¡De Lo Recibido De Tu Mano Te Damos¡ 1 Crónicas 29:14 porque todo es de Dios y aún, la disposición para dar a su obra, procede de Él

De manera que si el creyente aprende a dar de sus bienes, de sus talentos y dones, de toda su vida para la expansión del reino de Dios aquí en la tierra

Eso es fruto de la gracia divina, que renueva el entendimiento y dispone los corazones para amar a Dios como una profunda necesidad del alma

Esta es la segunda parte de la reflexión ¿Por qué dar para la obra de Dios? Pues “Todo es tuyo”.  Un tema de mayordomía financiera.

Si desea profundizar sobre el tema, visite ¿Dar Para La Obra De Dios? !Todo Es Tuyo¡

Y si desea conocer sobre ¿Cómo ser un mayordomo eficaz? visite Principios Para Ser Un Siervo Eficaz De Cristo

¡De lo recibido de tu mano te damos¡

Cuando damos para la edificación de la obra de Dios, no damos nada que sea nuestro, pues la vida completa le pertenece a Dios,

Dios es el dueño de todo cuanto somos y de todo lo que tenemos, así que, cuando damos para la obra, lo hacemos por la gracia recibida.

  1. De lo recibido de tu mano te damos porque ¡Todo es por gracia¡

El cristiano dador reconoce que es por gracia divina, todo lo que él es, lo que tiene y lo que da para la obra

1 Crónicas 29:11  Tuya es, oh Jehová, la magnificencia y el poder, la gloria, la victoria y el honor;

Porque  todas las cosas que están en los cielos y en la tierra son tuyas. Tuyo, oh Jehová, es el reino, y tú eres excelso sobre todos.

No hay nada que sea nuestro, ni la vida, ni los bienes, ni los talentos, ni la inteligencia, ni las fuerzas y mucho menos, las oportunidades.

Todo proviene de Dios, a Él le pertenecen todas las cosas, y es su infinita gracia la que nos permite llegar a ser lo que somos y tener lo que tenemos

Así que, cuando damos para la obra, estamos dando de lo que Dios ya nos dio. Estamos dando de los bienes que Dios ha puesto en nuestras manos

Esto significa que nosotros solo somos administradores de los bienes divinos, y debemos ser fieles en el amor a Dios y su obra

Y ese amor a Dios se expresa cuando damos y nos convertimos en canales de distribución de la gracia divina para la expansión del Evangelio

  • ¿Qué ha hecho la gracia divina en nosotros?

1 Crónicas 29:12  Las riquezas y la gloria proceden de ti,y tú dominas sobre todo;

en tu mano está la fuerza y el poder, y en tu mano el hacer grande y el dar poder a todos.

Es por la infinita gracia divina que se ha definido lo que tú eres ahora: un hijo de Dios, un salvo que goza de vida nueva y vida eterna

Es la gracia divina la que ha permitido que hoy gocemos de  riqueza, honor, prosperidad, porque todo eso, procede de Dios.

Y debemos reconocer que es Dios, en su multiforme gracia, quien engrandece y fortalece.

Por eso, jamás debemos olvidar de dónde nos tomo Dios, de dónde nos rescató, quiénes éramos antes de que Cristo llegará a nuestra vida

2 Samuel 7:8  Ahora, pues, dirás así a mi siervo David: Así ha dicho Jehová de los ejércitos:

Yo te tomé del redil, de detrás de las ovejas, para que fueses príncipe sobre mi pueblo, sobre Israel;

  • ¡Cuidado con olvidarnos de la gracia¡

Deuteronomio 8:14  y se enorgullezca tu corazón, y te olvides de Jehová tu Dios, que te sacó de tierra de Egipto, de casa de servidumbre;

¡Es tan fácil tener un corazón ingrato que pronto olvida el favor divino¡ por nuestra misma naturaleza caído solemos buscar gloria propia

Deuteronomio 8:17  y digas en tu corazón: Mi poder y la fuerza de mi mano me han traído esta riqueza.

Y estemos propensos a pensar que todo lo que somos, lo que hemos alcanzado y atesorado, es fruto de nuestro propio esfuerzo, de nuestra inteligencia

De lo recibido de tu mano te damos

Olvidando que todo proviene de Dios, y que es su gracia la que nos ha permitido llegar hasta donde estamos

Deuteronomio 8:18  Sino acuérdate de Jehová tu Dios, porque él te da el poder para hacer las riquezas,

 a fin de confirmar su pacto que juró a tus padres, como en este día.

Cultivemos un corazón agradecido y dador, porque el dar es un maravilloso acto de adoración que glorifica al Dios de la vida.

  1. De lo recibido de tu mano te damos ¡Todo es tuyo¡

El corazón dador, se considera un mendigo delante de Dios

1 Crónicas 29:14  Porque ¿quién soy yo, y quién es mi pueblo, para que pudiésemos ofrecer voluntariamente cosas semejantes?

Pues todo es tuyo, y de lo recibido de tu mano te damos.

Nosotros no poseemos nada, solo somos canales a través de los cuales fluye la gracia, el poder de Dios, la bendición de Dios.

David se pregunta ¿Quién soy yo? ¿Qué he podido hacer Yo y mi familia, para merecer esta grandísima bendición de dar para tu obra?

¡Nada¡ no somos nada, si la preciosa gracia de Dios no nos cubre, no nos alcanza. ¡El infinito amor de Dios por nosotros, es por gracia¡

  • David y Lutero

Dicen que las últimas palabras que Lutero escribió antes de su muerte fueron estas: “Todo viene de ti, oh Señor, y de ti hemos recibido cualquier cosa que hayamos hecho.”

Conociendo que Lutero, el gran reformador, fue el que hizo toda esa obra revolucionaria de la iglesia cristiana que transformó toda Europa

Pero, mucho antes que Lutero, David llegó a la misma conclusión: “Todo es tuyo, y de lo recibido de tu mano te damos.

Y lo que unió los dos corazones a través de los milenios, y que todavía los une, es la apreciación sincera de la asombrosa gracia de Dios para con nosotros pobres pecadores.[1]

  1. De lo recibido de tu mano te damos ¡La vida es de Dios¡

El cristiano con un corazón dador, sabe que solo es un extranjero en esta tierra, y que solo está de paso por este mundo

1 Crónicas 29:15  Porque nosotros, extranjeros y advenedizos somos delante de ti, como todos nuestros padres;

 y nuestros días sobre la tierra, cual sombra que no dura.

Nada es nuestro, todo es de Dios, y nuestra vida es como una sombra que no dura, en cualquier momento partimos de este mundo

Y ante esa realidad, vale preguntarnos ¿Será que nos llevaremos todas las posesiones que tengamos en esta tierra?

¿Será que al morir importará nuestra casa, nuestro nombre, las grandes amistades?

¿Qué es lo que sostiene nuestra esperanza cuando finalice esta corta vida?

¡Hay esperanza¡ ¡Sí la hay¡ y esa esperanza se sostiene en lo que Dios Ya hizo por nosotros: nuestra salvación, la libertad del pecado y la vida eterna

Así que No nos aferremos a nada, porque todo es prestado, todo es de Dios

  1. De lo recibido de tu mano te damos ¡Nada es nuestro¡

Todos los medios y los recursos que están en nuestras manos, y la motivación que haya en nuestro corazón para edificar la obra de Dios, proceden de Su mano

1 Crónicas 29:16  Oh Jehová Dios nuestro, toda esta abundancia que hemos preparado para edificar casa a tu santo nombre,

de tu mano es, y todo es tuyo.

Debemos reconocer que, tener un corazón entendido y dispuesto para trabajar por la obra del Señor, también es un don de Dios

Y que todo lo bueno que somos capaces de hacer, es por la gracia divina que nos alcanza y nos sostiene.

Nosotros No damos nada, solo recibimos de Dios

Es la bondad de Dios transformando nuestro corazón y entendimiento, para desprendernos de lo que no es nuestro, sino de Dios mismo

Y entregarlo a Él de nuevo, para avanzar con sus propósitos redentores para todo aquel que aún no cree.

Recordemos que a Dios le plació usar a hombres y mujeres imperfectos, para tan maravillosa tarea!¡

  1. De lo recibido de tu mano te damos ¡Dios conoce el corazón¡

La Omnisciencia divina conoce la proporción de nuestra ofrenda y la intensión de nuestro corazón cuando damos para su obra

1 Crónicas 29:17  Yo sé, Dios mío, que tú escudriñas los corazones, y que la rectitud te agrada;

por eso yo con rectitud de mi corazón voluntariamente te he ofrecido todo esto,

y ahora he visto con alegría que tu pueblo, reunido aquí ahora, ha dado para ti espontáneamente.

Dios se da cuenta de nuestras intenciones y se agrada en nuestra sinceridad, por eso, nuestras ofrendas deben presentarse de buena voluntad

Eso significa, que cada vez que ofrendamos, nuestro corazón es probado por Dios por lo que nuestro dar debe ser voluntario y espontáneo

No debemos dar esperando que Dios nos duplique nuestra ofrenda, porque eso es “transar” con Dios, y eso ¡No se puede hacer¡

Damos a Dios porque Él ya nos lo dio todo, damos por gratitud, damos como un acto de adoración al Dios soberano y eterno,

No damos para que Dios nos agradezca o nos compense nuestra “buena voluntad”  porque Dios no necesita nada de nosotros,

Somos nosotros los que necesitamos todo de Dios¡!

  • Sinceridad:

Dios ha sido infinitamente generoso con su pueblo, con su iglesia y no se guardó nada, no se reservo nada, todo lo dio en base a su amor para con nosotros.

Y en correspondencia a esa indescriptible generosidad divina, nosotros debemos también ser generosos con la obra de Dios

Debemos ser obedientes al mandato de contribuir a la edificación de la casa de Dios, a la expansión del reino de los cielos, aquí en la tierra

Así que, a Dios le agrada la rectitud de corazón, la sinceridad de nuestro dar y la obediencia a sus mandatos.

  1. De lo recibido de tu mano te damos ¡No lo olvidemos¡

No debemos ni podemos olvidar que todo es del Señor, por Él y para Él, y debemos mantener una oración ferviente para estar siempre dispuestos a dar

David ora a Dios, para que en el corazón del pueblo, nunca desaparezca el gozo de dar para la obra

1 Crónicas 29:18  Jehová, Dios de Abraham, de Isaac y de Israel nuestros padres,

conserva perpetuamente esta voluntad del corazón de tu pueblo, y encamina su corazón a ti.

La oración tiene como propósito clamar para que el pueblo siempre tenga esa manera de pensar y sentir, como una expresión del amor a Dios

Esta es una oración de intercesión por el dador alegre, voluntario y espontáneo. Una oración para que siempre tengamos un corazón dador y adorador.

De lo recibido de tu mano te damos

¡Que nunca olvidemos cuánto nos ha dado Dios¡ para que nunca nos olvidemos de dar

Conclusión.

De lo recibido de tu mano te damos” son las palabras del rey David cuando reconoce que todo le pertenece a Dios

Y que si hay capacidad alguna en el corazón del creyente para dar para la edificación de la obra de Dios, es porque la gracia divina nos alcanza

La gracia sirve para estructurar toda la vida de un creyente y cuando entendemos completamente esto,

nos damos cuenta que realmente, nunca le damos nada a Dios, sino que sólo recibimos de Él,

porque aun cuando le ofrecemos nuestro: servicio, dinero y adoración a Dios, solamente le estamos devolviendo lo que Él primeramente nos ha dado.

Así es que, adoramos a Dios como el Dios dador que es y confesamos que somos mendigos dependientes de su misericordia para toda cosa buena.

Palabras y frases significativas:

Escudriñar: bakján raíz primaria; probablemente ablementear (específicamente metales); generalmente y figurativamente investigar:- distinguir, escrudiñar, examinar, poner a prueba, tentar.

 

 

 

[1]Wendland, P. O. (2002). 1 Crónicas.(L. E. Albrecht & J. C. Jeske, Eds.)(p. 296). Milwaukee, WI: Editorial Northwestern.