En La Prueba Dios Nos Capacita para poder llevar a cabo la misión para la cual somos llamados,

Pero también en esa prueba, Dios va formando nuestro carácter cristiano, de manera que podamos ser sensibles a su Voz y hagamos su Voluntad

Es por medio de las pruebas que el Señor nos hace humildes, obedientes, dependientes de su Palabra, y nos hace vivir en su perfecta Voluntad

Así que, no podemos menos que decir, ¡Gracias Señor por las pruebas¡ sobre todo, cuando estas vienen porque nos hemos apartado de su Verdad

Si usted desea estudiar la primera parte de esta enseñanza puede visitar En La Prueba Dios Cuida De Nosotros De Manera Especial

Pero si desea escuchar esta predica puede visitar https://youtu.be/iu8_qqpb0Gk

Texto de referencia:

1 Reyes 17:2-3  Y vino a él palabra de Jehová, diciendo:

 Apártate de aquí, y vuélvete al oriente, y escóndete en el arroyo de Querit, que está frente al Jordán.

Toda prueba que viene a nuestra vida, es una oportunidad que tenemos para conocer más de cerca al Señor, su bondad y gracia fortalecedora,

Es una oportunidad para conocer la Palabra divina, la Voluntad perfecta de Dios, y someternos en obediencia, para gozar de la bendición.

En la prueba Dios nos capacita

La prueba de la Fe para Elías es la misma prueba de fe para el creyente ahora, y es necesaria para promovernos y capacitarnos para lo que viene, dentro del plan de redención.

1 Reyes 17:2  Y vino a él palabra de Jehová, diciendo:

Es aquí, en esta expresión que deja ver el llamado divino, donde encontramos la prueba de fe para el creyente

Pero nos preguntamos ¿Cuál es el llamado?

  • “Apártate de aquí”

El llamado de Dios, para Elías como para nosotros, es un llamado a la separación.

1 Reyes 17:3  Apártate de aquí, y vuélvete al oriente, y escóndete en el arroyo de Querit, que está frente al Jordán.

Dios nos llama a apartarnos, pero ¿Apartarnos de qué? ¿Para qué?

Recordemos que los tiempos de Elías, así como los nuestros, eran tiempos de mucha corrupción espiritual, donde el pueblo caminaba en una dirección equivocada.

Eran tiempos de mucha idolatría, de apostasía, de toda impiedad del mundo, pero también de mucha corrupción religiosa.

Y tristemente, en nuestros días, vivimos tiempos en que la iglesia cada día se aparta del conocimiento y de la práctica de la Verdad.

De manera que Dios nos hace un llamado a la separación, a que nos apartemos del mundo y busquemos la santidad,

¿Para qué? Para que en ese apartarnos, podamos escuchar la voz de Dios, meditar su Palabra y podemos santificarnos para Él

Y sabemos que solo es por medio de la Palabra de Dios que somos santificados, purificados y vivificados en la Verdad

Juan 17:17  Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad.

Este es un llamado a guardarnos en santidad, escuchando y meditando la Palabra de Dios.

  • “Y escóndete en el arroyo de Querit”

No hay duda que los pensamientos de Dios, siempre son mucho más altos que los nuestros, porque su llamado es “apartarnos”

Pero nos preguntamos ¿Apartarse y refugiarme en dónde? ¿Dónde yo quiero? ¿Dónde yo pienso que es lo mejor para mí y para mi familia?

¡No¡  jamás es como yo quiero, porque mi pensamiento es limitado y mi voluntad imperfecta. Siempre es ¡donde Dios manda¡

1 Reyes 17:3  Apártate de aquí, y vuélvete al oriente, y escóndete en el arroyo de Querit, que está frente al Jordán.

El arroyo de Querit iba a ser el salón de clases donde Elías aprendería importantes lecciones que lo capacitarían para lo que aún vendría dentro del plan de Dios.

Así que, Dios no solo nos llama para hacer su misión, sino que también nos demanda santidad y obediencia

  1. En la prueba Dios nos capacita y nos forma

Al igual que Elías, el Señor nos enseña muchas lecciones, cuando nos lleva al “aaroyo de Querit”

Y cada una de esas lecciones, son para formar nuestro carácter cristiano, un carácter de siervos que glorifique a Dios y sea de bendición para nuestra vida, familia y ministerio.

  • Formando Sumisión.

Durante tres años y medio de prueba, en la vida de Elías, Dios va a formar obediencia y lealtad en el corazón de este siervo

Para que ese propósito divino se cumpla, es necesario mortificar la carne, hacer menguar el “Yo” que siempre quiere imponerse por sobre la Voluntad divina

Es ese YO el que tiene que ser mortificado para poder formar un carácter de siervo fiel y verdaderamente útil en la obra de Dios

En la prueba Dios nos capacita y nos forma

Porque sabemos que los instrumentos útiles en las manos de Dios son aquellos hombres y mujeres obedientes, sumisos a la Palabra.

Así tenemos el ejemplo de muchos siervos, cuyo carácter fue formado por Dios en medio de la prueba.

Encontramos a un Moisés que por cuarenta años en el desierto, Dios formo humildad y sumisión.

O un José que fue vendido por sus hermanos y sufrió muchas penalidades para llegar a ser de suma bendición para todo el pueblo de Dios

Encontramos a un rey David que aprendió a conocer a Dios escondido en un redil de ovejas, pastoreando su rebaño, antes de enfrentar a Goliat.

Y de manera especial, podemos contemplar a nuestro Señor Jesús, que por treinta años se mantuvo sumiso, antes de iniciar su ministerio público.

No hay duda, que la sumisión es una lección importante que todo creyente debe aprender, y justamente lo hará en la prueba, en su propio “arroyo de Querit”

  • Formando Humildad.

Dios es experto en hacernos humildes, una humildad que dignifica nuestra persona, que nos sensibiliza al dolor ajeno, y el Señor lo hace justamente en “un arrollo” y no en un rio.

Es decir, Dios no forma nuestro carácter llevándonos a un hotel cinco estrellas, con aire acondicionado, rodeado de lujos y toda comodidad material

¡No¡ no son así los tratos de Dios con sus verdaderos siervos ¿Por qué? Porque Dios está interesado en enseñarnos a no depender de las bendiciones

Dios no quiere que pongamos nuestros ojos y corazón en toda bendición que proviene de lo alto, sino que aprendamos a ver al dador de toda bendición ¡El Señor¡

La prosperidad material es peligrosa porque engaña nuestro corazón. Se ha comprobado que solo ocho de cada diez creyentes pueden administrar sabiamente la riqueza.

Es por eso que el Señor nos lo recuerda muy bien en:

Deuteronomio 8:11-14  Cuídate de no olvidarte de Jehová tu Dios, para cumplir sus mandamientos, sus decretos y sus estatutos que yo te ordeno hoy;

 no suceda que comas y te sacies, y edifiques buenas casas en que habites, … y todo lo que tuvieres se aumente;

 y se enorgullezca tu corazón, y te olvides de Jehová tu Dios, que te sacó de tierra de Egipto, de casa de servidumbre.

Si queremos ser verdaderos siervos del Señor, y gozar de todo su cuidado, necesitamos aprender mucha humildad, cuando nos hallemos en diversas pruebas.

  • Formando dependencia:

Dios siempre nos sorprende, y de una manera maravillosa, de  suerte tal, que podamos conocerlo y descansar en toda su providencia

1 Reyes 17:4  Beberás del arroyo; y yo he mandado a los cuervos que te den allí de comer.

¿Cuántas veces nos hemos preocupado por el pan de cada día? Cuántas veces hemos pensado que vamos a perecer, que no saldremos de nuestras crisis,

Pero allí está la maravillosa providencia divina, que no nos deja perecer, que nunca nos deja solos y que siempre nos sorprende

Todo lo que necesitamos es vivir en obediencia a su Palabra, permanecer en su perfecta Voluntad y descansar en Él

1 Reyes 17:5  Y él fue e hizo conforme a la palabra de Jehová; pues se fue y vivió junto al arroyo de Querit, que está frente al Jordán.

Elías obedeció a todo lo que el Señor le mandó, y fue así como experimento la providencia divina, fue así como no le faltó nada y sobrevivió a la prueba de tres años y medio

1 Reyes 17:6  Y los cuervos le traían pan y carne por la mañana, y pan y carne por la tarde; y bebía del arroyo.

Porque Dios suplirá todas nuestras necesidades cuando nos encontremos en el lugar designado por Dios.

¿A quién es el que le falta alimento? Al que decide tomar el camino del pródigo, al que no se siente bien en la casa del padre.

Pero jamás faltará para todos aquellos que gustosamente obedezcamos la Voluntad de Dios y confiemos en su Palabra

Así que, No te preocupes del sustento, solo preocúpate de estar allí donde la voluntad de Dios te ha establecido.

  1. En la prueba Dios nos capacita y sustenta

Si nos estamos preguntando ¿Cómo nos sustenta el Señor? ¿Y con quién me vas a mandar la comida? ¿A quién usará el Señor para proveernos y sustentarnos?

Debemos recordar que ¡Dios es soberano¡ y hace como Él quiere, y no hay quien detenga su mano, y su creación le obedece

Es así, como Elías fue sustentado por medio de unos cuervos, a los cuales Dios les ha dado orden y ellos han obedecido

¡Asombroso¡ Nuestro Señor es soberano y Él puede usar los medios que Él quiera para proveerte tu alimento.

Es así como Dios obra, de manera natural y sobrenatural, lo nuestro es obedecer a su Palabra y confiar en su perfecta Voluntad

En la prueba Dios nos capacita

No olvidemos que hay una responsabilidad humana en todo lo que Dios nos manda.

Vemos a un Elías que tenía que salir para ir y beber del arroyo, ¡No es Dios haciéndolo todo¡ nosotros tenemos que movernos y hacer

Porque a Dios no le gusta ni promueve el ocio, ni la negligencia, ni la pereza. Dios nos ayuda y sustenta, pero también hay un trabajo que el hombre tiene que hacer

Conclusión.

Dios nos ha llamado para realizar una tarea, una misión dentro de su reino, y esto ha sido por gracia soberana, no por nuestros méritos

Y es una gracia que salva, que nos libra del pecado y no da vida eterna, pero también es una gracia que sostiene y capacita en la comisión encomendada,

Pero cuando nos mantenemos fieles a la Voluntad divina, siempre habrá una maravillosa promesa a la que podemos aferrarnos:

Esa promesa en la cual Dios nos dará “protección y cuido”, donde el alimento diario no nos faltará, y en la que siempre tendremos la fuerza necesaria para avanzar.

Y así, como la confianza de Elías no descansaba en las aves sino en la Palabra certera de aquel que no miente,

Así nosotros, aprendamos a confiar en Dios, a descansar en Él, y no en las criaturas, no en los instrumentos que Dios usa para capacitarnos y afirmarnos

Fuente consultada:

“La vida de Elías” por Arturo W. Pink