Cómo Llegar A Ser Una Buena Esposa, sobre todo en estos tiempos pos modernos, donde los roles de los conyugues se han confundido

Y ser una buena esposa, según las Escrituras, se convierte en un verdadero reto para las mujeres

Texto de referencia:

Proverbios  18:22  El que halla esposa halla el bien,  Y alcanza la benevolencia de Jehová.

BAD Quien halla esposa halla la felicidad: muestras de su favor le ha dado el Señor.

Otras versiones bíblicas, nos dicen que el hombre que ha hallado una esposa, ha encontrado algo bueno, lo mejor

Y que esta esposa, no es más que una muestra del favor de Dios hacia el hombre, una muestra de que Dios está con él y lo ha bendecido dándole una esposa

No hay duda que Dios creo a la mujer con un gran propósito, y que para el Señor, las mujeres somos de mucho valor

¿Cómo llegar a ser una buena esposa?

Si hallar esposa es una muestra del favor de Dios hacia la vida de un hombre,

Eso quiere decir, que la esposa debe ser de bendición para el esposo, y no un profundo dolor de cabeza

Y para que esta esposa pueda llegar a ser de bendición para el esposo, ella debe hacer del matrimonio una fuente de unidad y gozo,

  1. Una buena esposa construye sabiamente

La mujer que tiene la bendición de llegar a gozar de la categoría de esposa, debe construir un matrimonio feliz

Construir un matrimonio que se caracterice por una amorosa unión espiritual y física que siempre glorifique a Dios

  • ¿Cómo se logra eso?

La unidad y el crecimiento espiritual del matrimonio se logran cuando cada uno de los cónyuges ayuda al otro a crecer

Pero ¿Crecer en qué? Los esposos deben ayudarse mutuamente a crecer cada vez más, a la imagen del Señor

  1. Una buena esposa crece a la imagen de Cristo

Cuando la esposa No es sarcástica y áspera en su tono de voz con el esposo, No menosprecia la tarea de él ni sus capacidades.

Sino que responde de manera bondadosa, tierna y paciente, entonces, ella está reflejando el carácter de Cristo

La esposa sabia de adorna con ese ornato incorruptible, que no se arruina ni se corroe y que es de alta estima a los ojos de Dios

El  “incorruptible ornato de un espíritu afable y apacible, que es de grande estima delante de Dios” (1 Pedro 3:4)

Este tipo de actitud promueve la unidad dentro del matrimonio y glorifica a Dios porque la esposa es obediente a la Palabra

  • Encuentra apoyo en el Espíritu Santo

El Espíritu Santo ayuda a la esposa a ser esa mujer virtuosa, temerosa de Dios, con un corazón dócil y entendido,

Cómo llegar a  ser una buena esposa

Es el Espíritu Santo el que ayuda a toda buena esposa para cambiar todas esas áreas de su vida que no abonan al matrimonio

Para que esta esposa pueda cambiar todo aquello que hay en el interior de su corazón que puede destruir su relación matrimonial

Reconociendo que la relación primaria dentro de la familia, es la relación con nuestro conyugue.

Y si no podemos construir esa unidad con nuestro esposo, estaremos en problemas en nuestra relación con Dios,

¿Por qué? porque estaremos en desobediencia a la Escritura, no estaremos haciendo aquello para lo cual fuimos puestas por esposas

  • Persevera en la fe

Esto significa que, para poder ser esa esposa que Dios demanda, es necesario que seamos mujeres comprometidas con Dios,

Que seamos mujeres perseverantes, diligentes y que la gracia del Señor nos cubra siempre.

La buena esposa edifica su matrimonio

Veamos tres metas que podemos ponernos personalmente, para poder llegar a ser esposas que edifican su matrimonio,

Para poder llegar a ser esposas que promueven la unidad amorosa en el matrimonio y que glorifica a Dios.

  1. Una buena esposa es mujer de oración:

Dios puso a la esposa como ayuda idónea para el esposo, y pareciera que a la mujer no le puso ayuda

Pero no es así, Dios es nuestro ayudador!! De allí la imperante necesidad de postrarnos delante de Él, día a día y convertirnos en mujeres de oración

  • Oremos de manera específica

Debemos orar por las necesidades de nuestro matrimonio y de nuestro conyugue específicamente

Diciéndole al Señor de que adolecemos, qué es lo que no nos deja avanzar, dónde es que necesitamos mayormente, Su ayuda

  • Humillemonos

Delante del Señor debemos ser humildes y clamar y pedir, no demandar de Dios

Cuando oremos, recordemos quienes somos nosotros y Quién es Él, para que reconozcamos la forma de dirigirnos a nuestro Creador

  • Reconozcamos nuestras debilidades

Es necesario que aprendamos a confesar nuestro pecado, a reconocer de manera clara, en qué estamos fallando

Y movernos al arrepentimiento con el propósito firme de cambiar nuestras malas actitudes

  • Oremos con propósito

Aprendamos a orar para que el Señor cambie las debilidades de nuestro esposo, y las nuestras,

La mujer como ayuda idónea crece a imagen de Cristo

y que el Señor en su infinita gracia, transforme toda debilidad en una hermosa y útil habilidad

  • Crear un plan de acción

Con la ayuda del Señor y la sabiduría de las Escrituras, hagamos un plan de acción bíblica para cambiar nosotras

Y con nuestro cambio, ayudar también al cambio de nuestro esposo, no perdamos esperanza¡!

Sepamos que Dios nos escucha y que en su gracia siempre nos ayuda.

No olvidemos que el amor es morir a nosotras mismas en sacrificio por el bienestar de nuestra familia

El amor es la determinación de caminar en obediencia a Dios y en un apoyo siempre dispuesto e incondicional para nuestros esposos

  1. Una buena esposa asume su responsabilidad

Tomemos responsabilidad por nuestras propias fallas, no nos excusemos, no nos justifiquemos ni neguemos nuestro pecado.

Oremos para que el Señor nos muestre nuestro propio pecado y nos de la libertad para reconocerlo y luchar contra eso.

Lograr el propósito de Dios en el matrimonio comienza cuando aprendemos a quitar “la viga que está en nuestro propio ojo”

Y una vez que vemos nuestra viga, entonces podremos ver y ayudar a quitar la paja que está en ojo de nuestro esposo (Mateo 7:3)

  • Se pone a cuentas con Dios

Esto significa que lo primero que debemos hacer como esposas idóneas es asegurarnos que nuestra propia vida este en el orden de Dios,

Asegurarnos que nuestro actuar esté conforme a la voluntad divina, y solo así podremos confrontar el pecado de nuestro esposo.

Nuestra humildad empieza cuando oramos pidiendo al Señor que saque la viga de nuestro propio ojo, que nos muestre nuestro propio pecado

Y seremos esposas, no solamente humildes, sino también valientes, al luchar primero, con nuestro propio corazón

  • Aceptemos la confrontación

Recordemos lo que las Escrituras nos dicen con respecto a aceptar ser confrontadas:

“Proverbios 27:5  Mejor es reprensión manifiesta  Que amor oculto.”

Aceptar esta confrontación también es de valientes¡! Pues puede significar muchas reacciones internas.

Una esposa sabia edifica su matrimonio

Esta reprensión puede llegar a nosotras por medio de la lectura de las Escrituras,

O cuando escuchamos de manera receptiva la predicación de la sana doctrina

Y de manera especial, cuando un santo de la familia del Señor, confronta directamente nuestro pecado.

  • La soberbia y la confrontación

Cuando respondemos con violencia a la reprensión: nos enojamos, justificamos, negamos y entramos en enemistad

No hay duda, que estamos en serios problemas con la soberbia de nuestro corazón:

Proverbios 13:10  “Ciertamente la soberbia concebirá contienda;…

Nunca es agradable ver nuestro pecado ni que nos lo digan, pero reaccionar de manera pecaminosa, enojadas y con enemistad

Solo complica aún más nuestro pecado y hace más doloroso el proceso de santificación al que el Señor nos somete

Proverbios 16:18  Antes del quebrantamiento es la soberbia,

 Y antes de la caída la altivez de espíritu.

Mientras más grande nuestra soberbia, más doloroso será el quebrantamiento al que el Señor nos llevará

No hay duda que debemos ser humildes para reconocer, arrepentirnos, corregir y crecer en obediencia a la Palabra.

¡Que el Señor no ayude a ser esas esposas idóneas¡

  1. Una buena esposa se santifica día a día

Si queremos ser esa esposa que es de bendición para el esposo, debemos someternos a un proceso de santificación mutua

Como matrimonio, debemos ayudarnos mutuamente a conformar la imagen de Cristo en cada uno de los conyugues

Para poder entrar en ese proceso de santificación, es necesario que reconozcamos lo siguiente:

  • El esposo debe ser el líder espiritual de la familia

Y como líder debe ayudar a su esposa a crecer espiritualmente

 “1 Pedro 3:7  Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente,(D)

dando honor a la mujer como a vaso más frágil, y como a coherederas de la gracia de la vida,

para que vuestras oraciones no tengan estorbo

Por más hábiles que seamos como mujeres y esposas, no debemos olvidar, que es el esposo el líder de la familia

Que ese es el orden que Dios ha establecido, y que nosotras como buenas esposas, debemos someternos a ello

Y si el esposo no llegará a ser ese líder idóneo, nuestra tarea como esposas, es ayudarle e impulsarle para que él lo haga

¡Jamás tomar su lugar¡ Eso deja de ser ayuda idónea y pasa a ser, lucha de poderes.

  • La mujer debe ser ayuda idónea

Y ser ayuda idónea significa amurallar la vida del esposo en oración, apoyo y acompañamiento,

Significa que la esposa se convierte en el motor de la vida del esposo, de manera que él pueda cumplir con su llamado,

Y como ayuda idónea, la esposa siempre estará sujeta a su marido  respetándolo

Efesios 5:22  Las casadas estén sujetas a sus propios maridos,(D) como al Señor;

La sujeción a nuestros maridos es parte del respeto que les debemos, y nos convierte en mujeres virtuosas, temerosas de Dios

  • Como matrimonio debemos congregarnos

Es responsabilidad de todo creyente crecer espiritualmente y esto se logra ejercitando lo medios de gracia

Que son la oración, la lectura de la Palabra y el ejercicio de los sacramentos, y todo eso se cumple en la congregación de los santos

2 Pedro 3:18  «Antes bien, creced en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo…”

Podemos apreciar que el verbo “creced” esta en forma imperativa, es decir, es un mandato

El matrimonio debe crecer en la gracia

Como matrimonio, estamos mandados a crecer espiritualmente, no podemos estancarnos  ni alejarnos de la comunión de los santos

  • Determinemos amar

Sin olvidar que el amor no es un sentimiento sino, una determinación

 “1 Juan 4:7  Amados, amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios.

Todo aquel que ama, es nacido de Dios, y conoce a Dios.

Por difícil que sea la situación que vivamos en nuestro matrimonio, recordemos que nuestro esposo ¡No es nuestro enemigo¡

Jamás hagamos guerra hacia adentro, que nunca nos encontremos luchando entre nosotros mismos

Porque entonces, en lugar de edificar, estaremos destruyendo. Como esposas nuestra tarea es edificar

Y para la edificación es indispensable la determinación de amar hasta el final, sin importar las circunstancias ni el actuar de nuestro esposo

  • La buena esposa controla su pensamiento

Filipenses 4:8  «Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero,

todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre;

si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.

Las mujeres difícilmente podemos dejar la mente en blanco ¡siempre estamos pensando en algo¡

Y esto se convierte en un peligro, porque somos propensas a encontrarnos fácilmente “conversando con el enemigo”

Dando espacio a malos pensamientos, conduciéndonos a malas actitudes y llenando el corazón de frustración

De manera entonces, que si vamos a pensar mucho, hagámoslo pensando en lo honesto, lo puro, lo amable, lo que tiene virtud.

  • La buena esposa huye de la fornicación

1 Corintios 6:18  «Huid de la fornicación. Cualquier otro pecado que el hombre cometa, está fuera del cuerpo;

mas el que fornica, contra su propio cuerpo peca.”

Debemos aceptar que la mayoría de mujeres fornican y adulteran mental y emocionalmente.

Como mujeres somos propensas a soltar la imaginación y muy pronto estaremos soñando con ese artista que tanto nos gusta

¡! Cuidado ¡! huyamos de la fornicación que es un pecado contra nuestro propio cuerpo

  • Ejercitar la piedad

1 Timoteo 4:7  «Desecha las fábulas profanas y de viejas. Ejercítate para la piedad;

Como matrimonio, debemos llevar una vida de devoción a Dios, orando y leyendo la Palabra juntos

Dando testimonio con nuestras buenas obras fruto de la fe y promoviendo el compañerismo sirviendo en la obra del Señor.

Cómo llegar a ser una buena esposa

Conclusión:

Dios, por medio del Espíritu Santo nos ayudará a caminar en santidad, a tener la sabiduría necesaria para poder construir matrimonios para toda la vida

Y también nos capacitará para crecer en el conocimiento de Él, esto lo hará por medio de las pruebas que llegaran a nuestro matrimonio,

pero estas pruebas no son más que instrumentos en manos de Dios para conformar la imagen de Cristo en nosotros.