¿Qué Hacer Con El Problema Que Nos Agobia? Necesitamos soltar ese problema que nos quita el sueño y ponerlo en las manos de dios,

Porque cada vez que tenemos un problema de la vida cotidiana, ya sea en casa, con el vehículo o en el trabajo,

Y esa dificultad se nos da en un área que no manejamos, como una dificultad en fontanería, electricidad, el celular, el motor del vehículo, etc

Entonces, inmediatamente llamamos a un especialista, a alguien que se haga cargo de la situación y nos resuelva el problema, mientras tanto, nosotros esperamos confiados

Así mismo debe ser también en los diferentes “imposibles” de nuestra vida, que cuando acontecen, debemos llamar al especialista en imposibles

Es decir, ante nuestros imposibles debemos acudir a Dios, porque Él es especialista en resolver cosas imposibles, para Dios no hay nada difícil.

Si usted desea profundizar un poco más en conocer al Dios de los imposibles, por favor visite Nada Es Imposible Para Dios !¡

¿Qué hacer con el problema que nos agobia?

Juan 6:5 Cuando alzó Jesús los ojos, y vio que había venido a él gran multitud, dijo a Felipe:

¿De dónde compraremos pan para que coman éstos?

Habían llegado a escuchar al Señor, aproximadamente cinco mil hombres, a los cuales hay que sumar mujeres y niños, lo que nos hace pensar en una ¡Gran multitud¡

Es entonces, cuando Jesús pregunta a Felipe ¿Dónde podremos comprar pan para que todos éstos coman?

Y esta era una pregunta que inmediatamente asumía la respuesta ¡Es imposible dar de comer a tantos¡ no se cuenta con los recursos para tal misión

Pero ¿Por qué el Señor le pregunta a Felipe?  El Señor se dirige a Felipe porque quería confirmar la profundidad de su fe.

Y el Señor quería determinar qué tanto había aprendido Felipe a confiar en Él, qué tanto se enfocaría Felipe en la capacidad de Dios más que sumergirse en la imposibilidad de la situación.

De eso se trata, que al igual que Felipe, cada uno de los creyentes pueda evaluarse a sí mismo y descubra qué tanto está confiando en el poder de Dios.

  1. ¿Qué hacer con el problema que nos agobia? Confiemos en el poder de Jesús

Juan 6:6 Pero esto decía para probarle; porque él sabía lo que había de hacer.

El Señor siempre sabe lo que ha de hacer con nuestras grandes dificultades y si nos somete a un proceso de aprendizaje, es para nuestro beneficio.

Porque ante cada dificultad, por específica que sea, o por general que abarque una condición a nivel mundial ¡Dios siempre sabe cómo va a hacer cada cosa¡

Y lo más importante que los creyentes no debemos olvidar, es que Dios ¡Todo lo hace perfecto¡ nunca se equivoca.

  • No nos centremos en el tamaño del problema

En este texto bíblico podemos contemplar cómo Felipe sólo ve la situación, el tamaño del problema y su incapacidad para resolver

De modo que No recordó cuán grande es Dios, olvido que estaba frente a Aquel que todo lo puede, a pesar de haber caminado junto a Él viendo sus maravillas

Juan 6:7 Felipe le respondió: Doscientos denarios de pan no bastarían para que cada uno de ellos tomase un poco

¿Qué lección debemos aprender de esta historia bíblica? Aprendamos que, cuando estemos frente a una imposibilidad, nuestra acción ha de ser ¡Dejarlo en manos del Especialista¡

Porque ante esa gran multitud, el Señor no pregunto a Felipe cuánto dinero necesitamos o de dónde compraremos tanto pan para tanta gente

Sino que el Señor preguntaba ¿A dónde iremos? ¿Quién es El que sí puede ante este imposible visible a nuestros ojos?

Nada es imposible para Dios

En ese sentido, lo único que el Señor quería que Felipe respondiera es ¡Yo no sé porque para mí es imposible, pero para ti, no¡

Y esa es la misma respuesta que el Señor espera de nosotros cuando estamos enfrentando situaciones agobiantes que nos hacen sentir tan impotentes como Felipe

De manera que nos preparemos para ver lo que Dios va a hacer con nuestros imposibles, reconociendo que Él es especialista en imposibles.

Pero nosotros, al igual que Felipe sólo vemos la situación, el tamaño del problema y olvidamos recordar cuán grande es Dios.

  • ¿Qué hacer con el problema que nos agobia? ¡No dudar del poder de Dios¡

Debemos aprender a negarnos a calcular en nuestras fuerzas y astucia la salida o solución al problema que nos aplasta

Y debemos aprender a negarnos a dudar del Dios que tenemos, No dudemos de su Omnipotencia, Su Soberanía y Su fidelidad

En vez de dudar, aprendamos a decir “Señor, tengo algo que no puedo manejar ¡Pero tú si puedes¡

Y no solo eso, tengamos la plena convicción que Dios es todopoderoso para revertir lo que vivimos y al mismo tiempo Él siempre está dispuesto a ayudarnos

De modo que soltemos ese problema para ponerlo en manos de Dios, porque para nosotros es imposible ¡Pero no para Dios¡

  • ¿Qué hacer con el problema que nos agobia? ¡Soltarlo¡

Nuestros problemas se hacen mayores a lo que son, simplemente porque no los soltamos,

Sino por el contrario, nos aferramos al problema y hacemos malabares, en nuestra propia humanidad y astucia, para resolverlos ¡A nuestra manera¡

Y como resultado de ese maniobrar ¡Humanista¡ empeoramos las cosas, cometemos más errores que hacen más grande la situación que ya de por sí era difícil

Entonces, el problema está en que el Señor recibe nuestros desechos. Nosotros cometemos todos los errores y hacemos incontables nudos mal hechos,

Y luego pretendemos tirar ese enorme problema en manos del Señor esperando que Él le de forma pero ¡A nuestra manera¡

Pero eso no debe ser así, sino que desde el comienzo de la situación, desde que reconocemos que es imposible para nosotros,

Desde ese momento debemos ir al Señor y entregárselo a Él, reconociendo desde el principio que ¡Él puede manejarlo y resolverlo¡

Antes que compliquemos más nuestra realidad y caigamos en el pecado de soberbia, autosuficiencia e independencia de Dios

Por tanto, Si hay algo que es humanamente imposible para nosotros ¿Que’ vamos a hacer para tratar de conseguirlo?

¡Ir inmediatamente al Señor y ponerlo en sus manos¡

  • Que los obstáculos ¡No nos derrumben¡

Andrés es una figura de los que se rebuscan en resolver un problema, pero al ver los obstáculos ¡Se derrumban¡

Juan 6:8-9 Uno de sus discípulos, Andrés, hermano de Simón Pedro, le dijo:

Aquí está un muchacho, que tiene cinco panes de cebada y dos pececillos; mas ¿qué es esto para tantos?

Es verdad, que al ver la dificultad, cada uno de nosotros debe contemplar todas las posibilidades humanas para resolver de la mejor manera,

Sin embargo, ante todas las posibilidades también aparecen todos los obstáculos que hacen inviable nuestra posibilidad humana,

Es entonces, que humildemente y con la fe determinada, debemos llega ¡Inmediatamente¡ al Señor

Para que sea Él quien nos indique qué hacer, cómo hacer, a dónde ir, ¿Por qué? Porque es Dios quien cuenta con todos los medios y recursos que nosotros necesitamos

Y no dudar, sino dar paso a la fe ¡Que todo lo cree¡ que todo lo espera porque estamos en manos de un especialista en imposibles ¡Nuestro Dios¡

  1. ¿Qué hacer con el problema que nos agobia? ¡hay que creer lo increíble¡

Marcos 9:20-22 Y se lo trajeron; y cuando el espíritu vio a Jesús, sacudió con violencia al muchacho,

Quien cayendo en tierra se revolcaba, echando espumarajos.

Jesús preguntó al padre: ¿Cuánto tiempo hace que le sucede esto?

Y él dijo: Desde niño.

Y muchas veces le echa en el fuego y en el agua, para matarle;

Pero si puedes hacer algo, ten misericordia de nosotros, y ayúdanos.

Nos encontramos con el dolor e impotencia de un padre, que ante el sufrimiento de su hijo, no ve más que un imposible para él

Pero aún así, en la gracia divina ha podido encontrar el camino que le llevo a Jesús

Y lo más hermoso es la forma en que este hombre se acerca al Señor y pide ayuda “Ten misericordia de nosotros y ayúdanos

¿Por qué pide misericordia? Porque este padre reconoce que no se puede llegar a Dios con demandas y exigencias

Sino que a la presencia de Dios llegamos con humildad, pidiendo compasión, pidiendo gracia, sabiendo que no somos merecedores del favor divino

Porque la dificultad, la imposibilidad no es Dios ¡Sino nuestra¡ los que necesitamos ayuda somos nosotros ¡No Dios¡

Es decir, que este hombre reconoce que Dios no está obligado, que Él es Dios, con nosotros o sin nosotros, Dios sigue siendo Dios,

Pero los humanos sin Dios ¡Perecemos¡ y no solo en este mundo terrenal, sino también, morimos eternamente

Entonces, cuán necesitamos somos del favor divino, cuánto necesitamos clamar por misericordia divina.

Y cuanto tenemos que aprender de este padre, para llegar a Dios con la petición y la forma correcta.

  • ¿Qué hacer con el problema que nos agobia? Desechar la incredulidad

Marcos 9:23-24 Jesús le dijo:

Si puedes creer, al que cree todo le es posible.

E inmediatamente el padre del muchacho clamó y dijo:

Creo; ayuda mi incredulidad.

Este padre llego al Señor y pidió correctamente, sin embargo, en su corazón había duda del poder de Dios

Porque dijo “pero si puedes hacer algo”  dudando que hubiera una solución real e inmediata para el enorme problema que enfrentaba su hijo

Pero la respuesta del Señor es hermosa, porque le hace ver que el problema no está en Jesús ¡Sino en el hombre¡

Porque el que tiene la dificultad de creer y hacer es el ser humano, No Dios, que para Él todo es posible, dueño y Creador de todo cuanto existe.

Es por ello que Jesús le dice “si puedes creer” porque al que cree ¡Todo le es posible¡ y es aquí donde encontramos una respuesta más que loable de parte de este padre agobiado

Dice la Escritura que el padre del muchacho inmediatamente clamo ¡Ayúdame en mi poca fe! Es decir  “Yo creo pero  ¡Ayúdame a creer más!”

¡Maravillosa respuesta¡ donde reconocemos nuestra pequeñez y limitación, cuando reconocemos nuestra inmensa necesidad de confiar completamente y no inquietarnos más,

Por tanto, cuando enfrentemos esos enormes problemas que nos aplastan y frustran, lleguemos delante del que todo lo puede ¡Nuestro Dios¡

Pero lleguemos clamando por misericordia y pidiendo al Señor, que su gracia infinita, ayude a nuestra incredulidad.

  • ¿Qué es lo que Dios nos dice ahora?

Para todos los que somos hijos de Dios, podemos escuchar las Palabras del Señor diciendo ¡Al que cree todo le es posible¡

De manera que comprendamos que nuestros profundos e indescriptibles problemas no se han de resolver porque nos preocupemos más, al punto de perder el sueño

O porque nos esforcemos mucho, intentando una y otra vez, en encontrar la solución para luego desmoronarnos al ver los grandes obstáculos que hacen imposible la solución humana

Qué hacer con el problema que nos agobia

Porque así como en esta hermosa historia bíblica, vemos como el Señor salva la vida del muchacho, lo libera del espíritu inmundo y le provee sanidad.

Así mismo, la obra que Dios hará en nuestra vida, va ocurrir cuando la presión de la imposibilidad nuestra, la depositemos sobre los hombros del Todopoderoso.

Entonces, aprendamos lo más pronto posible, que Dios se especializa en cosas que pensamos que son totalmente imposibles.

Ya sea un matrimonio al borde del fracaso, un habito terrible que nos destruye, una profunda crisis financiera, una enfermedad terminal, un hijo prodigo, etc, etc, etc

¡No hay imposibles para Dios¡

Conclusión

¿Qué hacer con el problema que nos agobia? Sencillo, entender que, Si es imposible para nosotros, no lo es para Dios

Y entonces, todo lo que necesitamos hacer es ¡Retirar las manos de ese enorme problema! Y pedirle a Dios, con fe absoluta, que se encargue de mi realidad.

Fuente consultada:

Tres Pasos Adelante, Dos Para Atrás, Charles Swindoll.