El Equilibrio Entre La Adversidad Y La Fatalidad, es lo que necesita el creyente cuando se haya en medio de diversas pruebas

Sin olvidar jamás, que las pruebas que llegan a la vida del creyente siempre llevan un propósito santificador

De manera que el sufrimiento debe ser motivo de gozo en nuestras vidas, pero nos es necesario hacer un equilibrio en medio de la prueba

Debemos de hacer un equilibrio bíblico entre sufrimiento y fatalismo. Entre la  cosmovisión cristiana y la del mundo.

Es importante aprender a ver la vida y las dificultades, con los ojos de Dios y no como el mundo la ve

Porque para el hombre sin Dios todo es fruto de la casualidad y de los accidentes de la vida, pero para el creyente, todo acontece con un propósito divino

Para conocer la primera parte de esta reflexión, puede visitar En Medio De La Prueba !Alégrate En El Señor¡

Y si desea escuchar toda la enseñanza, visite https:https://youtu.be/iVyjR3UQ1Io

!El equilibrio entre la adversidad y la fatalidad¡

Cuando Dios nos toma por hijos y decide amarnos, Él trabajará en nosotros, de igual forma que un padre moldea a su hijo

Y en ese sentido, el Señor echa mano de las pruebas y las dificultades, como una herramienta para formar nuestro carácter  cristiano

Pero para poder comprender y aceptar este sufrimiento y esta forma de trabajo que el Señor tiene con su iglesia

Es necesario conocer la doctrina del sufrimiento, conocer bíblicamente el sentido del sufrimiento,

Y jamás olvidar, que Cristo mismo, expreso obediencia, amor, entrega a nosotros, justamente, por medio del sufrimiento.

  1. Equilibrio entre la adversidad y la fatalidad: la Verdad bíblica:

Debemos partir de una realidad: ¡No estamos vacíos¡ si estuviéramos vacíos el sufrimiento nos llenara completamente y nos dominara,

Sino que, como hijos de Dios, estamos llenos, habitados por el Espíritu Santo, Él mora en nosotros

Y es el Espíritu Santo de Dios quien nos capacita para sobreponernos de las experiencias más dolorosas que podamos vivir,

Es también, ese mismo Espíritu quien nos ilumina con la Palabra Divina, para sacarnos de la oscuridad que produce el engaño del sufrimiento en el mundo,

Pero también el Espíritu Santo nos trae consuelo y fortaleza para resistir y avanzar en este mundo, como extranjeros y peregrinos que somos.

De manera entonces, que no podemos decir que la vida de un cristiano está gobernada por el sufrimiento

Sino que nuestra vida está gobernada por el Señor, y es Él quién nos va guiando, nos va formando, nos sostiene y sustenta, para que su propósito se cumpla en nosotros.

  • Atribulados y en apuros:

Toda tribulación y angustia que sobreviene a la vida de un creyente, debe ser vista a la luz de la Palabra de Dios

2 Corintios 4:8 que estamos atribulados en todo, mas no angustiados; en apuros, mas no desesperados;

Y tal como Pablo lo expresa, a un mismo tiempo podemos experimentar muchas dificultades y preocupaciones

Pero como creyentes confiados, no debemos desanimarnos ni perder la calma

No podemos negar que hay sufrimiento y angustia, pero también contamos con una fuerza, con un poder sobrenatural, que nos lleva a sobreponernos a todo,

Un poder divino que nos permite avanzar en medio de la prueba, y ese es el poder del Espíritu Santo, la luz de la Palabra, la gracia fortalecedora y la misericordia de Dios.

Equilibrio entre la adversidad y la fatalidad

Es esta ayuda divina la que no permite que el creyente de paso al fatalismo y a la resignación, ni al desanimo y que tampoco pierda el dominio propio

Es muy importante, que en nuestra vida cristiana, conozcamos la teología del sufrimiento, para que podamos mantenernos firmes en cada prueba

  • Perseguidos y derribados

2 Corintios 4:9  perseguidos, más no desamparados; derribados, pero no destruidos;

Podremos sufrir muchas y diversas persecuciones por ser cristianos, y probablemente la mayor hostilidad provenga de nuestra propia familia no creyente

Y quizá vivamos menosprecio por no pensar y actuar como el mundo lo hace, y es muy posible, que lleguemos a sentir, que estamos derribados, que no podemos más

Pero en medio de todo eso, debemos saber y tener la plena convicción, que Dios No nos abandona, y que podremos caer, pero jamás el mundo nos destruirá

Y cuando el mundo nos ve en medio de muchas pruebas, es posible que lleguen a nosotros con interrogantes como

¿Y dónde está tu Dios? ¿Por qué permite que estés sufriendo tanto? Y muchos otros cuestionamientos mundanos

Pero mantengámonos firmes, porque sabemos que ese sufrimiento tiene propósito santificador para nosotros

Y que nuestro Cristo se encuentra, allá en su trono de gloria, junto al Padre, dirigiendo todas las cosas, interviniendo en nuestras circunstancias, siempre a favor nuestro.

No olvidemos que Jesucristo sufrió desamparo en la cruz del Calvario, justo para que nosotros no sufriéramos nunca el desamparo divino

Y Dios prometió en su Palabra, que jamás nos abandonará, y si no sentimos su presencia, sepamos que esto no es cuestión de sentimientos, ¡!Sino de convicción¡¡

Nuestro buen Señor, siempre está con nosotros y está presto a extender su mano a favor nuestro, a levantarnos, sostenernos y hacernos perseverar hasta el final

  • Gozo en el sufrimiento

2 Corintios 4:10-11  llevando en el cuerpo siempre por todas partes la muerte de Jesús,

para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestros cuerpos.

Porque nosotros que vivimos, siempre estamos entregados a muerte por causa de Jesús,

para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestra carne mortal.

Todo el mundo puede ver que los cristianos sufrimos, al igual que sufrió nuestro Señor, aunque jamás en la misma magnitud

Pero así como nos ven sufrir, también pueden ver que Cristo tiene poder para dar vida a los muertos, que da una vida nueva, transformada y abundante

Gracias al sufrimiento nos convertimos en un testimonio vivo de la obra de Cristo en nuestra vida

Un testimonio que cuando otros creyentes ven, se llenan de fortaleza y esperanza, y a los incrédulos, les testifica de la Verdad transformadora de Dios

El peligro consiste en no mantener un equilibrio y demos paso al fatalismo, a la derrota, al desanimo a perder la calma, a la depresión, a la resignación que es equivalente a derrota.

Todos los cristianos pasamos por situaciones de angustia, de dolor pero es la gracia divina la que nos hace sobreponernos a esas experiencias.

No se trata de no sentir nada sino, de tener la firme convicción, que Dios nos fortalece para sobreponernos de esas experiencias.

  1. Equilibrio entre la adversidad y la fatalidad: Conocimiento bíblico

Las pruebas son necesarias en la vida del creyente, esta es la Verdad bíblica que siempre debemos recordar cuando estemos en sufrimiento

1 Pedro 1:6  En lo cual vosotros os alegráis, aunque ahora por un poco de tiempo, si es necesario, tengáis que ser afligidos en diversas pruebas,

La Palabra nos manda a mantenernos alegres, aún cuando tengamos que pasar por muchos problemas y dificultades

Y cuando dice “si es necesario” no se refiere a una probabilidad, abriendo el espacio a pensar, que quizá no sea necesario que pasemos por pruebas,

Sino por el contrario, esa expresión nos hace referencia a la obligatoriedad de la prueba en la vida de todo creyente

Equilibrio entre la adversidad y la fatalidad

Es obligatorio que nuestra vida de fe, sea probada, porque las pruebas, si bien es cierto traen muchas aflicciones, también es cierto que traen propósito a nuestra vida

  • ¿Por qué son necesarias las pruebas?

Todas nuestras pruebas tienen un propósito definido, nunca son accidentales. Las pruebas nos transforman, nos purifican y nos suceden porque Dios así lo ha dispuesto

¡Todo para nuestro bien¡

2 Corintios 3:18  Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor,

 somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor.

Todos, cada uno de nosotros, como si fuésemos un espejo que refleja la imagen del mismo Cristo, debemos testificar la gloria de Dios

Y eso sucede en la medida que somos transformados, poco a poco, a la semejanza de Cristo por la obra del Espíritu Santo en nosotros.

Así que las pruebas en nuestra vida ¡No son accidentales¡ sino que Dios las permite para transformarnos y purificarnos, formando nuestro carácter más parecido a Cristo

Y eso ha de ser motivo de gozo, de alegría en medio de la prueba, porque algo maravilloso se está formando en nosotros, y será para gloria de Dios y beneficio nuestro.

Conclusión:

Cuando nos encontremos en medio de pruebas, recordemos siempre hacer un equilibrio entre la adversidad que vivimos y no caer en fatalidad

recordemos siempre que el sufrimiento cristiano es enviado por Dios y siempre lleva un propósito divino: santificarnos, perfeccionarnos, quitarnos toda impureza y fortalecer nuestra fe

Así que, el cristiano no es inmune al sufrimiento, pero es la gracia divina la que nos permite sobreponernos a toda adversidad dejando de lado la depresión, la tristeza y el fatalismo

Y teniendo la certeza, que al final de toda adversidad, nuestro carácter habrá sido perfeccionado, nuestro conocimiento y dependencia de Dios, siempre será mayor.