¿Cómo superar la frustración? Este es un sentimiento que gobierna mucho nuestra alma, que nos hace sentir amargados e impotentes; que destruye nuestras relaciones interpersonales y nos hace sentir desdichados.

La frustración es un sentimiento que debe ser tratado, pues es altamente destructivo, proviene de situaciones vividas en el pasado y que impactan nuestro presente y nuestro futuro.

La frustración es un síntoma de alerta, que una vez lo identificamos debemos estar atentos y buscar ayuda. Posiblemente la busquemos entre nuestros amigos y familiares, las personas más allegadas.

Pero la mala noticia es, que los hombres muy poco pueden hacer por los mismos hombres. La ayuda que necesitamos requiere de un poder superior al del hombre, requiere de una intervención divina.

Conocemos historias que nos impactan el corazón y nos bloquean la mente, porque no comprendemos como el hombre puede destruirse a sí mismo, como producto de los altos niveles de frustración en su vida.

Tenemos el ejemplo de las noticias, donde un hombre altamente frustrado, asesino a su esposa y a su hijo, luego dio fuego a la vivienda y finalmente se suicido él.

¿Todo por qué? Porque la frustración de su vida le hizo sentir miserable e impotente.

 

¿Qué es la Frustración? 

La frustración se le define como el bloqueo de algún comportamiento dirigido a alcanzar una meta,

Por lo tanto todas aquellas situaciones en nuestra vida donde se nos vea bloqueado algún comportamiento, meta o necesidad, de manera que no sea satisfecha, será un factor que nos llevara en más de alguna medida a sufrir de frustración.

Veamos en detalle, algunos de esos comportamientos, metas o necesidades que nos pueden producir esta situación:

1. Celos y Frustración 

Definición: Los celos pueden definirse como una actitud de envidia o resentimiento respecto a un rival que logra mayor éxito.

Los celos son, por lo común, frutos de la frustración en intentos por lograr un objeto deseado. La persona celosa muestra numerosas formas de conducta que revelan sus verdaderos sentimientos:

  • No encaja en su ambiente.
  • Puede ser desconfiada y terca.
  • A menudo ataca a la víctima de su envidia mediante afirmaciones difamatorias, o en algunos casos mediante la agresión física.
  • El celoso suele ser irritable, tenso y nervioso.
  • Se siente incapaz de satisfacer las normas y expectaciones de los demás.
  • Sin embargo, calumniando y detractando a quienes muestran más capacidad, trata de elevar su propia estima.[1]
Ejemplo bíblico de la frustración por celos:

Veamos un ejemplo bíblico de lo que los celos pueden llegar a producir en el corazón del hombre:

1 Samuel 18:7-9  Y cantaban las mujeres que danzaban, y decían: Saúl hirió a sus miles, Y David a sus diez miles.(A)

Y se enojó Saúl en gran manera, y le desagradó este dicho, y dijo: A David dieron diez miles, y a mí miles; no le falta más que el reino.

Y desde aquel día Saúl no miró con buenos ojos a David.

El celo se apodera del corazón de Saúl, de tal manera que dice la Palabra que  no miro con buenos ojos a Davidsignifica que lo miraba con recelo, con ojos de envidia,

El amor y el odio se mezclan en el contexto de la persona celosa.

Las Causas del celo de Saúl es que había perdido el apoyo divino a causa de su desobediencia y el concepto de su propia estima le cargaba el alma.

¿De donde proviene la frustración por celos?

Evaluemos otros contextos que degeneran en celos.

  •  El contexto familiar,

Cuando los Padres se inclinan hacia un hijo, su hijo preferido, esto ocasiona que los otros hijos se sientan menospreciados, y que nunca alcanzaran la posición que anhelan en el corazón de sus padres,

Esto genera una frustración que conlleva a acciones destructivas, que pueden incluir la muerte.

Tenemos casos bíblicos como el de Jacob con José, que degenero en celo destructivo. Llego a puntos tan graves como planear el asesinato de un hermano.

  • En el contexto conyugal,

Hay matrimonios que han sido destruidos por los celos enfermizos de alguno de los dos. Cuando el marido ha llegado muy tarde la esposa piensa que ha estado con otra

E igualmente el esposo, no deja ni ir a la esquina a la esposa, porque piensa que va a verse con el amante.  Estos celos destruyen la relación matrimonial y afecta la seguridad de los hijos e hijas.

  • En el contexto laboral,

Cuando hay una persona muy laboriosa, habilidosa, piensa el celoso que le van a quitar el trabajo, que esa persona lo va a desplazar porque es mejor que él

Y de allí se apodera de él la frustración de pensar que no da el ancho ni el alto de las expectativas de los demás sobre él, y de manera que comienza a minar el camino del otro, a frenar su desarrollo.

  • En el contexto de iglesia,

También pasa. Una de las cosas que más nos hacen daño son las comparaciones, y siempre habrá alguien mejor que nosotros,

Y cuando esto sucede comenzamos a mirar como Saúl vio a David “con ojos de envidia

 ¿Causas posibles de la Frustración producto de los celos? 
  1. Los sentimientos de inseguridad e inferioridad.
  2. Sentimientos de incompetencia producidos por algo o por alguien.
  3. Un falso concepto de sí mismo.
  4. Frustración por no obtener aceptación, éxito grandeza y prestigio.

Posibles soluciones para la Frustración por celos. 
  • Evaluar:

Evalúe sus experiencias pasadas que han degenerado en esos comportamientos.

  • Buscar:

Busque ayuda de personas que le conozcan, y permítales que le ayuden a entender sus verdaderas capacidades y habilidades.

  • Desarrollar:

Trate de desarrollar un verdadero concepto de sí mismo. Un concepto que no este cifrado en lo que ven los demás respecto de usted. Sino, un concepto que contemple lo que Dios le ha dado.

  • Aceptar:

Es necesario que conozca y acepte sus limitaciones personales. Si no, probablemente tratará de alcanzar metas irreales, y luego tendrá celos de quienes poseen diferente habilidad y mayor talento.[2]

  • Crecer

Debe esforzarse para crecer en madurez espiritual.

Si los pensamientos de la persona no están regidos por Cristo, ella tiende a comparar su situación con la de otros y luego siente envidia y celos.

 Marcos 7:21-23  Porque de dentro del corazón de los hombres, salen los malos pensamientos, los adulterios, las fornicaciones, los homicidios,

Los hurtos, las avaricias, las maldades, el engaño, la lascivia, la envidia, la maledicencia, la soberbia, la insensatez.

Todas estas maldades de dentro salen, y contaminan al hombre. 

Origen de la frustración:

El problema de nuestras frustraciones jamás se encontrara en los demás, en nuestro prójimo, fuera de nosotros, en  las circunstancias y condiciones limitadas de vida.

La Palabra es clara cuando nos dice “de dentro del corazón de los hombressale toda inmundicia. Dentro de nosotros mismos se encuentra el problema, la raíz de nuestra frustración, de nuestro enojo y amargura.

2. Frustración y naturaleza caída del hombre

Así como los celos, también debemos considerar la naturaleza propia del ser humano, que daña y produce frustración e impotencia.

¿Qué podemos hacer para eliminar todas esas maldades que contaminan al hombre y que generan frustración? !Todas esas maldades que hace con la intención de hacer bien¡

Colosenses 3:9-10  ……, habiéndoos despojado del viejo hombre(B) con sus hechos,

Y  revestido del nuevo,(C) el cual conforme a la imagen del que lo creó (D) se va renovando hasta el conocimiento pleno,

Si nuestro problema se encuentra dentro de nosotros mismos, la solución debe venir de dentro de nosotros también.  Solamente cambiando el corazón podremos cambiar nuestra condición de vida.

Para el hombre, por sí mismo, con sus propios medios, le es imposible cambiar el corazón, ni de él mismo, mucho menos el de los demás. Es aquí donde nos damos cuenta de cuán grande destrucción genera el pecado.

!Esta transformación de corazón solo es posible a través de la intervención divina¡

Solo Dios en su infinita misericordia y en su gracia, puede proveer al hombre un corazón nuevo, un corazón sensible que pueda ver el pecado y su propia destrucción.

¿Qué podemos hacer?

Para poder llegar a una condición de vida, lejos de toda frustración que conlleve una vida de frustración destructiva producto de nuestra propia naturaleza pecaminosa, debemos:

  • Conocer a Dios

Es preciso conocer a Dios, saber quién es Él y que ha hecho por nosotros. Cómo es su amor, su carácter y su propósito

  • Crecer en comprensión espíritual:

Para conocer a Dios, debemos Crecer en comprensión espiritual,

  • Conocer la Palabra de Dios:

Para que nuestra mente se ensanche y pueda tener comprensión de lo espiritual, solo es posible si crecemos en el conocimiento de la Palabra de Dios.

1 Juan 2:15-17  No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él.

Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo.

 Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre

El conocimiento de la Palabra implica pasar de una vida centrada en lo vano, a una vida centrada en Cristo,

La biblia dice allí donde está tu tesoro allí está tu corazón si tu corazón está en el mundo, tu vida será vana, llena de mucha frustración, llena de demandas y exigencias que no podremos alcanzar.

Y si las alcanzamos, nos haremos acreedores de un alma insaciable, un alma que nunca está satisfecha, que alcanza pero siempre quiere más, porque quiere, desea todo lo que mira, todo lo que el mundo le ofrece.

Los deseos de la carne, de los ojos y la vanagloria de la vida, todo ello tiene sumido al mundo en un caos de vida, en niveles de frustración alarmante que están acabando con la vida de muchos, pero no con la de nosotros,

La vida del cristiano centrada en Cristo podríamos definirla como hacer la voluntad de Dios Una Voluntad con propósito, que conduce a vida y libertad. Una Voluntad que santifica y nos aparta del mal.

3. Frustración y violencia:

La frustración conlleva violencia verbal o física como mecanismo de defensa:

 Génesis 3:11-13  Y Dios le dijo: ¿Quién te enseñó que estabas desnudo? ¿Has comido del árbol de que yo te mandé no comieses?

Y el hombre respondió: La mujer que me diste por compañera me dió del árbol, y yo comí.

 Entonces Jehová Dios dijo a la mujer: ¿Qué es lo que has hecho? Y dijo la mujer: La serpiente me engañó,(B) y comí.

Cuando nosotros no logramos alcanzar un objetivo o una meta, por errores que nosotros cometimos o conductas nuestras que no eran aceptables, lo más factible siempre es culpar  a otros por nuestro fracaso.

Normalmente, la culpa siempre la echamos sobre personas de rango inferior al nuestro. Aquellas personas que son más vulnerables en su entorno o aquellas que podemos considerar que justificaran nuestras fallas.

Nuestros fracasos siempre los adjudicaremos a nuestros padres ancianos que no hicieron lo que tenían que hacer, según nosotros. Culparemos a nuestros maestros de escuela,  a nuestra comunidad o a nuestro país.

En este constante culparnos, los niveles de frustración e impotencia van aumentando de tal manera que derivan en violencia.

Nos gritamos, nos ofendemos, nos acusamos y señalamos, hasta que se hace imposible la convivencia. Finalmente llegamos a los golpes.

Ejemplo bíblico de frustración y violencia:

En el caso de Adán, su propio pecado le deriva en violencia verbal hacia Eva y hacia Dios. Descarga su culpa en Eva y en su Creador. No asume la responsabilidad por sus propios actos. No reconoce su propio pecado.

El ser confrontado con la Verdad y no aceptar nuestro error puede degenerar en violencia verbal y física.

  • Frustración laboral y violencia familiar:

Se escucha la frase “no le digas nada porque se pone como león enjaulado”, puede que maltrate a su esposa, a sus hijos, al perro de la casa.

En algunas ocasiones fue en el trabajo que lo confrontaron y su frustración la descarga en violencia sobre su familia o dice “no quiero que nadie me hable, quiero estar solo”, o a la primera, castiga a sus hijos sin tener ninguna justificación,

  • Frustración familiar y violencia laboral:

Pero también sucede lo contrario, la frustración familiar la manifiesta en su trabajo, en la iglesia y cree que los demás son los culpables de su situación y contra ellos arremete.

No hay duda, que la frustración siempre se acompañara de violencia, en sus diferentes formas y en diferentes niveles.

Esta es una situación que amerita atención, y como siempre, no ha de ser en nuestras propias fuerzas, medios ni inteligencia, donde la encontraremos.

Solución para la frustración que genera violencia.

Llegando a la aceptación que el problema somos nosotros y no les demás, la solución consiste en  Reconocer nuestros errores, aceptar nuestro pecado y pedir ayuda.

Salmos 51:1-4   Ten piedad de mí, oh Dios, conforme a tu misericordia; Conforme a la multitud de tus piedades borra mis rebeliones.  Lávame más y más de mi maldad,

Y límpiame de mi pecado. Porque yo reconozco mis rebelionesY mi pecado está siempre delante de mí. Contra ti, contra ti solo he pecado, Y he hecho lo malo delante de tus ojos;

Para que seas reconocido justo en tu palabra, Y tenido por puro en tu juicio.(A)

David comienza con una oración “Ten piedad, pide la bondad de un ser superior, que puede auxiliar a un ser inferior. Clama para que el favor de Dios se incline hacia él,

El fundamento de este clamor es “su misericordia” y la misericordia se desprende del “amor de Dios hacia nosotros”

La petición continua Borra mis rebeliones no solo la mancha del pecado sino aquello que produce, que causa ese pecado; que borre no solo el efecto que el pecado tuvo, sino también su causa. Aquello que me llevo a pecar.

Que borre el pecado que está en mi corazón, que es el que me impulsa a actuar.

David pasa a la oración de confesión de pecados V2-4 “…reconozco mis rebeliones. Y mi pecado esta siempre delante de ti”.

Reconoce la santidad y omnisciencia de Dios, reconoce que ha pecado y hecho lo malo delante de los ojos de Dios y que Dios es justo en su Palabra.

Solo en este clamor, reconociendo nuestro pecado, confesándolo delante de Dios, pidiendo la ayuda divina para sacarlo de raíz del corazón, podremos ser libres de la violencia que nace de una vida de frustración

4. La frustración y la Ansiedad.

La ansiedad grave es resultado de sentimientos básicos de ineptitud e inferioridad.

En todos los primeros años de su vida la persona, por lo común, ha sido víctima de críticas, fracasos y culpa. Ha llegado a temer las situaciones nuevas y a sentirse insegura en las relaciones sociales.

Cualquier amenaza, crítica personal, sugerencias directas o personalidad vigorosa que se presente en su ambiente, de inmediato volverán a poner de relieve los sentimientos de ineptitude inferioridad del individuo. [3]

Cuando por primera vez el consejero plantea las responsabilidades de los padres en la formación de los problemas emocionales del hijo, puede encontrar gran resistencia.

Quizá los padres respondan: «El problema es del niño y no mío. ¿Por qué no dedica su tiempo a tratar a mi hijo?»

Cuando esto ocurre, el orientador debe explicar de manera bondadosa la influencia que la conducta de los padres ejerce sobre las reacciones de los hijos.[4]

Si bien es cierto el problema siempre ha de ser nuestro y está anidado en nuestro corazón, no se puede eximir de responsabilidad a la familia. Es en el núcleo familiar donde se nos forma el carácter que hoy mostramos.

Los padres somos responsables en gran medida de los problemas de personalidad que muestran nuestros hijos. Y en ese sentido es nuestro deber ayudarles a salir de las situaciones, que ellos mismos, por el pecado perfeccionado, se han involucrado.

Posibles soluciones a la ansiedad por frustración

De manera general podemos decir que este problema se debe tratar directamente con la persona, son sus padres si fuera posible, y dando dirección espíritual:

  • Motivando el crecimiento espíritual:

El crecimiento espiritual es un factor importante para vencer la ansiedad. Conforme la persona marcha en íntima comunión con Cristo, va dándose cuenta, cada vez más, de la seguridad y paz que tiene en él.

Darse cuenta de que Dios se interesa en cada uno de nosotros personalmente, aumenta la confianza de cada hijo de Dios, y eso le ayuda a vencer sus sentimientos de aprensión.[5]

2 Corintios 5:17  De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.

  • Reconocer nuestra nueva naturaleza

Comprender nuestra nueva identidad en Cristo Una nueva criatura”, es importante. Saber que ya no somos los mismos, que hoy tenemos una “Cristo estima”. Que nuestra valoración personal está en Él

Las cosas viejas pasaron”, “he aquí todas son hechas nuevas

Tu verdadera estima no está en lo que te paso, ya sea bueno o malo, no está en el éxito o fracaso que tuviste, tu verdadera estima está en Cristo, de modo que ahora se habla de la “Cristo estima”.

El fracaso, la culpa, la ineptitud quedo atrás, Cristo las quito, ¿Significa esto que ahora somos competentes por nosotros mismos? ¡¡No¡¡, Nuestra competencia proviene de Dios. No somos nosotros, es Él en nosotros.

2 Corintios 3:4-5  Y tal confianza tenemos mediante Cristo para con Dios;

No que seamos competentes por nosotros mismos para pensar algo como de nosotros mismos, sino que nuestra competencia proviene de Dios,

  • Conocer la Palabra de Dios

En la Biblia encontramos las Palabras inspiradas de alguien que vivió en carne propia la frustración que produce la confianza en sí mismos, veamos el siguiente versículo.

1 Pedro 5:6-7  Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte cuando fuere tiempo;(C)

Echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros.

 

El remedio contra la ansiedad Humillarse bajo la poderosa mano de Dios y Él te exaltara, ¿De qué manera?, dándole gloria a su Nombre, echando todo lo que produce ansiedad sobre Él,

Ya que Dios es omnipotente, todo lo puede; trascendente, está más allá de todo lo creado, pero de manera especial Él es un Dios personal que cuida de cada uno de nosotros. Que mora en nuestros corazones y su presencia permanece para siempre.

Conclusión

La frustración es producida por el bloqueo de algún comportamiento dirigido a alcanzar una meta, y que por no lograrlo, nuestra personalidad se ve afectada, y el alma se nos llena de inseguridad, de ira, amargura y ansiedad.

Algunos comportamientos propios de una persona con niveles de frustración muy altos, son los celos, la violencia, verbal y física, y la ansiedad, todos como consecuencia visible de lo que tenemos en el corazón.

Poder salir de una situación así, solo es posible a través de la ayuda divina. No hay poder humano que haga factible la sanidad efectiva del corazón del hombre.

Es necesario reconocer que todo cuanto acontece en nuestras vidas, es fruto del pecado, de la vanagloria de la vida, del egocentrismo y de una vida sin Dios.

Será solamente el conocimiento de Dios y de su Palabra, la que nos permitirá ir avanzando en una vida apacible, agradable ante los ojos de Dios, libre del dominio del pecado, y de un alma centrada en nosotros mismos.

 

 

 

 

 

 

 

 

[1]Enciclopedia de problemas sicológicosDr. Clyde M. Narramore, articulo “Los Celos”, pág., 1.

[2]Enciclopedia de problemas sicológicos Dr. Clyde M. Narramore, articulo “Los Celos”, pág., 1.

[3] Enciclopedia de problemas sicológicos Dr. Clyde M. Narramore, pág. 1.

[4]ibi

[5]ibid