¿Cómo Ejercitar el temor de Dios? Y esto empieza con ejercitar la mente, donde el desafío es hacer nuestros los mandamientos de Dios.  

Hay una parte dentro de nosotros que es necia por naturaleza, opuesta a la enseñanza y la sabiduría divina, pero también hay otra que por naturaleza divina siempre esta inclinada a lo santo, y es en ese ser de nosotros, donde encontramos el desafío.

Todo empieza en la mente, en un pensamiento, es allí donde se abre la puerta de par en par, o donde se ponen los límites. Es allí donde necesitamos ejercitarnos en el temor de Dios.

Debemos aprender a ejercitar la mente y el corazón, para recibir la Palabra de Dios y para guardarla dentro de nosotros, para mantenernos meditando en ella, y ser renovados en el entendimiento.

De modo que el temor de Dios está en relación directa con lo que recibimos, de cómo lo recibimos  y sobre qué hacemos con lo recibido.

Sera el temor de Dios el que ponga los limites en nuestro actuar, en nuestras decisiones, según lo ejercitemos en nuestra mente conforme lo que aprendemos de su Palabra y la forma en que practicamos sus mandamientos.

Esta es la Parte 1, de la serie “Creciendo en el temor de Dios”, una serie de enseñanzas que nos llevaran a comprender y practicar y crecer en  el temor reverente de Dios en nuestro andar cristiano. 

Introducción.

Comenzaremos nuestra introducción haciendo referencia a lo que dice  Proverbios 1:7 

El principio de la sabiduría es el temor de Jehová;(B)  Los insensatos desprecian la sabiduría y la enseñanza.

Este es un paralelismo antitético. Muestra dos opuestos. Nos dice que lo primero para ser sabio es temer a Dios, ya que sólo los tontos desprecian la reprensión y el consejo.

Lyons dice:“Son tontos porque ignoran la moralidad cómo si el pecado no tuviera consecuencias.”

El término “desprecian” comprende un golpe tremendamente negativo; el no temer al Señor es lo mismo que rechazar completamente la sabiduría.” El que no teme a Dios, y vive como si Él no existiera en definitiva está rechazando la sabiduría.[1]

Texto referencia.

Probervios 2:5  Entonces entenderás el temor de Jehová,  Y hallarás el conocimiento de Dios.

(DHH C* 2002*)  Entonces sabrás lo que es honrar al Señor;[c]¡descubrirás lo que es conocer[d] a Dios!

(NVI)  entonces comprenderás el temor del Señor y hallarás el conocimiento de Dios.

Definición de temor de Dios:

Los judíos usan una pequeña gorra ritual llamada «la kipá» para cubrir su cabeza. Los que son observantes lo usan durante todo el día. Está simboliza que Dios está sobre los hombres, sobre nuestras cabezas. [2]

Este es un buen ejemplo de lo que debería ser el temor de Jehová, vivir como si Dios estuviera siempre sobre nuestras cabezas. “El temor de Jehová”, es: “una preocupación consciente de complacer a Dios en todos los aspectos de la vida.”[3]

La palabra hebrea es yirah(יִרְְאָה, H3374), «temor; reverencia» El temor santo proviene de Dios y capacita al hombre para:

  • Reverenciar su autoridad,
  • Obedecer sus mandamientos,
  • Odiar y evitar toda forma de maldad (Jeremías 40; cf.cf. confer (lat.), compárese Génesis 22.12; Hebreos 5.7).
  • Además, es el comienzo (o principio regulador) de la sabiduría ( 111.10);
  • Es el secreto de la rectitud (Proverbios 8.13);
  • Es una de las características de las personas en las que Dios se deleita (Salmos 147.11),
  • Y el deber total del hombre (Eclesiastés 12.13).
  • Es, también, una de las cualidades divinas del Mesías (Isaías 11.2–3).[4]

Para llegar a la comprensión del temor de Dios hay cuatro “Si” que es un participio condicional que debemos atender, entender y poner por obra, de forma que nuestra enseñanza se centrara en estos puntos de los cuales en esta reflexión desarrollaremos el primero. 

¿Cómo ejercitar el temor de Dios al tomar decisiones?

Para ello debemos comenzar ejercitando el temor de Dios en nuestra mente y luego iremos avanzando en acciones de obediencia a la Voluntad divina

1. Ejercitar la mente: ¡Dios está en Nosotros!

El temor reverente a Dios comienza en la relación Padre e hijo, tiene su principio en Dios y en su Palabra.

Proverbios 2:1  Hijo mío, …….

Proverbios 2:6  Porque Jehová da la sabiduría,  Y de su boca viene el conocimiento y la inteligencia.

Proverbios es un marcado contraste entre los sabios y los necios, y nadie puede tener la sabiduría divina si Dios no está en él.

En el mundo hay una sabiduría carnal, animal que se opone a la sabiduría divina, el necio racionamiento del hombre contra el sabio racionamiento del infinito y único sabio Dios.

El versículo1 comienza con una expresión de amor, de aprecio, una muestra de un Padre que ama y se preocupa por sus hijos.

Un Padre que ama es un padre que educa, que es testimonio de aquello que habla y que sabe que tiene una responsabilidad con las generaciones presentes y futuras Hijo mío

Y el hijo debe comprender esto, que tiene un Padre que ama, instruye  y cuida; de forma que pueda estar dispuesto para lo que viene “escuchar y guardar su Palabra

2. Ejercitar la mente para entender el temor de Dios.

Proverbios 2:5  Entonces entenderás el temor de Jehová,  Y hallarás el conocimiento de Dios.

(DHH C* 2002*)  Entonces sabrás lo que es honrar al Señor;[c]¡descubrirás lo que es conocer[d] a Dios!

En los versículos del 1 al 4 hay una serie de “Si” que son condicionantes para entender el temor de Dios.

  • Proverbios 2:1

«Hijo mío, si recibieres mis palabras, Y mis mandamientos guardares dentro de ti,»

  • Proverbios 2:2

«Haciendo estar atento tu oído a la sabiduría; Si inclinares tu corazón a la prudencia,»

  • Proverbios 2:3

«Si clamares a la inteligencia, Y a la prudencia dieres tu voz;»

  • Proverbios 2:4

«Si como a la plata la buscares, Y la escudriñares como a tesoros,»

 

3. Ejercitando la mente en los mandamientos.

El primer Siimplica  recibir y guardar su Palabra, y es un ejercicio de la mente.

Proverbios 2:1   Hijo mío, si recibieres mis palabras,  Y mis mandamientos guardares dentro de ti,

(DHH C* 2002*)Haz tuyas mis palabras, hijo mío; guarda en tu mente mis mandamientos.[a]

(NVI 1999)   Hijo mío, si haces tuyas mis palabras y atesoras mis mandamientos;

Has tuyas, ¿porque has tuyas?, porque son las Palabras de Dios para tu vida. Guardar es poner por obra. Son  mías porque mi padre me lo está diciendo, Él es mi creador y salvador, aquello que no es mío no lo guardo, pero la Palabra de Dios es para nosotros y es útil.

2 Timoteo 3:16  Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia,

Hay una parte dentro de nosotros que es necia por naturaleza, pero también otra que por naturaleza divina siempre esta inclinada a lo santo, entonces si se trata de un ejercicio de la mente, el desafío es a hacer tuyos los mandamientos de Dios,

Fácilmente podríamos decir eso no es para mí, eso no va conmigo, es para otros, etc. Pero si tu eres hijo de Dios, entonces Él es tu padre, y su voluntad y sabiduría se expresan para ti.

Este primer si está enfocado en el ejercicio de la mente y el corazón, recibir la Palabra para guardarla en la mente, para meditarla, para renovar la mente, de modo que el temor de Dios está en relación directa con lo que recibes, de cómo lo recibes  y sobre qué haces con lo recibido que es la Palabra de Dios.

Si no te interesa lo desprecias, si no te sirve lo desechas, si te da lo mismo eres indiferente, pero si te interesa lo atesoras. ¡Lo haces tuyo!! Y pasas a vivir conforme a ello.

Ilustremos este principio con el ejemplo de Josué e Israel en el tiempo de la conquista.

Josué 1:8  Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien.

El mandamiento comienza con la palabra “Nunca” que denota la importancia del caso, “No ignorar la Palabra”. Nunca apartarse, es no retroceder, es no retirarse, es estar siempre en contacto con la Palabra de Dios,

Esto trae tanto consecuencias positivas  como negativas: al poner por obra su Palabra, el éxito viene, y el éxito cristiano está fundamentado en el temor de Dios, «harás  prosperar tu camino y todo te saldrá bien»

Pero también lo contrario sucede cuando nos separamos de su Palabra, el fracaso moral vendrá a la vida del creyente porque si se interrumpe el contacto con la revelación escrita e inmediatamente se interrumpe la reflexión, y se detiene la santificación,

Y considerando que los enemigos están adentro y afuera de nosotros, veremos cómo comienzan a fortalecerse en la batalla hasta hacernos perder,

Nuestro Yo y todos sus aliados, se crecen hasta el punto de apartarnos de la voluntad de Dios. Ese “Yo” tiene por amigos al mundo y los placeres pecaminosos, y también es un aliado de Satanás. ¡Nos hacen retroceder y apartarnos!

Entonces, ¿Por qué la instrucción o por qué el mandamiento? Es porque crecimos siendo necios y debido a nuestra imperfección hay momentos en que actuamos neciamente. Y esa necedad nos hace imperioso el mandamiento divino.

De manera que el temor de Dios me ayuda a librar la batalla que se da en mi mente, entre hacer la voluntad de Dios o desobedecerla, entre elegir por lo santo o lo impuro.

Cada día, cada circunstancia trae una batalla a nuestra vida, esta se da primero a nivel de nuestro razonamiento, y si no hay temor de Dios terminaremos cediendo ante lo pecaminoso. Nos quedamos sin armas para luchar.

Lo que está delante de mis ojos es juzgado de acuerdo a lo que está en mi mente, en mi corazón, eso determina que tome o rechace aquello que estoy observando.

Ilustremos esta lucha con dos ejemplos bíblicos:

  • Cuando no ejercitamos nuestra mente en el temor de Dios

Este es el ejemplo de Acán.

Josué 7:20-21  Y Acán respondió a Josué diciendo: Verdaderamente yo he pecado contra Jehová el Dios de Israel,  y así y así he hecho.

Pues vi entre los despojos un manto babilónico muy bueno,  y doscientos siclos de plata,  y un lingote de oro de peso de cincuenta siclos,  lo cual codicié y tomé;  y he aquí que está escondido bajo tierra en medio de mi tienda,  y el dinero debajo de ello.

La falta de temor de Dios, no solo me afecta solo a mí sino también a mi familia a mi prójimo, a todo lo que me rodea y lo que poseo, Dios había dado su palabra, nadie podía tomar nada del botín de la conquista de Jerico, Acan sabiendo esto desobedeció al mandamiento divino, esto le lleva a ver y al no controlar sus deseos lo lleva a pecar a codiciar y tomar aquello que no le pertenecía.

El temor de Dios pone límites a mis actos. Este prevalece donde no hay temor y los límites son quitados, cuando nadie nos observa o cuando la tentación es muy fuerte.

Por ejemplo cuando conducimos nuestro vehículo, hay leyes que nos limitan los excesos de velocidad, y no respetar ese límite nos puede traer varias consecuencias: la policía puede multarnos,  podemos atropellar a alguien y cometer homicidio,  podemos estrellarnos contra algo y perder la vida, etc.

En el caso de Israel, Dios había dado su mandamiento “del anatema no tomaras nada”, todo era de Jehová.

Las malas consecuencias de no temer a Dios se hacen presentes.

Josué 7:25  Y le dijo Josué: ¿Por qué nos has turbado?  Túrbete Jehová en este día.  Y todos los israelitas los apedrearon,  y los quemaron después de apedrearlos.

(BAD)  Josué exclamó: ¿Por qué has traído esta desgracia sobre nosotros? ¡Que el Señor haga caer sobre ti esa misma desgracia!Entonces todos los israelitas apedrearon a Acán y a los suyos, y los quemaron.

La vida pasa de la tranquilidad a la intranquilidad, de las aguas de reposo a las aguas agitadas, estando en la gracia podemos traer el tormento a nuestras vidas.

  • El temor de Dios está fundamentado en guardar sus mandamientos.

Éxodo 20:17  No codiciarás (M) la casa de tu prójimo, no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su criada, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu prójimo.

Deténgase un instante y pregúntese: “¿Qué es lo que más deseo?” La vida parece ser una secuencia de deseos, unos malos otros buenos. Ya que son tantos y tan variados, la pregunta es  ¿Cómo escojo?

ESTE MANDAMIENTO regula nuestros deseos. Hace una distinción entre lo que es nuestro y aquello que le pertenece a otro. Es aquí donde encontramos el límite, justo en el mandamiento divino. De allí la importancia de ¡Temor Reverente a Dios !

  • Cuando Sí ejercitamos nuestra mente en el temor de Dios

Aquí encontramos el ejemplo sobresaliente de  José:

Génesis 39:7-9  Aconteció después de esto, que la mujer de su amo puso sus ojos en José, y dijo: Duerme conmigo. Y él no quiso, y dijo a la mujer de su amo: He aquí que mi señor no se preocupa conmigo de lo que hay en casa, y ha puesto en mi mano todo lo que tiene.

No hay otro mayor que yo en esta casa, y ninguna cosa me ha reservado sino a ti, por cuanto tú eres su mujer; ¿cómo, pues, haría yo este grande mal, y pecaría contra Dios?

Todo empezó con un “él no quiso” Determino en su mente no pecar, ni contra su amo ni contra Dios, se sometió al mandamiento de Potifar, este lo habia puesto de mayordomo sobre toda su hacienda menos sobre su mujer, Jose le dice tu eres su mujer, como haría yo este grande mal, no es una cosa pequeña faltar a los mandamientos, no es como algunos dicen «Una canita al aire», un descuido puede traer un completo desastre a nuestra vida, entonces en José encontramos el ejemplo de un hombre que tiene temor de Dios, pues dice «como pecaría yo contra Dios», en esencia todo pecado que cometemos es contra la santidad de Dios.

Puede que te llueva sobre mojado, que obedecer los mandamientos de Dios traiga consecuencias negativas, pero sepamos que Dios se agrada de los que le temen.

Génesis 39:19-21  Y sucedió que cuando oyó el amo de José las palabras que su mujer le hablaba, diciendo: Así me ha tratado tu siervo, se encendió su furor. Y tomó su amo a José, y lo puso en la cárcel, donde estaban los presos del rey, y estuvo allí en la cárcel.

Pero Jehová estaba con José (B) y le extendió su misericordia, y le dio gracia en los ojos del jefe de la cárcel.

Aunque delante de los hombres, actuar con temor de Dios nos produzca consecuencias aparentemente trágicas, como ir a la cárcel, tal como sucedió con José, sepamos que Dios no nos dejará, Él estará con nosotros y nos hará justicia. Hará que todo obre para bien.

Conclusión.

Salmo 119:11  En mi corazón he guardado tus dichos,  Para no pecar contra ti.

Guardar su Palabra y su mandamiento nos ayuda a no pecar contra Él, y esta Palabra se guarda en el corazón y la mente. Es allí donde libramos la batalla y es allí donde debemos contar con los recursos necesarios para luchar y vencer.

Y no solo resultaremos victoriosos al vencer la tentación del pecado, sino que además sabemos que Dios se agrada de los que le temen Salmo 147:11 Seremos siempre agradables delante de Dios porque nos mantendremos en santidad.

 

 

 

 

Palabras y frases significativas

Tomadas de diccionario VINE AT y NT, Esword

“Si” im participio primario; que se usa muy ampliamente como demost., ¡he aquí!; interrogativo ¿si?, o condicional, si, aunque; también ¡Oh, eso!, cuándo; de aquí, como negativa, no:- a la verdad, aunque, en tanto, excepto, mientras, si, sin embargo.

Recibir: Hacer tuyas, aceptar, laqah (לָקַח, H3947), «tomar, recibir, llevar». En primer lugar, esta palabra significa «tomar, agarrar, asir» haces tuyas mis palabras, si aceptas mis palabras

Guardar:Atesorar, retener, valorar, tener siempre presentes.

tsafán raíz primaria; esconder (por tapar); por impl. acaparar o reservar; figurativamente negar; especialmente (favorablemente) de proteger, (desfavorablemente) acechar:- acechar, contender, cubierta, encubrir, esconder, faltar, guardar, lazo.

Turbar: akárraíz primaria; propiamente revolver agua; figurativamente perturbar o afligir:- agravar, alborotar, atormentar, perturbar, turbación, turbar.

Pecar: jatta(חָטָּא, H2398), «errar, pecar, ser culpable, perder un derecho el uso principal de jatta en el Antiguo Testamento: fracaso moral hacia Dios y a los seres humanos e incluso algunas de sus consecuencias

 

 

 

 

[1] Dr. Jaime Morales, Proverbios, Sabiduría Biblica para la Vida, Pag.30.

[2]Schochet, Immanuel. “La Kipá.” http://www.es.chabad.org/library/article_cdo/aid/528233/jewish/La-Kip.htm

[3]Lasor, William; Hubbard, David y Bush, Frederic.Panorama del Antiguo Testamento: Mensaje, forma y

transfondo del Antiguo Testamento, p. 535.

[4] Nuevo diccionario bíblico Certeza, palabras AT, Esword.