La Fe Genuina Mueve Montañas, y esta es una fe que viene de parte de Dios, como un regalo de gracia.

Pero hoy en día encontramos imitaciones de cada cosa; está lo original y la imitación, desde zapatos, ropa, comida, medicina,

Y la fe no escapa de esa imitación. Hay varias formas en que la imitación se da, pero en el caso de la fe, toda imitación es falsa

Tanto en su concepto de fe como en su efecto sobre la vida de la persona que cree, porque nunca producirá gloria a Dios,

La fe falsa, nunca dará verdadera confianza, nunca transformará la vida ni el entorno de la persona que la práctica,

En cambio, lo genuino es auténtico, y únicamente la fe es genuina si viene de Dios como un regalo para nosotros, y si está fundamentada en la Verdad divina,

Si usted desea escuchar esta enseñanza, puede visitar https://youtu.be/F3wSQpWBMBA

Pero si desea profundizar un poco más, sobre la fe que transforma vidas, por favor visite !¡ Cuando Mi Fe Es Desafiada!¡

Texto de referencia.

Mateo 21:21-22  Respondiendo Jesús, les dijo: De cierto os digo, que si tuviereis fe, y no dudareis,

no sólo haréis esto de la higuera, sino que si a este monte dijereis: Quítate y échate en el mar, será hecho.(G)

Y todo lo que pidiereis en oración, creyendo, lo recibiréis.

Jesús usó este evento de la higuera, para enseñarnos una lección acerca de la fe genuina,

El Señor no trata de enseñarnos la técnica de cómo secar una higuera,o cómo hacer manifestaciones extraordinarias de una fe poderosa

Sino que pretende enseñarnos cómo por medio de una fe genuina, se pueden mover montañas, que representan los obstáculos en la vida cristiana

De manera que, sí ellos de verdad creyeran, recibirían todo lo que pidieran con fe en oración,

Pero, además, el Señor va a enseñarnos que la fe es más importante que dudar o maravillarse.

La fe genuina mueve montañas

La vida cristiana está llena de dificultades, es por eso que el Señor nos habla de un monte que se puede remover, con solo tener fe

Pero debe ser una fe genuina, una fe que debe estar puesta en Cristo, porque solo la fe puesta en Él, posee el poder de mover montañas, sin importar su tamaño-

Mateo 21:18-19  Por la mañana, volviendo a la ciudad, tuvo hambre.

Y viendo una higuera cerca del camino, vino a ella, y no halló nada en ella, sino hojas solamente;

y le dijo: Nunca jamás nazca de ti fruto. Y luego se secó la higuera.

Es decir, no podemos vivir como creyentes, poniendo la fe en nosotros mismos, viviendo de apariencias,

Que nos veamos fuertes y grandes, pero cuando se busque fruto en nosotros, ¡No se encuentre¡ tal como le sucedió a la higuera.

Pero la única forma de tener una fe que de frutos, es cuando está puesta en Cristo, porque solo Él cambia corazones y transforma vidas.

  1. La fe genuina está puesta en Dios:

Mateo 21:21  Respondiendo Jesús, les dijo: De cierto os digo, que si tuviereis fe, y no dudareis…

Cuando el Señor se expresa con un “de cierto os digo” nos está expresando un “amén de Dios

Y cuando ese “amén” es pronunciado por Dios, está diciendo que, así como se ha dicho ¡así es y así será¡

Es decir, que debemos tener la seguridad plena, que la Palabra de Dios se cumplirá, que nada impedirá que suceda lo que Dios ha establecido,

Y ante eso, nuestra respuesta también debe ser un “amén”, que significa “así sea”, confirmando nuestra confianza en la Palabra pronunciada por Dios.

Esto significa entonces, que toda la condición que el Señor pone es, “si tuviereis fe”, pero ¿Fe en Quién? Fe en Dios,

Y que no haya incredulidad en nuestro corazón, que toda nuestra confianza esté puesta en la Palabra de Dios, entonces veremos maravillas.

  • El resultado de una fe genuina:

Mateo 21:21…no sólo haréis esto de la higuera,

sino que si a este monte dijereis: Quítate y échate en el mar, será hecho

Si hacemos todo lo que Dios nos dice por medio de su Palabra, no hay duda, que veremos resultados maravillosos en nuestra vida.

¿Cuáles serán los resultados? Todos esos grandes obstáculos que encontramos en nuestro caminar cristiano, serán quitados.

Todo aquello que no nos deja caminar en santidad, que nos quita las fuerzas o nos hace desmayar, será removido en el poder de Cristo

  • La promesa de Dios:

Mateo 21:22 Y todo lo que pidiereis en oración, creyendo, lo recibiréis.

Si en nuestro corazón no hay incredulidad, sino una confianza plena en la Palabra del Señor, recibiremos la ayuda poderosa de Dios

Es decir, que todo lo que le pidamos a Dios en oración, pidiendo con fe, lo recibiremos,

Sabiendo que el Señor jamás nos dará algo que nos haga daño o nos aparte del camino de santidad,

De manera que nuestra petición será concedida siempre que esté dentro de la perfecta voluntad de Dios para nosotros.

Y todo aquello que nos perfecciona en santidad y que nos lleve a glorificar el santo Nombre del Señor, nos será concedido.    

  1. ¿Qué es la fe genuina?

Las Escrituras nos afirman que la fe es “don de Dios”.

Efesios 2:8-9  Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios;

no por obras, para que nadie se gloríe.

La fe no es algo que nace por nosotros mismos ¡eso es imposible¡ por eso es un regalo de la gracia de Dios para nosotros,  que se nos ha concedido en Cristo.

La fe no se puede comprar porque es por gracia, y aunque se puede imitar, debemos saber que toda imitación es falsa

La fe genuina es un don de Dios

Y por lo tanto, toda fe falsa no produce los resultados esperados, sino por el contrario, el corazón del creyente termina decepcionado.

Es por eso, que el regalo de la fe es tan vital para la vida del verdadero creyente, ya que es el medio que abre las puertas de la gracia para que podamos ser salvos,

Y esta fe consiste en poner los ojos y el corazón, en la persona y obra de Cristo, entendiendo que Cristo es Dios y hombre perfecto, y es el único SALVADOR.

  • La fe genuina es “Descansar en los brazos eternos”

Salmo 4:8  En paz me acostaré, y asimismo dormiré;

 Porque solo tú, Jehová, me haces vivir confiado.

La fe es descansar en los brazos amorosos de Dios, que no nos dejan caer. Es confianza, sabiendo que podemos poner nuestras cargas en las manos de Dios que Él obrará, no será ajeno a nuestra realidad.

  • La fe genuina es “Encomendar nuestro camino al Señor”

Esto significa confiar en el Señor, sabiendo que Él hará lo mejor para nosotros

Salmo 37:5  Encomienda a Jehová tu camino,

 Y confía en él; y él hará.

Encomendar nuestro camino significa, encomendar toda nuestra vida a Dios Significa comprender, que todo aquello en lo que no podemos actuar, allá donde nuestra mano no puede llegar, allí llega Dios.

  • La fe genuina es “Recibir el reino de Dios como un niño”

Lucas 18:17  De cierto os digo, que el que no recibe el reino de Dios como un niño, no entrará en él.

Es decir, que por medio de la fe entramos al gobierno de Dios, pero lo recibimos con la humildad de un niño,

Recibimos la autoridad de Dios con dependencia, tal como un niño depende de sus padres, y con sinceridad reconoce su autoridad.

  • La fe genuina es “Estar seguro de lo que esperamos”

Hebreos 11:1   Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.

Significa poner toda nuestra confianza en la Palabra de Dios, en lo Él dice, teniendo la plena certeza, que su Palabra es Verdad

Y que se cumplirá, y esto nos da la firme seguridad de que, todo aquello que no veo, pero espero, será hecho , por el simple hecho, de que Dios lo ha dicho así.

  • La fe genuina es “La victoria que vence al mundo”

1 Juan 5:4  Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo;

y esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe.

La fe que vence al mundo, es aquella fe que nos ha hecho nacer de nuevo, que ha renovado nuestro entendimiento y ha transformado toda nuestra vida

Y vence al mundo, porque está puesta en Cristo Jesús, porque es una fe que no depende de los hombres, sino del poder de Dios en nosotros.

  • La fe genuina se fundamenta en la Verdad de Dios

Romanos 10:17 Así que la fe es por el oír, y el oír, por la Palabra de Dios.

Toda fe que no tiene su fundamento en la Verdad divina es una fe falsa, debido a que no se apoya en la “Escritura”

Y hoy en día, la fe que se maneja dentro de la cristiandad se está alejando cada vez más de la Verdad divina.

Pero si ha de ser una fe genuina, está solamente puede provenir de oír la Palabra de Dios.

Ya sea predicada desde el púlpito de una iglesia, ya sea meditada y reflexionada en nuestros tiempos de comunión con el Señor.

  1. ¿Qué propósito cumple la fe?

La fe dada por Dios, tiene como finalidad capacitarnos para que podamos creer en Dios y creerle a Dios,

Nos da la capacidad para obedecer  la Palabra de Dios y hacer su voluntad, e incentivarnos a vivir para Dios

Y de manera especial, la fe tiene el propósito de llevarnos al cielo prometido, sin importar los obstáculos,

Esto significa que no moriremos en los desiertos de la vida, porque Dios ha prometido sostener a su iglesia hasta el final

Y toda prueba o dificultad que llega a la vida del creyente, Dios la permite para que alcemos nuestros ojos al cielo y contemplemos al Dios de la promesa.

Mateo 21:21sino que si a este monte dijereis: Quítate y échate en el mar, será hecho.(G)

En esta expresión bíblica, “Un monte” significa un obstáculo bien grande en el camino o en la vida de una persona.

Y muchas veces, ese obstáculo somos nosotros mismos, que nos limitamos y frenamos nuestro propio caminar.

  • !Quiero cambiar pero no puedo¡

Para muchos creyentes, ese monte que se debe remover, es el deseo de cambiar, y lo intentan pero no lo logran,

Efesios 1:13  En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación,

y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa,

Si queremos cambiar nuestra vida, quitar todo aquello que nos aplasta, aprender a tomar decisiones correctas,

Todo lo que necesitamos es oír la Palabra de Verdad, el Evangelio de nuestra salvación, creyendo en Cristo

Solamente así, tendremos el poder en nuestro interior, para remover esos montes tan grandes que aplastan nuestra vida.

Un poder que nace del Espíritu Santo, obrando en nuestro corazón, llevándonos a Cristo y su Palabra, dándonos la capacidad para obedecerle.

  • Sin la Biblia no podemos conocer a Dios.

La Biblia es el agente divino que nos revela toda Verdad acerca de Dios, del pecado, de la salvación, del cielo.

Dios nos ha dado su Palabra para enseñarnos el camino de vida, para darnos luz y poder salir de las tinieblas.

Pero la Biblia nos enseña a Cristo, nos lleva a la fuente de vida eterna.

Cuando una persona es tocada por “la Palabra de Verdad” y es cambiada por “el Evangelio de nuestra salvación”

Entonces es capaz de reconocer que su relación con Dios no depende de cómo se sienta, ni de las obras que haya hecho.

Cristo el fundamento de la fe

Sino que comprendemos que nuestra salvación depende de y está basada únicamente en la persona y obra de Cristo Jesús nuestro Salvador:

Juan 5:21 “Porque como el Padre levanta a los muertos, y les da vida, así también el Hijo a los que quiere da vida”

Tenemos que reconocer que la “Palabra de Verdad, el Evangelio de nuestra salvación”,

Es el agente especial que Dios usa para hacernos conscientes de quién es Cristo, de nuestra incapacidad para salvarnos a nosotros mismos,

Y de nuestra dependencia total de la obra de Dios en nuestro corazón.

  • El esfuerzo humano no es suficiente:

Hay muchas propuestas de “programas” que garantizan cambiar a las personas, para hacerlas nuevas.

Algunos son programas de ejercicios físicos, otros son programas dietéticos; también los hay sicológicos.

Otros son, sencillamente espacios de comunión donde se habla de cosas espirituales.

Y tales programas tienen algún resultado, pero si no están basados en la “Palabra de Verdad” ni abrazan el “Evangelio de nuestra salvación”,

Son programas y esfuerzos que No darán resultados ni permanentes, di profundos, y no llevan a la vida eterna.

Por tanto, las actividades e iniciativas humanas no salvan, y no importa cuán buenas puedan ser.

  1. La fe y los milagros de Dios:

Es importante tener en cuenta que, cuando se hable de los grandes milagros que Dios hace en nuestra vida,

No nos enamoremos y maravillemos del milagro, sino que nos asombremos y contemplemos al Dios del milagro

Esto significa que debemos aprender a no solo ver lo que Dios hace por nosotros, sino, aprender a poner nuestros ojos en quién es Dios,

Aprendamos a ver a quién es el que hace la maravillosa obra, y no  exaltemos el milagro, sino que, demos gloria a Dios

Porque si nos quedamos viendo solo el milagro, estaremos igual que los paganos, que se asombran pero no pueden ver a Cristo, ni creer en Él.

Así que, como creyentes, gocémonos en los milagros que Dios obra a diario en nuestras vidas,

Pero aprendamos a ver mucho más allá de ese milagro, contemplemos a Dios y su gloria.

  • El ejercicio de la fe

Éxodo 14:21-22  Y extendió Moisés su mano sobre el mar, e hizo Jehová que el mar se retirase por recio viento oriental toda aquella noche;

y volvió el mar en seco, y las aguas quedaron divididas.

Entonces los hijos de Israel entraron por en medio del mar,(A) en seco, teniendo las aguas como muro a su derecha y a su izquierda.

En nuestro peregrinaje cristiano encontramos a un “Faraón” que quiere obligarnos a volver atrás por medio de la fuerza,

En otras palabras,  siempre habrá situaciones o personas que nos quieren hacer volver a la antigua vida, llena de mucha desgracia. Pero es allí donde la fe tiene que ejercitarse, y manifestarse.

En el caso de Israel huyendo de Faraón, podemos ver a un pueblo que conoce a Dios, pero que no habían avanzado en fe.

Porque se habían quedado viendo el milagro, enamorados del milagro, y no ejercitaron su fe frente a los obstáculos

En esa huida se sienten acorralados: rodeados de montañas, al frente el mar rojo y atrás un ejército que les persigue. Ese era un momento oportuno para ejercitar la fe

  • La fe me lleva a una Rendición total al Señor.

El Señor había acorralado a su pueblo de tal modo que tendrían que rendirse totalmente a Él.

El pueblo se encontraba en un punto que No contaban con otra ayuda sino solo la ayuda del Señor.

Ahora, en esa situación, Dios les demostraría cómo estaban rodeados por el poder de su amor.

Porque cuando todas las salidas están cerradas, lo único que podemos hacer es, alzar nuestros ojos al cielo

Y allí contemplar al Dios que gobierna sobre todos los asuntos del mundo, donde nada escapa de su perfecto control

Es allí cuando oramos con una fe viva y confiamos en el amor providente de Dios, sabiendo que solo de Él vendrá la solución a nuestra realidad.

¡Nos rendimos completamente a Dios¡ y esto es fe, confianza, certeza y convicción

  • La fe me lleva a esperar en el Señor,

Esperamos en Dios, porque sabemos que solo en Él está la salvación.

Éxodo 14:13-14  Y Moisés dijo al pueblo: No temáis; estad firmes, y ved la salvación que Jehová hará hoy con vosotros;

 porque los egipcios que hoy habéis visto, nunca más para siempre los veréis.

Jehová peleará por vosotros, y vosotros estaréis tranquilos.

El pueblo todavía no estaba preparado para ese tipo de fe. Se rebelaron contra Moisés acusándolo de haberlos traído de Egipto para morir en el desierto.

Por otra parte, los egipcios se regocijaron al ver la posición de los israelitas, porque pensaron que se habían perdido en el desierto.

Pero Dios, por medio de Moisés dijo al pueblo que no tuviese miedo y que esperase en el Señor quien les revelaría su salvación.

Es así como Dios abre caminos nuevos, donde pensamos que no los hay, y quita todos los obstáculos que nos impiden avanzar.

Y nos deja ver su maravillosa promesa: llevarnos a la tierra prometida, esta es la garantía de que ¡No moriremos en el desierto¡

Porque Dios está con nosotros, Él nos sostiene y nos guía, y nos hace perseverar, hasta que lleguemos a nuestro destino final ¡El cielo¡

  • La imitación de la fe lleva a la destrucción.

Hebreos 11:29  Por la fe pasaron el Mar Rojo como por tierra seca;

e intentando los egipcios hacer lo mismo, fueron ahogados

Para todos aquellos egipcios, que quisieron imitar la fe del pueblo de Dios, fue terrible perecer en el mar. Esa muerte significaba su destrucción eterna.

Porque toda imitación de la fe verdadera, lleva a destrucción y muerte, porque no descansa en Dios, sino que nace en el hombre mismo

El poder de la fe genuina

También es terrible saber, que al igual que los egipcios, algún día perecerán eternamente, todos los incrédulos.

Todos aquellos que hacen de lado la Palabra de Dios y su Voluntad, y buscan la gloria personal y la autosuficiencia.

Conclusión.

Mateo 21:22 Y todo lo que pidiereis en oración, creyendo, lo recibiréis.

Pedir significa rogar a Dios con humildad y en dependencia de su perfecta Voluntad. Y significa “Pedir en el Nombre de Cristo”, porque es únicamente por sus méritos que hemos alcanzado misericordia,

Porque es Cristo quien ha ganado todas nuestras bendiciones; y significa pedir para su gloria, y para hacer su voluntad,

Pero también debemos pedir creyendo, con una fe genuina, no dudando, y entonces, la promesa firme y segura es que recibiremos por gracia.

Por tanto, ejercitemos nuestra fe y veremos grandes transformaciones en nuestra vida, caminaremos confiados y glorificaremos a nuestro Dios.

Fuente consultada:

“La fe más allá de los milagros” Less Thompson