!Bienaventurados Los Mansos¡

Bienaventurados Los Mansos porque ellos recibirán la tierra por heredad. Y en esta Palabra encontramos la forma de cómo podemos ser muy felices a la manera de Dios.

En la primera bienaventuranza el Señor dice que son muy felices los pobres en espíritu, aquellos que reconocen su estado de miseria espiritual, su condición de mendigos

Y como dice Pablo miserables pecadores, de ellos es el reino de los cielos, Para mayor información visite Bienaventurados Los Pobres En Espíritu.

Esta Verdad da pie a la segunda bienaventuranza: los que lloran son muy felices, pero es un llanto provocado por la conciencia de haber ofendido a Dios Santo,

Un llanto que nace de la claridad de saber que anteriormente vivimos como enemigos de Dios, siguiendo la corriente de este mundo y ajenos a la voluntad de Dios,

Y aun en esa condición, el Hijo de Dios vino a redimirnos y fue por medio del Espíritu Santo que nos encontró, nos tomó en los brazos de la gracia, nos cargó sobre sus hombros y nos trajo a su redil,

Allí, el Señor vendo nuestras heridas, hizo efectivo su amor, y lo sigue haciendo de esa manera hasta este día, lo que se convierte en un consuelo diario para cada una de sus ovejas,

De lo anterior nos damos cuenta que no hay espacio para la jactancia, el orgullo, la vanagloria, ya que todo ha sido y sigue siendo por su bendita gracia hacia nosotros.

Para más información sobre esta segunda bienaventuranza, visite Bienaventurados Los Que Lloran!¡

Bienaventurados los mansos

Para el mundo ser manso es ser menso, pero para Dios la mansedumbre es una cualidad espiritual de los ciudadanos del reino de manera tal que llega a ser un motivo de elogio y felicidad.

El mundo nos dice “sea agresivo”; otros, creyéndose muy espirituales, nos dicen “arrebate”, pero Dios nos dice que debemos  ser mansos y humildes. Nos manda a tener mansedumbre.

Por lo cual, podemos deducir, que la Mansedumbre no es una debilidad, sino por el contrario, es una fortaleza que se forma en la dependencia del Señor.

Y muy importante es, comprender que la mansedumbre no es una debilidad sino que es poder bajo control La humildad y la mansedumbre es el ropaje de la santidad. ^[1]

Texto referencia.

Mateo 5:5 Bienaventurados los mansos,^(B) porque ellos recibirán la tierra por heredad.

(LBLA) Bienaventurados los humildes, pues ellos heredarán la tierra.

(DHH L* 2002*)  “Dichosos los humildes, porque heredarán la tierra que Dios les ha prometido.^[i]

1. ¿Qué es la mansedumbre?

La mansedumbre, en el hombre, es un estado de ánimo contrario al orgullo, y contrario a un espíritu peleador y vengativo; más bien, el manso acepta la injuria y consiente en ser defraudado;

El hombre manso no se venga a sí mismo, antes bien, da lugar a la ira de Dios; es como Aquel que siendo manso, “cuando le maldecían, no retornaba maldición;

Y cuando padecía, no amenazaba, sino remitía la causa al que juzga justamente” (1 Pedro_2:23).[2]

Mateo 11:28-30 Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.

Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas;^(L)

porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga.

• El mejor ejemplo de mansedumbre

Nuestro ejemplo por excelencia, como siempre, lo tenemos en Jesús, y en ese texto bíblico encontramos una triple invitación:

Venid:

El Señor llama a los pobres en espíritu, a todos aquellos que reconocen que separados de Dios nada pueden hacer,

Y nos refiere a un “venir” constante, es ese venir cada día en comunión con Dios, es congregarse, es buscarle en nuestros devocionales diarios, en oración y alabanza

Pero No como algunos que dicen “quizá a la iglesia nunca vaya pero en Dios siempre  voy a creer”, ¡estos no acuden al llamado del Señor cuando dice “venid”¡ Se niegan a venir

De manera que lo que vienen al Señor, son todos aquellos que están  cansados y agobiados,

Llevad:

Nos invita a llevar Su yugo, que simboliza unión y servidumbre. Ese yugo es un Travesaño, solo los mansos están dispuestos a llevarlo,

Pero esos mansos tienen que aprender¡

Aprended de mí.

Jamás podremos ser creyentes mansos, si no ponemos nuestros ojos en Jesucristo, nuestro modelo¡

2. Bienaventurados los mansos. Sus características

Los que son verdaderamente mansos, manifiestan ciertas características que los distinguen:

• Los mansos son humildes

1 Pedro 2:23 y quien cuando le ultrajaban, no respondía ultrajando; cuando padecía, no amenazaba,

sino que se encomendaba a aquel que juzga con justicia;

Y en esa humildad muestran una dependencia maravillosa del Señor, pues todo ultraje o toda acción injusta en contra de ellos, la encomiendan a la justicia divina.

Han aprendido a dejarlo todo en manos de Dios, sabiendo que Él es justo y no olvida el agravio que sufre su pueblo, su iglesia, sus elegidos.

• Bienaventurados los mansos que no hacen nada por contienda o vanagloria

Filipenses 2:3  Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad,

estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo;

(DHH L* 2002*)  No hagáis nada por rivalidad u orgullo,^[d] sino con humildad;

y considere cada uno a los demás como mejores que él mismo.^[e]

(BLS)  no hagan nada por orgullo o sólo por pelear. Al contrario, hagan todo con humildad,

y vean a los demás como mejores a ustedes mismos.

Aquellos creyentes, cuya característica es la mansedumbre, no promueven pleitos ni rivalidades, no buscan prevalecer ante los demás, más por el contrario, evidencian humildad.

Y siempre considera a los demás como superiores a sí mismos, porque sabemos, que en alguna área todos somos superiores a otros y es de allí que tenemos que aprender la mansedumbre.

Justamente, donde sabemos que somos superiores en capacidades o habilidades, es donde debemos manifestar nuestra humildad, evitando toda vanagloria y contienda.

• Bienaventurados los mansos porque saben dar.

Filipenses 2:4  no mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros.

Cuando tenemos un carácter manso, no nos ocupamos de manera egocéntrica, solamente por nosotros mismos, sino que aprendemos a ver por los demás.

• Los mansos ejercitan su mente,

Si de verdad queremos desarrollar esta virtud de mansedumbre en nosotros, debemos aprender a estar dispuestos mentalmente, a tener la actitud de Cristo.

Filipenses 2:5  Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús,

(BAD)  Vuestra actitud debe ser como la de Cristo Jesús,

Es en la mente donde libramos las batallas. Si damos cabida a los malos pensamientos, de esa misma manera actuaremos,

Pero si clamamos para que el Señor disponga nuestro corazón para obedecer Su Palabra, podremos entonces, mantener la actitud de Cristo.

3. El testimonio de mansedumbre de Jesús

Filipenses 2:6-8  el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse,

sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres;

 y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.

El testimonio de mansedumbre del Señor es asombroso¡

“Se despojó a sí mismo”, no significa que deja de ser Dios, eso nunca¡ lo que nos está enseñando la Escritura es, que cambió de la posición de Soberano a la posición de siervo,

Y pasa a ser un siervo con obediencia perfecta, hasta el punto de entregar su vida en la cruz del calvario para que con su victoria hoy podamos ser herederos de sus promesas presentes y futuras.

Pero cuando no seguimos el ejemplo de Jesús y No somos mansos, nos peleamos por los puestos de privilegio, nos aferramos a ellos, ponemos nuestro valor en el puesto que ostentamos.

Pero eso nos sucede porque aún tenemos la visión del mundo, que nos hace cree que los pequeños son aquellos que le sirven a los grandes, pero en el reino de los cielos las cosas son distintas!¡

Según el Señor, el que quiera ser grande debe servir a sus hermanos, y haciendo esto, le estará sirviendo al Señor y estará  haciendo la voluntad de Dios,

Es así como dijo Pablo después que el Señor  le derribo del caballo: “que quieres que yo haga”, y la pregunta tiene validez porque antes él hacia su voluntad personal

Pero  ahora, Pablo le está diciendo al Señor “muéstrame tu voluntad para que yo la haga”

Así pues, sigamos el testimonio de Cristo y de los verdaderos siervos, buscando siempre hacer la Voluntad de nuestro Padre

4. Bienaventurados los mansos porque ellos heredarán la tierra

Hay una promesa hermosa para todos los seguidores de Cristo, que estemos dispuestos a formar mansedumbre en nuestro carácter.

Recibiremos la tierra por heredad! Esta es una promesa que se amplia para incluir todo bien espiritual que ha de ser provisto por medio de Cristo y en Él

Particularmente, es una promesa que incluye todo aquello que se encuentra contenido en la esperanza fundamentada en las promesas de Dios

Es decir, que no tendremos falta de ningún bien. Siempre tendremos pan sobre nuestra mesa, vestido, techo, fuerzas nuevas, un corazón transformado y dispuesto para seguir a Cristo

Por tanto, el camino para recibir herencia de Dios, es ser manso! Y la mansedumbre  se forma en la adversidad.

Salmo 37:1-2 No te impacientes a causa de los malignos,  Ni tengas envidia de los que hacen iniquidad.

Porque como hierba serán pronto cortados,  Y como la hierba verde se secarán.

• Impacientarse:

Es decir, no perdamos la calma, y mucho menos arder de cólera.

Cuando vemos las injusticias que cometen contra nosotros, sentimos el fuerte impulso de tomar la causa en nuestras manos y nos llenamos de ira e indignación,

Pero la instrucción de la Palabra es “no armamos en cólera”, no nos impacientemos, dejemos que el Señor actúe

• Los Malignos:

Literalmente la Escritura nos habla de los que quieren destruirnos, vernos hechos pedazos, que muchas veces, son los mismos de nuestra propia casa.

Los malignos no siempre están fuera, no siempre son ajenos a nosotros, sino que se encuentran entre los que creemos que nos aman, y esto hace más doloroso el ataque, más injusta la maldad

• Hacen iniquidad:

Hace referencia a todos aquellos que cometen injusticias, que no tienen razón válida para levantarse en contra nuestra, pero lo hacen, y se llenan de maldad

5. Bienaventurados los mansos porque tendrán paz

Pero la pregunta que nos surge de inmediato es ¿Qué hago para no inquietarme?  ¿Cómo puedo mantener la calma mientras mis ojos ven cómo me destruyen?

Para no impacientarse, los mansos deben hacer tres cosas

• Los mansos confiaran en Jehová

Salmo 37:3  Confía en Jehová, y haz el bien; Y habitarás en la tierra, y te apacentarás de la verdad.

Confiar

El creyente de carácter manso, se apresurará a refugiarse en Dios. Cuando los adversarios se levanten en su contra, pronto encontrará refugio en su Creador.

Has el bien:

Esto significa hacer lo que es agradable a Dios, aún cuando esto implique, hacer a nuestro enemigo, lo que no se merece

Ante tanta injusticia, nuestra humanidad se llena de ira e indignación, y queremos levantarnos con venganza, menosprecio e injusticia también, en contra de nuestro enemigo

Pero el Señor nos instruye a no torcer nuestros pasos, a mantenernos agradables delante de Él, haciendo lo que es correcto, porque la defensa nos las hará Él

Habitaras:

Y si así lo hacemos, entonces habitaremos en la tierra, es decir, encontraremos Descanso, en medio de tanta injusticia!¡.

Apacentar:

Nos encontraremos con nuestro mejor Alimento: la Verdad de Dios, que siempre ha de prevalecer.

• Bienaventurados los mansos porque se deleitan en Dios

Salmo 37:4 Deléitate así mismo en Jehová, Y él te concederá las peticiones de tu corazón.

Deleite:

El creyente de corazón manso ha de disfrutar pensando en el Señor, disfrutará sirviéndole al Señor, disfrutará viviendo en la voluntad del Señor, aún cuando a primera vista No la comprenda

No tendrá mayor deleite que presentarse delante del Señor, y depositar en Él toda su angustia, su dolor, su impotencia, porque la mejor manera de soportar las aflicciones es deleitarse en el Señor.

Concederá las peticiones:

Pero nos concederá aquellas peticiones que sean santas, y no aquellas que estén llenas de malicia en las que queremos imponer nuestra propia voluntad caprichosa

El Señor nos concederá esas peticiones que van encaminadas a la conversión de nuestros enemigos, de aquellos de nuestra casa que nos causan dolor como un hijo o hija que andan en malos caminos,

La conversión del conyugue que en el engaño del pecado, está destruyendo nuestra propia casa.

• Bienaventurados los mansos porque se depositan en el Señor:

Salmo 37:5  Encomienda a Jehová tu camino,  Y confía en él; y él hará.

(BLS)  Pon tu vida en sus manos, confía plenamente en él, y él actuará en tu favor;

Encomienda:

Cuando los mansos ponen toda su vida, toda su realidad, toda su angustia en manos del Señor, confiando ´plenamente en Él, están seguros, que los resultados le pertenecen a Él

Los mansos pueden descansar tranquilos, porque tienen la certeza que Dios actuará a favor de ellos, aún cuando al principio pareciera, que el enemigo tiene toda la ventaja.

• El Señor defiende el testimonio de los mansos.

Salmo 37:6  Exhibirá tu justicia como la luz Y tu derecho como el mediodía.

Podríamos pensar ¿Quién va a defender mi testimonio? Y nos puede preocupar lo que la gente pueda estar pensando o diciendo de nosotros, sobre todo porque profesamos ser cristianos.

Pero podemos estar tranquilos, que sin entender cómo, pero el Señor dará testimonio público de nosotros. Nuestro nombre será limpiado y glorificará a Dios

• Los mansos guardan silencio y esperan en Dios.

Salmo 37:7 Guarda silencio ante Jehová, y espera en él. No te alteres con motivo del que prospera en su camino,

 Por el hombre que hace maldades.

“Guardar silencio” cuando tanta injusticia se está cometiendo en contra nuestra ¿Cómo puede ser esto? Quizá sea una de las cosas más difíciles que se nos pueda pedir.

Pero por difícil que sea, no murmuremos, no nos quejemos, y callemos en la presencia de Dios, esperando pacientemente a que nuestro buen Dios actúe.

Y aunque eso nos parece duro, demos un poco de espacio a nuestra imaginación y contemplemos lo que dice Isaías en relación a Cristo.

Isaías 53:7  Angustiado él, y afligido, no abrió su boca; como cordero fue llevado al matadero;^(F) y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió su boca.

Si nuestro Cristo, con un sufrimiento indescriptible y tan injusto no abrió su boca, ¿Por qué a nosotros se nos puede hacer imposible? Si nuestra causa no es tan injusta como la de Él.

• Los mansos no se dejan dominar por las emociones.

Salmo 37:8  Deja la ira, y desecha el enojo; No te excites en manera alguna a hacer lo malo.

(BAD)  Refrena tu enojo, abandona la ira; no te irrites, pues esto conduce al mal.

Si damos espacio a la ira y el enojo, entonces estaremos actuando exactamente igual que los malos, les estaremos imitando, de manera entonces, que refrenaremos esas emociones

Porque, si gritando, insultando y actuando en nuestra propia sabiduría, permitiera solucionar los conflictos, pues valdría la pena dar rienda suelta al alma

¡Pero no es así! No poner límites al alma y actuar como si el Señor no habitara en nosotros, solo empeora nuestra situación y deshonra el Nombre Santo del Señor.

La bienaventuranza de los mansos se ve, cuando ejercitan el dominio propio, que es una característica del fruto del Espíritu que nos ha sido dada.

6. Bienaventurados los mansos porque su destino es glorioso

Preguntémonos entonces, según la Biblia ¿Qué pasara con los malignos y qué pasara con los justos?

Salmo 37:9  Porque los malignos serán destruidos, Pero los que esperan en Jehová, ellos heredarán la tierra.

Los malignos siempre son seres humanos llenos de soberbia, que consiguen las cosas por la fuerza de su mano, de su astucia y maldad, jamás se acuerdan de Dios, y por eso, serán destruidos.

Pero para los creyentes, lo mejor está por venir¡ quizá por ahora nuestros ojos no lo ven, pero tengamos la certeza, que llegará el momento en que lo veremos¡!

Y esa certeza la podemos tener, porque nuestra confianza está puesta en un Dios que no cambia, que cumple su Palabra, y porque Su Palabra es Verdad.

• La existencia de los malos es temporal.

Salmo 37:10-11  Pues de aquí a poco no existirá el malo; Observarás su lugar, y no estará allí.

Pero los mansos heredarán la tierra,^(A) Y se recrearán con abundancia de paz.

No ha de pasar mucho tiempo, en el que veremos la casa, la silla, el lugar de trabajo de aquellos que han hecho iniquidad contra nosotros ¡Y ya no estará allí¡ y su memoria será olvidada para siempre

Pero los mansos, los creyentes, hoy por hoy son atribulados por todos lados, y es seguro que poco conocen el descanso, pero llegará el día en que se recrearán con abundancia de paz

Serán todos aquellos que han confiando en Cristo, los que disfrutarán, se gozarán, se deleitarán en abundante prosperidad, material y espiritual

Y esa abundancia material se verá en tanto no faltará pan a nuestra mesa, no faltará la salud, las fuerzas nuevas, las oportunidades y todo lo necesario para vivir en este mundo pasajero

Mientras que la abundancia espiritual la veremos en nuestro conocimiento, cada vez mayor, de nuestro Dios, nuestro sustentador, nuestro defensor.

Ese Dios que nunca nos olvida, no nos deja desamparados y siempre levanta nuestra cabeza¡!

• Bienaventurados los mansos porque Dios los defiende

Ya conocemos cómo es la obra del impío, pues la vemos en sus ataques hacia nuestra vida, pero también debemos conocer   la respuesta de Dios hacia ese obrar injusto.

Salmo 37:12-13  Maquina el impío contra el justo,  Y cruje contra él sus dientes;

El Señor se reirá de él; Porque ve que viene su día.

Muchas veces nos parece que los impíos actúan injustamente y que nada les pasa, que siempre se salen con la suya y que todo les prospera

¡Pero no es así! Llega el día en el que su propia destrucción les alcanza, es solo, que ellos No se dan cuenta¡

El maligno podrá reírse del justo, pero Dios se ríe del maligno, y esto es peor, porque vemos al Creador en contra de ellos.

Cuando el maligno hace sus obras de maldad, jamás piensa, que la consecuencia de sus actos le alcanzará hasta llevarlo a su propia destrucción

Salmo 37:14-15  Los impíos desenvainan espada y entesan su arco,  Para derribar al pobre y al menesteroso,

Para matar a los de recto proceder.

 Su espada entrará en su mismo corazón,  Y su arco será quebrado.

La justicia de Dios es hermosa, porque el mal que los perversos maquinan contra los mansos, Dios hará que se vuelva hacia ellos.

Es Dios quien se encarga de dirigir la senda nefasta que ha de caminar el injusto, a menos que la misericordia le alcance y le lleve al arrepentimiento

Y debe ser ese arrepentimiento, nuestra esperanza! El verdadero anhelo de nuestro corazón debe ser, que Dios conceda un corazón nuevo a todos nuestros agresores.

7. Bienaventurados los mansos porque su corazón está siempre alegre

Salmo 37:16  Mejor es lo poco del justo, Que las riquezas de muchos pecadores.

Cuando de verdad tenemos un corazón manso, somos capaces de alegrarnos con lo poco, y siempre estaremos contentos con lo que tenemos

Las muchas riquezas siempre apartan el corazón del hombre, y lo llevan a ponerlo en sí mismo, y esto sí es trágico, porque lejos de Dios, todo es destrucción y muerte.

Pero si el Señor nos concede la riqueza, aprendamos a mantener nuestros ojos siempre puestos en Él, reconociendo siempre, que todo lo que somos y todo lo que tenemos, proviene de la gracia divina que No nos da, lo que merecemos¡!

Conclusión:

Bienaventurados los mansos de corazón, porque han aprendido a imitar a Cristo, y no hay nada más maravilloso, que crecer a la altura de Hombre perfecto, del Hijo de Dios

Y serán muchas las tribulaciones e injusticias que viviremos, pero lo importante siempre será, que es Dios quien defiende nuestra causa.

Palabras y frases significativas:

Tierra: (a) tierra, a distinción al mar o a otros cuerpos de agua (p.ej., Mar_4:1, etc.); (b) tierra como susceptible de cultivo (p.ej., Luc_14:35 , etc.); (c) tierra o territorio, denotando un país o región, traducido territorio en Hec_13:19 (2ª utilización del nombre).

Heredad: NT la idea de heredar se amplía para incluir todo bien espiritual provisto por medio de y en Cristo, y particularmente todo aquello que queda contenido en la esperanza fundamentada en las promesas de Dios.

^[1] Johnson, G. E. (2011). Liderazgo Desde la Cruz: Principios y Personajes Del liderazgo bíblico (p. 126). Edinburg, TX: Editorial Rio Grande.

[2] Comentario bíblico al Evangelio San Mateo, Jamieson-Fausset Brown.