Gratitud Y Alabanza Por La Bondad De Dios en la vida del creyente, tal como nos lo enseña el Salmo 92 que es un salmo de acción de gracias.

Y es que este tipo de Salmos resulta muy útil para dirigir a una congregación de adoradores a la verdadera acción de gracias.

¿Por qué? Porque el salmista en esta porción de la Escritura, enfatiza el valor de dar gracias a Dios. ¿Cómo lo hace?[1]

En los versículos 2 y 3 de este hermoso Salmo, nos lo dice, describiéndonos tres cualidades que deben distinguir a todo creyente:

Dar gracias a Dios, cantar alabanzas a Dios, y ver las grandes obras de Dios en la vida del cristiano.

Si usted desea profundizar un poco más sobre la gratitud en el corazón del creyente, por favor visite No Descuides La Gratitud Hacia Dios

Gratitud Y Alabanza Por La Bondad De Dios

Para encontrar la esencia de la gratitud y de la alabanza genuina en el corazón de un cristiano, podemos dar respuesta a la siguiente pregunta

¿A qué venimos a la Iglesia? Y aunque muchos podrán contestar diciendo “A traer mi milagro” o decir “A cumplir con un mandato divino”

La verdad es que, los creyentes venimos a la iglesia como un acto de adoración comunitaria y de gratitud por la obra del Señor en la vida de su pueblo

Salmo 92:1  Bueno es alabarte, oh Jehová,

 Y cantar salmos a tu nombre, oh Altísimo;

Cuando el salmista expresa que es “bueno” alabar al Señor, él está usando la misma Palabra que se utiliza en Génesis 1,

De manera que la expresión “bueno” significa que eso es moralmente bueno, agradable, festivo, algo que al hacerlo es agradable a Dios y ocasiona deleite y placer en el adorador

Y es por ello, que al leer esta Palabra lo podemos hacer con asombro y admiración al contemplar ¡Cuán bueno es dar gracia al Señor y cantar Salmos a Su Nombre¡

  1. Gratitud y alabanza por la bondad de Dios ¡En todo¡

1 Tesalonicenses 5:18  Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús.

Tanto en los tiempos buenos como en los malos, debemos aprender a dar gracias a Dios  ¿Por qué?

Porque “el fin principal de la existencia del hombre es glorificar a Dios, y gozar de Él para siempre.

Y ese glorificar y ese gozo debemos expresarlo tanto en la bonanza como en los desiertos, en la enfermedad o en la salud

Porque cada una de esas situaciones de vida que pasa el creyente son buenas en tanto nos ayudan a recordar nuestra fragilidad y finitud

Esto significa que la adversidad de la vida nos lleva a recordar nuestro destino eterno y nuestra profunda necesidad de un Salvador.

  • Gratitud y alabanza por la bondad de Dios a través de las Escrituras

¿Qué norma ha dado Dios para enseñarnos cómo podemos glorificarle y gozar de él?

Esa dirección la encontramos en la misma Palabra de Dios contenida en las Escrituras del Antiguo y del Nuevo Testamento,

¿Por qué? Porque es en la Escritura donde encontramos Quién es Dios y quienes somos nosotros

Además, es en las Escrituras donde encontramos todo lo que el hombre debe creer respecto a Dios y cuáles son los deberes que Dios nos exige

Y de manera específica, Dios exige que su pueblo le sirva con gratitud, le alabe y anuncie la bondad del Señor con su iglesia.

Por tanto, cuando nos congregamos, en esencia “Venimos a adorar a Dios”, y es una equivocación grande decir que vamos a la iglesia solamente para recibir.

Al contrario, el culto se llama «culto» debido a la actividad de los participantes de «rendir culto», adoración o alabanza a Dios.

  • Gratitud y alabanza por la bondad de Dios, expresada en el servicio

El culto a Dios se llama «servicio», no porque recibimos un servicio, como prácticamente se hace en la Iglesia Católica, sino porque nosotros servimos a Dios.

Es en ese sentido que debemos comprender que el culto es un encuentro entre Dios y su pueblo, entre los cielos y la tierra.

Y por tanto, el culto no tiene espectadores, sino, participantes en la maravillosa escena del encuentro con Dios.[2]

Entonces, para tener un buen encuentro con Dios, debemos venir a la iglesia preparados desde el día anterior,

De manera que el domingo, que es el día del Señor, podamos presentarnos en la iglesia, con la expectativa de servir contentos, con gozo, anhelando ser llenados de su Palabra,

Y esto significa, que todos los creyentes apresuramos nuestro paso para llegar temprano al servicio de adoración.

Porque nos encontraremos con «El Altísimo», Aquel que es «más alto» y único, el «Ser Supremo» El que se merece toda nuestra atención y toda la gloria.

¡!Y este maravilloso encuentro No sucede cuando nos quedamos en casa!!

  1. Gratitud y alabanza por la bondad de Dios ¡Anunciando Su misericordia¡

Damos gracias a Dios cuando anunciamos su bondad, su infinito amor  ¿Cada cuánto tiempo damos gracias a Dios?

Salmo 92:2  Anunciar por la mañana tu misericordia,

 Y tu fidelidad cada noche,

El salmista nos hace ver cuán bueno es proclamar todas las mañana el amor inagotable de nuestro Dios, que nos permite iniciar cada nuevo día
Y por la noche, es necesario que los creyentes podamos reconocer la grande fidelidad del Señor que nos  sostiene, protege y cuida hasta al final del día

¿Qué debemos anunciar? Necesitamos proclamar quién es Dios, relatar cuán grande es su compasión y amor

Lamentaciones 3:22-23  Por la misericordia de Jehová no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias.

Nuevas son cada mañana; grande es tu fidelidad.

Es necesario que los creyentes tengamos conciencia de la maravillosa Lealtad del Señor, en tanto que nos ha cuidado, nos da seguridad,

Pero más importante aún, la fidelidad del Señor nos guarda de la tentación, nos libra del maligno y nos ha librado de la destrucción del pecado.

  • Gratitud y alabanza por la bondad de Dios a través de la música

Salmo 92:3  En el decacordio y en el salterio,

 En tono suave con el arpa.

Nuestra inmensa gratitud a Dios debe ser expresada por medio de la música que le glorifica solo a Él

Y No es necesario gritar para alabar a Dios, podemos hacerlo “en tono suave” tal como lo dice el salmista

Entre oraciones y alabanzas a Dios

Esto significa que nuestra alabanza siempre debe tener en el centro, la adoración a Dios y No al hombre y sus necesidades

¿Por qué? Porque Dios No existe por mí y para mí, sino al contrario, yo existo por Él y para Él

Por tanto, nuestra alabanza centrará nuestras emociones y pensamientos, en cuán grande es el Dios que nos salvó.

  1. Gratitud y alabanza por la bondad de Dios ¡Por Su obra en nuestra vida¡

¿Podemos ver la gran obra de Dios en nuestra vida? Esta es la base de la gratitud.

Salmo 92:4  Por cuanto me has alegrado, oh Jehová, con tus obras;

En las obras de tus manos me gozo.

Si no podemos ver las maravillas que Dios hace en nuestra vida, entonces, tampoco podremos llenar nuestro corazón de alegría

Y sin alegría, sin gozo, tampoco podremos alabar jubilosos las obras de nuestro Señor, seremos incapaces de verlas.

Salmo 92:5  ¡Cuán grandes son tus obras, oh Jehová!

 Muy profundos son tus pensamientos.

¿Cuáles son las acciones divinas por las que podemos alabar a Dios? No podemos poner nuestros ojos solamente en lo terrenal

Sino que es necesario contemplar la grandeza de nuestra Salvación, y para ello es necesario hacer memoria de quién era yo antes de Cristo,

Para luego llenar nuestro corazón de asombro, al ver  quiénes somos ahora en Cristo, de qué manera Dios obro su plan de salvación a nuestra vida.

Y poder así, contemplar la grandeza de la cruz, el indescriptible amor de Dios por aquellos a quienes toma por hijos

Después de comprender la maravillosa obra de salvación de nuestras almas, ahora podemos contemplar los milagros de sanidades que Dios ha obrado en nosotros

Y tener gratitud por los muchos favores divinos, por su pronto auxilio  en nuestras tribulaciones terrenales

¿Nos alegran las obras de Dios? ¿Cómo expresamos esta alegría? La gratitud nos llena de alegría y nos lleva a servir con gozo y corazón dispuesto a nuestro buen Dios.

  1. Gratitud y alabanza por la bondad de Dios ¡El Contraste del justo con el impío¡

El impío no piensa en Dios, no tiene gratitud y toda su prosperidad es pasajera, perecedera

Salmo 92:6-7  El hombre necio no sabe,

 Y el insensato no entiende esto.

Cuando brotan los impíos como la hierba,

 Y florecen todos los que hacen iniquidad,

 Es para ser destruidos eternamente.

Nos podemos preguntar ¿Cómo viven los incrédulos? Es fácil ver que, en el hombre sin Dios no existe gratitud,

Sino que los impíos viven solo en el deleite de lo temporal, ignorando hacia dónde van en lo eterno, centrados solo en una vida egoísta.

Salmo 92:8  Mas tú, Jehová, para siempre eres Altísimo.

Este versículo es el centro y la médula del mensaje del salmista, dejándonos ver que solo Dios es el centro de toda adoración, toda alabanza y de toda la vida.

Además, este texto nos permite entender que Dios ¡No es pasajero¡ no cambia, sino que para siempre sigue siendo el Altísimo.

Y si los creyentes nos mantenemos firmes en esta maravillosa Verdad, podemos estar seguros que ¡Jamás caeremos en la miopía del necio¡

  • El impío No tiene gratitud ni alabanza a Dios

Salmo 92:9  Porque he aquí tus enemigos, oh Jehová,

Porque he aquí, perecerán tus enemigos;

Serán esparcidos todos los que hacen maldad.

Los de necio corazón No entienden nada de las leyes morales de Dios, son insensatos, insolentes, incapaces de vivir en la sabiduría divina

Sin embargo, el salmista describe a un enemigo de Dios que le conoció a Él y a su Palabra, pero al ver a los inicuos que prosperaban, llegó a aprobar su estilo de vida

 Entonces, todos aquellos que han degustado la gracia divina, que han tenido el conocimiento de Dios, pero se han vuelto al mundo

Son hombres y mujeres que no han sabido evaluar ni entender debidamente lo que conocen, y han hecho de lado el conocimiento divino, para vivir en lo perecedero

Y ese intercambio, de lo eterno por lo terrenal ¡Es necedad e insensatez¡ y por tanto, es imposible encontrar en ellos gratitud y alabanza a Dios

  • Gratitud y alabanza por la bondad de Dios y sus frutos

Salmo 92:10  Pero tú aumentarás mis fuerzas como las del búfalo;

 Seré ungido con aceite fresco.

El búfalo es sinónimo de fuerzas y el aceite fresco indica la preparación para servir a Dios. [3]

Entonces, encontramos que el primer fruto de vivir con gratitud a Dios, es que Él nos esfuerza y nos capacita para hacer Su Voluntad

Y al vivir de esta manera, no hay duda que tendremos una vida de gozo, de paz, de armonía, con la capacidad suficiente para hacer frente a toda adversidad

Pero también, al cultivar la gratitud en nuestro corazón, el Señor nos garantiza la victoria sobre todos nuestros enemigos.

Salmo 92:11  Y mirarán mis ojos sobre mis enemigos;

 Oirán mis oídos de los que se levantaron contra mí, de los malignos.

No podemos olvidar que nuestros enemigos son fuertes y nos acechan constantemente, por lo que necesitamos de la presencia divina para hacerles frente

¿Quiénes son nuestros enemigos? No solo luchamos contra el mundo y Satanás, sino también contra nuestra propia naturaleza inclinada al mal

Es por ello, que necesitamos de la sabiduría divina, del poder del Espíritu Santo y de la Verdad de la Palabra para vencer

Pero nuestra victoria está asegurada, y la gratitud en nuestro corazón, recordando siempre la maravillosa obra del Señor en nosotros

Es lo que nos permite mantenernos firmes, con nuestros ojos puestos en Cristo y en sus Promesas

  1. Gratitud por las promesas de Dios para los justos.

Salmo 92:12  El justo florecerá como la palmera;

Crecerá como cedro en el Líbano.

¿Qué características encontramos en una palmera? Las palmeras dan frutos de alto valor nutritivo, sus raíces son profundas y se mantienen siempre creciendo,

Pero una gran virtud de las palmeras es que crecen en los peores desiertos, soportando los peores vientos y es esto lo que hace que sus raíces se profundicen.

De allí, que el cristiano que conserva gratitud en su corazón por todo lo que Cristo ha hecho, será como esa palmera

Es decir, seremos hombres y mujeres fuertes, que perseveran y crecen en la adversidad, en los desiertos de la vida

Pero también hay otro fruto precioso que se desarrollará en corazón agradecido, dice la Escritura que “Crecerá como el cedro en el Líbano”

Gratitud y alabanza por la bondad de Dios

¿Qué características encontramos en el cedro de Líbano? Este árbol se caracteriza por un olor agradable, fuerte, firme, estable, puro.

Y es todo esto lo que un creyente necesita: ser fuerte y solido, firme para que los vientos de doctrina, o las tormentas de la vida no lo muevan.

¡Maravillosos frutos de la gratitud¡ Por tanto cultivemos un corazón agradecido y adorador para con nuestro Dios.

  • Gratitud y alabanza por la bondad de Dios y sus promesas

Salmo 92:13-14  Plantados en la casa de Jehová,

 En los atrios de nuestro Dios florecerán.

 Aun en la vejez fructificarán;

 Estarán vigorosos y verdes,

Existen otros árboles que cuando son viejos dejan de dar fruto, pero en los árboles de Dios no falta la fuerza de la gracia cuando disminuye la fuerza de la naturaleza.

Por tanto, que haya gozo y gratitud en el corazón de los ancianos porque los últimos días de los santos son, muchas veces, sus mejores días y su última obra, la mejor;

Porque la Palabra de Dios lo afirma “Aún en la vejez fructificarán” y terminaremos nuestros días sirviendo al Dios de nuestra salvación

Conclusión,

Cuando hay gratitud y alabanza por la bondad de Dios, Él pasa a ser  el centro de la acción de gracias, de la alabanza y de la adoración.

Salmo 92:15  Para anunciar que Jehová mi fortaleza es recto,

 Y que en él no hay injusticia.

El corazón agradecido jamás se cansará de hablar de la maravillosa justicia del Señor y de Su constante protección.

Y esa será la razón de ser de la vida del creyente, de modo que esa bondad del Señor alcance a todos aquellos que han de formar su pueblo

Pero para ello, el pueblo de Dios siempre adorará, sea que, estemos gozosos o tristes, seguros o agitados, fortalecidos o desalentados.

 

 

[1]          Custis, M. (2016). Selecciones de los Salmos: Una vida de Adoración. (J. D. Barry & N. Alarcón, Eds., L. Viegas Fernández, Trad.). Bellingham, WA: Editorial Tesoro Bíblico; Lexham Press.

[2]    Liturgia Reformada, Mints.

[3]          Brug, J. F. (1989). Salmos, Volumen 2. (R. C. Ehlke, J. C. Jeske, & G. J. Albrecht, Eds.) (p. 91). Milwaukee, WI: Editorial Northwestern.