Bienaventurados Los Pobres En Espíritu  y nos podemos preguntar ¿Por qué un pobre en espíritu es bienaventurado?

O ¿Quién es un pobre en espíritu? A qué se refiere nuestro Señor Jesús, cuando habla de esta manera en el sermón del monte.

Texto de referencia:

Mateo 5:1-3  Viendo la multitud, subió al monte; y sentándose, vinieron a él sus discípulos. Y abriendo su boca les enseñaba, diciendo:

Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.

Bienaventurados los pobres en espíritu.

Bienaventurados es la primera palabra que el Señor pronuncia en su primer sermón al inicio de su ministerio público

Y ¿Qué debemos entender por “bienaventurado”? Esta expresión nos indica que la persona es “Feliz,  o que es Bendita”

Podemos entenderla entonces, como una descripción de la esencia de aquellos que son parte del reino de los cielos.

En ese sentido, debemos tener cuidado cuando pensamos en la bienaventuranza como si fuera un elogio por lo que hacemos,

Pero No es un elogio sino una expresión que denota la causa por la cual hacemos las cosas bien

  1. ¿Qué significa ser “Bienaventurado”?

Efesios 1:3  Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo,

Ya vimos que esta expresión significa ser feliz o bendito, pero para la vida del creyente, esa felicidad y esa bendición tiene varias implicaciones:

  • Significa ser bendecidos por Dios

Bienaventurados significa haber sido bendecidos por Dios, a través de Jesucristo, en los lugares celestiales

¿Cómo es eso? Esa bendición comienza en el momento mismo que somos pasados de muerte a vida, de luz a tinieblas

Y es allí, donde comenzamos a gozar de toda bendición espiritual: salvación, vida eterna, ser cubiertos con la justicia perfecta de Cristo

Y es a causa de esa bendición de Dios, que nosotros podemos llegar a ser “pobres en espíritu”

  • Significa ser llenos de gracia:

Somos bienaventurados por la obra de gracia que Dios ha hecho en nosotros y no por una serie de méritos que hubiera en nosotros,

No somos bienaventurados porque reunimos, en nosotros mismos, los requisitos para entrar en el reino de los cielos.

Si no, porque hemos sido cubiertos de la gracia divina, que nos permite gozar del perdón y la paz para con Dios, a través de los méritos de Cristo

  • Significa ser dignos de envidia:

¿Por qué? Porque somos supremamente bendecidos por Dios, somos dichosos, afortunados al ser llamados hijos de Dios.

Hemos sido elegidos, de entre medio, de un mundo de pecado, y ahora, ya no somos dignos de la ira de Dios

Los  pobres en espíritu son llenos de gracia

Si no, que ahora podemos entrar confiadamente al trono de la gracia, y encontrar misericordia y gracia, para el oportuno socorro.

  • Significa ser “pobres en espíritu”

Y pobres en una condición miserable, como la de un indigente. ¿Y por qué esto habría ser motivo de gozo y bendición?

Porque esa completa pobreza espiritual, me permite darme cuenta, que solo Dios puede rescatarme de la miseria humana

Y tener esa convicción, ese discernimiento, no es de todos, solo de aquellos a quienes Dios ha elegido y ha renovado sus mentes.

¿No es esto motivo de gozo y gratitud? ¿No significa esto que somos más que bendecidos? ¿No es esto motivo de felicidad?

Por supuesto que si!!! Porque esta bendición tan especial y única, proviene solo de lo alto.

  1. Bienaventurados los pobres en espíritu.

Mateo 5:3 Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.

Si eres rico, podrás comprar muchas cosas, incluso personas, pero no puedes comprar el reino de los cielos.

De manera que los bienaventurados no son aquellos que poseen muchos bienes materiales o mucho poder económico

Sino los “pobres”, aquellos que se dan cuenta que no hay manera, no hay recurso por el cual ellos pudieran obtener el reino de los cielos.

Que no hay recurso humano, ni astucia de hombre, ni mérito alguno que permita ser acreedor del favor divino

  • Bienaventurados los pobres en espíritu porque ellos tienen vida

Efesios 2:1  Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados,

Solo los que han pasado de muerte a vida se vuelven conscientes de su pobreza física y espiritual,

Y esa conciencia los lleva a tomar el lugar de mendigos, y están dichosos de recibir la caridad divina y comienzan a buscar las verdaderas riquezas.

Por esta razón “a los pobres es anunciado el evangelio” (Mateo 11:5), ¡predicado no solo a sus oídos sino a sus corazones![1]

  • Bienaventurados los pobres en espíritu porque son benditos:

La gloriosa noticia del Evangelio de Jesucristo es que: Sin Dios estas arruinado, pero la gracia divina puede darte un nuevo nacimiento.

Mateo 11:5 Los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos son limpiados, los sordos oyen,(A) los muertos son resucitados, y a los pobres es anunciado el evangelio;(B)

El que posee esta pobreza en espíritu es pronunciado bendito por muchas razones, como:

Tiene un corazón dispuesto:

Es decir, que ahora, que ha conocido a Dios, el pobre en espíritu tiene una disposición a buscar de Dios, que es justo lo contrario de lo que era suyo por naturaleza;

Tiene un corazón nuevo:

Y esto es la primera evidencia segura de que una obra divina de gracia se ha forjado dentro de él;

Puede buscar a Dios:

La pobreza de espíritu hace que el hombre busque fuera de él mismo el verdadero enriquecimiento, que solo se encuentra en Dios

Es heredero del reino de los cielos:

Y este es un reino, que comienza disfrutarse aquí en la tierra, y tiene su plena realización, allá en los cielos.[2]

  1. “Bienaventurados los pobres en espíritu” ¿Qué es pobreza de espíritu?

La pobreza de espíritu es lo contrario a esa disposición altiva, engreída y autosuficiente que el mundo tanto admira y alaba.

La arrogancia nos hace necios de corazón

Es todo lo contrario a esa actitud independiente y jactanciosa que se niega a inclinarse ante Dios,

Y que decide enfrentar las cosas en su propia sabiduría, y que dice junto con Faraón, “¿Quién es Jehová, para que yo oiga su voz y deje ir a Israel?” (Éxodo 5:2).

De manera entonces  que, Ser pobre en espíritu es

  • Darse cuenta de que no tengo nada.
  • Que no soy nada,
  • Que no puedo hacer nada bueno por mí mismo.
  • y que necesito todas las cosas.
  1. Bienaventurados los pobres en espíritu ¿Cómo los identificamos?

La pobreza de espíritu es evidente cuando una persona es puesta en el polvo delante Dios, para que reconozca su total impotencia.

Esta es la primera evidencia vivencial, experimentada en nuestra propia carne, de la Verdad de una obra de gracia divina dentro del alma

Y podríamos comprobarlo bíblicamente, al considerar el primer despertar del hijo pródigo, en un país lejano y en el momento justo, cuando “comenzó a faltarle todo”.[3]

Lucas 15:14 Y cuando todo lo hubo malgastado, vino una gran hambre en aquella provincia, y comenzó a faltarle.

Cuando este hombre se da cuenta, vuelve en sí mismo y alza sus ojos al cielo reconociendo que en la casa del Padre hay abundancia de todo.

Lucas 15:17 Y volviendo en sí, dijo: ¡Cuántos jornaleros en casa de mi padre tienen abundancia de pan, y yo aquí perezco de hambre!

De esta manera, la pobreza en espíritu la identificamos cuando:

  • Tenemos plena conciencia:

Y una persona llega a tener conciencia de su realidad humana, cuando reconoce su vacío y necesidad interna.

Reconoce que no es el mundo, ni el hombre, ni los bienes materiales, ni los logros intelectuales, los que darán sentido a la vida.

Crecemos al reconocer nuestra indignidad

Comprendemos entonces, que ese vacío interior, solamente lo llena Cristo, dándonos propósito y dirección.

  • Cuando obra el Espíritu Santo:

De manera que nuestra pobreza espiritual llega a ser el resultado de la obra del Espíritu Santo dentro del corazón del hombre.

  • Cuando reconozco la vanidad de mis obras:

La pobreza de espíritu me lleva al doloroso descubrimiento de que toda mi justicia es como trapo de inmundicia.

Isaías 64:6  Si bien todos nosotros somos como suciedad, y todas nuestras justicias como trapo de inmundicia;

y caímos todos nosotros como la hoja, y nuestras maldades nos llevaron como viento.

  1. ¿Qué pasa cuando reconozco mi pobreza espiritual?

Cuando una persona es pobre de espíritu, lo que viene después es que esta persona es despertada al hecho de que mis mejores desempeños son inaceptables

Que por buenas que parezcan mis obras, estas llegan a ser una abominación ante Quien es tres veces santo.

  • Reconozco la vanidad de mis obras:

Por buena que parezca la obra de misericordia que el hombre hace, jamás se acerca a la santidad perfecta de Dios

Porque las obras de bondad del hombre, siempre se acompañan de vanagloria y egocentrismo, haciéndonos ver llenos de méritos ante los demás

Así que una persona que es pobre en espíritu se da cuenta de que es un pecador que se merece el infierno.

  • Vaciamos el corazón:

Y que solamente la obra del Espíritu nos puede vaciar el corazón del “Yo” entronizado,  para que Cristo lo pueda llenar.

La pobreza de espíritu es un sentimiento de necesidad y destitución de mi “yo” para dar ese lugar de gobierno y honra, solo al Señor y Salvador de nuestra vida.

  • La pobreza espiritual es nuestra característica:

De manera que la bienaventuranza que trae la pobreza espiritual es esencial porque describe un rasgo fundamental que se encuentra en cada alma regenerada.

El que es pobre en espíritu no es nada a sus propios ojos y siente que delante de Dios, su lugar correcto está en el polvo, de donde fue tomado

Y comprende, acepta y da el trono de su corazón solamente al Señor para que gobierne su vida. El pobre en espíritu jamás busca tomar el lugar de Dios

  1. Bienaventurados los pobre en espíritu porque alcanzan misericordia.

Ser pobre en espíritu es reconocer tu inmensa necesidad de la misericordia divina.

  • Un rico de espíritu:

Lucas 18:10-12 Dos hombres subieron al templo a orar: uno era fariseo, y el otro publicano.

El fariseo, puesto en pie, oraba consigo mismo de esta manera:

Dios, te doy gracias porque no soy como los otros hombres, ladrones, injustos, adúlteros, ni aun como este publicano;

ayuno dos veces a la semana, doy diezmos de todo lo que gano.

Cuando pensamos que no necesitamos de Dios, porque nosotros tenemos nuestros propios méritos, estamos más lejos de la Verdad de lo que imaginamos.

Los fariseos eran hombres separados y leales a Dios, eran doctores en la ley, pero eran guías ciegos,

Porque pese a su aparente santidad, ellos no practicaban lo que predicaban, ni creían tampoco que eran necesitados de Dios.

Bienaventurados los pobres en espíritu alcanzan misericordia

Así, este fariseo no oraba con Dios, sino que “oraba consigo mismo” de manera que no buscaba agradar a Dios, sino congraciarse consigo mismo.

Y este humanismo en extremo egocéntrico, lleva al hombre a menospreciar a su prójimo y a exaltarse a sí mismo

Toda esa vanagloria y arrogancia siempre nos aleja de Dios, pues Él mira de lejos al altivo de corazón.

Porque el rico en espíritu, cree que no necesita a Dios, sino de sí mismo, de sus capacidades y apariencias. Necesita ser aprobado por los hombres y no por Dios.

  • Un pobre en espíritu:

Lucas 18:13 Mas el publicano, estando lejos, no quería ni aun alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: Dios, sé propicio a mí, pecador.

Pero el pobre de espíritu se caracteriza por reconocer su propia indignidad ¿Cómo un hombre de labios inmundos se ha de presentar delante del Dios santo?

El pobre en espíritu no puede alzar sus ojos a Dios, porque su corazón está lleno de pecado, de malos pensamientos, de acciones impuras

Y reconoce que solamente Dios le puede cubrir y limpiar su pecado, por eso, este hombre oraba diciendo “se propicio a mí que soy pecador”

  • La misericordia alcanza al pobre de espíritu:

Lucas 18:14 Os digo que éste descendió a su casa justificado antes que el otro;

porque cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se humilla será enaltecido.(A)

Serán los pobres de espíritu los que gozaran de la misericordia divina, porque no confían en sí mismos como hombres justos

Encontramos a un publicano, que era un hombre con mucho dinero pero vacío porque no tenía a Dios, como tampoco podía comprarlo.

De manera que el Señor No está acusando a los que tienen abundancia material, sino a los que no están vacíos espiritualmente pero se creen ricos en sí mismos

¿Cómo este publicano alcanzo misericordia? Porque “volvió a su casa justificado”  y ¿Qué significa esta justificación?

Significa que este pobre espiritual fue cubierto por la justicia de Cristo. No fue justo en sí mismo, sino en los méritos de Cristo

El pobre en espíritu confiesa y llora por su pecado, reconoce su miseria humana y el engaño de su corazón, y deja al Señor la tarea de limpiarle y restaurarle.

  1. Bienaventurados los pobres en espíritu porque pueden humillarse

Ser pobre en espíritu es ser humilde. Es tener tal grado de humildad que pueda reconocer que todo lo que tiene proviene de Dios,

  • El origen de la bendición material:

1 Corintios 4:7  Porque ¿quién te distingue? ¿O qué tienes que no hayas recibido?

Y si lo recibiste, ¿por qué te glorías como si no lo hubieras recibido?

El pobre en espíritu tiene la humildad de reconocer que todo lo que tenemos y de lo que gozamos, proviene de Dios

Todos nuestros talentos, nuestras habilidades, la inteligencia, las fuerzas nuevas de cada día, la salud, las oportunidades, el pan de cada día, los da Dios

Jamás piensa, que todos los beneficios de la vida son fruto de su propia cosecha, sino que aprende a ver a Dios en cada bendición

Bienaventurados los pobres en espíritu

Esto nos hace agradecidos con Dios, porque vemos cómo su misericordia nos alcanza¡!

  • El origen de la bendición espiritual:

El pobre en espíritu reconoce que todos los dones provienen de Dios: el don de Cristo, el don de la fe, el don de la vida eterna, el don espiritual.

Santiago  1:16-18  Amados hermanos míos, no erréis.

Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación.

El, de su voluntad, nos hizo nacer por la palabra de verdad, para que seamos primicias de sus criaturas.

Toda bendición espiritual no proviene de mi iniciativa, de mi esfuerzo o disciplina espiritual.

Las Escrituras nos dicen claramente que “toda buena dádiva y todo don perfecto descienden de lo alto”

La fe no es nuestra, es un regalo de Dios; a Cristo no lo busqué yo, ni fui yo quién lo hallo, sino que Él me busco y me encontró a mi

No es por mis méritos, por mis buenas obras que alcanzo la vida eterna, sino por la obra perfecta de Cristo, que al morir en la cruz, venció a la muerte.

Y a todos aquellos que creemos en Él, se nos ha concedido vivir eternamente en la presencia gozosa del Dios eterno e infinito.

¡Todo aquello perfecto, santo y eterno No proviene del hombre¡ sino, solo de Dios

  1. Bienaventurados los pobres en espíritu porque lo tienen todo

¿Qué pasa cuando perdemos de vista esta bienaventuranza? ¿Qué pasa cuando se nos olvida ser humildes para reconocer mi lugar y el lugar de Dios?

Cuando olvidamos ser pobres en espíritu, pronto nos encontramos en serios problemas¡

Sansón es un ejemplo perfecto para que podamos comprender lo dañino que puede ser la arrogancia y la autosuficiencia,

Jueces 16:20  Y le dijo: ¡Sansón, los filisteos sobre ti! Y luego que despertó él de su sueño, se dijo:

Esta vez saldré como las otras y me escaparé. Pero él no sabía que Jehová ya se había apartado de él.

Pensar que lo que soy y lo que tengo es mío, producto de mis propias bondades y capacidades me hace errar profundamente,

Y en muchas ocasiones, nos puede llevar a perderlo todo, tal es el caso se Sansón, que perdió el poder del que tanto se jactaba, y llego a ser presa de su enemigo.

Tengamos mucho cuidado con lo que acontece en nuestro corazón!¡ revisemos constantemente nuestros pensamientos y emociones,

Logremos identificar qué es lo que nos impulsa, cuál es nuestro propósito al actuar o decidir hacer algo.

Y tomemos en cuenta, que si la gloria no se la estamos dando a Dios, entonces, nos estamos vanagloriando,

Nuestro corazón se estará llenando de arrogancia, autosuficiencia, egocentrismo y todo aquel humanismo que sin duda, nos llevará a apartarnos de Dios.

  • La imprudencia de creer que lo tenemos todo

Cuan profunda tristeza despiertan aquellos que piensan que lo tienen todo cuando en realidad no tienen nada, y no saben que son pobres.

Lucas 12:19-20 y diré a mi alma: Alma, muchos bienes tienes guardados para muchos años; repósate, come, bebe, regocíjate.

Pero Dios le dijo: Necio, esta noche vienen a pedirte tu alma; y lo que has provisto, ¿de quién será?

Estar abundados materialmente, no significa ser ricos¡ ni aun cuando poseemos toda la salud, toda la inteligencia y toda la astucia, no podemos pensar que por ello somos ricos

el vacío interior y la vanidad del mundo

Porque todo ello es ¡Temporal¡ y nada de eso depende de nosotros, sino solo de la bondad divina, que con su gracia común nos alcanza a todos.

De manera entonces, que cuidémonos de no ser necios y poner nuestro corazón en nosotros mismos, olvidándonos de nuestro Creador

Lucas 12:21 Así es el que hace para sí tesoro, y no es rico para con Dios.

El necio nunca prestan atención al vacío interno que genera la vanidad del mundo, olvidando que la felicidad es interna, no es externa.

  • La tristeza de creer que la felicidad se puede comprar.

Apocalipsis 3:17 Porque tú dices: Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad;

y no sabes que tú eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo.

El que, por su abundancia material, se cree rico, no solamente es un necio, sino también es desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo.

¿Toda esta descripción bíblica, no es suficiente para que nuestro corazón entienda? Debería serlo¡!

Y de esa dolorosa descripción del hombre cuyo tesoro está en la tierra, podemos escuchar el Consejo divino:

Apocalipsis 3:18Por tanto, yo te aconsejo que de mí compres oro refinado en fuego, para que seas rico,

 y vestiduras blancas para vestirte, y que no se descubra la vergüenza de tu desnudez; y unge tus ojos con colirio, para que veas.

De manera entonces, que la tragedia de este mundo No es que No tengamos nada, sino que la tragedia es No tener lo que deberíamos tener

¿Qué es lo más vital que deberíamos tener en este mundo? Si de verdad queremos ser ricos en esta vida, es vital tener a “Cristo”

  1. Bienaventurados los pobres en espíritu porque de ellos es el reino de los cielos.

¿Qué quiere decir que el reino de los cielos pertenece a los pobres de espíritu?

Mateo 5:3 Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.

Pertenecer al reino de los cielos no solamente es un evento que acontecerá cuando ya no hayamos ido con el Señor,

Sino que ese reino lo empezamos a vivir aquí en la tierra, todos aquellos que gozamos de las bendiciones de ser hijos de Dios

  • La bendición de tener a Cristo como Señor

A los pobres en espíritu les pertenece el reino de los cielos, porque ellos han sido redimidos con la sangre preciosa de Cristo

Han sido comprados y justificados por Cristo, de manera que tienen paz para con Dios y se hacen herederos de vida nueva, vida transformada y vida eterna

  • La bendición de ser templo y morada del Espíritu Santo

Cuando somos pobres en espíritu empezamos a vivir el reino de Dios aquí en la tierra, y todo ello, gracias a que el Espíritu Santo mora en nosotros,

Y gracias a la obra del Espíritu de Dios en nuestra vida, somos guiados a toda verdad, redargüidos de todo pecado, renovados de todo engaño del mundo

  • La bendición de ser guiados por la luz de la Palabra

Y la pobreza en espíritu nos hace depender completamente de Dios y Su Palabra, de manera que está se convierte en lumbrera a nuestro camino, y lámpara a nuestros pies.

  • La bendición de poder hacer obras, fruto de la fe

Los pobres en espíritu extienden la mano a otro, responden a la vida con gratitud y alcanzan su mayor alegría al servir a otros.

Bienaventurados los pobres en espíritu

Todo ello, gracias a la obra divina del nuevo nacimiento, del nuevo corazón que puede creer en Cristo, oír Su Palabra, arrepentirse de su pecado y volverse del mal camino

y el reino de Dios empieza a vivirse en este mundo caído, en la medida que podemos decir “Hágase tu voluntad en mi vida”

como pobres en espíritu, buscamos siempre someternos a la voluntad de Dios revelada en la Escritura, y así nos volvemos personas felices y gozosas.

Conclusión.

Bienaventurados los pobres en espíritu porque de ellos es el reino de los cielos, y lo pueden vivir desde ahora hasta la eternidad

Los pobres en espíritu comprenden que la felicidad es posible solo por gracia, y se logra en la medida en que vivimos de acuerdo a los principios divinos.

 Palabras y frases significativas:

Bienaventurado, digno de envidia. Makários forma prolongado del poático μάκαρ mákar  (significa lo mismo); supremamente bendecido; por extensión afortunado, bien librado:- bendecir, bienaventurado, dichoso, glorioso.

Pobre: Indigente, ptojós de πτώσσωptósso, acurrucarse; afín a G4422 alternado de G4098); mendigo, pordiosero (como agazapándose), i.e. pobre (estrictamente denotando mendicidad absoluta o pública)

 

[1]Pink, A. W. (2014). Las bienaventuranzas. (J. Terranova & G. Powell, Eds., C. Canales, Trad.). Bellingham, WA: Editorial Tesoro Bíblico.

[2]Pink, A. W. (2014). Las bienaventuranzas. (J. Terranova & G. Powell, Eds., C. Canales, Trad.). Bellingham, WA: Editorial Tesoro Bíblico.

[3]Pink, A. W. (2014). Las bienaventuranzas. (J. Terranova & G. Powell, Eds., C. Canales, Trad.). Bellingham, WA: Editorial Tesoro Bíblico.