¿Cómo Puedo Cambiar? Todos necesitamos cambiar en todo aquello que a Dios le sea agradable,

Así, el esposo necesita cambiar para tratar de hacerle la vida más agradable y fácil a la esposa; y la esposa necesita cambiar y ser más comprensiva con su marido.

De igual forma, como padres creyentes estamos enseñando y entrenando a nuestros hijos para vivir en le fe cristiana

Pero cuando nuestros hijos ya han crecido, no seguimos siendo cercanos a ellos, sino que vivimos como desconocidos.

Entonces, nos preguntamos ¿Cómo cambiar un estilo de vida mundano, carnal a uno piadoso?

¿Cómo cambiar, de ser un mentiroso a una persona que dice la verdad? ¿Cómo cambiar de perezoso a trabajador de egoísta a generoso?

¿Cómo cambiar de orgulloso a humilde, de rencoroso a perdonador, de pensamientos lascivos a pensamientos que agradan a Dios?

Si desea escuchar esta enseñanza, por favor visite https://youtu.be/uetalj3Bn3U

Pero si desea profundizar más, sobre la naturaleza humana, puede visitar ¿Cómo Superar La Frustración?

¿Cómo Puedo Cambiar?

Ante esa pregunta, muchos hombres y mujeres responden de muchas maneras, ya sea negando la necesidad de cambiar o justificando su manera de ser,

Así encontramos que algunos, al ser confrontados con su pecado, responden de manera ligera con un  “Así soy,” “Así nací,” “Soy igual a mis padres,”

O peor aún, responden con: “Es mi personalidad, ¡aguántate!”, encontrando en estas personas una resignación fatal a su condición de vida.

Pero encontramos otro tipo de personas que sí quieren cambiar pero no pueden, no encuentran la forma ni los medios para hacerlo,

Y más aún existen otras personas que pueden cambiar, pero no son suficientemente esforzados en aquellas acciones que traen el beneficio del cambio.

Así, en esta enseñanza bíblica seremos instruidos en cómo llegar a ser una persona que cambia, y cambia para ser agradable a Dios, llegando a ser una persona piadosa.

  1. ¿Cómo puedo cambiar? ¡Necesitas a Cristo¡

Si Cristo no está en tu corazón, es imposible que realmente puedas cambiar.

Efesios 2:1  Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados,

Si de verdad queremos cambiar, debemos comenzar reconociendo que humanamente es imposible salir de nuestra condición de destrucción y muerte.

Necesitamos aceptar, que en nuestra capacidad, solo podemos alcanzar cambios temporales y superficiales,

¿Por qué? Porque todo hombre y mujer, nace muerto espiritualmente, incapacitado para hacer el bien, nacemos ¡Muertos en nuestros delitos y pecados¡

  • Muertos en delitos y pecados:

Un muerto no puede cambiar para mejorar, por más que lo vistan bonito está muerto, y por fuera parece que está bien pero por dentro está podrido ¡está muerto en delitos y pecados¡

Y como muerto, no puede caminar en las cosas santas que son agradables a Dios, no puede tener pensamientos ni acciones santas.

Esto significa, que es el pecado la causa de nuestra muerte y destrucción, y la palabra griega  para pecado es hamartía;

Y hamartía es una palabra referida a la caza y al tiro deportivo o guerrero, y quiere decir no dar en el blanco.

Por tanto, el pecado es definido como el fracaso en el intento de alcanzar una meta en la vida, que nos lleva a errar el camino, a perder la dirección correcta.

De manera que ese pecado hace que la persona, cada vez se aleje más de lo que debería ser su destino, haciéndonos caminar por terrenos peligrosos lejos de la verdad.

Y con todo ello, llegamos a un punto en que nuestra vida es un caos, sintiéndonos incapacitados para cambiar nosotros mismos y nuestro entorno.

  • Siguiendo las corrientes del mundo:

Efesios 2:2  en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo…

Cuando vivimos una vida de mundo, una vida sin fe en Cristo, solo podemos tener un estilo de vida conforme a los valores del mundo,

Y aunque esos valores tomen cierto nombre de piedad,  son valores y principios totalmente opuestos a la fe cristiana, y eso lo vemos en el concepto de “Tolerancia”.

Un concepto que utiliza el mundo para hacernos permisivos, y aceptar todo tipo de aberración como normal y como un derecho de libertad de la persona

Esto significa, que en la corriente de este mundo “Yo” soy el centro de todo, y nos da la libertad y el derecho de hacer cuanto nos plazca, sin importar las consecuencias.

Lo que nos permite confirmar que una vida egocéntrica, no conduce a nada bueno, sino que conduce a nuestra propia destrucción.

Y en consecuencia, el mundo de pecado es enemigo de Dios.

  • Viviendo bajo la autoridad de Satanás:

Efesios 2:2… conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia,

Viviendo bajo la dirección de nuestro propio pecado y bajo el dominio de Satanás, el mundo no puede cambiar para bien,

Y cada nueva generación va profundizando más en el pecado, viviendo cada vez, más alejados de Dios y de su Verdad.

De manera que son “hijos de desobediencia”, odian todo lo que es de Dios, sumergidos en las corrientes del mundo, lo que impide un cambio real de la condición humana.

Y esto se ve más agravado, porque estos hombres y mujeres se encuentran bajo la potestad de Satanás, y bajo su dominio solo hay destrucción y muerte.

  • Viviendo según los deseos de la carne:

Efesios 2:3  entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne,

haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás.

La voluntad siempre emana de la naturaleza de la persona, y si la naturaleza del hombre es caída así será también su voluntad,

De manera que aquí no aplica la frase “él es bueno, solo que hace cosas malas” porque por naturaleza, el hombre solo puede hacer lo malo,

¿Cómo puedo cambiar?

Y si hace cosas buenas, es por la gracia común de Dios, que alcanza a justos e injustos, pues el sol sale para todos,

Pero nada de lo que el hombre y la mujer sin Cristo, hagan, puede llevarles a alcanzar el favor divino, y por lo tanto están incapacitados para cambiar.

  • Solo en Cristo está el poder para cambiar.

La única manera de hacer que un muerto camine, es resucitarlo de la muerte, ¡dándole una nueva vida!

Efesios 2:1  Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados,

La única manera de cambiar es que Dios nos de vida, de lo contrario aunque nos vistan bonito, seguiremos estando muertos.

Y Cristo nos da vida cuando nos da un nuevo nacimiento, nos da un corazón nuevo, sensible a su Palabra, capaz de oír su voz y entender nuestro pecado

Sin ese nuevo nacimiento, el hombre y la mujer solo tienen la capacidad de pecar, pero cuando nacemos de nuevo, ya tenemos la capacidad de No pecar.

Es así como Adán antes de la caída, fue creado con la capacidad de pecar y no pecar, hasta que llegara su perfeccionamiento en base a la obediencia perfecta,

  1. ¿Cómo puedo cambiar? ¡La buena noticia¡ “Solo Cristo puede cambiar tu vida”

Tito 2:11-13  Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres,

enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente,

aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo,

Solo la gracia de Dios, manifestada en Cristo, nos puede dar la capacidad para vivir de manera diferente, de manera justa y piadosa.

¿Cómo nos capacita la gracia divina para cambiar?

  • Enseñándonos: paideuo,

Cristo es la personificación de la gracia, es el regalo inmerecido que el Padre nos da, que no solo nos salva del dominio del pecado y de Satanás, que son la atadura natural del hombre,

Sino que también, la gracia que es en Cristo, nos enseña, y ¿Qué nos enseña? Nos enseña a renunciar a una vida de impiedad.

Y es una enseñanza maravillosa, porque nos instruye como a un niño, por medio del Espíritu Santo y la tarea de la iglesia

Por tanto, si quieres cambios en tu vida, debes dejarte enseñar, ser como niños, expectantes, y preguntones.

  • Renunciando: arneomai

Renunciar significa negar, rechazar, decir ¡NO¡ pero nos preguntamos ¿A qué vamos a renunciar y decir No?

La gracia de Cristo nos enseña a renunciar a una vida de impiedad, es decir, a una vida de dedicada a la maldad, a la iniquidad,

Pero nos pueden decir ¿Cuál maldad, cuál iniquidad? Toda la maldad que nace del menosprecio a Dios, del desafío a las leyes y mandamientos divinos.

Y renunciando a esa actitud desafiante, pasaremos a una actitud de reconocimiento y honra a la persona de Dios,

Dejando todos los deseos mundanos que solo traen destrucción a nuestra vida y familia, para acercarnos a Dios y su Palabra

De manera que esta renuncia, nos lleva a vivir en este mundo pecaminoso, de una manera diferente, una vida nueva y transformada, agradable a Dios

  • Aguardando:

Y con toda esa instrucción que vamos recibiendo, poco a poco, por medio de la predicación de la Palabra, la meditación y comunión con Cristo,

Comenzaremos a contemplar en una espera feliz y gozosa, el regreso de nuestro Señor Jesucristo.

De manera que veremos hacia atrás, y contemplaremos el sacrificio de Cristo en la cruz, redimiéndonos de la esclavitud del pecado y convirtiéndonos en hijos de Dios,

Para luego, contemplaremos expectantes la segunda venida de Cristo, que vendrá como Rey, a gobernar sobre una tierra nueva.

Por tanto, es absurdo decir que un cristiano no puede cambiar, puesto que la gracia de Dios ha venido no sólo a salvarnos de la penalidad de pecado,

Sino que también,  la gracia divina ha venido para salvarnos del poder del pecado, dándonos la capacidad para decir no al pecado y sí a la santidad.

  1. ¿Cómo puedo cambiar de manera firme y permanente?

La Biblia nos enseña de manera bastante clara, que si somos cristianos, podemos cambiar. La pregunta es ¿Cómo lo hacemos?

Parece bonito y fácil decir que es posible cambiar, pero tal vez hemos tratado por mucho tiempo y de diferentes maneras, lograr un cambio ¡y nada parece servir¡

Incluso, podremos haber logrado algunos cambios, pero por periodos cortos de tiempo, y nos parece que no podemos hacer cambios que permanezcan.

Entonces, ¿Cómo podemos cambiar nuestra vida de manera permanente?

  • Ejercitando la piedad:

1 Timoteo 4:7…  Ejercítate para la piedad;

Para alcanzar cambios duraderos en nuestra vida, ese cambio no puede ser externo, sino que debe cambiar nuestro corazón,

Para ello, necesitamos ejercitarnos en la piedad siguiendo el consejo bíblico, y para ello necesitamos evitar enseñanzas que No son bíblicas. Pero tal vez estemos diciendo,

“Mira, ya soy cristiano y todavía encuentro difícil quitarme algunos hábitos y patrones mundanos. Además, conozco a gente cristiana que tienen pecado en sus vidas.”

¡Y eso es verdad, porque llegar a ser cristiano no es el fin del proceso, sino el comienzo!

Si vas a hacer cambios que perduran, tenemos que dedicarnos a hacer lo que Dios dice que es necesario para que ocurran cambios verdaderos.

Y lograr esa obediencia a la Palabra, requiere una dedicación a la disciplina, igual que los atletas que dedican muchas horas a su entrenamiento personal,

De igual forma nosotros, si queremos ver cambios duraderos en nuestra vida, necesitamos ejercitarnos día a día, momento a momento, en los pensamientos de Dios,

Y esto es posible, porque ahora tenemos un corazón nuevo, en el que habita el Espíritu Santo, que nos da la capacidad para obedecer la Palabra

Pero una de las razones principales por las que los creyentes no crecen en la piedad es porque no tienen voluntad de trabajar duro en llegar a ser piadosos.

Cristo da el poder para cambiar

Hay muchos cristianos perezosos, y los resultados son devastadores. Profesan ser cristianos, pero por falta de disciplina espiritual viven vidas patéticas.

Aun más trágico, tienen voluntad de disciplinarse para el propósito de tener éxito en sus trabajos, pero rehúsan disciplinarse para el propósito de piedad.[1]

¡Es esto lo que hace que tengamos vidas lamentables¡ aunque seamos cristianos.

  • Desechar fábulas profanas:

1 Timoteo 4:7  Desecha las fábulas profanas y de viejas. Ejercítate para la piedad;

Esto significa, no hacer caso de cuentos mundanos, que cuestionan la veracidad de las Escrituras, o que son centradas en el hombre y no en Dios.

Y por interesantes que resulten, no debemos prestar oídos, porque esto solo hace que nos alejemos de la Verdad de Dios.

Así encontraremos quienes digan que “la doctrina apostólica no es un mito[2]; pero debemos tener la convicción, que es un hecho revelado

Y basado sólidamente en la revelación histórica de Dios en el Antiguo y el Nuevo Testamento y de acuerdo al ministerio y comisión de Cristo.

También, podemos echar mano del siguiente consejo: “Sigamos esta regla, que aquello que contribuye a la edificación debe ser aprobado,

Y aquello que da  lugar a disputas sin merito puede ser rechazado, como algo sin valor para la Iglesia de Dios. (Dr. Cornelio Hegeman)

De manera, que toda sana doctrina debe llevarnos a la adoración a Dios, al conocimiento de su Persona y su Palabra, lo que garantiza, una vida de bendición permanente.

  1. ¿Cómo puedo cambiar a una vida de piedad?

Veamos algunos versículos bíblicos que nos muestran como ejercitarnos en la piedad,

  • Seguir el consejo de la Palabra:

Salmo 1:1  Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos,

 Ni estuvo en camino de pecadores,

 Ni en silla de escarnecedores se ha sentado;

Aquí encontramos tres “No” que nos ayudarán a tener cambios permanentes en nuestra vida:

No anduvo en consejo de malos.

Ni estuvo en camino de pecadores.

Ni en silla de burladores.

De manera, que si anhelamos llevar una vida piadosa, debemos aprender a seguir el consejo prudente de Dios, andando en los mandamientos del Señor

Debemos referirnos constantemente a la palabra de Dios como regla de nuestras acciones, y fuente de nuestro consuelo; y hemos de tenerla en nuestros pensamientos noche y día.[3]

Solamente así, nuestros pasos serán ordenados por la Palabra de Dios, y no por nuestra astucia o por lo que nosotros consideremos correcto,

Y así, lograremos tener una vida bienaventurada, doblemente feliz, descubriendo la verdadera fuente de vida y deleite:

Salmo 1:2-3  Sino que en la ley de Jehová está su delicia, Y en su ley medita de día y de noche.

Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas,(A)  Que da su fruto en su tiempo, Y su hoja no cae; Y todo lo que hace, prosperará.

  • Evitar actividades, prácticas y lugares que tientan al pecado.

Para poder alejarnos del pecado y de toda tentación es necesario que nos vistamos de Cristo y no proveamos para los deseos de la carne.

Romanos 13:14  sino vestíos del Señor Jesucristo, y no proveáis para los deseos de la carne.

Y esto significa No proveer para las tres “P” del pecado:

Placer

Es decir, no promovamos acciones ni pensamientos que nos lleven a dar espacio a apetencias desordenadas para la satisfacción de apetitos físicos.

El Poder

No demos espacio a esos anhelos de brillar y ser dominantes, donde seamos nosotros el centro de nuestra atención, y

Las Posesiones

No dar lugar al apetito incontrolado por posesiones materiales y por el prestigio que las acompañan.

Si así lo hacemos, podremos llegar a realizar esos cambios de vida que tanto anhelamos.

  • Evitar las malas compañías.

Proverbios 1:10-15  Hijo mío, si los pecadores te quisieren engañar, No consientas.

…Hijo mío, no andes en camino con ellos. Aparta tu pie de sus veredas,

No caminemos con los que se encuentran enemistados con el Señor, no vayamos con ellos, no nos dejemos seducir con sus palabras, ¡Que no nos engañen¡ ni nos confundan.

Y para evitar ser confundidos, lo mejor es, evitar esas malas compañías, y si nos es posible, ser nosotros los que influyamos en ellos, predicándoles el Evangelio.

  • Renunciar a los pensamientos pecaminosos.

Santiago 1:14  sino que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido.

Santiago utiliza una ilustración tomada del mundo de la pesca. El pez ve la carnada y se ve tentado a morder. Y cuando dicho pez toma la carnada, repentinamente es arrastrado y paga con su vida su inocencia e ignorancia.[4]

De igual forma nosotros, cuando damos cabida a pensamientos pecaminosos, no sentiremos en qué momento, estamos dando pasos en camino de pecado

Santiago 1:15  Entonces la concupiscencia, después que ha concebido, da a luz el pecado;

y el pecado, siendo consumado, da a luz la muerte.

Una vez hemos concebido en nuestra mente el pecado, pronto lo llevamos a la acción, y con ello, el pecado nos conduce a la muerte

Por eso, debemos estar conscientes que Satanás tienta y opera en el hombre según sus propias debilidades internas,

Y el diablo, junto con el mundo y nuestra vieja naturaleza, forman una línea de frente de batalla del alma, contra la que debemos luchar día a día,

¿Cómo puedo cambiar?

Pero No le echemos la culpa a nadie de nuestra debilidad y caída, sino a nosotros mismos, que hemos contemplado el pecado y no hemos luchado contra él.

Así que, oremos el Padre nuestro: “no nos metas en tentación, mas líbranos del maligno” y tomemos dominio sobre nuestros pensamientos.

(Sobre este punto, puede leer más: https://puritanos-en-argentina.webnode.com.ar/news/la-vision-puritana-de-la-santidad-dr-joel-beeke-/).

  • Haciendo morir lo terrenal que aun hay en nosotros:

Todos venimos de una condición de ser hijos de desobediencia, pero ahora ya tenemos la capacidad de hacer morir lo terrenal que aún hay en nosotros:

Colosenses 3:5  Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros: fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia, que es idolatría;

Eso significa, dar muerte a todos los malos deseos, dominando los malos pensamientos y quitando todo ídolo de nuestro corazón

Colosenses 3:6-7  cosas por las cuales la ira de Dios viene sobre los hijos de desobediencia,

en las cuales vosotros también anduvisteis en otro tiempo cuando vivíais en ellas.

Todo aquello que es objeto de la ira de Dios, debe morir en nosotros, pero hay cosas, que en nuestra nueva vida, debemos dejar:

Colosenses 3:8-9  Pero ahora dejad también vosotros todas estas cosas: ira, enojo, malicia, blasfemia, palabras deshonestas de vuestra boca.

No mintáis los unos a los otros, habiéndoos despojado del viejo hombre(B) con sus hechos,

Teniendo una nueva vida en Cristo, debemos dejar el enojo, la intención de maldad, la mentira, pero la pregunta es ¿Cómo lo dejamos?

Este logro, se va alcanzando poco a poco, porque es un proceso de santificación que Dios, por medio del Espíritu Santo, va logrando en nuestro corazón,

Por eso, necesitamos tener paciencia, pero sin dejar de esforzarnos constantemente, en un sacrificio diario de negación y comunión con Dios.

Conclusión.

Un escritor explica, “El cristianismo no es una vida suave… Involucra abnegación; quiere decir el abandono inflexible del pecado.” (J. Gresham Machen, ibid, p. 362).

Solamente así será posible hacer un cambio radical y permanente en nuestra vida, dejando atrás esas luchas infructíferas y frustrantes.

Pero esa lucha contra el pecado, solo es posible hacerla, si tenemos a Cristo en nuestro corazón, porque solo en Él hay vida nueva y poder para vencer.

Palabras y frases significativas:

Fábulas profanas y de viejas: Falsas doctrinas.

Piedad: en el Nuevo Testamento el término piedad se refiere a la obediencia de los mandamientos de Dios y el cumplimiento de la vida religiosa tal como lo pide Dios.[5]

Ejercítate: gumnázo, gumnázo; practicar desnudez (en los juegos), i.e. entrenar (figurativamente):- ejercitar, habituar, entrenar (figurativamente):- ejercitar, habituar.

Ejercicio diario,

Proveer: pronoia (πρόνοια, G4307) , pensamiento anticipado, pensado con antelación (pro, antes; noeo , pensar).

Dejad: apotídsemi; poner lejos, separar, alejar (literalmente o figurativamente):- dejar, desechar, despojarse uno, poner.

 

[1] Haciendo Cambios Que Perduran, Dr. Wayne Mack, pág. 5.

[2] Historia imaginaria que altera las verdaderas cualidades de una persona o de una cosa y les da más valor del que tienen en realidad.

[3] Comentario Matthew Henry, Salmo 1.

[4] Comentario al Nuevo Testamento, Santiago, Simon J. Kistemaker, pág. 47.

[5] Significado de Piedad (Qué es, Concepto y Definición …www.significados.com › piedad