Desfallece Mi Alma Por Tu Salvación, esta es la expresión de una persona que ha tocado fondo

Pero también es la expresión de una persona que busca refugio en Dios y mantiene su mano extendida hacia Él en un ruego que no cesa

Salmo 119:81-82  Desfallece mi alma por tu salvación,

 Más espero en tu palabra.

Desfallecieron mis ojos por tu palabra,

 Diciendo: ¿Cuándo me consolarás?

En estas palabras del salmista, encontramos a un hombre que está esperando cuando No puede esperar más

Y es un hombre cuyos ojos desfallecen porque está mirando cuando ya no puedes mirar, y que urge de ser consolado

Sin embargo, lo hermoso de este hombre atormentado, es que no se encuentra esperando en la respuesta o el auxilio de otro hombre

Sino que el salmista está contemplando la Palabra de Dios, está esperando en la promesa divina, aún cuando no ve ninguna esperanza

Y es allí donde encontramos el hermoso testimonio de un corazón que se refugia en Dios, en medio de la tormenta y la tempestad

Si usted desea profundizar un poco más sobre el obrar sobrenatural de Dios, en la vida del creyente, por favor visite Resiste La Opresión !No Cedas A Sus Presiones¡!

Desfallece Mi Alma Por Tu Salvación

En el Salmo 119 del versículo 81 al 83, encontramos la condición del salmista y la forma como se dirige a Dios:

Este hombre exclama con voz desgarradora, que su alma desfallece, que se consume, que casi se extingue mientras espera la salvación divina

Y que sus ojos desfallecen, que casi no pueden ver, que tiene ceguera pero que sigue contemplando la promesa de la Palabra de Dios y espera su cumplimiento

Entonces, vemos a un hombre que se mantiene anhelando, que es paciente y persevera, aún cuando ya no tiene fuerzas y parece que ya muere

¿Por qué el salmista puede perseverar en fe? Porque la promesa de Dios expresa en Su Palabra, lo mantiene en la expectación

Y esto nos enseña, a todos los creyentes, que  la Palabra precede en orden, a la ayuda que Dios ofrece;

Es decir, que cada vez que enfrentamos adversidad en la vida, habremos de buscar el socorro de Dios,

Pero, para experimentar la ayuda divina, es urgente que el cristiano vaya primeramente a la Escritura y fije sus ojos en ella

Porque es en la Palabra de Dios donde encontraremos la fortaleza, la esperanza segura del proceder de Dios hacia sus hijos.

  1. Desfallece Mi Alma Por Tu Salvación

La Escritura nos enseña, que aún cuando somos probados por medio de severas pruebas, viviendo muchas adversidades, aparentemente inmerecidas

Y aún, cuando el dolor es intenso, prolongado y persistente, al punto de sentir que seremos consumidos y moriremos

Aún así, el verdadero creyente jamás se aleja del temor de Dios, y la fortaleza proviene de la convicción de ¡Ser sostenidos por la Palabra de Dios¡

  • Desfallece Mi Alma Por Tu Salvación ¡Ayúdame a confiar¡

Nuestra fortaleza en medio de la prueba, proviene de confiar en la Verdad de la Palabra de Dios y de la oración.

Salmo 119:81 Desfallece mi alma por tu salvación,

Más espero en tu palabra.       

El salmista afirma que confía en Dios, y ese es el fundamento de toda paciencia y perseverancia.

Y esa confianza de saber que tenemos un Dios que no cambia, que no falla, que se mueve a misericordia y que gobierna sabiamente nuestra vida

Es el conocimiento que nos hace soportar con paciencia todos los sufrimientos de la prueba, aún aquellos sufrimientos ante los cuales muchos sucumbirían

Pero nosotros, los que hemos creído fielmente, abrazamos las promesas de Dios y nos sostenemos en la esperanza de su cumplimiento

Por tanto, ante el sufrimiento, No debemos quejarnos ni dudar, sino que debemos esperar confiadamente en la Verdad de la Palabra de Dios

  • Desfallece Mi Alma Por Tu Salvación y me aferro a Tú Palabra

El enemigo quiere que en medio de la prueba nos desconectemos de Dios, que nos alejemos y dudemos de su grande amor

Pero el salmista nos dice que el remedio en medio de la prueba es la confianza en la Palabra y la constancia en la oración,

Y es así como encontramos testimonios bíblicos que nos dejan ver el grave error de alejarnos de Dios en la adversidad

1 Samuel 28:6-7  Y consultó Saúl a Jehová; pero Jehová no le respondió ni por sueños, ni por Urim, (C) ni por profetas.

Entonces Saúl dijo a sus criados:

Buscadme una mujer que tenga espíritu de adivinación, para que yo vaya a ella y por medio de ella pregunte.

Y sus criados le respondieron:

He aquí hay una mujer en Endor que tiene espíritu de adivinación.

Ante una prueba, por fuerte y prolongada que sea, No podemos dejar a Dios para acudir al diablo por ayuda

Este fue el gran error que cometió Saúl, el rey de Israel, y como consecuencia, acarreo más dolor y muerte a su difícil situación

Por tanto, aprendamos que la solución a nuestros graves problemas ¡Solamente se encuentran en Dios y Su Palabra¡

Porque al final, Saúl perdió la batalla, perdió el reino, perdió la vida y acarreo mucha deshonra y dolor a sus herederos

¡Que no nos acontezca así¡ sino por el contrario, que nuestro refugio sea siempre ¡El Señor¡

  • Desfallece Mi Alma Por Tu Salvación ¡Que pueda yo ser paciente¡

Salmo 119:82 Desfallecieron mis ojos por tu palabra,

Diciendo: ¿Cuándo me consolarás?

Aquí, en este texto, encontramos el poder increíble y maravilloso de la paciencia bajo la debilidad humana,

Porque cuando estamos desmayados y privados de toda vitalidad, vamos a Dios por ayuda,  aun cuando esta ayuda nos parece lejana e imposible de ver.

Y es este el testimonio fiel que el Señor Jesucristo nos da:

Mateo  26:38-39  Entonces Jesús les dijo:

Mi alma está muy triste, hasta la muerte; quedaos aquí, y velad conmigo.

 Yendo un poco adelante, se postró sobre su rostro, orando y diciendo:

Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa; pero no sea como yo quiero, sino como tú.

El alma del Señor, en su humanidad, estaba destrozada de la mucha tristeza, al punto de sentir que podía morir

Y si esto ocurría, Cristo no podría cumplir con su gran misión de redimir a su pueblo de pecado, de libertarnos de la esclavitud de Satanás

Es por ello que acude en oración al Padre, para ser fortalecido en medio de la prueba y cumplir con la Voluntad del sabio Dios

Por tanto, aprendamos del Señor Jesús, seamos pacientes durante la adversidad y aferrémonos a la Escritura y la oración.

  • Desfallece Mi Alma Por Tu Salvación ¡Que Tu Palabra me consuele¡

Durante la prueba y el dolor, el creyente encuentra consuelo a través de las promesas de Dios y acudiendo a Él en oración

Salmo 119:83 Porque estoy como el odre al humo;

Pero no he olvidado tus estatutos.

Hablar de odre es hablar de sacrificio, de un animal que muere y cuyo cuero es sometido al fuego para secarle y darle forma

Sin embargo, el salmista se compara a un “odre al humo” indicando que se siente inservible, ennegrecido por el humo

Desfallece mi alma por tu salvación

Entonces, debemos entender que ese “humo” puede dañar solamente el aspecto externo, y nos puede hacer parecer que ¡Nuestra vida se echo a perder¡

Sin embargo ¡No es así¡ porque en el interior, esa prueba lleva al creyente a un proceso de maduración y crecimiento

De suerte tal, que llegamos a ser, en nuestro carácter, cada vez más parecidos a Cristo, con mayores expresiones del fruto del Espíritu

Por tanto, la adversidad ¡Jamás nos apartará de la Palabra de Dios¡ no olvidaremos los estatutos divinos

Sino por el contrario, nos aferraremos a las promesas de Dios, abrazaremos Su Verdad y nos refugiaremos en la oración, en la comunión con nuestro amado Señor.

  1. Desfallece Mi Alma Por Tu Salvación ¡Apártame del mal¡

El amor a Dios encuentra su verdadera expresión en una vida de obediencia, aún cuando esa obediencia nos meta en problemas.

Salmo 119:84 ¿Cuántos son los días de tu siervo?

¿Cuándo harás juicio contra los que me persiguen?

Encontramos aquí a un hombre que ora al Señor para que tome venganza contra sus enemigos

Y esta oración, aunque puede parecer extraña, es una oración legítima, porque la venganza, en efecto, es del Señor

Pero también, porque esa venganza es contra aquellos que se oponen a Dios y a sus mandamientos

En ese sentido, el salmista ora para que sea Dios quien lo rescate de todos los males que sus enemigos le causan

De igual forma el creyente, debe saber que vive en un constante ataque de sus más grandes enemigos: satanás, el mundo de pecado y nuestra propia naturaleza adámica

Y solamente en Dios encontramos el poder para vencer y no caer en tentación, de manera que podamos mantenernos fieles a la Palabra

Porque es en la obediencia donde encontraremos bendición, donde seremos prosperados y fortalecidos para la verdadera batalla.

  • Desfallece Mi Alma Por Tu Salvación ¡Cuídame de No caer¡

Salmo 119:85 Los soberbios me han cavado hoyos;

Más no proceden según tu ley.

Pese al ataque de nuestros enemigos que siempre procuran nuestro mal y se gozan de nuestro sufrimiento,

Aún así, debemos aprender del salmista, a mantenernos fieles a la Ley de Dios, a no hacer nada que sea contrario a la Voluntad divina

Porque el enemigo hace “Hoyos” para hacernos caer, para apartarnos de la Verdad, para alejarnos del temor de Dios

¿Cuáles son esos hoyos? La Internet, el ocio, la religiosidad, el trabajo, el pecado no confesado, los valores antimorales, el dinero fácil.

Y cada uno de esos “hoyos” aparecen como inofensivos, como legítimos, incluso pareciera que nos hacen bien

¡Pero no es así! Porque si el facebook, el trabajo, la diversión “sana” nos están alejando de Dios ¡Entonces No son buenos¡

Sino que son trampas del enemigo que tienen como único propósito apartarnos del camino

  1. Desfallece Mi Alma Por Tu Salvación ¡Aférrame a Tu Palabra¡

¿Por qué nos aferramos a la Palabra de Dios? Porque en la Palabra de Dios no hay trampas

Salmo 119:86 Todos tus mandamientos son verdad;

Sin causa me persiguen; ayúdame.

No podemos negar que, cuando andamos en la Verdad de Dios, somos odiados por el enemigo

Y es entonces cuando sufrimos persecución, sin causa alguna, pero sabemos que tenemos al Señor por ayudador

Y sabemos que es obra peculiar de Dios, el socorrer al pobre y al afligido, que con injusticia, es oprimido

Por tanto, aprendamos a descansar en la obra completa y perfecta de Dios para sus hijos,

Pero también, aprendamos a aferrarnos a la Palabra, sabiendo que en ella está la Verdad y que siempre se cumple tal cual está escrita.

  • Desfallece Mi Alma Por Tu Salvación ¡Ayúdame a perseverar¡

El creyente necesita practicar la fe para no caer, para desarrollar una fe que persevera y se mantiene en todo tiempo

Salmo 119:87 Casi me han echado por tierra,

Pero no he dejado tus mandamientos.

Es común encontrar “cristianos” que olvidan la ley de Dios cuando son sacudidos por situaciones extremas

De manera que se acobardan aún antes de enfrentar la dificultad, y muchas veces apostatan de Dios

Sin embargo, el salmista nos deja ver una fortaleza admirable, una valentía sorprendente,

Porque aún, cuando casi muere, nunca dejo de avivar su coraje por la continua meditación en la Ley del Señor.

¿Por qué? Porque solamente la Palabra de Dios tiene el poder de sostenernos cuando de verdad la creemos.

  • ¿Cómo sostenernos en la fe?

Para que nuestra fe sea fortalecida en la adversidad, necesitamos amar la Palabra de Dios.

Y esto significa, que al momento de tomar nuestras decisiones, grandes o pequeñas, no hemos de despreciar ni ignorar la Escritura

Tampoco podemos fortalecer nuestra fe si conocemos la Palabra de Dios ¡Pero No la practicamos¡

Porque entonces, moriremos No por ignorancia, sino por desobediencia al consejo divino.

Además, la fe es fortalecida cuando mantenemos una constante comunión con el Señor por medio de la oración, privada y congregacional,

Y esto significa, que no podemos dejar de congregarnos, de practicar los sacramentos ni dejar de ser discipulados

Porque solamente si nos mantenemos unidos al cuerpo de Cristo y tenemos un corazón humilde para dejarnos enseñar,

Solamente entonces podremos crecer en el conocimiento de Quién es Dios y cuál es su obra perfecta en nuestra vida

Y con ese conocimiento, nuestra fe es acrecentada, vamos creciendo en santidad y en una vida piadosa

  1. Desfallece Mi Alma Por Tu Salvación ¡Vivifícame en Tu Palabra¡

Salmo 119:88 Vivifícame conforme a tu misericordia,

Y guardaré los testimonios de tu boca.

De manera hermosa, David dice al Señor ¡Dame vida¡ Solo por Tu misericordia y solo para Tu gloria.

Y esa nueva vida que proviene solo de Dios, es una renovación que sucede solamente cuando reconozco mi necesidad, mi debilidad, mi fragilidad.

Pero también, esa renovación nos lleva a reconocer que la Ley es “El testimonio de la boca de Dios” aseverando claramente la autoridad de la Palabra.

Desfallece mi alma por Tu salvación

Entonces, podemos entender que es por la grande misericordia de Dios, que Él  nos da su Palabra

Y que es, solo por la misericordia divina, que podemos tener oídos para escuchar esa Palabra, aceptarla y ser salvos de toda condenación.

¡Bendito Dios que nos vivifica por medio de su Palabra¡

Por tanto, en medio de la tribulación, cuando nuestra alma esta por desfallecer ¡Aferrémonos a la Palabra de Dios¡

Porque en esa maravillosa Palabra encontramos el poder sobrenatural de Dios, para devolvernos a la vida.

Conclusión

Juan 20:31  Pero éstas se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios,

Y para que creyendo, tengáis vida en su nombre.

¡Desfallece Mi Alma Por Tu Salvación¡ este es el clamor que debemos levantar al momento de vivir situaciones adversas

Y saber que solamente en la Palabra de Dios encontraremos la fortaleza y la esperanza que necesitamos para salir victoriosos

Porque nuestro Dios actúa y nos socorre ¡A través de la Palabra¡ aferrémonos a ella y mantengámonos firmes en nuestra fe.