El Amor De Dios Y El Amor Nuestro. La hermosa historia de los reyes magos, (que hace referencia a sabios) que visitaron al Señor Jesús en su nacimiento.

Ellos fueron los hombres más sabios de ese tiempo, pues lograron identificar la señal de la venida del Mesías.

Una señal que los escribas y fariseos, doctores en la Ley de Dios, debieron identificar de manera más oportuna.

Y además, esos reyes que reconocieron el nacimiento del Rey de reyes, no eran judíos, sino gentiles y conocían de la profecía.

Esos reyes no eran del pueblo hebreo, pero al llegar a adorar al Señor, se abria la puerta para hacer de dos pueblos, uno solo y dar testimonio del inmenso amor de Dios

 El amor de Dios y el amor nuestro

Para conocer lo que es el amor nuestro, podemos reflexionar sobre la historia de dos jovencitos apasionados, que con insensatez expresaron su amor

Ellos eran Delia y Jim, que por amor, sacrificaron sus más ricos tesoros: una larga y hermosa cabellera, y un valioso reloj de bolsillo.

Delia decidió vender su muy largo y hermoso cabello para poder comprar una cadena al reloj de Jim, y sorprenderlo con un regalo tan deseado.

Y Jim, vendió su reloj de bolsillo, tan valioso, para poder comprar unas hermosas peinetas, para el largo cabello de Delia, y expresarle así, su gran amor

¡Ambos recibieron una dolorosa sorpresa¡ pero lograron expresar la esencia del amor sacrificial

Amamos de verdad cuando estamos dispuestos a entregar aquello que más amamos, lo que solo es Verdad en Dios

Que estuvo dispuesto a entregar a su Hijo Unigénito, por amor a nosotros, para morir por nosotros, para darnos salvación y vida eterna!!

Texto referencia.

Mateo 2:2  diciendo: ¿Dónde está el rey de los judíos, que ha nacido? Porque su estrella hemos visto en el oriente, y venimos a adorarle.

Dios ha mandado a su Hijo, a nacer en esta tierra, como una muestra de su gran amor por aquellos que han de ser su pueblo

  1. El amor de Dios expresado en un gran regalo

El más grande regalo de Dios para su pueblo es, entregarnos a Su Hijo Unigénito.

De manera que, hablar del nacimiento de Jesucristo es hablar del gran amor, la inmensa gracia y la infinita misericordia de Dios para su Pueblo,

  • Cristo es el regalo de Amor que el Padre nos dio,

Juan  3: 16  Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree,

no se pierda, mas tenga vida eterna.

Dios determina, desde la eternidad, que Su Hijo Unigénito, nazca entre los hombres, con el único propósito de darnos vida eterna

1 Juan 4:9  En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él.

Es decir, que Dios mostro su amor a nosotros, al manifestarse plenamente en Cristo, al permitirnos conocer sus maravillosos atributos en Él

Es por medio de Cristo que podemos conocer al Padre, y podemos llegar a Él, de manera que Cristo es la revelación misma de Dios a nosotros

Que Dios se haya  manifestado a su pueblo, es decir que Dios se ha revelado en su propio carácter por medio de Jesucristo.

  • El amor de Dios cubriendo nuestro pecado

1 Juan 4:10  En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros,

y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados.

Es maravilloso poder reconocer que no había en nosotros capacidad alguna para buscar a Dios, pues nuestro corazón pecaminoso solo puede buscar lo malo

Ha sido Dios, que su infinita gracia, nos buscó y nos halló, de manera tal, que nos ha dado  un nuevo corazón para poder creer en el Hijo

Y solamente así, creyendo en Cristo, podemos ser salvos de las ataduras del pecado y poder gozar de una vida eterna en la presencia de nuestro Creador.

Romanos 5:8  Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.

  • El amor de Dios da nueva vida

Efesios 5:2  Y andad en amor, como también Cristo nos amó, y se entregó a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragante.(A)

Y gracias a que Dios nos ha amado así, es que nosotros podemos amar a Dios, a nuestro prójimo y a nosotros mismos ¡Vamos creciendo en el Señor¡

Y en la medida que vamos creciendo en el conocimiento del Señor, en la obediencia de la Palabra y deleitándonos en la perfecta voluntad de Dios,

El amor de Dios nos transforma

En esa medida, nuestra vida va siendo transformada, vamos dando testimonio de ser nuevas criaturas, y vamos gozando de una vida abundante.

  • La certeza del amor de Dios

Gozando de la salvación, de la certeza de vida eterna, del sacrificio eficaz de Cristo por nosotros, ¡No debe haber duda de su grande amor por su pueblo¡

Romanos 8:35  ¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada?

Si Cristo determinó morir por su iglesia, entregando todo por amor a nosotros ¡No habrá nada que sea capaz de separarnos de Él¡

Podemos descansar confiados, que el amor de Dios nos sostiene y nos perfecciona de suerte tal, que jamás volveremos a un estado de enemistad con Él

Romanos 8:38-39  Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir,

 ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.

¡Nada podrá separarnos del amor de Cristo¡ porque ese amor no depende de nosotros ni de nuestros méritos, sino, de la determinación de Cristo a amarnos¡!

  1. Soberanía y amor de Dios

Dios siempre tiene siervos dispuestos donde menos se espera. Nos deja ver una manifestación de la gracia de Dios.

Mateo 2:1  Cuando Jesús nació en Belén de Judea en días del rey Herodes, vinieron del oriente a Jerusalén unos magos,

Cuando la Escritura nos habla de magos, está haciendo referencia a sabios de la época, y que al venir del oriente, nos deja ver, que eran gentiles, no hebreos

Eran hombres sabios, que venían de muy lejos con un solo propósito: ¡conocer y adorar al Hijo de Dios que había nacido¡

  • ¿Cómo reaccionamos ante el amor de Dios?

Existen diferentes reacciones ante las manifestaciones del amor de Dios a su pueblo. Y en el caso del pueblo hebreo, esa manifestación no fue causa de alegría.

Sino de temor. Cuando los judíos supieron que había nacido el Rey, se turbo su corazón¡

Mateo 2:3  Oyendo esto, el rey Herodes se turbó, y toda Jerusalén con él.

Tanto el rey Herodes como los escribas y fariseos, se atemorizaron ante la información del nacimiento del Mesías

Y fue un temor que invadió su mente y que les dejo perplejos, porque ellos sabían que el Rey nacería, pero no lo esperaban.

  • ¿Qué hacemos con el conocimiento que tenemos de Dios?

Los principales sacerdotes y escribas tenían el conocimiento claro en sus mentes, que el día del nacimiento del Cristo estaba profetizado

Pero, sin haber gracia en el corazón, tener la certeza de la realización de la profecía, trajo al pueblo elegido, turbulencia al corazón.

Mateo 2:4-6  Y convocados todos los principales sacerdotes, y los escribas del pueblo, les preguntó dónde había de nacer el Cristo.

Ellos le dijeron: En Belén de Judea; porque así está escrito por el profeta:

Y tú, Belén, de la tierra de Judá, No eres la más pequeña entre los príncipes de Judá;

Porque de ti saldrá un guiador, Que apacentará[a]a mi pueblo Israel.(A)

Estos principales sacerdotes estaban muy ocupados en sus agendas y programas religiosos, que habían ignorado lo que ellos mismos predicaban: la venida del Mesías

Tan esperado era el Mesías para el pueblo de Dios, que todos lo sabían, pero la dureza de corazón les impidió reconocerle.

Y al igual que ellos, es tan grande el afán que hay en nuestros corazones que nos pone en el gran peligro de ignorar lo que también sabemos y predicamos

Podemos caer en tal dureza de corazón que ignoremos lo que Dios está haciendo en nosotros, por nosotros y en nuestro entorno.

¡Que el Señor nos ayude a sensibilizarnos a su Palabra¡

  1. La adoración y el amor a Dios

La falsa adoración siempre pretende sustituir y aniquilar a la verdadera adoración.

Muchas veces nos pareciera que son creyentes, que hay una adoración genuina al Dios de Verdad, pero probablemente no sea así.

Mateo 2:7-8  Entonces Herodes, llamando en secreto a los magos, indagó de ellos diligentemente el tiempo de la aparición de la estrella;

 y enviándolos a Belén, dijo: Id allá y averiguad con diligencia acerca del niño; y cuando le halléis,

hacédmelo saber, para que yo también vaya y le adore.

Herodes hizo pensar y sentir a los sabios que llegaron, que él también estaba interesado en adorar al Rey, pero las intenciones de su corazón eran otras.

  • La adoración debe ser diligente.

Mateo 2:2  diciendo: ¿Dónde está el rey de los judíos, que ha nacido? Porque su estrella hemos visto en el oriente, y venimos a adorarle.

Según la sabiduría que Dios había dado a estos hombres sabios, ellos sabían que el Rey había nacido

Y no lo pensaron dos veces, inmediatamente tomaron camino para llegar a Él y adorarle.

Características de la adoración

Vemos en estos sabios gentiles, una disposición a negarse a sí mismos. No se quedaron quietos y cómodos, sino que fueron a donde el Rey estaba

Y creyeron en Jesús sin haberle visto antes. Sabían de la profecía que anunciaba al Mesías, y creyeron.

Esa es la adoración que Dios espera de toda su iglesia. Que no dude en salir a adorarle, que se congregue en obediencia a una convocatoria santa.

Que la iglesia deje la comodidad y las excusas, y busque conocerle, estudiar Su Palabra, predicar las bunas nuevas de gran gozo.

Y que esa adoración sea un sacrificio vivo, en espíritu y en verdad!¡

  • La Verdadera adoración es guiada por el Espíritu

Los sabios del oriente, estuvieron dispuestos a ser guiados por la providencia de Dios.

Mateo 2:9  Ellos, habiendo oído al rey, se fueron; y he aquí la estrella que habían visto en el oriente iba delante de ellos,

hasta que llegando, se detuvo sobre donde estaba el niño.

Cuando el anhelo de nuestro corazón es adorar al Verdadero Dios, entonces nos dejamos guiar por Él

Y sabemos cuál es la forma correcta de adoración, que es aquella que solamente da gloria a su Santo Nombre,

Aquella adoración que está centrada en Cristo, y no en nuestras emociones, en nuestras necesidades o en nuestra gloria personal.

La Verdadera adoración, exalta a Dios, está basada en la Palabra de Dios y se centra en la persona de Cristo.

  • La Verdadera adoración trae gozo

Cuando los sabios supieron que habían llegado justo a donde estaba el Rey, se regocijaron con muy grande gozo.

Mateo 2:10  Y al ver la estrella, se regocijaron con muy grande gozo.

Y ese gozo nace de saber que tenemos el inmenso privilegio de estar en la presencia misma de Dios.

Y que Su presencia siempre traerá bendición a nuestra vida, nos permitirá caminar en Su Voluntad perfecta y transformará nuestro corazón.

Es la adoración gozosa de sabernos pueblo elegido de Dios, que hemos sido apartados solo para Él, y que somos instrumentos en manos de un Dios grande y soberano

  • La verdadera adoración incluye ofrendar

Los sabios llegan y adoran a Jesús, y para expresar esa adoración, ellos sacan sus tesoros y le ofrecen presentes.

Mateo 2:11-12  Y al entrar en la casa, vieron al niño con su madre María, y postrándose, lo adoraron;

 y abriendo sus tesoros, le ofrecieron presentes: oro, incienso y mirra.

Pero siendo avisados por revelación en sueños que no volviesen a Herodes, regresaron a su tierra por otro camino.

Cuando nuestra adoración es verdadera, no vemos a nadie más, ni a nosotros mismos, sino, solamente a Cristo.

Los sabios no vieron a María, a José, el pesebre, los animales, el clima o la distancia, ni ninguna otra cosa, ellos vieron al niño

Así nosotros¡ cuando vamos al templo a adorar, no nos centremos en nuestras necesidades materiales, en la enfermedad o en nuestros conflictos emocionales.

El amor de Dios y el Nuestro

Lleguemos a la casa de Dios, a verle solamente a Él, y para expresar nuestro amor, nuestra gratitud, llevemos también nuestros diezmos y ofrendas

¿Por qué? Porque la verdadera adoración es una entrega total de nuestra vida a Dios, y al diezmar y ofrendar, estamos entregando parte de nuestra vida a Él

Diezmar y ofrendar, es rendir todo lo que somos y todo lo que tenemos al Dios que nos ha dado todo, y que nos permite ser, lo que somos

Conclusión:

El amor de Dios en inmenso e incomprensible para la mente humana no redimida, y la mayor expresión de ese amor se encuentra en la venida de Cristo

El nacimiento de Jesús nos habla de cuán grande es el amor de Dios para el pueblo elegido, que entrega a su Hijo Unigénito para darnos vida

Entrega al Señor Jesús a un mundo caído, para poder reconciliar este mundo con Dios, para quitar toda enemistad entre nosotros y Él

Es tan grande el amor de Dios, que no escatima ni a su propio Hijo, para poder rescatarnos de nuestra miseria y destrucción eterna,

Y ante esa maravillosa expresión de amor, lo menos que podemos hacer es, rendir adoración a Dios y centrar nuestra vida en nuestro Señor y Salvador