¿Cómo Perdonarnos Unos A Otros? Esto es necesario hacerlo según el modelo del perdón de Jesús mostrado en la cruz del calvario,

Porque es allí donde el Señor ora  diciendo “…Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen…” (Lucas 23:24)

Y también tenemos en el Antiguo Testamento el testimonio de José, cuando tiene la oportunidad de vengarse,  él ocupa esa oportunidad para perdonar a sus hermanos,

Pero en Jesús vemos el perdón completo inmenso de Cristo para nosotros, enseñando que el perdón está en el centro de todo lo que es el Evangelio,

Si usted desea profundizar un poco más sobre el regalo del perdón,  por favor visite !Sanemos El Resentimiento¡ Con La Palabra De Dios

Texto de referencia.

Colosenses 3:13 soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros(E) si alguno tuviere queja contra otro.

De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros.

La Escritura nos invita al perdón, haciéndolo de la misma manera que Cristo lo hizo cuando perdono todas nuestras ofensas.

Esto significa que hemos de perdonar a los demás, no a nuestra manera, sino a la manera de Cristo.

¿Cómo Perdonarnos unos a otros?

El perdón es un regalo de Dios donde el más beneficiado es aquel que concede ese perdón.

Sabiendo que somos mandados a perdonar, no porque lo sintamos o queramos hacerlo, sino porque Cristo mismo nos da testimonio de obediencia

  1. ¿Cómo perdonaros unos a otros? Identificando qué es el perdón.

Es necesario que nos preguntemos ¿Qué es perdonar? Y según las Escrituras, encontramos que el perdón es otorgar gracia y misericordia a otra persona que nos ha ofendido

De modo que, con esa acción, cancelamos esa deuda y ya no hay castigo por su ofensa sino que hay un acto de reconciliación por gracia con esa persona.

  • ¿Cuáles son las dimensiones del perdón?

Necesitamos reconocer que la ofensa se comete primeramente ante Dios y segundo ante el prójimo.

Lucas 15:18-21 Me levantaré e iré a mi padre, y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti…

Y el hijo le dijo: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti, y ya no soy digno de ser llamado tu hijo.

No podemos olvidar que todos somos hechos a imagen y semejanza de Dios, y que por tanto, ofender a nuestro prójimo, es primeramente una ofensa contra Dios

De manera que el pecado, que se define como errar al blanco o torcer el camino, tiene una dimensión vertical hacia Dios y una dimensión horizontal hacia mi prójimo.

Y ese pecado que ha ofendido, acusa y persigue, de modo que no hay lugar donde podamos escapar de él, salvo el perdón.

  • Y ¿Hay que perdonar siempre?

Mateo 18:21-22  Entonces se le acercó Pedro y le dijo: Señor, ¿cuántas veces perdonaré a mi hermano que peque contra mí? ¿Hasta siete?

Jesús le dijo: No te digo hasta siete, sino aun hasta setenta veces siete.(I)

Lo que el Señor Jesús le dice a Pedro es que, como todo ser humano, él tiene su propio concepto sobre el perdón y ¡Es limitado¡ “Hasta siete

Pero el concepto divino del perdón es “Hasta setenta veces siete”, de manera que es un concepto liberador porque es constante, siempre que haya una ofensa.

¿Cuál es tu concepto del perdón?

  1. ¿Cómo perdonarnos unos a otros? Comprendiendo ¡Lo que no es el perdón¡

Perdonar no significa abandonar a la persona que me ha ofendido, de suerte tal que no queremos saber más nada de ella.

Sino que hay una equivalencia entre el perdón de Dios a mí y mi perdón al prójimo, dos caras de la misma moneda

De manera que solo aquel que ha sido perdonado por Cristo Jesús pude perdonar porque sabe, reconoce y valora cuánto perdón ha recibido

Efesios 4:32 Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo. (I)

Desde que Dios nos perdono en Cristo, no hay día en que sus ojos no estén sobre los justos.

Por tanto, también nosotros, al perdonar, tenemos que mantener una relación de misericordia con aquellos que nos han ofendido.

  • “Perdonar es equivalente a olvidar,

No podemos decir “te perdono pero no puedo olvidar lo sucedido” porque Perdonar no es lo mismo que olvidar, pero perdonar es decidir No volver a recordar,

Isaías 43:25 Yo, yo soy el que borro tus rebeliones por amor de mí mismo, y no me acordaré de tus pecados.

En la frase “No me acordare” la Escritura nos está diciendo que Dios no va a recordar, ni pensar, ni mencionar, en este caso especifico, nuestros pecados.

¿Por qué? porque cuando recordamos volvemos a vivir la ofensa, de manera que es necesario que determinemos no volver a recordarla,

¿De qué manera podemos evitar recordar la ofensa recibida? ¡Sencillos¡ decidiendo ya no mas pensar en esa ofensa,

Pero también es necesario que decidamos ya no mencionarlo, no hablar más de esa ofensa con otras personas,

Esto significa que debemos llevar la ofensa al baúl del olvido de manera que ella por si sola se irá borrando, sin que nos demos cuenta

Entonces, así como el Señor ha olvidado y no recuerda más nuestras rebeliones, donde decidimos descarriarnos voluntariamente del camino de una vida santa, ofendiendo grandemente a Dios,

De igual forma, nosotros tampoco hemos de acordarnos de la ofensa, mucho menor, que nuestro prójimo nos ha hecho.

  • Una evidencia del perdón es llamar al pecado por su nombre.

Así como es estrictamente necesario ser honestos con el médico, cuando le decimos claramente todo lo que tenemos y nos hace sentir mal,

De igual forma necesitamos ser honestos con Dios confesado nuestro pecado tal y como lo hemos cometido, para destruirlo y no repetirlo más.

Proverbios 28:13  El que encubre sus pecados no prosperará;

 Mas el que los confiesa y se aparta alcanzará misericordia.

No debemos menospreciar el pecado y decir “No es nada” “no ha pasado nada” “Tranquilo, esto le pasa a cualquiera” porque al actuar con tal ligereza, estamos quitando la importancia de reconocer y confesar nuestro pecado,

Y con esa indiferencia estamos diciendo que lo podemos volver a repetir. Es por eso que no debemos minimizarlo jamás y debemos escuchar la confesión.

Una fe valiente, el testimonio de Rahab

Entonces, el perdón verdadero trata realmente con el pecado, en el que tenemos que reconocer nuestras diferentes luchas,

Por ejemplo, al momento de pedir perdón, necesitamos reconocer que “es que soy mal Padre”,” es que soy mal hijo”,

Y ante esa confesión, si somos los ofendidos, debemos responder con frases piadosas, porque una confesión clara y honesta, siempre alcanza misericordia.

  • Perdonar No es un sentimiento es una decisión de la voluntad.

Vivimos en la dictadura de los sentimientos, y creemos que todo depende de cómo nos sentimos en cada momento y en cada situación,

Es así como, hoy la gente actúa por emociones y no por convicciones, pretendiendo hacer lo que dice el corazón, y no lo que indica la razón, de suerte tal, que el mundo está gobernado por las emociones,

Pero perdonar No es un sentimiento sino una decisión de la voluntad, en la cual, en obediencia al Señor, determinamos libremente perdonar la ofensa recibida.

Y en consecuencia, cuando decidimos perdonar,  como resultado los sentimientos de perdón vendrán,

Entonces, el perdón es una acción, una decisión que trae como consecuencia sentimientos positivos, liberadores y reconciliadores.

  1. ¿Cómo perdonarnos unos a otros? !Obedeciendo el mandamiento¡

Mateo 5:44 Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen,

y orad por los que os ultrajan y os persiguen;

Cuando la Escritura nos dice “amad” nos está dando un imperativo, una orden, apelando a la voluntad y no al sentimiento.

¿Por qué? Porque amar a nuestros enemigos, bendecir, orar y hacer bien a los que nos dañan, No es algo romántico sino una decisión que luego genera los sentimientos deseados.

Y para poder dar pasos de obediencia en esa orden, necesitamos recordar que Dios nos amo aun cuando éramos por naturaleza enemigos suyos,

Recordando que Dios nos ha bendecido con una vida nueva, cada día nos hace bien, nos favorece con su gracia, y cada día  intercede por nosotros desde el cielo.

Porque solamente recordando tanta bondad inmerecida, es posible comprender cuán pequeña es la ofensa recibida con respecto a nuestra ofensa al Señor y Creador nuestro.

  • Perdonar implica no guardar rencor.

Cuando no hay perdón, hay demasiado resentimiento que nos hace abundar en pleito e histeria, poniéndonos históricos y comenzamos a recordar todo el daño pasado

De manera que nuestro corazón abunda en excitación, nerviosismo, siempre alterado, trastornado, perturbado y a punto de convulsión.

Por tanto, tengamos cuidado con la libreta del rencor, con todo aquello que anotamos para no olvidar, haciendo cuentas de todo lo que creemos que el otro nos debe,

Y de manera muy triste, esperando el momento oportuno para cobrar a nuestro prójimo cada una de esas deudas anotadas.

Salmo 130:3-4 JAH, si mirares a los pecados, ¿Quién, oh Señor, podrá mantenerse?

Pero en ti hay perdón, Para que seas reverenciado.

Necesitamos comprender que No debemos mantener un registro de las ofensas, porque esto, no solo es desobediencia al Señor, sino que también nos hace mal

Por tanto, el perdón es obedecer al Señor, y con esa obediencia exteriorizamos cómo  hemos vivido el perdón de Dios ¡Consciente de mi inmensa ofensa y su infinita gracia¡

  • ¿Cuándo perdonar?

Quizá nos preguntamos cuál ha de ser el mejor momento para perdonar la ofensa de mi prójimo. Será ¿Cuándo mi hermano venga a pedir perdón? Pero ¿Si mi hermano no viene a ponerse a cuentas?

Entonces, eso significa que debemos perdonar antes que nuestro hermano venga a nosotros a pedir perdón.

Para ello, necesitamos comprender que el Perdón se desarrolla en dos partes:

Decido perdonar en mi corazón porque amo a Dios,

Esa decisión se basa en el hecho de adquirir un compromiso con la Palabra de Dios para comenzar a disfrutar de las bendiciones del perdón, que es como un regalo preparado.

Dios me bendice con el perdón.

Esta es una dimensión vertical, porque es la bendición que proviene solo de Dios cuando determinamos obedecer su Palabra

Y es la bendición emocional, de sentirnos liberados encontrando paz en el corazón cuando hemos concedido el perdón

  1. ¿Cómo perdonarnos unos a otros? Asumiendo las consecuencias.

Cuando ofendemos y pedimos perdón, sabemos que gozamos de la gracia divina y nuestra culpa es quitada

Pero nos podemos preguntar ¿Soy perdonado, pero hay consecuencias? ¡Si las hay!

Oímos expresiones como “perdóname y levántame el castigo”, y muchas veces no es así, porque nuestros pecados en la dimensión horizontal tienen consecuencias,

Por ejemplo, Adán y Eva pecaron contra Dios y las consecuencias aún las vivimos: la tierra esta maldita,

En otro ejemplo, encontramos a David que fue perdonado por su pecado de adulterio, pero hubo consecuencias que no solo pago David, sino ¡Toda su casa¡

Por tanto, perdonar implica costos que se han de pagar, ya sea en restitución, o tener que ganarse nuevamente la confianza en el matrimonio, en o laboral, la amistad, etc.

  • ¿Por qué algunas veces el perdón no llega?

Muchas veces se nos hace difícil perdonar porque nuestro ofensor no ha expresado claramente su arrepentimiento.

Otras veces, nuestras malas actitudes impiden que nuestro ofensor se acerque en arrepentimiento,

Esto significa que muy probablemente el problema esté en nosotros, que a pesar que nuestro ofensor ha venido a pedir perdón, nuestra actitud hace más difícil la situación

Es así como, muchas veces oímos expresiones: “hay que hacerlo sufrir, necesito un poco más de tiempo, quiero ser sincero no hipócrita, hay te aviso mañana que he decidido”, etc. etc.

Y todo esto hace más doloroso el proceso del perdón ¡Necesitamos gobernar nuestra alma y hacer a un lado el orgullo¡

  1. ¿Cómo perdonarnos unos a otros? Mostrando arrepentimiento.

Lucas 17:3-4 Mirad por vosotros mismos. Si tu hermano pecare contra ti, repréndele; y si se arrepintiere, perdónale. (A)

Y si siete veces al día pecare contra ti, y siete veces al día volviere a ti, diciendo: Me arrepiento; perdónale.

Nuevamente la Escritura nos habla en un imperativo “Perdónale” lo que demanda ¡Obediencia¡ de parte nuestra. Y ¿Cómo lo vamos hacer? De la misma forma que Cristo nos perdono, sin exigirnos   garantía alguna.

Esto nos lleva a la necesidad de considerar nuestra parte de responsabilidad en la situación de ofensa que vivimos,

Es decir que, cuando tenemos un conflicto debemos reconocer nuestra parte de culpa en los hechos, y no solo agrandar la parte ajena minimizando la nuestra.

Por tanto, el perdón exige asumir responsabilidad personal en el conflicto con el único propósito de facilitar la reconciliación.

  • Reconocer que Dios está obrando para bien,

Dios es Soberano, y Él ha permitido ciertas circunstancias en nuestra vida como instrumento en su plan, para formar en nosotros la imagen de Cristo.

Entonces, se hace necesario tener siempre presente el perdón de Dios hacia nosotros, sin olvidar que Dios es santo y nuestro pecado es grave, es grande,

Pero la mayoría de veces nos comportamos como el siervo implacable, como si la ofensa que el hermano nos ha hecho fuera mayor que la ofensa que nosotros le hemos hecho a Dios,

Y de manera blasfema, muchas veces nos ponemos en una posición mayor a la de Dios, emitiendo juicios duros e implacables sobre nuestro hermano.

Salmo 25:11  Por amor de tu nombre, oh Jehová,

 Perdonarás también mi pecado, que es grande.

A la hora de perdonar llénate de la fortaleza del Señor porque humanamente será imposible accesar a ese perdón.

De manera que necesitamos confiar en el poder, amor y gracia de Dios, que nos fortalece y nos lleva a la obediencia de Su Palabra

¿Cómo perdonarnos unos a otros?

Recordemos siempre que, somos llamados a reconciliar a las personas con Dios, y a reocnciliarnos con nuestro prójimo, a pasar de un estado de enemistad a uno de amistad,

Esto significa que, como creyentes nuestro llamado es a reconstruir y no a destruir, y ese entendimiento empieza en el pensamiento,  en la voluntad

Para ello es necesario que neguemos a recordar, a revivir la amargura vivida y dar paso a la oportunidad de reconciliación.

  • Todo empieza en el pensamiento,

Filipenses 4:8-9  Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo,

todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.

Lo que aprendisteis y recibisteis y oísteis y visteis en mí, esto haced; y el Dios de paz estará con vosotros.

La única manera de controlar la amargura de alma, el resentimiento por el daño recibido es llevar nuestro pensamiento cautivo

¿Cómo? Dejando de pensar en lo ocurrido, en lo que duele, y dar espacio a todo lo verdadero, puro, justo, lo amable y digno de alabanza,

De manera que podamos hacer como nuestro Señor hizo, y así ser llenos de la paz de Dios.

Conclusión.

Somos mandados a perdonarnos unos a otros ¿Por qué? Porque Dios ya nos perdono a nosotros todas nuestras transgresiones,

Y porque, como creyentes somos llamados a ser instrumentos de reconciliación, tanto de las personas con Dios, como de nosotros mismos con nuestro prójimo,

Solamente haciendo así, podremos ser barro en manos de Dios, reconstruyendo y no destruyendo.

Palabras y frases significativas:

De la manera: καθώς (kathōs): adv.; ≡ Strong 2531—1. LN 78.53 en la medida que (Hch 11:29); 2. LN 89.34 puesto que; indicador de causa o motivo (Jn 17:2; Ro 1:28); 3. LN 64.14 tal como, aun cuando, conforme a; según (Lc 11:30; Jn 15:9); 4. LN 67.33 cuando, en el tiempo de (Hch 7:17); 5. LN 89.86 cómo, de qué manera (Hch 15:14) Swanson, J. (1997). Diccionario de idiomas bı́blicos: Griego (Nuevo testamento) (Edición electrónica.). Bellingham, WA: Logos Bible Software. (Así como, tal como, así también)

Perdón: χαρίζομαι (charizomai): vb.; ≡ Strong 5483; TDNT 9.372—1. LN 57.102 dar generosamente (Ro 8:32; Gá 3:18; Fil 2:9; Flm 22); 2. LN 40.10 perdonar, otorgar gracia (2 Co 12:13); 3. LN 57.223 cancelar una deuda (Lc 7:42); 4. LN 37.30 entregar en custodia (Hch 25:16)[1]

Transgresiones: Rebeliones, Básicamente, este nombre indica descarriarse voluntariamente del camino de una vida santa y por tanto de «rebelión», está dirigida contra Dios y contra el prójimo.

Borrar: makáraíz primaria; prop. golpear o frotar; por impl. borrar; también alisar (como con aceite), i.e. engrasar o poner grasa; también tocar, i.e. alcanzar a:-borrar, deshacer, destruir, enjugar, exterminar, fregar, limpiar, llegar, quedar, raer, tuétano.

Acordare: zakar(æÈëÇø, H2142), «recordar, pensar, mencionar».

Fuentes consultadas:

La Dinámica del Perdón, David Barcelo, Conferencia Editorial Peregrino 2021 – Primera ponencia wwww.editorialperegrino.com, https://www.youtube.com/watch?v=bxaDCIKDgpc

 

 

[1] Swanson, J. (1997). Diccionario de idiomas bı́blicos: Griego (Nuevo testamento) (Edición electrónica.). Bellingham, WA: Logos Bible Software.