Una Piedra De Tropiezo Llamada Orgullo, muy difícil de reconocer y aceptar, pero que nos daña tanto.

Así podemos decir, que el orgullo es una piedra de tropiezo que,si no le prestamos atención a tiempo, nos hará tropezar y caer, como ha hecho caer a muchos;

C. S. Lewis cita las siguientes frases con respecto al orgullo:

  • «El más claro indicio de orgullo arraigado es creerse suficientemente humilde»
  • «Fue a través del orgullo que el diablo se convirtió en el Diablo»

De manera que el orgullo es un serio problema del corazón del hombre

  1. ¿Qué dicen las Escrituras sobre esa piedra de tropiezo llamada orgullo?

Las Escrituras nos dicen que Dios no tolera la soberbia, que es la expresión del orgullo arrogante, anidado en el corazón:

Isaías 2:17 La altivez del hombre será abatida, y la soberbia de los hombres será humillada;

y solo Jehová será exaltado en aquel día.

Todo hombre, que llena su corazón de orgullo, creyéndose superior a otros hombres; Incluso, creyéndose independiente de Dios, suficiente en sus propias fuerzas,

¡Es un hombre que será humillado! Y será una humillación que traerá abatimiento a su alma, pues le obligará a ver su pequeñez e impotencia.

y este es un proceso muy doloroso, pero que nos enseña,  que solo Jehová ha de ser exaltado, toda la gloria le pertenece a nuestro Creador, porque todo lo que somos y tenemos, proviene de Él.

  • El ejemplo del apóstol Pablo:

Pablo fue un hombre que no se dejó vencer por el orgullo, la Biblia cita lo siguiente:

Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor,

por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo,

y ser hallado en él, no teniendo mi propia justicia, que es por la ley,

sino la que es por la fe de Cristo, la justicia que es de Dios por la fe;

Filipenses 3:8-9.

Este hombre de Dios, pudo reconocer que todos esos logros que se obtienen en el mundo, y que son tan valorados

Como los títulos honoríficos, los niveles de autoridad, los cargos prestigiosos, la abundancia de bienes materiales, la fuerza, la astucia, la inteligencia, etc.

Todo ello, no sirve de nada, si solo nos lleva a la vanagloria, y nos aleja de Dios, nos hace olvidar de dónde venimos y quiénes somos

Es por eso, que Pablo dice, que todo eso lo estima por basura, si será un estorbo para ganar a Cristo

Pero si reconocemos que todo eso que tenemos y lo que hemos llegado a ser, es por la gracia de Dios en nosotros, por su misericordia que nos alcanza,

Y todo eso, lo ponemos al servicio de Dios, siendo útiles instrumentos para la expansión del reino de Dios en un mundo en destrucción,

Entonces, todo lo que tenemos y somos, pasan a ser “haberes”, bienes valiosos en manos de Dios.

Una piedra de tropiezo llamada orgullo

Conclusión:

Ante la realidad del orgullo humano, debemos preguntarnos:

¿Cómo queremos ser hallados:¿en soberbia o en el reconocimiento, que Cristo está sobre nuestros logros?

¿Podremos reconocer que nuestra justicia, sin Cristo, es inmundicia?

Porque toda justicia humana, que lleva orgullo y vanagloria al corazón, siempre nos aleja de Dios, y es desagradable delante de sus ojos.

Que el Señor nos ayude a remover la piedra del orgullo, para ser instrumentos útiles en el reino de Dios

Si desea profundizar sobre los pecados del corazón humano como el adulterio, por favor visite El Adulterio, Una Necedad Coronada¡!