La Prosperidad Cristiana: Seis Pasos A Seguir, y que nos permitirán alcanzar esa prosperidad, sabiamente

Cada uno de los seis pasos que analizaremos, conllevan mucha responsabilidad de parte nuestra,

Pero también, se acompañan de la gracia divina, sin la cual, es inútil todo intento de obtener logros integrales y permanentes,

  1. La prosperidad cristiana demanda “Edificar la casa”

Proverbios 14:1  La mujer sabia edifica su casa;

 Mas la necia con sus manos la derriba.

No podemos ser sabios en nuestra propia sabiduría. Es necesario conocer la Persona de Cristo y su Palabra para contar con la verdadera sabiduría

De manera, que todo aquel hombre o mujer, que vive alejado de Dios, sin temor de Dios, difícilmente podrá ser sabio

Y difícilmente podrá edificar una casa, una familia, una vida, porque la necedad le hará destruir, con sus propias manos.

  • Sabiduría versus Necedad:

Tenemos en este versículo dos contrastes: el primero, entre la actitud de la mujer sabia que edifica y la mujer necia que destruye,

Y segundo, esta mujer sabia, es la personificación de la sabiduría y la Mujer necia: personificación de la insensatez.

Es así, como podemos confirmar que, la vida sabia se edifica sobre el temor de Dios,

Y los ladrillos con los cuales construimos una vida prospera son: la Palabra de Dios aprendida, meditada, comprendida y puesta en práctica.

Lo que nos enseña, que no basta con el conocimiento, no basta con saber lo que Dios dice en las Escrituras,

Sino que también, es necesario obedecer la instrucción, poner en práctica lo aprendido y vivir de acuerdo a lo que predicamos.

Solamente así, dejaremos la necedad, dejaremos de destruir lo que más amamos y lo que, con tanto esfuerzo, pretendemos construir.

  • Oír y obedecer:

Esta lección de edificar la casa, se ejemplifica muy bien en Mateo 7: 24-27, donde el hombre sabio edifica oyendo y obedeciendo la Palabra de Dios,

Y el resultado es, que la casa de este hombre sabio, se mantuvo firme, porque edificó sobre la roca,

Pero todo lo contrario aconteció al hombre insensato, que oyó y no atendió los mandamientos divinos,

Y en su necedad, edificó una casa sin fundamento, que lógicamente, le llevo a ver el resultado doloroso: la ruina.

Mateo 7:24-27  Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca.

Descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella casa; y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca.

Pero cualquiera que me oye estas palabras y no las hace, le compararé a un hombre insensato, que edificó su casa sobre la arena;

y descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y dieron con ímpetu contra aquella casa; y cayó, y fue grande su ruina.

El secreto de edificar sabiamente está, es oír y hacer la Palabra de Dios, vivir conforme lo establecido por Dios,

Y esto nos obliga, a ser testimonio de vida para todo aquel que aún no cree en el Señor.

  1. La prosperidad cristiana exige cuidar nuestra relación con Dios

Proverbios 14:2  El que camina en su rectitud teme a Jehová;

 Mas el de caminos pervertidos lo menosprecia.

Todo hombre o mujer de recta conducta, ha de honrar al Señor; todo lo contrario, del que ama la conducta torcida, que desprecia a Dios

  • Una vida de rectitud:

Caminar es una figura de la forma de vida de una persona, y hace referencia a su conducta en relación con Dios,

Es así, como podemos contemplar el contraste entre santidad y perversidad, honra y desprecio

La prosperidad cristiana

De manera entonces, que una vida de rectitud es como lo describe Proverbios 4:27:

Donde somos instruidos a No apartarnos a derecha, ni a izquierda, sino, mantenernos en el camino establecido por Dios, para nosotros,

Y esta es una invitación a “Aparta tu pie del mal” a alejarnos, y si es preciso, huir del camino del perverso de corazón.

Pero también, una vida de rectitud es como dice el Salmo 1: no andar en malos consejos,

Sino que, aprendamos a deleitarnos y meditar en la ley de Jehová,

Y si así lo hacemos, el resultado será un hombre, una mujer, fuerte, lleno de vida y prospero, todo lo contrario a los pervertidos, porque ellos perecerán.

  1. La prosperidad cristiana nos hace desarrollar personalidad.

Proverbios 14:3  En la boca del necio está la vara de la soberbia;

 Mas los labios de los sabios los guardarán.

Nuestra personalidad ha de ser un reflejo del carácter de Cristo: prudentes, humildes, sencillos, sabios para hablar y para callar

Porque de la boca del necio, veremos brotar el orgullo, la altivez, que les impide escuchar y aprender, que les impide enderezar la senda que caminan

Más el hombre sabio, sabrá refrenar sus labios, y con ello, guardará su vida y la de su familia.

  1. La prosperidad cristiana demanda buena mayordomía

Si queremos ser cristianos prósperos, debemos aprender a ser buenos administradores de nuestros bienes,

Proverbios 14:4  Sin bueyes el granero está vacío;

 Más por la fuerza del buey hay abundancia de pan.

Este texto nos habla de la importancia de cuidar los medios que Dios nos ha dado para trabajar o producir

Sin las herramientas apropiadas, el trabajo no da fruto; con buenas herramientas se saca mejor provecho. [1]

Lo que significa, que todo bien material o inmaterial, con el cual hayamos sido bendecidos, debe ser muy bien cuidado y administrado,

Así puede ser una riqueza material, o nuestra inteligencia, nuestras habilidades o los dones de los cuales, Dios nos haya provisto.

  1. La prosperidad cristiana se acompaña del cuidado al prójimo.

No podemos ser cristianos prósperos, y ser ajemos al prójimo que vive necesidad,

Proverbios 14:5  El testigo verdadero no mentirá;

 Mas el testigo falso hablará mentiras.

Y las Escrituras nos mandan a ayudar a nuestro prójimo, no solo cuando sufre necesidad material, falta de pan, techo o vestido,

Sino también, cuando nuestro prójimo sufre injusticia. Es allí, donde el cristiano verdadero da testimonio del amor de Cristo.

  1. La prosperidad cristiana es heredar la vida eterna,

Proverbios 14:6  Busca el escarnecedor la sabiduría y no la halla;

 Más al hombre entendido la sabiduría le es fácil.

La sabiduría del mundo no salva a ningún hombre, ni en esta vida ni en la venidera.

La prosperidad cristiana, seis elementos que la permiten

Solamente la sabiduría de Dios, que es fácil de entender por todos aquellos, a quienes el Señor ha dado vida nueva, ha de conducirnos al cielo.

Conclusión:

La prosperidad cristiana no debe estar centrada en el bienestar material, ni exclusivamente en nosotros mismos,

Porque la verdadera prosperidad proviene de amar a Dios con todo nuestro ser, y a nuestro prójimo como a nosotros mismos.

Si desea profundizar un poco más sobre cómo edificar sabiamente, por favor visite  La Sabiduría Edifica, La Necedad Derriba

 

[1] Biblia Lenguaje Sencillo.