¡No Te Alejes¡ Cristo Nos Llama Acercarnos A él. ¿Por qué? Porque en Él encontramos la gracia y la misericordia que necesitamos para avanzar.

Entonces, necesitamos empezar esta enseñanza hablando sobre del significado de la “gracia” y “misericordia”.

  • ¿Qué es la gracia?

Podemos definir “gracia” como ese maravilloso regalo que Dios nos dio y que no lo merecíamos, pero que tampoco podíamos ganarlo por obras o méritos humanos,

Como dice el apóstol Pablo en la Epístola a los Efesios, cuán grande y maravilloso es, el regalo de la gracia:

Efesios 2:8-9  Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios;

 no por obras, para que nadie se gloríe

Y esta gracia tiene su fundamento en Cristo, en su obediencia perfecta y completa que le hizo cumplir toda la Ley, cosa que es imposible para los hombres

Podría parecernos que el pecado ahogaría la gracia, pero la gracia, que es Cristo, se abrió paso y venció al pecado, a satanás, al mundo en una cruz del calvario

Y esa victoria se da, cuando el Señor clama “consumado es” es decir, que en ese momento el pago por el pecado, fue hecho, la transacción fue completada,

De manera que Cristo nos dio gracia salvadora, y nosotros con lo único que contribuimos fue, con nuestro pecado.

Juan 1:17  Pues la ley por medio de Moisés fue dada, pero la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo.

El pecado destruye y mata al hombre sin Dios, de manera que en Cristo encontramos la solución al gran problema del ser humano: el perdón de pecados

Y es por gracia que esos pecados son perdonados y es por gracia que podemos perseverar en fe, hasta el final de los tiempos

  • ¿Qué es Misericordia?

El regalo de la misericordia divina tiene que ver con el hecho, que Dios No nos dio lo que merecíamos ¿Y qué merecíamos? ¡Merecíamos el infierno¡

Pero la misericordia de Dios ve la miseria del hombre, su incapacidad para salvarse, y le otorga el perdón de pecados.

De forma que la gracia y misericordia de Dios nos dan la completa seguridad de nuestra salvación, de nuestra perseverancia en la fe cristiana,

Y la completa seguridad de nuestro anhelo por la santidad y además nos capacita para la obediencia a su Palabra,

Porque todo aquel que ha nacido de nuevo, ama a Dios y ama la santidad, quiere parecerse cada día más a su salvador Cristo Jesús.

Para escuchar esta enseñanza que empieza a leer, puede visitarhttps://youtu.be/7FI0ykAkNU0

Y si desea profundizar un poco más sobre cómo fortalecernos en la gracia divina, puede visitar ¿Cómo Esforzarnos En La Gracia Divina?

Texto de referencia.

Hebreos 4:14-16  Por tanto, teniendo un gran sumo sacerdote que traspasó los cielos, Jesús el Hijo de Dios, retengamos nuestra profesión.  

Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades,

sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado.

 Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.

¡No te alejes¡ Cristo nos llama a acercarnos a Él

Siendo hijos de Dios, dejemos estar inmensamente agradecidos por la libertad, que la gracia y misericordia divinas, nos dan,

Esa maravillosa libertad de acercarnos confiadamente al trono de la gracia, por medio de nuestra fe en Jesucristo,

Y tener la plena confianza que seremos escuchados, y que obtendremos esa pronta ayuda, ese oportuno socorro, para suplir toda necesidad.

  1. Cristo nos llama ¡Aferremonos a la fe¡

Aferrémonos a la Fe que profesamos, esto significa, abracemos la fe, de manera tal, que nadie ni nada nos la pueda quitar.

Poder aferrarnos a la fe que profesamos nos da estabilidad en este mundo, y nos permite mantenernos firmes.

Hebreos 4:14  Por tanto, teniendo un gran sumo sacerdote que traspasó los cielos, Jesús el Hijo de Dios,

 retengamos nuestra profesión. 

Estando seguros que Jesús, es el Hijo de Dios, que entró a los cielos y que es nuestro gran sumo sacerdote,

Entonces, esa seguridad nos debe llevar a permanecer firmes en la fe que profesamos, en lo que creemos, en lo que Cristo nos ha revelado.

  • Nos aferramos a un Cristo victorioso:

¿Qué es lo que creemos? ¿Qué es lo que nos permite aferrarnos a la fe? Saber que en Cristo tenemos un gran sumo sacerdote que traspasó los cielos,

Un Cristo que vivió sin pecado, murió como sacrificio perfecto, resucitó, ascendió al cielo y está sentado a la diestra del Padre y desde allí gobierna con poder toda su creación,

Nos aferramos a la Verdad de un ¡Cristo victorioso¡ que la muerte no pudo retener, que el pecado no pudo alcanzar y que satanás no pudo engañar

Y esa victoria de Cristo es traspasada a nosotros, de manera que luchamos con enemigos vencidos, y tenemos segura, la vida eterna.

  • Nos aferramos a la Palabra de Dios:

Sabemos que la fe es un regalo de Dios, pero que llega a nosotros por medio de oír la Palabra de Dios

Romanos 10:17  Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.

¿Qué es lo que ha estado en batalla desde los inicios en Génesis? ¡La Palabra de Dios¡ de allí la importancia de aferrarnos a ella ¡Y no soltarla¡

El enemigo siempre ha querido robar la Verdad divina puesta en nuestros corazones, y lo hace de la misma manera que lo hizo con Adán y Eva “Con que Dios os ha dicho”,

Satanás siempre llega a susurrar a nuestro oído para poner en tela de juicio la Verdad divina, y quiere engañarnos haciéndonos creer que hay otras cosas mejores que la Palabra,

Adán y Eva fueron engañados porque no se aferraron a la verdad divina sino que la cedieron, y de allí entro la muerte a todos los hombres.

Cristo nos llama a aferrarnos a la Verdad

De manera entonces que retener nuestra profesión de fe, significa un compromiso de vivir de acuerdo a la verdad divina, oír y hacer la Palabra de Dios

No se puede decir: “Creo que es verdad la que Dios dice”  pero cuando las adversidades se presentan, vamos y negamos la Verdad que hemos conocido ¡Eso no es aferrarse¡

  • Nos aferramos a nuestra fe:

Hebreos 4:2  Porque también a nosotros se nos ha anunciado la buena nueva como a ellos;

pero no les aprovechó el oír la palabra, por no ir acompañada de fe en los que la oyeron.

La Verdad de Dios ha sido anunciada desde los inicios del Génesis, y recorre toda la Biblia y todos los tiempos

Pero esa Verdad debe creerse para que tenga provecho en nuestra vida, y creerla significa, hacerla nuestra, grabarla en nuestro corazón y No cederla

No movernos de lo que hemos creído, de lo que hemos visto, y no permitir ser engañados con las mentiras de Satanás ni por las presiones del mundo ni por nuestras pasiones.

Pero también, esa fe a la que nos aferramos, para que sea verdadera debe cumplir tres requisitos: conocimiento, aprobar la Verdad y confianza

  1. Cristo nos llama a una fe verdadera

Veamos qué características debe tener la fe para ser considerada verdadera:

  • Conocimiento

No podemos creer en aquello que no conocemos, así que, para creer en Dios, necesitamos conocerlo

Pero este conocimiento no solo es intelectual, sino también, un conocimiento que impacta nuestra alma, y es un conocimiento que se encuentra en la Biblia

Es decir, necesitamos conocer las Escrituras, para conocer a Dios y su Voluntad, pero este conocimiento por sí solo no basta¡

  • Asentimiento de la Verdad

Necesitamos aprobar la Verdad divina expresada en la Biblia ¿Cómo? Viviendo esa Verdad, aplicándola a nuestra experiencia diaria

Porque hay personas que tienen ciertos conocimientos bíblicos pero no tienen fe. Tener fe no es solo que yo lea la escritura y la entienda,

La fe no solo es que saber que la Escritura dice que: el Señor es Emanuel, Omnipotente, altísimo, esperanza mía, nuestro refugio, etc.

Pero si no “hay confianza” no hay fe. Si sabemos que Dios es todo eso, pero en el momento de la adversidad lo olvidamos, entonces ¡No hay fe¡ No confiamos en Dios

  • Confianza

Así que, tener fe significa, conocer la Verdad de Dios expresada en la Biblia, hacerla nuestra y descansar en ella,

Necesitamos confiar en Dios, esto es, reposar en Cristo, en sus promesas, no movernos de allí por más que las circunstancias digan que no es posible,

Por más que el diablo nos susurre al oído “ya no hay nada que hacer” o nuestra humanidad se oponga a seguir creyendo,

Lo nuestro es, descansar en Dios, reconocer que Él es todopoderoso, omnipotente, Eterno, soberano, y que nuestra realidad No escapa de su control.

  • Ladrones de la verdad.

Debemos poder identificar a todos los que quieren robarnos la Verdad de Dios. El mundo es uno de ellos, se caracteriza por imitar la Verdad,

Satanás es el engañador por naturaleza, siempre nos quiere vender la mentira por verdad, y hacernos dudar de la Palabra de Dios,

Pero también debemos tener cuidado de la falsa doctrina que enferma y nos pierde del camino. Pero también está la incredulidad que mata y quiere robarnos la Palabra

Así que luchemos y No renunciemos a nuestro compromiso con el Señor Jesús ¡Aferrémonos a la fe¡

  1. Cristo nos llama ¡Él es el sumo sacerdote¡

Saber que Jesús es nuestro sumo sacerdote, que es compasivo y que No es ajeno a la experiencia humana, nos ayuda a aferrarnos a nuestra fe

Hebreos 4:15  Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades,

 sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado

Un sumo sacerdote que esta allá en los cielos, pero que desde allí gobierna todas las cosas e interviene en nuestra realidad, a favor nuestro

  • Un sumo sacerdote que se compadece:

Cristo No se mantiene distante, sino que se preocupa por nosotros y nos ayuda, día a día está involucrado en nuestra vida haciéndonos bien.

Él está en nosotros por medio del Espíritu Santo, quien nos preserva de caer, nos hace perseverar y nos lleva siempre a la Verdad

Nuestro gran sumo sacerdote se compadece de nuestras debilidades, y no solo de nuestras enfermedades, sino también, de nuestras limitaciones físicas y espirituales

Cristo conoce nuestra incapacidad de producir resultados, nuestra debilidad física y moral, que nos esforzamos tanto, y nunca logramos

Y ante esa realidad, el Señor se compadece de nosotros, nos consuela y nos ayuda, porque todo lo que nosotros no podemos, ¡Cristo sí lo puede¡

La gracia divina nos fortalece y nos hace perseverar, no desmaya nuestra fe, y finalmente vemos la obra transformadora de Cristo, en nuestra vida.

  • Un sumo sacerdote que fue tentado en todo

Cristo, en su humanidad perfecta, fue tentado en todo, pero en nada pecó. Él sabe que es padecer persecución, vituperio, sufrimiento, rechazo, violencia física y verbal,

Nuestro Señor conoce muy bien las acechanzas de Satanás, y todo esto lo experimentó pero no pecó, no abandonó, no negó la voluntad de su Padre,

¿Para qué sufrió tanto Cristo? Para podernos ayudar a nosotros en nuestras debilidades. Al ser expuesto a la tentación y el sufrimiento, el Señor es compasivo y nos ayuda

Y si Cristo se compromete así con nosotros, debemos nosotros también comprometernos con Él, con su persona, con su obra, con su iglesia

Pero no nos preocupemos, porque en ese compromiso con su obra, Cristo también nos ayuda, para que no cedamos y no nos rindamos ante la tentación y el desanimo

Así que, los temores no nos lleven a negar el Nombre de Cristo, que las circunstancias no nos lleven a negar nuestra fe, porque en medio de la batalla, Él está con nosotros

Cristo: un sumo sacerdote compasivo

Cristo sigue siendo “Emmanuel”, Todopoderoso y su brazo está extendido hacia su pueblo, y su iglesia es triunfante en medio de toda adversidad

¡Abracemos nuestra fe¡ no vendamos la Verdad, no la soltemos, y luchemos por nuestro compromiso con Dios porque Él nos ayudará siempre

  • ¡Cristo nos llama¡

Para aferrarme a la fe debemos saber que tenemos un sumo sacerdote que es Cristo.

Nuestro sumo sacerdote ha hecho posible nuestro acercamiento a Dios y lo ha hecho acercándose Él a nosotros: Emanuel, Dios hombre.

Puede compadecerse de nuestras debilidades, y brindarnos su misericordia y ayuda, su presencia en nuestras batallas,

Porque Él ha compartido un importante aspecto de lo que significa ser humano, habiendo sido tentado “en todo de la misma manera que nosotros”.

El maravilloso milagro de gracia, es que el sumo sacerdocio de Jesús representa el acceso abierto a Dios, lo que, por nuestro pecado, era imposible hacer.

  • Cristo nos ayuda:

Hebreos 10:19-20  Así que, hermanos, teniendo libertad para entrar en el Lugar Santísimo por la sangre de Jesucristo,

por el camino nuevo y vivo que él nos abrió a través del velo, esto es, de su carne,

Cristo, como nuestro sumo sacerdote, nos ayuda a no ceder a la tentación, a no  abandonar, a no rendirse, a no entregarse ante las tentaciones.

Estos versículos nos ofrecen un mensaje de esperanza y ayuda —así como un desafío— para nuestras presentes dificultades que batallan contra nuestra perseverancia en la fe.

Dificultades tan reales como la persecución subliminal del pecado; los temores en sus varias formas, como los peligros de muerte, enfermedad, desempleo, soledad.

O la preocupación genuina por un jefe que se burla de nuestra fe cristiana, o algún antiguo amigo que desea humillarnos en público por nuestro compromiso cristiano,

Y peor aún, un conyugue no cristiano y que hace que nuestra vida sea desdichada, y muchas otras luchas tan reales y angustiosas, que demandan nuestra fe

Pero en todas ellas, y muchas más, Cristo con su gracia fortalecedora, y su misericordia del día a día, nos sostiene y nos hace perseverar con victoria

  1. Cristo nos llama a acercarnos confiadamente

Acerquémonos a Dios confiadamente en oración y poder acceder a los recursos divinos que nos ayudan a perseverar en la batalla de la fe: Gracia y misericordia.

Hebreos 4:16  Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia,

para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.

Este llamado a acercarnos confiadamente, tiene dos grandes propósitos: que llevemos adoración y que encontremos la ayuda que necesitamos:

Debemos saber que El que está en el trono al que nos acercamos, debe de ser adorado, por Quién es Él

Apocalipsis  4:8 Santo, santo, santo es el Señor Dios Todopoderoso,(H) el que era, el que es, y el que ha de venir”

Pero también, debemos saber que el que está en el trono es el Señor y tiene todo la autoridad  y el poder para ayudarnos.

No olvidemos que Él es más poderoso que cualquier hombre o gobierno humano, o que cualquier circunstancia que nos oprima,

Así que, en ese maravilloso trono, encontraremos la gracia y la misericordia que tanto necesitamos, para nuestro oportuno socorro

La pregunta es ¿Cómo debemos acercarnos al trono de la gracia?

  • Acerquémonos con humildad.

Cuando llegamos delante del Señor en adoración y súplica, no podemos olvidar que es por gracia que estamos allí, no es por méritos humanos, y por tanto, no debe haber jactancia.

No nos equivoquemos, todo el favor que viene del Señor es por gracia, no es por nuestras obras, y reconocer esto, debe llevarnos a ser humildes delante del Todopoderoso

  • Acerquémonos con alegría, con el mayor de los gozos.

Porque No lo merecíamos, no hay nada en nosotros que nos hiciera merecedores de tan grande privilegio

Pero Cristo, en su maravillosa gracia, nos ha favorecido y ahora podemos presentarnos ante su presencia, obtener su ayuda y vivir confiados porque su presencia va con nosotros.

Y esto es un motivo de sumo gozo, porque el mundo sin Dios, no cuenta con esa gracia fortalecedora, con esa salvación eterna, con esa presencia divina

Así, podemos llegar a ese trono de gracia, exponer nuestras peticiones delante de Él, y esperar a que se cumpla su perfecta Voluntad, porque allí está la verdadera bendición

  • Acerquémonos en completa sumisión.

Mateo 6:9-10  Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre.

Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.

No podemos llegar al trono de la gracia, con altanería  y prepotencia, exigiendo que se haga nuestra voluntad,

Porque la voluntad humana es caprichosa, necia, limitada, no conoce el futuro y no sabe discernir qué es lo mejor

Así que, nos presentamos delante del Señor en completa sumisión, esperando que se haga su perfecta, santa y agradable Voluntad para nuestra vida.

  • Nos acercamos con amplias expectativas.

Efesios 3:20  Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos,

según el poder que actúa en nosotros,

Debemos llegar delante del trono de gracia, con la amplia expectativa, que Dios hará mucho más de lo que pedimos o imaginamos

Porque los pensamiento de Dios son mucho más altos que los nuestros, y no los alcanzamos a comprender ni dimensionar

Y es por eso que ¡Dios siempre nos sorprende¡ nos colma de bendiciones y hace maravillas en nuestra vida, que jamás voluntad humana podría hacer

  • Acerquémonos con una confianza absoluta.

Hebreos 11:6  Pero sin fe es imposible agradar a Dios;

porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.

Preguntémonos ¿Se atreverían nuestros corazones a decir que desconfiamos de Dios?

¿Podríamos imaginar que Dios no podrá o no querrá guardar Su promesa?

Si la respuesta a esas preguntas es ¡Si¡ entonces es urgente que desterremos tales pensamientos blasfemos,

Porque Dios no falla, él es veraz, no miente, lo que Él ha prometido, eso hará, Dios no cambia, es el mismo de siempre

Así que desechemos toda duda, porque eso es sinónimo de incredulidad y es contraria a la fe,

Cristo nos llama a acercarnos a Él

Necesitamos conocer al Dios de las Escrituras, y no al Dios de nuestra mente, de nuestro pensamiento limitado.

El Dios de la Biblia es un Dios soberano, un Dios que permanece, y nada y nadie podrá detener su mano, ni el cumplimiento de su Palabra

¡Que las situaciones difíciles de la vida No nos hagan dudar¡ oremos para que la Verdad Bíblica se afirme en nuestros corazones y aferrémonos a ella.

  1. Cristo nos llama ¿Para qué?

Podremos osadamente, preguntarnos ¿Qué obtendremos?

Hebreos 4:16  Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia,

para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.

Obtendremos ¡gracia y misericordia para el oportuno socorro¡ es decir, obtendremos la ayuda divina en el momento que más lo necesitemos

El socorro divino vendrá en el momento oportuno porque Dios perfecto y todo lo tiene bien calculado, nada escapa de su perfecto control

Dios nunca llega tarde, ni se adelanta a las circunstancias, Él siempre es oportuno, y su gracia y misericordia nos alcanzaran en el momento justo.

Conclusión.

No nos alejemos. El llamado es a acercarnos confiadamente al trono de la gracia, para encontrar esa ayuda oportuna, que tanto necesitamos

Es preciso que comprendamos, que Cristo nos llama al trono de la gracia, jamás dice que nos presentemos al trono del juicio.

De manera que, nuestros pecados, la acusación de Satanás ni el engaño del mundo, nos hagan pensar que Dios no extenderá su favor a sus hijos

Y cuando el pecado nos envuelva, no nos escondamos de Dios, no huyamos, y que los oídos no nos duelan al escuchar la confrontación de las Escrituras

Que el engaño no nos lleve a abandonar la iglesia o ignorar la predicación, y regresamos a nuestros antiguos  patrones de vida pecaminosos,

o simplemente dejamos de acudir a Dios en  oración o para estudiar su Palabra. Oremos mucho, para que esto No nos acontezca

Más por el contrario, acudamos al llamado que Cristo nos hace, de acercarnos confiadamente a su trono de gracia,

Porque allí encontraremos lo que más necesitamos: gracia y misericordia para nuestro oportuno socorro

Que el Espíritu Santo nos ayude a atender este llamado de acercarnos al trono de la gracia, porque sin duda encontraremos oportuna ayuda para cualquier cosa que necesitemos.

Y si tú no tienes a Cristo en tu corazón debes saber que en Él hay misericordia para perdón de tus pecados y gracia para salvación,

Y para el creyente en Cristo, recuerde que en Él encuentra una provisión abundante de gracia y misericordia para el oportuno socorro,

Palabras significativas:

Retener: kratéo; usar fuerza, i.e. agarrar o retener ((literalmente o figurativamente):- echar mano, guardar, abrazar, aferrar, asir, detener, prender, retener, tener, tomar.

Profesion: omologia. Denota confesión, por el reconocimiento de la verdad (2Co_9:13 ; 1Ti_6:12-13 ; Heb_3:1 ; Heb_4:14; Heb_10:23, en la rv , rvr . Confianza en Cristo, en su gracia, en su persona y obra.

Debilidad: astheneia (ἀσθένεια, G769) , lit: carencia de fortaleza (a , negación; sthenos , fortaleza), debilidad, indicando una incapacidad de producir resultados. Se traduce «enfermedad/es» en diez de las veintiséis ocasiones en que aparece, en la rvr (Mat_8:17 ; Luc_5:15 ; Luc_8:2)

Compadecerse: tener compasión de alguien, ayudarle, nuestro sumo sacerdote no se mantiene distante  sino que se preocupa por nosotros en nuestro estado humano de debilidad.

Entrado en el cielo: Cristo exaltado. Es el fundamento firme para aferrarse a la fe que profesamos,

Confianza: parresia de pas, todo; resis , habla, denotando primeramente libertad de expresión, franqueza de expresión, se utiliza también sin ninguna necesaria relación con el habla. Denota confianza, y se traduce «seguridad»

Trono: hronos (θρόνος, G2362) , trono, asiento de autoridad. Se emplea del trono: (a) de Dios, p.ej., Heb_4:16 : «el trono de la gracia», esto es, desde el que brota la gracia; Heb_8:1; Heb_12:2; Rev_1:4 ; Rev_3:21 b; Rev_4:2

Oportuno: eúkairos de G2095 y G2540; bien calculado, i.e. oportuno:- oportuno, tiempo.

Fuentes consultadas.

El Reino de la Gracia, Abraham Booth.

Comentario NVI a la carta a los Hebreos.

El Trono de la Gracia, Charles Spurgeon.