¿En Qué Consiste La Buena Vida? ¿A qué le llamamos “vida buena”? muchos piensan que teniendo salud, dinero y amor, tenemos una vida buena

Y el filósofo Epicuro afirmó que es bueno todo lo que produce placer, pues el placer, según él, es el principio y el fin de una vida feliz.

Pero lo cierto es, que solo Dios, que es nuestro Creador y Señor, puede decirnos en qué consiste la vida buena

Porque solo Dios puede dirigirnos a una vida de plenitud, y por supuesto, que solo en Él podemos tener esa vida añorada.

Si usted desea profundizar un poco más sobre la vida con Cristo, por favor visite ¿Cómo Vivir Una Vida Piadosa?

Versículo de referencia:

Deuteronomio 5:29  ¡Quién diera que tuviesen tal corazón, que me temiesen y guardasen todos los días todos mis mandamientos,

Para que a ellos y a sus hijos les fuese bien para siempre!

Los problemas del ser humano no se encuentran fuera de sí mismo, sino dentro de su corazón, y de igual forma, es allí donde empieza el proceso de transformación.

Y en la medida que el Señor, por medio de su Palabra nos va transformando, en esa medida vamos teniendo temor del Señor y obediencia a sus mandamientos.

¿En qué nos beneficia ese nuevo corazón? En que la bendición del Señor se desparrama sobre nosotros y nuestros hijos,

Es así, como la Escritura dice “que nos irá bien siempre”, teniendo una vida nueva, buena y sabia

Entonces, la pregunta es ¿Dónde se encuentra tal sabiduría para dirigirnos en una vida buena?

¿En qué consiste la buena vida?

Debemos partir de que, no existe vida buena si no es con Dios ¿Por qué? Porque Él es nuestro creador,

Es Dios quien nos diseño, nos formo y nos dio propósito, de manera que lejos de Él y su Palabra, solo encontramos dificultades, destrucción y muerte,

Y esto no quiere decir que en la vida cristiana no existan problemas, adversidades, incluso, la misma muerte física,

Pero sabemos que todo ello, por difícil que nos parezca, lleva un propósito divino que nos santifica, nos perfecciona y nos lleva a gozar de Dios para la eternidad.

  1. Instrucción para tener una buena vida.

Deuteronomio 4:6  Guardadlos, pues, y ponedlos por obra;

porque esta es vuestra sabiduría y vuestra inteligencia ante los ojos de los pueblos, los cuales oirán todos estos estatutos, y dirán:

Ciertamente pueblo sabio y entendido, nación grande es esta.

La instrucción que Dios nos ofrece para poder vivir una buena vida es “guardar sus mandamientos y ponerlos por obra”

¿Por qué? Porque es la ley de Dios la que nos da la sabiduría necesaria para vivir esta vida con el menos grado de dificultad,

Es la Palabra de Dios, su conocimiento y la puesta en práctica, la que nos da el conocimiento, la capacidad y la habilidad,

Para tomar decisiones correctas ante cualquier dificultad y en el momento oportuno.

Proverbios 1:7  El principio de la sabiduría es el temor de Jehová;(B)

 Los insensatos desprecian la sabiduría y la enseñanza.

No podemos ser de los insensatos, que se creen sabios en su propia opinión y menosprecian el consejo divino, hacen de lado a Dios, y quieren vivir sin Ley

Sino más bien, seamos creyentes que amamos la Ley de Dios, porque  en ella encontramos la sabiduría, el entendimiento de lo que debemos hacer.

  • La buena vida del pueblo de Dios:

Todas las otras naciones tenían leyes y reyes que dirigían al pueblo, que les permitía la convivencia armoniosa y seguro

Pero solo Israel tenía la ley de Dios, y solo ellos contaban con el Dios Creador y Todopoderoso, por Rey

Y sabemos que la ley apuntaba  Dios y a Su carácter santo, por lo tanto, esa Ley tiene el propósito de formar un pueblo santo,

Es decir, un pueblo diferente a las demás pueblos, una nación santa con un estilo de vida que hubiese sido anhelado por las demás naciones,

Y es justamente en esa santidad donde se encuentra la felicidad que nos permite gozar de una vida buena.

  • La buena vida viene después de la salvación:

Recordemos que no podemos tener una Ley Santa, y mucho menos pretender obedecerla, si antes no hemos sido tomados por pueblo.

Es decir, necesitamos ser parte del pueblo de Dios para poder conocer a Dios y su Ley Santa,

Y solamente, cuando ya hemos sido tomados como hijos, es que Dios nos provee el poder de obedecer su Palabra,

Esto significa que, podemos obedecer los mandamientos porque ya hemos sido salvados por el Señor.

  1. La buena vida con Dios.

Deuteronomio 5:6  Yo soy Jehová tu Dios, que te saqué de tierra de Egipto, de casa de servidumbre.

Egipto representa el mundo, la “casa de servidumbre”, donde éramos esclavos del pecado, de nuestras propias pasiones y de Satanás.

Pero es justamente de allí, de donde nos sacó el Señor para hacernos su pueblo, para darnos vida y libertarnos de toda esclavitud,

Entonces, ¿Qué nos pide Dios? ¡Que pongamos por obra sus mandamientos¡

  • No tener dioses ajenos.

Deuteronomio 5:7  No tendrás dioses ajenos delante de mí.

En Egipto la cultura era politeísta y los faraones se consideraban dioses.

Toda la vida de Israel, así como la vida de la iglesia ahora, estaría sometida al único Dios vivo y verdadero,

Pero Egipto, al igual que el mundo, era politeísta, lleno de muchos dioses y aún los faraones eran considerados dioses

Y ahora nuestra cultura está llena de diositos, por ejemplo nuestra libertad personal es considerada lo más grande y valiosa que tenemos

Tanto así que pretendemos que  toda nuestra vida sea gobernada por nuestro concepto de libertad

Y así, luchamos por vivir como a cada uno mejor le parezca, sin que nadie dicte principios, valores o normas a los cuajes someternos

¿En qué consiste la buena vida?

Entonces, pretendemos ser autónomos de Dios, que es la misma actitud de Adán y que fue justamente lo que lo llevo a la caída,

Y queremos ser nuestro propio juez, establecer nuestras propias normas de vida y nuestros propios conceptos de los que es “bueno” y “malo”

Pero cuando las cosas no funcionan y  comienzan a salir mal, porque nada que niegue a Dios y sus mandamientos, puede salir bien,

Es  entonces cuando nos acordamos de Dios y pretendemos que venga a nuestro auxilio como si Él fuese “un Dios bombero” y a mi servicio

¡Pero no es así! La bondad y la misericordia de Dios nos seguirán todos los días de nuestra vida, solamente sí le adoramos a Él como nuestro único Dios.

Por tanto, incursionemos en nuestro corazón y busquemos todos esos ídolos que sustituyen al verdadero Dios,

Que pretenden tomar el lugar de Dios y nos alejan de la obediencia y la gratitud al Dios que nos salvó,

Y con ello, nos impiden tener una buena vida, tal como la deseamos y tal como el Señor la diseño para nosotros.

  • La buena vida requiere demostrar lealtad a Dios.

Deuteronomio 5:8-10  No harás para ti escultura, ni imagen alguna de cosa que está arriba en los cielos, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra.

No te inclinarás a ellas ni las servirás;(A) porque yo soy Jehová tu Dios,

fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen,

y que hago misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos

Tristemente, la tendencia humana es cambiar al Dios verdadero por un dios hecho a su gusto, que satisfaga sus deseos y que puedan manipularlo a su antojo.

Pero esos dioses “hechos por manos de hombre” no tienen poder de transformar vidas y garantizar eternidad,

Es por ello, que nuestro Dios “fuerte y celoso” hace hincapié en Quien es Él y como su misericordia alcanza a “los que le aman y guardan sus mandamientos”

Y es Dios mismo quien nos dice cómo debemos adóralo, de manera que no es como nosotros decimos, sino como Dios dice.

Entonces, el celo de Dios, ese que demanda ser Él nuestro único Dios, nos describe su increíble amor hacia nosotros.

Porque es gracias a ese mandato de lealtad a Dios que nos evitaremos tener amores falsos, idolatras que nos alejen de una vida de piedad

Y por tanto, nos alejemos de esa vida buena que solo a los pies de Cristo podemos tener, alejados del pecado y su destrucción.

  • La buena vida proviene de honrar el Nombre de Dios:

Deuteronomio 5:11  No tomarás el nombre de Jehová tu Dios en vano;(C) porque Jehová no dará por inocente al que tome su nombre en vano.

Los seres humanos, desde los tiempos de la torre de Babel en Génesis 11, siempre han anhelado hacer un nombre para sí mismos, gloriarse en su propia inteligencia.

¡Y esa es nuestra naturaleza¡ pero Dios nos manda a honrar Su Nombre y a no tomarlo en vano “porque no dará por inocente al que tome su Nombre en vano”

¿Qué significa tomar el Nombre de Dios es vano? Significa usar ese Nombre santo de manera No sincera, livianamente, sin pensar lo que se está diciendo.

Y hacerlo así es fruto de la perversidad de nuestro corazón, que no dimensiona Quién es Dios y quienes somos nosotros:

Él es el Creador, y nosotros somos las criaturas; Él es el Dios todopoderoso, soberano y juez justo, y nosotros los necesitados de Él

Por tanto, usar frases como “la sangre de Cristo”, pero vivimos en desobediencia y menospreciamos la Palabra de Dios,

O cuando se usa el Nombre de Dios en una forma mágica, como algunos les encantan usarlo, creyendo que así provocarán que las cosas sucedan,

¡Todo ello es vano y perverso¡ porque usamos ese Nombre santo con fines egoístas y para gloria personal,

Por tanto, el Nombre de Dios es santo, Él se llama a sí mismo como el “Yo Soy” y todos debemos respetar el Nombre de Dios,

Estamos obligados a glorificar Su Nombre, y si así lo hacemos, seremos agradables delante de Dios, y con ello ¡bendecidos con una buena vida¡

¡Todo debe ser a la manera de Dios¡ y no a la nuestra.

  • La buena vida viene cuando guardamos el día de reposo:

En la esclavitud del pueblo de Dios en Egipto, no hubo descanso de su trabajo, de manera que el Señor mando: “Yam Shabat” que significa cesar de trabajar y descansar,

Deuteronomio 5:12-15  Guardarás el día de reposo[a] para santificarlo, como Jehová tu Dios te ha mandado.(D)

Seis días trabajarás, y harás toda tu obra;

Mas el séptimo día es reposo[b] a Jehová tu Dios; ninguna obra harás tú,(E) ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo…

Acuérdate que fuiste siervo en tierra de Egipto, y que Jehová tu Dios te sacó de allá con mano fuerte y brazo extendido;

Por lo cual Jehová tu Dios te ha mandado que guardes el día de reposo.

Faraón, como el dios de este mundo, esclaviza a las personas de muchas maneras: los hace esclavos del dinero, del éxito, de la belleza,

Y del trabajo, que hoy se realiza de sábado a domingo, pensando que de esa manera habrá más abundancia en nuestra casa.

De manera que el éxito personal que el mundo impone, y el mandamiento de “guardar el día de reposo” entran en un gran conflicto

Y con ello la capacidad de alcanzar una vida buena tal como Dios la ha diseñado para nosotros, es imposible de alcanzar.

Éxodo 5:4  Entonces el rey de Egipto les dijo: Moisés y Aarón, ¿por qué hacéis cesar al pueblo de su trabajo? Volved a vuestras tareas.

El mundo, Satanás y nuestra ambición personal no permitirán que “cesemos de trabajar” y esto nos llevará siempre, a invalidar el pacto de Dios

Porque olvidamos que Dios y sus mandatos son nuestra prioridad y la causa para una vida buena.

  • Honra a tu padre y a tu madre, para que te vaya bien en la vida.

Deuteronomio 5:16  Honra a tu padre y a tu madre,(F) como Jehová tu Dios te ha mandado,

Para que sean prolongados tus días, y para que te vaya bien sobre la tierra que Jehová tu Dios te da.

En Egipto Faraón destruía la estructura de la familia y su autoridad interna, al tratar  padres e hijos como esclavos

Y hoy en día, la nueva cultura, el relativismo, la búsqueda constante del placer y el egocentrismo,

Están dando como resultado tantas familias rotas por el divorcio, y donde los padres no están siguiendo la instrucción para la familia,

Y los hijos se están extraviando, porque los padres han olvidado ejercer autoridad para disciplinar a los hijos, y los dejan hacer lo que ellos quieren.

¿Por qué la familia se está destruyendo?

De manera que la unidad básica de la sociedad, que es la familia, se ha desestabilizado y con ello, la misma sociedad se ha extraviado,

Con lo cual es imposible que alcancemos una vida buena que produzca seguridad, confianza, felicidad

Y todo ello ¡Por abandonar los mandamientos de Dios¡ por dejar a Dios de lado en nuestra nueva forma de cultura.

Así que de nuevo, el mandato es, amar a Dios para que podamos amar a nuestro prójimo, de manera especial, a nuestros padres,

Y con ello, podamos tener una largura de años y buenos años de vida.

  • No mataras.

Faraón comenzó a matar a los Israelitas cuando los maltrataba, y luego mando a matar a los recién nacidos,

Justamente como sucede en nuestros días, con tanta violencia intrafamiliar, abuso infantil, y más aún con las nuevas leyes que promueven el aborto.

Pero la ley de Dios dice ¡No mataras¡  y si nuestro mundo sigue por el camino de perversidad que ya ha tomado,

Sin lugar a dudas, el ser humano se aleja cada vez más de obtener lo que tanto anhela ¡Una buena vida¡

Porque sin Dios y su Palabra es imposible vivir bien.

  • No cometerás adulterio si quieres una buena vida.

La ordenanza de Dios es, ser fiel a la esposa, al esposo, luchando por matrimonios para toda la vida

Pero hoy en día, la tentación de la unión libre y la práctica de tener intimidad antes del matrimonio, es altamente aprobada y practicada,

Lo que ha elevado la probabilidad de divorcios, los maltratos, de abandono infantil y de abortos,

Con todo eso, nos queda claro, que mientras más abandonamos la ley de Dios, más nos alejamos de tener la felicidad que tanto anhelamos.

  • No robaras,

Deuteronomio 5:19  No hurtarás.(J)

La ley de Dios siempre ha sido justa y ha promovido la justicia social, de manera que estamos mandados a cuidar del desprotegido, hacer obra social.

Pero también estamos mandados a pagar justamente el trabajo de otros, a proteger las posesiones de los demás y no desearlas.

Porque solamente así, nos alejaremos de violentar este mandamiento: guardando nuestro corazón de la codicia y de la injusticia social

Y si así lo hacemos, tendremos la recompensa que viene del Señor y la buena vida que tanto anhelamos.

  • No darás falso testimonio,

La esclavitud comienza con el falso testimonio, que no solo consiste en hablar mal de nuestro prójimo,

Sino también, damos falso testimonio cuando hablamos mentira, verdades a medias, o hablamos con la intensión de manipular a otros.

Por ejemplo, damos un falso testimonio cuando prometemos amar para toda la vida, ser fieles, y No lo cumplimos

Y esto nos conduce a una esclavitud porque nos obliga actuar falsamente, a vivir de apariencias o abandonar nuestros valores,

Por tanto, con la ayuda del Espíritu Santo, esforcémonos por mantener un testimonio de vida y palabra,

Y con ello, alcancemos la armonía familiar, la seguridad conyugal, la comunión genuina con nuestro Creador.

  • Para tener una buena vida “No codiciaras”

Deténgase un instante y pregúntese ¿Qué es lo que más deseo? pues la vida parece ser una secuencia de deseos, unos malos otros buenos.

Y ya que son tantos y variados nuestros deseos, la pregunta es ¿Cómo escojo?

Deuteronomio 5:21  No codiciarás(L) la mujer de tu prójimo, ni desearás la casa de tu prójimo,

Ni su tierra, ni su siervo, ni su sierva, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu prójimo.

Este es un maravilloso mandamiento que regula nuestros deseos y que hace una distinción entre lo que es nuestro y aquello que le pertenece a otro.

De manera que por medio de este mandamiento podemos discernir el límite que podemos y debemos poner a nuestros deseos

Y por medio de esos límites podamos vivir de conformidad a lo que es bueno según Dios y que será de provecho, motivo de gozo para nosotros.

  1. Cristo y nuestra buena vida:

Deuteronomio 5:25-28  Ahora, pues, ¿por qué vamos a morir? Porque este gran fuego nos consumirá;

si oyéremos otra vez la voz de Jehová nuestro Dios, moriremos.

Porque ¿qué es el hombre, para que oiga la voz del Dios viviente que habla de en medio del fuego, como nosotros la oímos, y aún viva?

Acércate tú, y oye todas las cosas que dijere Jehová nuestro Dios; y tú nos dirás todo lo que Jehová nuestro Dios te dijere, y nosotros oiremos y haremos.(M)

Oyó Jehová la voz de vuestras palabras cuando me hablabais, y me dijo Jehová:

He oído la voz de las palabras de este pueblo, que ellos te han hablado; bien está todo lo que han dicho.

La experiencia de Moisés y el pueblo, nos deja ver la necesidad que todo hombre y mujer  tiene de un mediador,

¿Por qué? Porque  nosotros somos pecadores y necesitamos presentarnos frente a un Dios santo,

Un Dios que es justicia y santidad completa y nosotros, vez tras vez caemos en pecado, ofendiendo a Dios en pensamiento y obra,

Y al igual que el pueblo de Israel, nosotros si nos acercamos a Dios sin un mediador, también seriamos consumidos,

En qué consiste la buena vida?

Es por eso, que solo por medio de Cristo, nuestro único mediador entre Dios y los hombres, podemos ser escuchados y socorridos

Y gracias a esa intercesión de Cristo, encontramos la gracia y misericordia divinas, que nos ayuden a caminar en medio de un mundo corrompido y de muerte.

  • La buena vida requiere un nuevo corazón

Deuteronomio 5:29  ¡Quién diera que tuviesen tal corazón, que me temiesen y guardasen todos los días todos mis mandamientos,

Para que a ellos y a sus hijos les fuese bien para siempre!

Es imposible para el hombre sin Dios tener una buena vida, por más poder que este hombre tenga

Porque la verdadera vida solo proviene de nuestro Creador, quien puso propósito en nuestra vida y con ello, realización

La promesa, cortar lo viejo y hacer lo nuevo.

Jeremías 31:33  Pero este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice Jehová:

Daré mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón;(E) y yo seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo.

La promesa del Señor es, quitar de nosotros el corazón de piedra, y ponernos un nuevo corazón, lo que significa, un nuevo nacimiento,

¿Para qué? Para escribir en nuestro corazón la Ley de Dios, y poner de su Espíritu en nosotros,

Y capacitarnos para obedecer sus mandamientos, y reconocerle como nuestro Dios, de manera que tengamos una nueva vida, buena y transformada.

Pero esta hermosa promesa solo ha sido posible en Cristo, quien cumplió toda la Ley por nosotros y pago nuestra deuda delante del Padre.

Haciéndonos libres de nuestro propio pecado, del mundo y de Satanás, y encontrando en Cristo, el poder de su gracia para tener una vida nueva y eterna.

Conclusión:

La buena vida no consiste en posesiones materiales ni en logros personales porque la felicidad no se sustenta en lo que el hombre acumula,

Pues todo es perecedero y el alma del hombre insaciable. De allí que la verdadera vida solo es posible en Cristo,

Pues es en un Dios santo, justo, todopoderoso, nuestro Creador, que es posible que el hombre encuentre su propósito en este mundo,

Y con ello, que este hombre pueda ser feliz y alcance esa buena vida, anhelo propio de todo corazón.

Fuentes consultadas:

Los Diez Mandamientos, Less Thompson.