostrar que Jesús peco? Nadie, ni Herodes, ni Pilato, ellos mismos dieron testimonio que Cristo no tenía ningún delito, nada digno de muerte, y su resurrección posterior confirmaría que no hubo absolutamente ningún pecado en él.

¿Podría alguien decir que Jesús vino a ser servido? No, de ninguna manera, como lo dice «Mateo 20:28  como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos.»

  • Evidencias bíblicas sobre la inocencia de Jesús.

Juan 8:46¿Quién de vosotros me redarguye de pecado? Pues si digo la verdad, ¿por qué vosotros no me creéis?

(DHH C* 2002*)  ¿Quién de vosotros puede demostrar que he cometido pecado?[x] Y si digo la verdad, ¿por qué no me creéis?

Desafia a los fariseos a que comprobaran si en el habia un tan solo pecado, entonces, si no había, de que acusarlo, por que no creían en el. 

Mateo 27:3-4  Entonces Judas, el que le había entregado, viendo que era condenado, devolvió arrepentido las treinta piezas de plata a los principales sacerdotes y a los ancianos,

Diciendo: Yo he pecado entregando sangre inocente. Mas ellos dijeron: ¿Qué nos importa a nosotros? ¡Allá tú!

Aun el traidor Judas reconoce que ha entregado a un inocente, y los principales sacerdotes le responden burlonamente «Que nos importa a nosotros» como dice el dicho popular «mal le paga el diablo a quien bien le sirve»

Lucas 23:47  Cuando el centurión vio lo que había acontecido, dio gloria a Dios, diciendo: Verdaderamente este hombre era justo.

Un oficial romano, cloria a Dios cuando vio lo acontecido dio gloria a Dios confesando que Cristo era justo.

Herodes, Pilato, la esposa de Pilato, los mismos fariseos y escribas que le tentaban para acusarle; Judas el traidor, el centurión romano, todos ellos dieron testimonio de que Jesús es inocente, y que por tanto, su muerte es injusta.

Toda esta evidencia es importante para nosotros, el pueblo de Dios, para poder demostrar que la completa justicia de Cristo demuestra que Él es el Hijo de Dios, pues no hay hombre alguno que pueda declararse completamente justo

Esa completa justicia de Cristo también evidencia el cumplimiento del propósito por el cual el Padre le envió: “para salvar a su pueblo de pecado”.

Solo un hombre completamente justo, con capacidad para cumplir plenamente la Ley, del hombre y de Dios, podía morir en una cruz y satisfacer las demandas de justicia de Dios Padre. Y ese hombre solo podía ser Jesús: cien por ciento hombre, cien por ciento Dios.

El único sin pecado, el único justo, el único santo, el único que cumplió la Ley ¡Jesús es inocente¡ y no hay nada de lo que le podamos acusar.

Jesús es inocente y vino a hacernos bien.

Y ¿Por qué decimos que vino hacernos bien? ¿Qué bien vino a hacernos?

Lucas 4:18 19 El Espíritu del Señor está sobre mí, Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres;  Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón;

 A pregonar libertad a los cautivos,

 Y vista a los ciegos;  A poner en libertad a los oprimidos; A predicar el año agradable del Señor.(F)

Es importante que comprendamos el concepto correcto de las siguientes palabras:

Ungir:

Hace referencia al acto de Consagrar para un oficio o servicio religioso. En ese sentido el Espíritu Santo de Dios, consagró al Señor Jesucristo para la tarea santa de rescatar a su  pueblo del pecado.

Es esta la tarea para la cual el Señor se entrego y se hizo hombre igual a nosotros, y camino entre nosotros y murió por nosotros. Fue el elegido de Dios Padre para tan hermosa misión.

Buenas nuevas:

Es decir, predicar el Evangelio. Todo el ministerio terrenal del Señor estuvo orientado a proclamar las buenas nuevas de salvación para todo aquel que en Él creyera.

Pobre:

Esas buenas nuevas serían predicadas a los pobres, los que nos encontrábamos en una condición de “Pordiosero, de mendicidad absoluta”. Es decir, que no teníamos nada, que estábamos incapacitados, imposibilitados para liberarnos del pecado.

Sin Jesucristo, el hombre no puede hacer nada, pues se encuentra muerto en sus delitos y pecados, y solo en Jesucristo se encuentra la vida.

Libertad:

Él trae libertad al cautivo, es decir “Perdón” para todos los que estábamos cautivos del pecado. Para todos los que estábamos bajo el señorío de la muerte, alejados de Dios y sin esperanza alguna

Cautivo:

Y ese cautiverio en el que nos encontrábamos es exactamente igual a encontrarnos como un “Prisionero de guerra”.

Jesús vino a hacernos bien y no mal. A causa del pecado entra en el mundo la pobreza, el quebranto de corazón, el cautiverio, la ceguera y la opresión, todos ellos, males que describen el estado calamitoso de la humanidad sin Cristo,

Sujetos a una voluntad caída y gobernados por satanás y con una deuda impagable hacia Dios, por ello. Jesús vino a redimirnos del pecado.

Por eso el v19 menciona «El año agradable del Señor es el tiempo escogido por su gracia para mostrar favor a su pueblo; refleja la descripción del “año del jubileo” cuando las deudas eran perdonadas»[1]

De modo que en Cristo hay una buena noticia, hay sanidad, hay proclamación de libertad, vista a los ciegos y el poder de poner en libertad a los oprimidos,

Y de manera especial, en Cristo encontramos el perdón de la deuda de pecado ya que Él pago el precio de esa deuda con su vida, Él fue el sacrificio perfecto.

La pregunta que podemos hacernos es: ¿Te ha hecho algún mal Jesús?,

La respuesta tal vez de la mayoría es “no”, pero entonces ¿porqué no le buscas con esmero?, ¿porqué te has alejado de él?, ¿porqué no le honras?,

Si Él es Dios, ¿Por qué no le adoras?, Si Él nos dio el ejemplo más grande de servicio, dar la vida por nosotros, ¿Por qué no le sirves?

Vale la pena recordar en este día una historia de un anciano que a pesar del azote de sus enemigos no negó a Cristo, es la historia de Policarpo el anciano obispo de la Iglesia de Esmirna, leámosla a continuación:

«El gobernador aconsejó a Policarpo que tuviese piedad de sí mismo por razón de su edad avanzada, y que negase su fe en Cristo de una vez por medio de un juramento en el nombre del emperador. Policarpo le contestó:

 —He servido a mi Señor Jesucristo durante 86 años y nunca me ha causado daño alguno el mismo. ¿Cómo puedo negar a mi Rey, que hasta el momento me ha guardado de todo mal, y además me ha sido fiel en redimirme?»[2]

Entonces ¿Por qué los líderes religiosos instigaban a las multitudes a decir ¡¡¡Crucifícale!!!?, Era porque estaban cegadas por el pecado y la envidia, esto hacia que actuaran en total y completa maldad contra el Ungido de Dios.

Mateo 27:17-20  Reunidos, pues, ellos, les dijo Pilato: ¿A quién queréis que os suelte: a Barrabás, o a Jesús, llamado el Cristo? Porque sabía que por envidia le habían entregado.

Pero los principales sacerdotes y los ancianos persuadieron a la multitud que pidiese a Barrabás, y que Jesús fuese muerto.

Entonces ¿Cuál era esa envidia de los fariseos hacia Jesús?, era debido a su testimonio verdadero, el Señor es la luz del mundo y al pecador en su estado de rebeldía lo llena de rabia que la luz de la santidad de Jesús haga ver su horrenda oscuridad espiritual.

Hoy en día dicen “no queremos nada con Jesús, así estamos bien, otro día hablamos, usted no me es grato”, pero no nos desanimemos y recordemos Lucas 10:16 

El que a vosotros oye, a mí me oye;(J) y el que a vosotros desecha, a mí me desecha; y el que me desecha a mí, desecha al que me envió.

Para los fariseos Jesús era su mayor problema y por tanto lo mejor según ellos era desaparecerlo, quitarlo del camino ¡crucificarle¡ y celebrar su muerte.

Que tristeza más grande, literalmente lo tuvieron frente a ellos, viviendo entre ellos, y lo rechazaron, y rechazar a Cristo es rechazar el camino, es rechazar la verdad y es rechazar la vida, ¡¡es una perdida eterna que trae un juicio eterno!¡.

Conclusión:

Jesús es inocente y su inocencia no solo debe conmovernos, sino llevarnos a doblar nuestras rodillas en adoración y gratitud por todo lo que ha hecho por nosotros, viles pecadores, perdidos en nuestros delitos, confundidos en nuestra mente.

La inocencia de Jesús demuestra que Él es Dios, eterno, infinito, lleno de gracia y de verdad, lleno de misericordia, el Ungido de Dios, que ha venido a este mundo a proclamar la buenas nuevas de salvación y a morir por su iglesia.

Una muerte que nos trae bendición de salvación y vida eterna, de liberación de nuestro cautiverio, de perdón de nuestras deudas impagables, y que de pobres nos convierte en ricos en bendiciones espirituales, nos pone en el camino de la Verdad y la Vida.

 

 

 

 

[1] Comentario Siglo XXI, Evangelio de San Lucas, Esword.

[2]http://www.elcristianismoprimitivo.com/policarpo.htm