Los principios bíblicos para una vida sabía implican reconocer que es por medio de Dios y de su Palabra que se nos transmite sabiduría para la vida

Cuando vamos a la Biblia, ella nos explica que Dios es el único y sabio Dios, que en Él se encuentran escondidos todos los tesoros de la sabiduría, pero que Él también se los concede a aquellos que se la pidan

Y debemos recordar que la sabiduría divina comienza con el temor de Dios y se manifiesta en la relación que el hombre tiene con Dios y con su prójimo.

La sabiduría podemos definirla de la siguiente manera «Sabiduría es la ciencia para vivir eficazmente en el temor de Dios. Según el orden que Él ha revelado en las Sagradas Escrituras y en la creación, para nuestra propia salvación»

Podemos entonces preguntarnos ¿Por qué debemos entender la sabiduría divina? Y la respuesta nos ofrece varios beneficios:

  • Para conocimiento

La sabiduría divina nos permite conocer a Dios íntimamente.

  • Para salvación

Tener sabiduría de lo alto puede salvar tu vida física, ofreciéndonos más años de vida

  • Para calidad de vida

Tener sabiduría no solo puede salvar nuestra vida física y ofrecernos más años sino también, darnos mejores años de vida en cuanto a obtener

  • Tu felicidad.
  • Tus posesiones.
  • Tu Salud.
  • Tu felicidad matrimonial.

Más hoy en día en  vemos que predomina la falta de sabiduría a punto tal que abundan las vidas destruidas:

  • Sexo ilícito, abusos, violaciones, perversiones,
  • Drogas,
  • Pandillas, violencia salvaje,
  • Sida, y toda clase de enfermedad
  • Hogares desintegrados,
  • Amor por el dinero,
  • Suicidio y todo tipo de desesperanza

El texto de referencia para la siguiente meditación aparece en 1 Reyes 3:5-14 en el cual Dios le habla en sueños a Salomón y le dice pide lo que quieras que yo te dé”, Vemos como Dios le dio a Salomón el privilegio de solicitar cualquier cosa que quisiera,

Y lo vemos a él pidiendo sabiduría y un corazón entendido; y Dios contestó su oración. Todavía más, Dios le dio todas las otras bendiciones también (Mateo 6.33).

Por supuesto, si Salomón quería disfrutar estas bendiciones, tendría que andar en obediencia a la Palabra (vv. 13–14), de esto trata la siguiente enseñanza.

Principios bíblicos para una vida sabia.

Dios nos podrá conceder muchas de las peticiones de nuestro corazón, sin embargo, esa concesión demanda de nosotros sujeción y obediencia a Él, de manera que la bendición recibida cumpla su propósito. Para ello debemos conocer los siguientes principios:

  1. Una vida sabia debe reconocer las limitantes

Si queremos tener una vida sabia, debemos partir de que “NUESTRA SABIDURIA ES insuficiente”.

1 Reyes 3:7-8  Ahora pues, Jehová Dios mío, tú me has puesto a mí tu siervo por rey en lugar de David mi padre; y yo soy joven, y no sé cómo entrar ni salir.

Y tu siervo está en medio de tu pueblo al cual tú escogiste; un pueblo grande, que no se puede contar ni numerar por su multitud.

Vamos a comenzar haciéndonos las siguientes preguntas:

  • Primero, ¿cómo se ve Salomón así mismo?

Él dice de sí mismo «soy joven y no sé cómo entrar ni salir»: No se cómo debo comportarme, no sé por dónde comenzar ni terminar, ante ello reconoce que necesita ayuda, y esa ayuda la esta pidiendo a Dios por medio de la sabiduría.

  • Segundo, ¿cómo ve Salomón al Pueblo?,

Lo ve como un pueblo especial, escogido por la gracia divina, y que es un pueblo grande al cual debe gobernar con rectitud y justicia.

  • Tercero, ¿cómo ve Salomón a Dios?

Lo ve como el Dios soberano sobre los pueblos y sobre los reyes de este mundo, que lo había puesto por siervo para que reinara en lugar de David su Padre.

La respuesta a estas tres preguntas nos debe llevar a ver a Dios, al Pueblo que Él ha puesto bajo nuestro gobierno, si somos pastores o líderes, y vernos a nosotros mismos, y poder darnos cuenta que necesitamos la ayuda divina para llevar a buen término la tarea encomendada.

Pero también debemos saber que todo siervo posee limitantes humanas, triste seria que pensemos que somos suficientes para todo, que ya sabemos cómo hacer y actuar en cada situación,

De Salomón aprendemos que la única manera de transformar nuestras debilidades en fortalezas es reconociéndolas y exponiéndolas delante de Dios el cual se glorifica manifestando su poder y sabiduría en cada una de ellas, de forma que podamos estar seguros que nuestra fortaleza y competencia dependen de Dios y no de nosotros.

2 Corintios 3:5  no que seamos competentes por nosotros mismos para pensar algo como de nosotros mismos, sino que nuestra competencia proviene de Dios,

Podemos preguntarnos ¿Quién es competente en sí mismo para poder llevar a cabo con éxito la obra de Dios? La respuesta es absolutamente nadie,

Primero, la conversión y el llamado son una obra de gracia, el hombre en su estado caído esta siempre inclinado al pecado, por mucha astucia e inteligencia que tenga siempre los resultados de su labor humana no serán del agrado de Dios ya que estarán manchados por el pecado,

Se dice que Dios no llama a los capacitados pero a los que llama los capacita dotándolos de la sabiduría de su Palabra para que puedan llevar a cabo su obra.

Entonces es allí cuando el reconocimiento que Salomón hace de sí mismo es admirable “yo soy joven, y no sé cómo entrar ni salir”

¿Qué podemos aprender de Salomón que sea útil para nuestra vida?

  • Saber pedir

Debemos pedir siempre lo mejor, aquello que es para el bien del Pueblo de Dios, para tu familia, para la iglesia. No tener peticiones egocéntricas, en las que estemos siempre pensando solo en nosotros mismos

  • Pedir con humildad

Debemos ser humildes y reconocer nuestra dependencia del infinito y sabio Dios. Reconocer que nuestro pensamiento y conocimiento son limitados.

  • Reconocer nuestra condición

No debemos engrandecernos por el cargo al cual Dios nos ha promovido, al contrario saber que solo somos sus siervos, llamados a servir, y eso es el mayor de los privilegios que Dios nos ha concedido en su gracia.

  • Mantener nuestra dependencia

El sentido de autosuficiencia conduce al orgullo, y el orgullo conduce a la caída.

  1. Una vida sabia ejerce un buen gobierno

Salomón pide sabiduría divina para gobernar bien al pueblo.

1 Reyes 3:9  Da, pues, a tu siervo corazón entendido para juzgar a tu pueblo, y para discernir entre lo bueno y lo malo; porque ¿quién podrá gobernar este tu pueblo tan grande?

(BAD)  Yo te ruego que le des a tu siervo discernimiento para gobernar a tu pueblo y para distinguir entre el bien y el mal. De lo contrario, ¿quién podrá gobernar a este gran pueblo tuyo?

Salomón le pide a Dios un Corazón entendido, que se distinga por escuchar inteligentemente y recibir la instrucción divina, para tener discernimiento y saber evaluar todas las partes de determinado asunto y emitir un juicio correcto, tomar una decisión sabia.

Le pide a Dios la capacidad de discernir entre lo bueno y  lo malo,  saber la diferencia entre el bien y el mal, entre lo que esta moralmente bueno tomando como referencia la ley divina. Porque esto lo necesitara para “juzgar[1] y gobernar al pueblo” de una manera sabia.

  • ¿Por qué, para una vida sabia, necesitamos discernimiento?

Porque no nacemos con discernimiento. En la naturaleza propia del ser humano, se es necio (Efesios 4:22; 1 Corintios 2:14.)

«Romanos 1:22  Profesando ser sabios, se hicieron necios»

a. Para abandonar la necedad

Porque la necedad solo puede ser cambiada por el entendimiento.

b. Para identificar lo bueno

Porque diariamente estamos entre bueno y malo, lo verdadero y lo falso, lo justo y lo injusto, entre la humildad y la soberbia. Necesitamos aprender a discernir

c. Para identificar lo absoluto

Porque vivimos tiempos post–modernos, donde todo es subjetivo, todo depende de lo que sentimos y pensamos de manera individual. Necesitamos discernir que la Palabra de Dios es absoluta en todo lo referente al vivir del hombre.

d. Para conocer la verdadera fuente

Necesitamos discernimiento para aceptar que la Palabra de Dios es nuestra única fuente de autoridad, nuestra suficiente norma de vida. Y, ¿dónde se aprende esto? Bajo la lámpara de la Palabra,

«Salmo 119:105  Lámpara es a mis pies tu palabra,  Y lumbrera a mi camino»

Pídela a Dios y él te la dará por medio de su Palabra ¡¡¡Que esperas!!!.

  1. Una vida sabia se logra pidiéndole a Dios

Dios se agrada cuando pedimos SABIDURIA.

1 Reyes 3:10  Y agradó delante del Señor que Salomón pidiese esto.

Dios dice en «Proverbios 1:7a  El principio de la sabiduría es el temor de Jehová», pedir sabiduría es disponer el corazón a vivir consientes de agradar a Dios en todos los aspectos de nuestra vida, y cuando así lo hacemos Él en su gracia se agrada de nosotros.

  • Para tener una vida sabía ¿Por qué debemos pedirla a Dios?

a. Dios se agrada

Dios se agrada cuando anhelamos su Palabra para vivir decentemente en medio de este mundo indecente. Anhelamos su Palabra para ser santos porque Él es santo

b. La fe es agradable a Dios

Dios se agrada cuando creemos en Él y acudimos a su Palabra reconociendo que  ella   contiene la sabiduría del altísimo.

  1. Una vida sabia es abundante

Y lo es porque Dios nos concede SABIDURIA ABUNDANTE.

1 Reyes 3:11-12  Y le dijo Dios: Porque has demandado esto, y no pediste para ti muchos días, ni pediste para ti riquezas, ni pediste la vida de tus enemigos, sino que demandaste para ti inteligencia para oír juicio,

He aquí lo he hecho conforme a tus palabras; he aquí que te he dado corazón sabio y entendido, tanto que no ha habido antes de ti otro como tú, ni después de ti se levantará otro como tú.

En la respuesta de Dios a la oración de Salomón se destaca que no pidió nada para sí mismo, aun cuando le había dicho en sueños …..Pide lo que quieras que yo te dé.  1 Reyes 3:5”,

No pidió muchos días de vida, ni riqueza, ni la vida de sus enemigos, de manera que tenemos aquí la figura y modelo de un líder inclinado al servicio y al bienestar del pueblo, y ante eso Dios le toma la palabra y le concede un corazón sabio y entendido.

  • ¿Qué debemos pedir a Dios para tener una vida sabía?

a. Saber pedir

Como dice «Santiago 4:3  Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites»,  muchas veces no recibimos porque pedimos cosas vanas, cosas que son solo para nuestro deleite y nos olvidamos de pedir para provecho de la obra de Dios.

b. Valorar la sabiduría

El buen siervo es aquel que valora la sabiduría más que a las riquezas, sabe que ella le proporcionara un bienestar personal y familiar mucho mayor que lo material.

c. Conocer nuestras limitantes.

El hombre sabio frecuentemente debe decidir las acciones a tomar en distintos escenarios de la vida por eso debe saber que «…si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada. Santiago 1:5»

  1. Una vida sabia recibe más de Dios

Dios siempre nos da mucho más de lo  que pedimos, si estamos dispuestos a presentarnos delante de Él como hombres y mujeres sabios.

1 Reyes 3:13  Y aun también te he dado las cosas que no pediste, riquezas y gloria, de tal manera que entre los reyes ninguno haya como tú en todos tus días.

Cuando pedimos en su voluntad significa que hemos aprendido a pedir para su gloria, significa que lo que pedimos será para que su nombre sea exaltada, para que su obra sea extendida en el mundo,

Y cuando lo hacemos de esta manera Dios en su misericordia nos concede aquello que no le pedimos pero que es de provecho para nuestro bienestar personal y familiar.

Efesios 3:20 Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho másabundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros,

  1. La vida sabia es bendición y obediencia

Dios bendice pero siempre demanda obediencia.

1 Reyes 3:14  Y si anduvieres en mis caminos, guardando mis estatutos y mis mandamientos, como anduvo David tu padre, yo alargaré tus días.

(DHH C* 2002*)  Y si haces mi voluntad, y cumples mis leyes y mandamientos, como lo hizo David, tu padre, te concederé una larga vida.”

La sabiduría divina nos es concedida para comprender y hacer la voluntad de Dios en todo lo que emprendamos, eso se llama caminar en el temor de Dios,

Eso es un distintivo del creyente verdadero, en el hacerlo  hay gran recompensa, pero en el no hacerlo hay ruina, pobreza y por supuesto la bondadosa disciplina divina.

Conclusión.

Una vida sabia debe partir del hecho que la mente, el conocimiento del ser humano es limitado y se encuentra contaminado por su naturaleza pecaminosa. Eso significa que la única manera de obtener sabiduría es a través del temor de Dios.

Toda verdadera sabiduría proviene de Dios, quien la da abundantemente si la sabemos pedir de manera que todo cuanto hagamos, toda decisión que tomemos, toda acción que emprendamos lleve implícita la gloria de Dios.

 

 

[1]Juzgar al pueblo “gobernar”: Shapat se refiere a la actividad de una persona que actúa como intermediaria entre dos partes que están en conflicto. El mediador (actuando simultáneamente como juez y jurado) escucha los argumentos de los litigantes para llegar a un veredicto justo y determinar las acciones que deben tomarse.