¡No Matarás¡ Sexto Mandamiento De La Ley Moral De Dios, y requiere que consideremos la vida y seguridad de los demás

Como también, demanda consideración por la vida propia y prohíbe toda envidia, maldad, odio o ira, todo lenguaje provocador o insultante.

Por tanto, es un mandamiento que prohíbe la destrucción de la vida humana en todos sus sentidos, y requiere un espíritu de bondad, paciencia y perdón.

Si desea escuchar esta enseñanza, puede visitar https://youtu.be/IQBb2Xit6No

Pero si desea profundizar sobre la Ley de Dios, puede visitar ¿Dónde Hemos Dejado La Ley De Dios?

Versículo de referencia.

Éxodo 20:13  No matarás.(I)

¿Qué prohíbe el sexto mandamiento?

Este mandamiento prohíbe el destruir nuestra propia vida o el quitar injustamente la vida de nuestro prójimo, así como también todo lo que tiende a estos resultados.

  1. No matarás, porque toda vida pertenece a Dios

Y si la vida no es nuestra sino de Dios, entonces debe ser respetada y cuidada, tanto la nuestra como la de nuestro prójimo

Génesis 9:6  El que derramare sangre de hombre,(C) por el hombre su sangre será derramada;

porque a imagen de Dios es hecho el hombre

Esta medida afirma la santidad de la vida y es preventiva, porque fue dictada para reducir y evitar la violencia destructiva innata en el hombre.

Así como el Señor Jesús afirmó, que es del corazón del hombre que salen los homicidios y toda acción y pensamiento nefasto

Y esta Verdad es aplicada a toda actitud que el creyente pueda tener, como la envidia, el odio, la ira, el lenguaje insultante, provocador y violento

Que es tan imperante en nuestras sociedades, que se rigen por una cultura de odio, que la iglesia no debe permitir,

Como creyentes No podemos ser impactados por esa cultura violenta, no podemos participar de un lenguaje que denigre a la persona humana

De manera que Dios nos dicta un mandamiento para restringir la naturaleza pecaminosa de la humanidad.

Y es un mandamiento que se fundamenta en el amor a Dios y a nuestro prójimo.

  • ¿Qué significa que el hombre ha sido hecho a la imagen de Dios?

El crimen de asesinato debe su enorme impacto, al hecho de que, es un ataque contra la imagen de Dios.

Por tanto, Dios se asegura que se respete la vida humana, porque, desde el pecado de Adán y Eva, la conexión espiritual con Dios y con nuestro prójimo, se perdió

Pero aún, con toda la destrucción y muerte que acarrea el pecado, el hombre sigue conservando la imagen y semejanza de Dios, aunque de manera distorsionada,

Todavía hay remanentes de la imagen de Dios en el hombre caído, de modo que quien mata injustamente a un hombre, desfigura la imagen de Dios y lo deshonra.

De manera que Dios protegió al hombre de sí mismo, ordenando que cada asesino fuese castigado con la muerte.

Y aún, cuando nuestro mundo violento, lleno de injusticia social, regido por el egoísmo y los intereses personales, transgrede constantemente este mandamiento

Olvidando que todos los hombres hemos sido creados a imagen y semejanza de Dios,

Aún así, Dios manda a la iglesia, gobernantes y legisladores, a cuidar y proteger la vida humana

  1. ¡No matarás¡ un mandamiento contra la injusticia.

Estamos mandados a librar a nuestro  prójimo que está en peligro de muerte, por cualquier procedimiento injusto.

Proverbios 24:11  Libra a los que son llevados a la muerte;

 Salva a los que están en peligro de muerte.

Es un mandato de Dios; que libremos del peligro inminente a nuestro prójimo, que sea víctima de situaciones injustas

Y la iglesia debe atender este mandamiento porque Dios es justo y demanda justicia.

Pero no pensemos que hablar de justicia social, equidad y respeto al prójimo, es salirse de las Escrituras y meternos en campos ajenos al qué hacer de la iglesia,

Por el contrario, la Biblia es la Palabra de Dios que norma nuestra vida y dicta cómo debemos actuar en las diferentes situaciones y en todos los tiempos

Así que, la Palabra nos manda a defender a los inocentes,  a los que sufren violencia e injusticia

No matarás, sexto mandamiento de la Ley

Por ejemplo, somos mandados a defender a todos aquellos inocentes No nacidos, pero que son personas humanas, y a quienes Dios les ha dado vida

¿Quiénes? Todos los niños y niñas, que aún están en el vientre materno, que sufren un inminente peligro de muerte por medio del aborto.

La iglesia debe defender la vida de los inocentes que viven tremendo peligro de muerte, en un mundo sin temor de Dios.

  • No podemos ser indiferentes.

Proverbios 24:12  Porque si dijeres: Ciertamente no lo supimos,  ¿Acaso no lo entenderá el que pesa los corazones?

 El que mira por tu alma, él lo conocerá, Y dará al hombre según sus obras.

Ante la violación de la Ley de Dios, nadie puede justificarse diciendo “yo no lo sabía” porque Dios, que pesa los corazones, paga a cada uno, según sus acciones

De manera que todos, creyente y no creyentes, gobernantes y legisladores, sabemos que hay que librar a los inocentes, que son llevados a la muerte

Y que estamos mandados a salvar a los que están en peligro de muerte-

Se estima que, en el período 2010–2014, ocurrieron unos 56 millones de abortos inducidos cada año a nivel mundial…[1]

Y al evaluar la pandemia de la violencia, encontramos que hay entre 900 a 1200 personas asesinadas mensualmente

Y esa realidad, más el mandamiento divino, nos hace recordar la situación del buen samaritano y no ser indiferentes ante el dolor ajeno

  • Llamados a ser “buen samaritano”

El buen samaritano fue al auxilio de un hombre víctima de algún ladrón, que le había dejado como muerto (ver Lucas 10:29-37).

Aquel hombre, despojado y herido, medio muerto, fue ignorado por el sacerdote y el levita que pasaron por el camino, y le vieron de lejos, ¡fueron indiferentes¡

Pero el samaritano iba por el camino, vino cerca de aquel hombre herido, y viéndole fue movido a misericordia, le vendo sus heridas, y cuido de él.

Este samaritano nos deja una gran lección por aprender, demostrando que las formas en que podemos ayudar a nuestro prójimo necesitado, son muchas

Pero también es un ejemplo que nos lleva a recordar el amor sacrificial de Cristo, que dejó su trono de gloria, para venir a dar su vida en rescate por muchos.

Jesucristo no fue indiferente a nuestra condición de muerte, y muerte eterna!! Sino que vino en nuestro auxilio y hasta el día de hoy, cuida de nosotros.

Así también nosotros, debemos compadecernos de todo aquel que sufre violencia y está en peligro de muerte

Y lo mejor que podemos hacer, luego de considerar su condición física, es predicar el Evangelio, las buenas nuevas de salvación,

Porque así, no solo le ayudamos en su condición de muerte física, sino también, en su condición de muerte eterna.

  1. ¡No matarás¡ un mandamiento con responsabilidad

Todos somos responsables de cuidar los unos a los otros, y no caer en el síndrome de Caín.

Génesis 4:9  Y Jehová dijo a Caín: ¿Dónde está Abel tu hermano?

Y él respondió: No sé. ¿Soy yo acaso guarda de mi hermano?

Caín ilustra una de las consecuencias más brutales del pecado,[2]

Con esa respuesta irresponsable, hacia el cuidado de nuestro prójimo, Caín nos ilustra la ruptura de las relaciones entre los seres humanos.

Que se manifiesta en una indiferencia ante la condición del prójimo, y en el caso de Caín, su propio hermano.

Desde entonces los seres humanos vivimos enfrentados y es un enfrentamiento que nos lleva a la opresión de unos seres humanos sobre otros.

Y esta opresión incluye infligir dolor y sufrimiento a otros, cuando estos se oponen y obstaculizan nuestros planes, propósitos e intereses.

Este enfrentamiento ni siquiera respeta los lazos y vínculos familiares ni fraternos, así como Adán, para salvarse así mismo, no dudó en acusar a Eva abiertamente.

Y como consecuencia de esa ruptura y opresión, Caín mata a su hermano Abel a causa de los celos, envidia y amargura que sentía hacia él.

  • El síndrome de Caín:

Este síndrome consiste en eludir nuestro compromiso de cuidar de otros, de no sentirse responsable por las necesidades, situación o suerte de nuestro prójimo.

Es una forma de pensar y sentir que la condición de nuestro prójimo no nos incumbe, debe ser responsabilidad de cualquier otro, pero naturalmente, no nuestra.

El síndrome de Caín nos hace vivir centrados en nosotros mismos y despreocupados de lo que sucede con otros seres humanos en nuestro entorno,

Incluso, ignoramos la situación de aquellos más cercanos, aquellos con los que estamos ligados por los vínculos más fuertes, los propios lazos de sangre.

  • La respuesta divina:

Sin embargo, Dios pide cuentas a Caín acerca de su responsabilidad.

Caín es llamado a dar cuentas sobre la suerte de su hermano Abel y es considerado culpable por haber faltado a su deber con respecto a su hermano.

Génesis 4:9  Y Jehová dijo a Caín: ¿Dónde está Abel tu hermano? Y él respondió: No sé. ¿Soy yo acaso guarda de mi hermano?

Dios sí consideró a Caín guardián de su hermano ¡Somos guardas de nuestros hermanos¡

Y no asumir nuestra responsabilidad, lleva a Dios a obrar su justicia, tal como lo hizo con Caín

No olvidemos que somos siervos de un Dios justo¡!

  • El Caín de nuestro mundo actual:

El síndrome de Caín nos lleva a la tentación de vivir centrados en nosotros mismos, en nuestros problemas, nuestras necesidades, nuestra autorrealización,

Ocupados únicamente de nuestro desarrollo personal, nuestras propias carencias, dejándonos poco,  o nada de tiempo, para poder pensar en otros y en sus necesidades.

Caín, con su experiencia nos enseña acerca del peligro de olvidar que somos guardianes de nuestros hermanos,

Dios nos manda velar por la justicia

Olvidar que somos responsables de ayudar a nuestro prójimo en sus necesidades, luchas, carencias, problemas y tensiones.

Por tanto, Caín nos desafía a vivir una vida de solidaridad, de compasión, de entrega sacrificial a nuestro hermano.

  1. No matarás y la injusticia ¡mata!

Salmo 82:2-4  ¿Hasta cuándo juzgaréis injustamente, Y aceptaréis las personas de los impíos? Selah

Defended al débil y al huérfano; Haced justicia al afligido y al menesteroso.

Librad al afligido y al necesitado; Libradlo de mano de los impíos.

Es terrible ver, cuando el magistrado, el llamado a aplicar la ley, es a la vez un depredador.

Y con tristeza descubrimos, que la ley con frecuencia ha sido un medio de venganza en la mano del hombre sin escrúpulos, C. H. S.

Esto significa, vivir situaciones de injusticia legal, que no permiten que las personas tengan acceso a la ayuda institucional

Y ante eso, Dios establece un gran mandato: No cometer injusticia social. Somos mandados a aplicar la justicia

Pero ¿Qué es la justicia? Justicia es, establecer una correcta relación con Dios y con los hombres, lo que solo es posible por medio de la Palabra de Dios, nuestra norma de vida.

  • ¿Quién es el débil?

Los débiles son aquellos que viven pobreza social, condición material humilde, que no tienen poder ni influencia humana

Y Dios ordena, que todos ellos, han de ser protegidos y defendidos.

Al igual que el huérfano, que es aquel que está solo, sin nadie que le ayude y apoye; ayudar al afligido, que podría describirse como “los más pobres de los más pobres”

Extender nuestra ayuda y protección al menesteroso, a todo aquel hombre que está destituido de todo bien material, emocional y espiritual

Y la iglesia está llamada a promover y luchar por la justicia a todo este grupo de personas, y si los sistemas judiciales no están diseñados para ayudar a los más necesitados,

Entonces, es necesario luchar para cambiar esos sistemas, porque toda ley debe legislar a favor del inocente y los necesitados.

Y es así, como el salmista exhorta a su pueblo a cambiar su sistema jurídico, llamando a «Defended al pobre y al huérfano; haced justicia al afligido y al menesteroso»

  1. No  matarás ni tomarás venganza.

Ante tanta injusticia y por mucho mal que recibamos, No debemos tomar venganza por nosotros mismos.

Romanos 12:19  No os venguéis vosotros mismos, amados míos, sino dejad lugar a la ira de Dios;

porque escrito está: Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor

Esto significa, que no podemos ni debemos tomar la justicia en nuestras manos, sino, dejar que sea Dios quien castigue la injusticia recibida.

Porque al Señor le corresponde la venganza. Esto significa que debemos dar lugar a Dios, confiar y permitir que sea Dios obrando a nuestro favor

Teniendo la plena convicción, la certeza, que el Señor recompensa a cada quien según sus propias obras

Hacerlo de esa manera, evitará que nos movamos a sentimientos de odio y venganza, y daremos lugar a la ira de Dios sobre los que obran maldad,

Pero entendiendo que la justicia de Dios no siempre será como nosotros pensamos o deseamos,

Es muy probable que esa justicia divina se manifieste en una transformación de corazón, de nuestros enemigos, de los que nos han hecho injusticia,

Probablemente el Señor mueva al malvado, al arrepentimiento, y ante ello, nosotros debemos aprender a orar porque nuestros enemigos conozcan al Señor.

  • ¿Cómo debemos de actuar los creyentes?

Romanos 12:17  No paguéis a nadie mal por mal;

procurad lo bueno delante de todos los hombres.

Las Escrituras nos mandan hacer dos cosas, cuando hemos vivido injusticia: No pagar la injusticia recibida haciendo más mal, y hacer siempre el bien a todos los hombres

Por tanto, no debemos fomentar un espíritu vengativo, esperando la oportunidad para desquitarnos

Al contrario, somos mandados a pagar el mal recibido, haciendo el bien, y aunque esto no es fácil, sepamos, que no es imposible

Porque tenemos el testimonio de Cristo en nuestro corazón,  y el poder del Espíritu Santo que nos permite el querer como el hacer.

1 Corintios 4:13  Cuando hablan mal de nosotros, contestamos con palabras amables.

Hasta ahora, se nos ha tratado como si fuéramos la basura del mundo.

La manifestación de un espíritu vengativo destruye lo distintivo del carácter cristiano, y nos convierte en mundanos,

Y es esta carencia de testimonio, de vida nueva en Cristo, la que hace que los extraños digan: “Esos cristianos no son diferentes de nosotros”.

Pero como creyentes, estamos llamados a ser luz y sal en este mundo, a que Cristo sea conocido por medio de nuestro estilo de vida.

  • El poder del creyente:

Romanos 12:18  Si es posible, en cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todos los hombres.

No podemos sacrificar los principios cristianos por la paz, es decir, que si para estar en paz con alguien tengo que sacrificar la verdad esto No es posible,

O si tengo que participar de algún pecado para estar o quedar bien con alguien, tampoco esto es posible.

Pero, en cuanto dependa de vosotros, vivir en paz con los demás, estamos mandados hacerlo,

Y si hemos hecho bien a la otra persona y ella no está dispuesta a aceptar la paz o exige condiciones que están fuera del ámbito cristiano,

¿Qué significa "No Matarás?

Entonces, Dios No nos considera como responsables de esa falta de paz, porque, si en nuestra capacidad no es posible la paz,

Hay que saber que el Señor tomara cartas en el asunto.

Conclusión:

No matarás, es un mandamiento que nos permite entender el valor que Dios le da a la vida humana,

Nos hace recordar que todos los hombres hemos sido formados a imagen y semejanza de Dios, y que atentar contra la vida humana, es atentar contra Dios

Y este sexto mandamiento, no incluye solamente la acción misma de quitar la vida, sino también, el mandato a evitar todo lenguaje de odio y menosprecio a la persona humana

Por tanto, todo creyente está llamado a ser luz y sal en una cultura de odio y una sociedad sin temor de Dios

Reconociendo que somos hijos de un Dios de justicia y que siempre obra su perfecta justicia.

 

[1] Aborto inducido a nivel mundial | Guttmacher Institute

[2] Personajes Bíblicos y Mundo Postmoderno Por Felix Ortiz, pág. 11 y 12.