Nuestra Confianza En Medio De La Tormenta Está En Dios, y no puede estar en otro lado, pues eso significa más agobio al alma

Porque sabemos, que todos los creyentes, en el peregrinaje de nuestra vida en medio de este mundo caído, experimentamos pruebas, tormentas,

Y acechanzas de nuestros enemigos, todo lo que provoca mucho sufrimiento, sin embargo nunca estamos solos, Dios está siempre con nosotros,

Es por eso que nosotros debemos poner toda nuestra confianza en el Señor, debemos clamar a Él en medio de la persecución, del horno de fuego, y alabarle siempre,

Si usted desea profundizar un poco más sobre el propósito del sufrimiento en los hijos de Dios, por favor visite ¿Por Qué Permite Dios El Sufrimiento?

Nuestra confianza en medio de la tormenta está en Dios

Tanto en los días buenos como en los días malos, nuestros labios deben mantener una alabanza a nuestro Dios

Y sobre todo, siempre decir “Gracias Señor por todo lo que Tú permites en mi vida”, porque todo lo que proviene de Dios es bueno y agradable

Y es así como le dice Pablo a los creyentes que sufrían en Roma: todas las pruebas llevan un propósito perfeccionador

Romanos 8:28-29  Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien,

esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.

Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo,

Para que él sea el primogénito entre muchos hermanos.

Con cada prueba Dios está formando la gloriosa imagen de su Hijo Jesucristo en nosotros, en toda su iglesia.

  1. Nuestra confianza en Dios en medio de la tormenta, debe ser absoluta.

Salmo 57:1  Ten misericordia de mí, oh Dios, ten misericordia de mí;

 Porque en ti ha confiado mi alma,  Y en la sombra de tus alas me ampararé

 Hasta que pasen los quebrantos.

El Salmo comienza con una doble apelación de David por misericordia, expresando su confianza en Dios.

Aunque estaba solo en la cueva, y los problemas estaban detrás y enfrente, él clama por la misericordia divina y su fe esta puesta en el Señor.

Es esto mismo lo que debemos hacer todos los creyentes, aún cuando nuestros ojos solo miren dificultad, mantenernos confiando en la misericordia divina.

  • Teniendo un alma confiada:

David nos muestra como su alma confiaba en Dios, y nos dice “en ti ha confiado mi alma y en nadie más, porque no había nada más en que confiar.

Entonces, al igual que David, debemos comprender y aceptar que Dios dispone todo tipo de circunstancias difíciles en nuestra vida

Para llevarnos a confiar absolutamente en Él y solo en Él, porque justamente allí, en el horno de fuego, en el desierto o en medio de la tempestad

Es que nos damos cuenta que no hay nadie más a quien acudir, no hay otro lugar seguro, sino solo Dios, que es el único por nosotros.

  • Encontrando refugio en Dios:

La figura que usa el salmista de “la sombra de tus alas” se usa a menudo para hablar del refugio seguro que es confiar en Dios.

“Así como el ave madre escuda completamente a sus crías del mal, y mientras tanto las protege con el calor de su propio corazón, al cubrirlos con sus alas,

Es así como hace Dios conmigo y con usted, nuestro Dios condescendiente, porque somos sus hijos, y Él tiene un amor de Padre perfecto.” (Spurgeon)

Y si comprendemos que el amor de Dios es perfecto, entonces podemos rendirnos completamente a Él y confiar en su cuidado.

Por tanto, la tormenta podrá arreciar pero nuestra vida se encuentra segura en el Dios eterno, lleno de gracia y misericordia

¡Porque Dios es nuestro refugio seguro¡

  • Nuestro amparo es Dios:

David dice “Me ampararé en la sombra de tus alas” e independientemente de lo que David quiso decir con la expresión “alas”

Lo importante es comprender que el verdadero amparo no se encuentra en las condiciones físicas que nos puedan brindar seguridad

Sino que es necesario notar “que David no llama a la cueva su refugio, aunque era un refugio en un sentido físico. Sino que es Dios a quien él llama su refugio.” (Boice)

  1. Nuestra confianza descansa en clamar a Dios en medio de la tormenta.

Salmo 57:2  Clamaré al Dios Altísimo, al Dios que me favorece.

Al igual que David, lo nuestro es clamar al Dios Altísimo que en todo nos ayuda sin importar la causa por la cual nos encontremos en medio de una tormenta

  • ¿Qué significa “clamar a Dios”?

«Clamar» a Dios es solicitar su ayuda, y constituye una oración motivada por una necesidad reconocida y dirigida a Aquel que está dispuesto y es capaz de responder

Salmo 145:18  Cercano está Jehová a todos los que le invocan,

 A todos los que le invocan de veras.

En el momento que David escribe este Salmo, él estaba huyendo de Saúl quien pretendía matarle,

Y David llegó solo a la cueva de Adulan, y muy pronto se encontró rodeado de muchos perseguidos, igual que él,

Pero allí, es justamente donde David reconoce que solamente Dios era su única ayuda. No había hombre ni arma que garantizará seguridad,

¡Solamente en Dios se encuentra la ayuda que necesitamos para todas nuestras adversidades¡

  • Reconociendo Quién es Dios:

David se dirige al Señor con un atributo maravilloso, y le llama “Dios altísimo” lo que significa que David reconocía que Dios es «superior; el más alto»

Y este vocablo “Altísimo” se usa a menudo en un Nombre de Dios (el  elyôn ) que lo describe como «El Altísimo», «más alto» y único «Ser Supremo».

De manera que el salmista sabe que Dios tiene poder sobre toda su creación, y que es Soberano.

Nuestra confianza en medio de la tormenta

A la vez, este mismo Dios que está por encima de todo lo creado, también se interesa en cada uno de sus hijos.

Porque el altísimo Dios también es un Dios inmanente, que mora en nuestros corazones y que su presencia siempre va con nosotros.

Y esto es importantísimo que lo comprendamos cuando estamos viviendo situaciones adversar, porque nos da confianza, seguridad y fortaleza.

¡Dios está con nosotros¡ no estamos solos y su gracia y providencia nos asistirán siempre.

  • Dios siempre nos ayuda:

David dice que Dios siempre “Me favorece” es decir que con Dios siempre ganamos y que Él siempre “terminar” o “completa” su obra

Por tanto, cuando decimos que Dios nos favorece, podemos traducirlo como “Dios cumplirá su propósito en mí,

Salmo 138:8  Jehová cumplirá su propósito en mí; Tu misericordia, oh Jehová, es para siempre;

No desampares la obra de tus manos.

“Es una cosa maravillosa el considerar que Dios está literalmente deseando favorecernos en todo, y que Él está en nosotros y para nosotros, si solamente le dejamos hacerlo.

Porque la  maldad en nosotros insiste en llevar a cabo todas las cosas en nuestra propia voluntad, en la fuerza de nuestro propio poder.” (Meyer)

Pero la maravillosa gracia divina siempre nos alcanza y encamina todo sufrimiento a un propósito santificador, purificador de nuestra vida.

Porque el propósito de Dios, independientemente de nuestra rebeldía y oposición, siempre se realizara para Gloria de Él y bendición nuestra.

  1. Nuestra confianza está en un Dios misericordioso:

El apoyo divino que tanto necesitamos, siempre llega a nosotros por medio de la misericordia y la Verdad de Dios.

Salmo 57:3  El enviará desde los cielos, y me salvará

 De la infamia del que me acosa; Selah

Dios enviará su misericordia, ese favor inmerecido que nos librará del castigo y la opresión del pecado

Y será la Verdad de Dios, expresada en su Palabra, la que nos dará la libertad, la convicción de encontrarnos en las manos de un Dios lleno de misericordia.

  • ¿Cómo nos ayuda Dios?

Desde el cielo Dios envía su ayuda y nos salva, aunque para ello el Señor utilice hasta al más vil de los pecadores;

Y Dios reprende a nuestros perseguidores de la manera más inimaginable, y nos envía su amor y su Verdad!

Con lo cual abre nuestros ojos, nos da entendimiento, pone paz y confianza en nuestro corazón, y nos da descanso

Y cuando el salmista dice que “Dios enviará” indica el cuidado personal de Dios por sus hijos, por su iglesia,

Que, aunque Dios es el Altísimo, aún así, nuestro Dios también es cercano, el Señor es Emanuel, Dios con nosotros, el Padre que envió a su Hijo Unigénito a salvarnos,

Y ¿Salvarnos de qué? Dios Padre envía a Jesucristo a «quitar o librarnos de la carga, opresión y peligro» que representa el pecado en nosotros.

Comprendiendo que ese pecado es nuestro gran enemigo y que es imposible vencer por nuestros propios medios,

De manera que se hace necesaria la “Misericordia de Dios” la «bondad; el amor constante; la gracia; misericordia y fidelidad» de nuestro buen Señor

Porque solamente en Cristo encontramos libertad y vida nueva, vida transformada y vida eterna.

  • La condición del pecador:

Salmo 57:4-6  Mi vida está entre leones;

 Estoy echado entre hijos de hombres que vomitan llamas; Sus dientes son lanzas y saetas,  Y su lengua espada aguda.

Exaltado seas sobre los cielos, oh Dios; Sobre toda la tierra sea tu gloria.

Red han armado a mis pasos;  Se ha abatido mi alma;

 Hoyo han cavado delante de mí; En medio de él han caído ellos mismos. Selah

El creyente se halla con frecuencia en medio de Leones, enemigos espirituales, en llamas de horno de fuego,  pero nunca es consumido.

¿Por qué? Porque todas esas dificultades son fruto de un mundo caído, alejado de Dios y de su perfecto propósito,

Pero todo creyente, así como lo dice David, exaltamos a nuestro Dios y damos gloria a su precioso Nombre,

Porque sabemos que Él está con nosotros, que en su perfecta soberanía conduce toda nuestra realidad de peligro, a bien nuestro.

Y más tarde o temprano, veremos la victoria que es en el Señor, y su Nombre será glorificado, y nuestra vida bendecida!!

  1. Nuestra confianza y la exaltación de Dios por la victoria.

Salmo 57:7  Pronto está mi corazón, oh Dios, mi corazón está dispuesto;

 Cantaré, y trovaré salmos.

Nuestro corazón debe estar firme, sin dudas ni reservas, porque tenemos la convicción que el Dios Todopoderoso está de nuestro lado

Es así, como el salmista esta firme en su fe ante los peligros, amenazas y maldad de los hombres.

Aunque nosotros podríamos pensar que David diría: «Mi corazón está fluctuante», ¡pero no!

El corazón de David está calmado, firme, contento, resuelto, fijo a confiar en Dios, a servirle y a alabarle.

Y fijémonos que esta expresión de firmeza, se repite dos veces, para gloria de Dios, quien en consecuencia consuela y fortalece el corazón de sus siervos.

  • No olvidar el favor de Dios:

Salmo 57:8  Despierta, alma mía; despierta, salterio y arpa;

 Me levantaré de mañana.

David dice “me despertaré, me levantaré con arpa y con lira” porque un nuevo día está a las puertas

Y es la maravillosa oportunidad que nuestros ojos tienen, para ver las maravillas de Dios, la obra de Él a favor nuestro.

Por tanto, debemos estar despiertos, movernos a la acción y nunca olvidar el favor de Dios.

Salmo 103:1-2  Bendice, alma mía, a Jehová,

 Y bendiga todo mi ser su santo nombre.

Bendice, alma mía, a Jehová, Y no olvides ninguno de sus beneficios.

Nuestra confianza en medio de la tormenta está en Dios

No hay tiempos malos o tiempos buenos que justifiquen nuestra alabanza al Señor, sino que hemos de alabar en todo tiempo,

Porque en todo momento vemos la maravillosa bendición de Dios a nuestra vida, y si miramos hacia atrás, siempre veremos Su bondad, librándonos, protegiéndonos

  • No nos cansemos de alabar a Dios:

Cuando Dios viene a nosotros con sus favores, cada uno de nosotros, debe ir a Su encuentro con alabanzas.

Salmo 57:9  Te alabaré entre los pueblos, oh Señor;

 Cantaré de ti entre las naciones.

Cuando decimos que “Alabaremos al Señor” estamos diciendo que «confesaremos, alabaremos y agradeceremos» Su maravilloso Nombre

Es así como David deseaba que otros se unieran con él alabando a Dios; y en sus salmos sigue alabando a Dios entre los pueblos, cantando a Él entre las naciones.

¡Un maravilloso testimonio a imitar¡

  • La razón de la alabanza:

Salmo 57:10-11  Porque grande es hasta los cielos tu misericordia,

 Y hasta las nubes tu verdad.

Exaltado seas sobre los cielos, oh Dios; Sobre toda la tierra sea tu gloria.

Alabamos a nuestro Dios porque su misericordia es infinita, nunca cesa su bendición y su perdón,

Y le alabamos porque la Verdad de Dios siempre está con nosotros, guiándonos, dando luz y sabiduría para caminar nuestro peregrinaje.

¡Cómo no alabar el maravilloso Nombre de Dios¡

Conclusión.

Nuestra confianza en Dios está en saber que las pruebas son necesarias para que la imagen de Cristo sea gloriosamente formada en nosotros su pueblo,

Y que Dios en su soberanía hace que todas las cosas cooperen en ese propósito santo,

Pero también nuestra confianza está en saber que podemos descansar en el Señor  y su Palabra, porque allí está la Verdad que liberta e ilumina

Es por ello, que debemos clamar en oración por la ayuda divina, refugiándonos siempre en el Señor,

Y de manera especial, recordemos siempre ser agradecidos por todo aquello que venga de Dios para nosotros.