¿Puedes Confiar En Dios En La Adversidad? Probablemente la respuesta sea ¡sí! Pero la realidad es otra. En momentos de mucha dificultad, nos falla la fe, la confianza  y la espera en Dios se nos hace amarga y demasiado larga.

La siguiente reflexión tiene que ver con el valor de confiar en Dios en las adversidades de la vida, esta confianza la encontramos en Dios y su palabra y no depende de las circunstancias que estemos viviendo,

Pero sucede que estas adversidades prueban nuestra confianza, es por ellas que nos damos cuenta como esta nuestra fe.

Todo esto sumado a la oscuridad que traen los problemas, ocasiona que algunas veces nos dificulte la tarea de mantenernos confiando, Israel pasaba tiempos difíciles,

El contexto del capítulo 6 de 2 de Reyes nos hace ver que la hambruna que vivía el pueblo era severa, los alimentos eran carísimos, estaban comiendo animales impuros y lo que es peor, habían caído en un canibalismo,

Pero sobre todo, en este momento histórico, al pueblo le fallaba su confianza en Dios, su fe se había debilitado o mejor dicho, estaba casi extinguida.

Ante tal situación, la providencia de Dios se hace presente ante su Pueblo trayendo la buena noticia, anunciando que la crisis se termina pronto.

¿Puedes confiar en Dios en la adversidad?

Esta es la gran pregunta que debemos hacernos, pues todos sabemos, que en esos momentos, nuestros ojos no pueden ver más que la obscuridad, las puertas se ven cerradas, no se encuentra la salida, y nuestro corazón desfallece.

  1. Para confiar en Dios es la adversidad es preciso oír su Palabra

La palabra de Dios trae esperanza al corazón afligido, ella trae buenas nuevas.

2 Reyes 7:1  Dijo entonces Eliseo: Oíd palabra de Jehová: Así dijo Jehová:

Mañana a estas horas valdrá el seah de flor de harina un siclo, y dos seahs de cebada un siclo, a la puerta de Samaria.

En medio de la adversidad se manifiesta la gracia, Dios manda su Palabra para traer esperanza, y es así que el profeta anuncia la provisión divina para el pueblo,

Pero ese anuncio será escuchado solamente por los que no dudan (v. 2); los que esperan en el Señor verán que Dios gobierna y resuelve situaciones imposibles para otros.

Así, Eliseo está profetizando la voluntad de Dios que expresa que la crisis solo durará 24 horas más y habrá alimento abundante a bajo precio, pero la crisis nos lleva a hacernos las siguientes preguntas:

¿Podemos confiar en Dios en la adversidad?

Pero cuando vemos y percibimos  con nuestros sentidos  la adversidad pensamos que ella terminará con nuestra vida,  y nos parece que es difícil tener la confianza que Dios nos va a ayudar.

Ante esto se derivan preguntas como las siguientes: ¿Dónde está Dios en todo esto?»

¿Puede usted verdaderamente confiar en Dios cuando la adversidad golpea y llena su vida de dolor? ¿Realmente puede venir Dios al rescate de aquellos que le buscan?

Y puede ser que el cristiano deje de creer en las Promesas divinas, y  pensar que no son para él, que eso es para otros.

No es fácil confiar en Dios en momentos de prueba. Nadie disfruta el dolor y, cuando éste viene, queremos que pase a la mayor brevedad.

Incluso el apóstol Pablo le suplicó tres veces a Dios para que le quitara el “aguijón de la carne”, antes de que entendiera que la gracia de Dios era suficiente.

Y las preguntas siguen:

¿Podría animar a otros a confiar en Dios cuándo estén atravesando por situaciones adversas, al mismo tiempo que usted sufre?

¿O toda la idea de confiar en Dios es solamente un lema cristiano que no permanece firme ante los sucesos difíciles de la vida?

¿Puede usted en realidad, confiar en Dios?

No confiar en la soberanía de Dios, cuestionar su bondad, desconocer su omnipotencia, es decir que Él no es Dios.

  1. La clave para confiar en Dios está en “oír y creer a su palabra”.

Para creer en Dios, debemos ver siempre nuestras circunstancias adversas a través de los ojos de la fe, y no del sentido común. De la misma forma como la fe de la salvación viene por oír el mensaje del evangelio así también la fe en la adversidad.

Romanos 10:17  Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.

La fe para confiar en Él, en las situaciones difíciles, viene de la Palabra de Dios, de lo que Él dijo. Es sólo por aplicar las Escrituras a nuestros corazones por el Espíritu Santo, que recibimos la gracia de confiar en Dios en los momentos de sufrimiento.

Que dicen las Escrituras de confiar en Dios en la adversidad?

Las Escrituras enseñan tres verdades esenciales acerca de Dios con respecto a la adversidad, en las que debemos creer si queremos poder confiar en Él en situaciones difíciles:

  • Dios es soberano

Y en su soberanía tiene el poder para hacer que suceda.

  • Dios es sabio

En su sabiduría siempre sabe lo que es mejor para nosotros

  • Dios es amor

Dios en su amor siempre desea lo mejor para nosotros, todo lo que Él hace trae bendición a nuestras vidas. Y tanto el bien como la adversidad proceden de él.

Lamentaciones 3:37-38  ¿Quién será aquel que diga que sucedió algo que el Señor no mandó?  ¿De la boca del Altísimo no sale lo malo y lo bueno?

Lamentaciones  3:32-33 Antes si aflige, también se compadece según la multitud de sus misericordias; porque no aflige ni entristece voluntariamente a los hijos de los hombres».

¡No importa por qué clase de calamidad o problema en particular estemos atravesando; pero sí podemos estar seguros de que nuestro Padre tiene un propósito amoroso.

Dios no ejerce su soberanía caprichosamente, sino sólo en la forma en que su infinito amor sabe que es mejor para nosotros.

Consecuencias de no confiar en Dios en la adversidad:

  1. La incredulidad priva a las personas de los favores divinos.

2 Reyes 7:2  Y un príncipe sobre cuyo brazo el rey se apoyaba, respondió al varón de Dios, y dijo: Si Jehová hiciese ahora ventanas en el cielo, ¿sería esto así?

Y él dijo: He aquí tú lo verás con tus ojos, mas no comerás de ello.

Este príncipe que ayudaba al rey se atreve a cuestionar la Palabra de Dios diciendo “Aun si el Señor abriera ventanas en el cielo no podría suceder lo que has dicho” Para los ojos del incrédulo, la promesa de Dios es lejana e imposible

Y ante esa incredulidad el profeta de Dios contesta  “Pues tú lo verás con tus propios ojos, pero no comerás de ello” El precio de la incredulidad, es ver la Palabra de Dios hecha realidad, pero no beneficiarse de ella.

  1. No confiar en Dios en la adversidad nos hace pensar ¿será que Dios no tiene el control?

Y la pregunta que nos hacemos es ¿Está Dios en control de esta adversidad? Esta pregunta nos lleva a tres reflexiones, las primeras dos son equivocadas la ultima es correcta.

  • Dios no es bueno

Podríamos Dios es todopoderoso, pero no es muy bueno. No siempre nos ayuda, no siempre nos escucha, no siempre está con nosotros

  • Dios no es todo poderoso

Podríamos creer que Dios es bueno pero no tiene el poder para hacer que suceda lo bueno. Él puede hacer algunas cosas, pero no todas

  • Dios es bueno y todopoderoso

Pero la Biblia nos enseña que Dios es todopoderoso para hacer libremente todo lo que se ha propuesto, lo hace para su gloria, y su gloria siempre trae bienestar y gozo a su pueblo.

Bendición de confiar en Dios en la adversidad

La mayor bendición que podemos encontrar en medio de la adversidad es que nuestra confianza sea fortalecida por la providencia de Dios para sus hijos.

La Biblia nos enseña que esta providencia divina la encontramos en dos formas:

  • Dios es soberano

Es decir todopoderoso, lo que nos da la garantía de ser sostenido en medio de la prueba, pues Él tiene el poder de hacernos pasar al otro lado, de llevarnos hasta el final saliendo victoriosos.

  • Y Dios es bueno.

Lo que nos garantiza que todo lo que vivamos en esa adversidad ha de traer un provecho a nuestra vida. Esa situación difícil ha de provocar en nosotros mayor santidad, más perfección de nuestro carácter, una mayor y mejor fe. Un conocimiento más profundo del Dios que nos sostiene.

La providencia de Dios es su constante cuidado y gobierno absoluto sobre toda su creación para su gloria y el bien de su pueblo.

Esto significa que debemos fortalecernos en saber que Dios gobierna sobre todas nuestras situaciones, nos provee su cuido, el sustento por medio de su Palabra y la provisión para cada necesidad.

Conclusión.

Dios es soberano y de el procede tanto el bien como la adversidad y cada una de ella tiene un propósito santo para sus hijos,

Pero además en medio de ella manifiesta su providencia de forma que aunque las situaciones nos duelan, sabemos que su gobierno sobre ellas está presente al igual que su cuido hacia nosotros.