Confesar A Cristo ¿Qué Significa? ¿Cómo y por qué hacemos está confesión?

Hoy en día “CONFESAR” a Cristo como Señor y Salvador se ha vuelto una moda en la cual no hay un entendimiento de lo que verdaderamente significa este acto de fe.

Y en los templos, las personas levantan su mano, pasan al frente y hacen una oración, con la que consideran que es suficiente para ser salvos.

  • Confesar a Cristo ¿Qué significa?

La Palabra confesar en griego «jomologeo» significa “hablar la misma cosa”, “estar de acuerdo”,

Entonces significa «hablar la misma cosa con Dios», «significa estar de acuerdo con Dios»; y nos podemos preguntar¿Estar de acuerdo en qué?

Veamos que dicen las Escrituras al respecto:

Romanos 10:9 que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos,

serás salvo.

Si predicamos con nuestra boca que Jesús es Dios y Señor de todo cuanto existe, y creemos en nuestro corazón que Él murió, pero que también resucitó

¡Entonces seremos salvos¡ esto significa, que creemos en la persona y obra del Señor Jesucristo, y esta acción de fe es la que salva,

Pero debemos recordar que la fe no es nuestra, sino un don de Dios, de manera que si creemos en Cristo, es por la obra de gracia y misericordia del Padre.

  1. Confesar a Cristo significa reconocer:

No podemos llegar a Cristo, si antes no reconocemos que Tú y Yo estamos muertos en nuestros delitos y pecados,

Y que por lo tanto, necesitamos un Salvador que nos de vida,

Efesios 2:1  Y Él os dio vida a vosotros, que estabais muertos en vuestros delitos y pecados, 

Y un muerto no puede hablar, no puede levantar la mano y caminar, no tiene voluntad propia, ¡Un muerto no puede hacer nada¡

Lo que significa que somos incapaces de movernos y llegar a Cristo por iniciativa propia, y por tanto, necesitamos la obra de Dios para poder creer.

  1. Confesar a Cristo significa reconciliar:

¿Reconciliar qué? Necesitamos ser reconciliados en nuestra relación con Dios Padre,

Porque en tanto que Tú y Yo somos pecadores por nacimiento, estamos destituidos de la Gloria de Dios,

Esto significa que somos enemigos de Dios, que vivimos transgrediendo la Ley de Dios, que somos incapaces de agradar a Dios

Romanos 3:24  siendo justificados gratuitamente por su gracia por medio de la redención que es en Cristo Jesús,

De manera entonces, que necesitamos la perfecta justicia de Cristo para dejar de ser culpables delante del Dios Santo y Justo

Solamente en Cristo, nuestra culpa, nuestro pecado es quitado, y podemos ser declarados ¡Justos¡ delante de Dios

Y por tanto, dejar de ser enemigos de Dios, para pasar a ser hijos de Dios.

  1. Significa cambio de condición:

Si la justicia de Cristo nos cubre, quitando toda culpa y acusación delante del Padre, entonces, ya no somos hijos de la ira de Dios

Efesios 2:3  entre los cuales también todos nosotros en otro tiempo vivíamos en las pasiones de nuestra carne,

satisfaciendo los deseos de la carne y de la mente, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás. 

Por naturaleza pecaminosa éramos hijos de la Ira de Dios. Nacemos en pecado, con un corazón duro, inclinado solamente al pecado, siendo esclavos del pecado

Esclavos de las pasiones de nuestra carne, incapaces de pensar en Dios y mucho menos, de actuar de manera agradable a Él.

Pero, al ser justificados en Cristo, Ya no somos hijos de ira, sino hijos amados de Dios, y toda esta hermosa obra es por gracia divina.

Confesar a Cristo

No somos nosotros llegando a Cristo, eligiéndole a Él, decidiendo aceptarle, sino que, es Cristo viniendo a Nosotros,

Es el Padre haciendo una obra de regeneración en nosotros, dándonos un corazón nuevo para creer y renovando nuestro entendimiento para ver nuestro pecado.

  1. Es una obra de gracia:

Debemos entender que, el cielo no podemos obtenerlo por nuestras buenas obras, ya que ellas en nuestro estado natural no glorifican a Dios y son como trapos de inmundicia,

Isaías 64:6  Todos nosotros somos como el inmundo, y como trapo de inmundicia todas nuestras obras justas;

todos nos marchitamos como una hoja, y nuestras iniquidades, como el viento, nos arrastran

Si Dios, en su infinita gracia, no nos da un corazón nuevo para creer y luchar contra el pecado, es imposible obrar de manera santa

Y si no tenemos un corazón nuevo, todo lo que hagamos, aún cuando parezca bueno, es desagradable delante de Dios, porque esa obra solo glorifica al hombre

Pero hemos sido creados para glorificar a Dios, nuestro Creador, nuestro Redentor y Señor

Conclusión:

Estamos de acuerdo con Dios en que éramos unos viles e inmundos pecadores y que solo por su gracia soberana y misericordia podemos ser salvos

Y que esa salvación solamente es posible en el sacrificio y méritos de su Hijo Jesucristo, ¡Nunca en nuestros méritos¡

Ahora sí ya podemos comprender Romanos 10:9, No es que recitemos una oración, ¡Es que estemos de acuerdo con Dios¡ en lo que es Él y lo que somos nosotros.

Si usted desea profundizar un poco más sobre la persona y obra de Jesucristo, por favor visite !Jesucristo¡ La Palabra De Dios Encarnada