Cobremos Ánimo Y Trabajemos ¡El Señor Está Con Nosotros¡ esta es la exhortación que los creyentes necesitamos

Sobre todo cuando vivimos tiempos en los que predomina el desanimo y los temores, fruto de tanta situación que vivimos

Pero el Señor en el Libro de Hageo nos anima a perseverar, ha seguir trabajando en la obra del Señor,  no quedarnos anclados en el pasado

Y dejar de ver el momento histórico que nos ha tocado vivir, como si el hoy o el mañana en el Señor no son mejor que el ayer,

De manera que sin importar el tiempo que vivimos, Dios nos manda a ser fuertes y trabajar en su obra

Y para ello el Señor nos da los recursos que necesitamos: Su presencia, la  motivación, los recursos materiales, y espirituales, todos ellos están a disposición del pueblo de Dios a través del Espíritu Santo.

Por tanto, si por alguna razón usted esta desanimado, hoy es el momento para fortalecerse en el Señor para seguir edificando su templo,

Pero está edificación empieza primero en usted mismo y segundo, por medio de la extensión del reino de los cielos aquí en la tierra.

Si usted desea profundizar un poco más sobre la fortaleza que da el Señor, por favor visite ¿Cómo Orar Por Fortaleza Interior Y Discernimiento Espiritual?

Cobremos Ánimo Y Trabajemos ¡El Señor Está Con Nosotros¡

Siempre que se trata de trabajar en la obra del Señor, hemos de enfrentar oposición, tanto interna como externa

Y la oposición interna, que es la más dura de enfrentar, nace de un pueblo que ha invertido sus prioridades,

Es decir, una iglesia que ha sustituido la misión de Dios para ellos, y ha priorizado los planes personales, dejando de lado el proyecto de Dios

Y como consecuencia de este proceder, la bendición de Dios para su pueblo decrece, de modo que nos encontramos trabajando tanto y recogemos muy poco fruto

Es decir, el fruto de nuestras manos no prospera, no abunda, nunca es suficiente, y esto será así, hasta que la iglesia se mueva al arrepentimiento, por obra del Espíritu Santo,

Y podamos cobrar nuevos ánimos para emprender manos a la obra del Señor, entendiendo que siempre Dios debe ser nuestra prioridad

Pasaje bíblico de referencia.

Hageo 2:4-5 Pues ahora, Zorobabel, esfuérzate, dice Jehová; esfuérzate también, Josué hijo de Josadac, sumo sacerdote;

Y cobrad ánimo, pueblo todo de la tierra, dice Jehová,  y trabajad;

Porque yo estoy con vosotros, dice Jehová de los ejércitos.

Según el pacto que hice con vosotros cuando salisteis de Egipto, así mi Espíritu estará en medio de vosotros, (B) no temáis.

Hageo es un profeta que habla a un pueblo que acaba de retornar de un cautiverio, y que ahora se enfrenta a la enorme tarea de reconstruir,

Tanto la reconstrucción del Templo del Señor, que ha sido saqueado y que es el lugar más importante para todo el pueblo, pues allí donde desciende la presencia del Señor

Pero también se deben reconstruir los muros de la ciudad, que han sido derribados, por lo que el pueblo se encuentra vulnerable y debilitado.

En ese sentido, Dios por medio del profeta Ageo, hace un llamado al pueblo santo, a cobrar ánimos y trabajar.

  1. Cobremos ánimo y trabajemos ¿Por qué?

Necesitamos tener nuevos ánimos y dedicarnos a trabajar en la obra del Señor porque somos los obreros que Dios en su gracia ha llamado para edificar su Reino aquí en la tierra,

Y porque es Dios mismo quien nos manda a trabajar en su obra, por lo que no es una opción para el creyente, sino un imperativo de Dios para la iglesia

Hageo 2:4Y cobrad ánimo, pueblo todo de la tierra, dice Jehová,  

La orden nos la está dando Jehová de los ejércitos, el Dios Omnipotente, el Todopoderoso que nos llamó y nos eligió para ser su iglesia

Por tanto, es un imperativo que debemos cumplir, entendiendo que de una vida de obediencia procede toda bendición del Altísimo

  • ¿Qué significa “cobrar ánimo”?

Significa un cambio de actitud, que nos permita ver lo que es realmente importante en nuestra vida

Pero también implica una disposición del corazón, porque la obra del Señor jamás la hemos de hacer por obligación o presión, sino de corazón alegre y agradecido

Entonces, el cobrar ánimo demanda valor, energía, esfuerzo, tanto físico como emocional y espiritual

Porque toda la intención, la motivación de la voluntad deben reorientarse hacia aquello que es la verdadera prioridad en la vida cristiana

Es por eso, que la advertencia implícita en las Escrituras es a no caer  ni en la apatía a la obra del Señor, ni en el terrible temor al fracaso

  • Cobremos ánimo y trabajemos ¡Sin temor ni apatía¡

Para hacer la obra del Señor debemos ser fuertes y estar dispuestos de corazón, que es una amenaza interna de la iglesia cuando no se tiene

Pero también no debemos tener miedo a toda la oposición del mundo, porque esta es una amenaza externa con la que debemos luchar.

¿Qué es la Apatía?

Es un estado de desinterés, de indiferencia y falta de motivación o entusiasmo para edificar la obra de Dios, lo que hace que muchas cosas en la vida del creyente no prosperen

Temor al fracaso.

Nos llenamos de temor cuando pensamos que podemos perder un examen, un negocio o una amistad por estar dedicados a la obra del Señor.

O tememos fracasar en el ministerio, hacer un mal trabajo o no ser buenos padres. Es una sensación horrible que golpea directamente al centro de nuestro ser trayendo culpa, frustración y desesperanza.

Recordemos que Dios está hablando a un remanente del pueblo original de Israel, el cual sentía de manera muy honda la inseguridad de la vida.

Era un rebaño muy pequeño ante cuya desventaja se les dijo que también lucharan y edificaran y llevaran a cabo cosas para su Dios.

Por eso Dios quiere que el pueblo sepa lo que él les dice: “Soy Jehová de los ejércitos”[1] el Dios Todopoderoso cuya presencia está en medio de su pueblo

Entonces, el mandato de Dios a toda su iglesia es a que trabajen y sigan trabajando en su obra, porque Él está a favor nuestro, siempre interviene en nuestra vida.

  1. Cobremos ánimo y trabajemos porque es nuestra responsabilidad

Hageo 2:1-2    En el mes séptimo, a los veintiún días del mes, vino palabra de Jehová por medio del profeta Hageo, diciendo:

Habla ahora a Zorobabel hijo de Salatiel, gobernador de Judá, y a Josué hijo de Josadac, sumo sacerdote, y al resto del pueblo, diciendo:

El mensaje de Dios está dirigido a toda la iglesia desde sus máximas autoridades, hasta los lideres y el “al resto del pueblo”

Porque la responsabilidad de la obra de Dios está puesta en manos de ¡Toda la iglesia¡ no solo del pastor.

Es por ello que el imperativo de cobrar ánimos y trabajar en la obra del Señor es de suma relevancia en nuestros días.

  • Cobremos ánimo y trabajemos ¡Dejemos de ver el pasado¡

El desánimo muchas veces es ocasionado por pensar que los tiempos pasados siempre fueron mejores que los actuales

Hageo 2:3 ¿Quién ha quedado entre vosotros que haya visto esta casa en su gloria primera, (A) y cómo la veis ahora?

¿No es ella como nada delante de vuestros ojos?

Como seres humanos tendemos a comparar el presente con el pasado y solemos pensar siempre, que los tiempos pasados fueron mejores que los de ahora

Y esto trae una sensación de insatisfacción, e incluso de desilusión con nuestra experiencia actual,

Todo tiene su tiempo, Eclesiastés 3

Pero al recordar el pasado debemos de hacerlo como un correctivo para el presente: que nos ayude a evitar los errores cometidos y a imitar lo bueno que hicimos.

Y debemos hacer a un lado la tentación de decir: «¿Por qué intentarlo? No podemos igualar tareas tan grandes en el pasado».

Esto significa que la generación presente somos responsables de los eventos presentes y por tanto, estamos a cargo de la tarea de este tiempo

Por tanto, No tengamos miedo y asumamos nuestra responsabilidad con los ojos puestos en el futuro ¡La segunda venida de nuestro Señor Jesucristo¡

  • Necesitamos Trascender

No podemos perder de vista que la historia de Dios no es cíclica, sino que la historia avanza a la culminación de los tiempos

Y que así como los hombres y mujeres del Antiguo Testamento avanzaron con sus ojos puestos en la primera venida del Señor,

Así nosotros, debemos avanzar en la expansión del Reino de los cielos aquí en la tierra, con los ojos puestos en la Segunda venida de Jesucristo

Además, debemos tener presente que el Dios del pasado es el mismo Dios del presente, y que así como obró en el pasado, también lo hará en nuestro tiempo

Por tanto, no podemos relegar a Dios al pasado, sino que necesitamos mantener la expectativa de lo que Dios está haciendo en nuestro presente.

¿Qué está haciendo Dios ahora? Avanzando en la historia de Su plan redentor, llevando a la iglesia a la gloriosa segunda venida de Cristo.

Por tanto, Dios siempre hará cosas maravillosas conforme al cumplimiento de Su plan para la iglesia

Y siempre estará obrando, levantando hombres y mujeres, que respondan a la realidad histórica que se está viviendo,

Porque Dios es el mismo de ¡Ayer, de hoy y de siempre¡ a Él sea la gloria.

  1. ¿Qué significa para nosotros hoy “Cobremos ánimos y trabajemos?

Significa ¡Abrir nuestra mente¡ y pedirle a Dios que amplíe nuestra visión, para ayudarnos a pensar, creer y actuar más allá de nuestras expectativas actuales

Efesios 3:20 Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos,

Según el poder que actúa en nosotros,

Todo temor, apatía o indiferencia, se van porque Dios siempre está interviniendo en la vida de sus hijos,

Permitiéndonos entender que Dios tiene el poder para hacer muchísimo más de lo que nosotros pedimos o pensamos, por medio de Su poder, que actúa en nosotros.

Entonces, Pablo está diciendo lo siguiente:[2]

Primero, Dios es poderoso para hacer todo lo que le pedimos según su voluntad, y segundo, que Dios es capaz de hacer lo que ni siquiera nos atrevemos a pedir

Así de grande y maravilloso es nuestro Dios, que hace más de lo que pedimos, mucho más y ¡Muchísimo más¡

Por tanto, cobremos ánimos y trabajemos en la obra del Reino, porque el Señor ha de traer bendición para su iglesia, más allá de toda medida, darnos paz y prosperidad.

  • Cobremos ánimo y trabajemos con fuerza renovada.

Necesitamos tener presente que Dios está obrando en nuestro mundo actual para construir su Reino

Hageo 2:4 Pues ahora, Zorobabel, esfuérzate, dice Jehová;

Esfuérzate también, Josué hijo de Josadac, sumo sacerdote;y cobrad ánimo, pueblo todo de la tierra, dice Jehová, y trabajad;

Porque yo estoy con vosotros, dice Jehová de los ejércitos.

Dios demanda a la iglesia esfuerzo, es Su Voluntad que trabajemos en su obra  y seamos un pueblo fuerte.

Pero no podremos ser un pueblo fuerte, a menos que la presencia de Dios esté con nosotros,

Eso significa que, si perdemos la comunión con el Señor, entonces perderemos toda motivación para trabajar en su obra y por tanto nuestro trabajo será nulo

Y si nos distanciamos del Señor, alejándonos de su presencia, caeremos en un estancamiento espiritual y nuestro trabajo también será nulo

Pero más aún, si dejamos de lado nuestra comunión con el Señor, nos encontraremos saltando en el mismo puesto, sin darnos cuenta, habremos perdido la visión

Y con profunda tristeza, veremos a un creyente viviendo una vida de desobediencia, infructífera y sin propósito

Entonces, es urgente que como iglesia y como creyentes individuales, nos enfoquemos en este gran mandato del Señor: tener ánimos y trabajara en su obra.

  • Cobremos ánimo y trabajemos porque la presencia del Señor está con nosotros.

¿Qué garantiza la presencia de Dios con su pueblo? Necesitamos cultivar la presencia de Dios que está garantizada por El Pacto.

Hageo 2:5 Según el pacto que hice con vosotros cuando salisteis de Egipto,

Así mi Espíritu estará en medio de vosotros, (B) no temáis.

Así como la presencia del Señor estuvo con Moisés mientras el pueblo era liberado de la esclavitud de Egipto,

Así también esa presencia está garantizada para la iglesia de hoy en día, y por tanto, podremos ser fuertes y no tener temor

Porque para hacer el trabajo del Señor, los creyentes debemos evitar el miedo, por poderosos que parezcan a nuestros ojos, nuestros enemigos

¿Por qué no hemos de temer? Porque nuestro Dios es Todopoderoso y siempre interviene en la vida de su iglesia, a favor nuestro, en contra de nuestros enemigos

Hageo 2:6-7 Porque así dice Jehová de los ejércitos: De aquí a poco yo haré temblar los cielos y la tierra, (C) el mar y la tierra seca;

Y haré temblar a todas las naciones, y vendrá el Deseado de todas las naciones;

Y llenaré de gloria esta casa, ha dicho Jehová de los ejércitos.

Tenemos que seguir haciendo la obra del Señor porque estamos a las puertas de su segunda venida

Y esa expectativa cristiana nos debe llevar hacer el trabajo con fidelidad, con compromiso, con diligencia, porque Él vendrá por su iglesia

Así que no podemos dejar de predicar el Evangelio, la única fuente de esperanza, de vida, de paz y seguridad para el alma.

  • Cobremos ánimo y trabajemos porque Dios provee los recursos

Hageo 2:8-9 Mía es la plata, y mío es el oro, dice Jehová de los ejércitos.

La gloria postrera de esta casa será mayor que la primera, ha dicho Jehová de los ejércitos;

Y daré paz en este lugar, dice Jehová de los ejércitos.

El Señor provee todos los recursos materiales que sean necesarios así como los obreros para la mies, para que podamos expandir Su reino aquí en la tierra

Por tanto, lo nuestro es, asegurarnos de encontrarnos trabajando según la Voluntad de Dios para su iglesia.

Porque solamente así encontraremos la paz, la prosperidad, la bienaventuranza de una vida abundante, que ofrece nuestro Dios a sus fieles.

Es así, como el mensaje del Señor es comunicado con alta sensibilidad a nuestra generación presente,

Y nos promete Su maravillosa presencia en aquellos momentos que enfrentemos el mayor desafío de nuestras vidas.

Con toda la garantía, que Dios no es ajeno a la realidad que vive su pueblo, sino por el contrario, Él siempre está obrando a bien en toda nuestra vida.

Entonces, cobremos nuevos ánimos, pongamos manos a la obra y no escatimemos tiempo, esfuerzos ni recursos en hacer la maravillosa obra del Señor.

  • Cobremos ánimo y trabajemos en la Misión de Dios

El llamado es a trabajar en la misión de Dios aquí en la tierra, en nuestro tiempo, entre la primera y segunda venida del Señor.

Mateo 28:18-20  Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra.

Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, (B) bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo;

Enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado;

Y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.

Aquí se resume toda esta enseñanza y la actualidad de las palabras del profeta Hageo ¡La gran comisión” dada por Dios a la iglesia

Y debemos entender que es el Señor quien toda la autoridad, tanto en el cielo como en la tierra, de modo que de Él viene está ordenanza.

Donde somos mandados a “Ir”, llevando el mensaje del Evangelio a nuevas tierras, a diferentes estratos sociales, culturales, económicos, religiosos o de algún otro tipo.

E iremos para hacer un trabajo didáctico ¡Enseñar obediencia¡ a todo lo que esta Escrito, de modo que se formen discípulos, seguidores de Jesucristo

Cobremos ánimo y trabajemos en la obra del Señor

Pero esa enseñanza no solo es oral, sino también vivencial, amando y sirviendo a nuestro prójimo con amor sacrificial, siendo “sal y luz del mundo” con nuestra forma de vivir.

Y solo entonces, la presencia del Señor estará con nosotros ¡Todos los días hasta el fin del mundo¡

Por tanto, cobremos ánimo y trabajemos en la obra del Señor, porque para eso fuimos llamados.

Conclusión.

Cobremos ánimo y trabajemos, ese es el llamado que Dios nos hace por medio del profeta Hageo,  tanto en aquel momento histórico como para nuestro tiempo.

Porque ese mensaje se enmarca en un llamado a trabajar, a una comunidad descontenta y desanimada, apática y temerosa

En ese sentido, llamado aplica a nosotros, porque nos invita a renovar nuestras fuerzas y hacer el trabajo del Señor sin miedos paralizantes.

Y para ello, la promesa de la presencia y la acción del Señor Todopoderoso constituyen el elemento motivador, fortalecedor más importante

De modo que podamos cumplir con ese gran cometido, con ese hermoso y urgente mandato para el cual hemos sido elegidos, llamados y mandados.

 

[1]Hartzell, E. S. (2002). Hageo, Zacarías, Malaquías. (R. C. Ehlke& J. C. Jeske, Eds.) (p. 21). Milwaukee, WI: Editorial Northwestern.

[2]Comentario a Efesios, William Hendrikses, pág. 131.