La Batalla Entre Fe E Incredulidad Demanda  Valentía, para hombres y mujeres que forman parte del pueblo de Dios

Es decir, Dios demanda una iglesia valiente, porque solo con valentía podremos llevar a cabo la tarea que el Señor nos ha encomendado,

Ahora bien, nos preguntamos ¿Cuál es el concepto de valiente? Tal vez será más fácil ilustrar este concepto por medio de las acciones que las personas llevan a cabo,

Por ejemplo, ante los desastres naturales vemos hombres que actúan con valor y determinación y arriesgan sus vidas por salvar las de otros,

Vemos en el campo de la salud a hombres y mujeres que con vocación y valentía arriesgan sus vidas por salvar a personas que quizá ni conocen,

Y en otros casos llamamos valientes a los osados e insensatos, que arriesgan sus vidas en deportes y acciones extremas,

Pero desde el punto de vista bíblico la valentía se fundamenta en la fe y confianza en Dios,

Es decir, alguien valiente es aquel que se somete a la voluntad de Dios expresada en las Escrituras para llevar a cabo lo que se le ha mandado,

Y con ese concepto en mente, esta enseñanza presentará el contraste entre una multitud incrédula, temerosa y dos hombres valientes que se mantuvieron firmes en Dios

Dos hombres que tuvieron presentes las promesas divinas y no dieron marcha atrás, convirtiéndose en un ejemplo para la iglesia actual.

Si usted desea escuchar esta enseñanza, puede visitar https://youtu.be/1eXOtTNAj_E

Pero si desea profundizar un poco más sobre cómo pasar de la incredulidad a la fe, puede visitar De La Fe A La Incredulidad Y De La Incredulidad A La Fe

La batalla entre fe e incredulidad demanda valentía.

Dividiremos esta enseñanza en dos partes, primeramente veremos la incredulidad y sus efectos desastrosos en la vida del creyente

Para luego en una segunda parte, incursionar en la valentía que se fundamenta en la fe y que permite al creyente tener la victoria sobre sus adversarios

Y de esa manera, crecer en su madurez espiritual y en su obediencia a la Voluntad divina.

Versículo de referencia.

Números 13:27-28  Y les contaron, diciendo: Nosotros llegamos a la tierra a la cual nos enviaste, la que ciertamente fluye leche y miel; y este es el fruto de ella.

Mas el pueblo que habita aquella tierra es fuerte, y las ciudades muy grandes y fortificadas; y también vimos allí a los hijos de Anac.

Dios había prometido al pueblo de Israel una tierra en la que fluía leche y miel, pero antes de llevarlos allí,

Lo primero que Dios realiza es la salvación, rescata al pueblo de Israel del dominio de Egipto, una acción que no existía hombre alguno que pudiera realizar

Porque la salvación es de Dios, y la realiza por medio de Moisés, que es una figura de Cristo en el Antiguo Testamento,

Y luego de la salvación, Dios introduce al pueblo a una tierra prometida, pero lo hace con un propósito santo:

Éxodo 19:4-6  Vosotros visteis lo que hice a los egipcios, y cómo os tomé sobre alas de águilas, y os he traído a mí.

Ahora, pues, si diereis oído a mi voz, y guardareis mi pacto, vosotros seréis mi especial tesoro(A) sobre todos los pueblos; porque mía es toda la tierra.

 Y vosotros me seréis un reino de sacerdotes,(B) y gente santa.(C) Estas son las palabras que dirás a los hijos de Israel.

Dios lleva al pueblo de Israel a una tierra prometida con el propósito de hacer un pueblo de sacerdotes y gente santa.

Para que vivieran de una manera diferente al mundo conocido, de manera que por medio de su pueblo, Dios manifestaría su gloria,

Este pueblo anunciaría el Nombre santo de Dios, vivirían bajo su Voluntad y serían el pueblo del pacto, donde ellos serían su pueblo, y Él sería su Dios

  1. La batalla entre fe e incredulidad es diaria

Recordemos que la fe es una batalla diaria y por cierto buena, porque ya fue ganada en la cruz del clavario

Deuteronomio 31:6  Esforzaos y cobrad ánimo; no temáis, ni tengáis miedo de ellos, porque Jehová tu Dios es el que va contigo;

 no te dejará, ni te desamparará.

Encontramos el llamado de Dios a ser fuertes y valientes para poder desechar el temor, y eso es posible porque tenemos la promesa de la presencia de Dios con nosotros

Esto significa, que la iglesia no avanza sola, sino que tiene un capitán que la dirige, una cabeza que la lidera, que es Cristo mismo

Por tanto, la iglesia debe avanzar confiada, mostrándose como una iglesia valiente en un mundo gobernado por el temor y la incertidumbre

  • ¿Cómo debemos vivir?

Mientras llegamos a esa tierra prometida, la pregunta es ¿Cómo debemos de vivir?

Romanos 1:17  Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá.

Mientras libramos esa batalla diaria contra la incredulidad, debemos vivir por fe, tal como la Escritura nos lo manda más el justo, por la fe vivirá

 

 

Haciendo memoria siempre, que el propósito principal por el cual Dios nos liberta del mundo para hacernos su pueblo

Y llevarnos a una tierra prometida, es para que reflejemos la gloria de Dios, para que testifiquemos de su grandeza, por medio de nuestro testimonio de vida santificada.

  1. La batalla entre fe e incredulidad: Una lucha contra el temor

Los tramos de desierto que el Señor permite que su pueblo atraviese, son  procesos de santificación, en los cuales se libran muchas batallas,

Y nos enfrentamos con muchos enemigos, pero el temor no debe apoderarse del corazón, porque el Señor ha prometido caminar con nosotros.

No olvidemos que el Ángel de Jehová, camina delante de su pueblo lo que hace posible la victoria contra todo temor, haciéndonos fuertes y valientes.

  • ¿Qué es la incredulidad?

La incredulidad es infidelidad a Dios y da origen al temor destructivo, fruto de la desconfianza,

Así, la incredulidad  significa no sólo la negación abierta de Dios, sino también la actitud de quien no da crédito a su Palabra, a sus enviados, a sus obras.

Y como no se fía de Dios, el pueblo busca «inútil apoyo»  en los ídolos, en adivinos y falsos profetas, en las criaturas y en alianzas humanas.[1]

  • La incredulidad jamás verá otra cosa que dificultades.

Cuando la incredulidad se apodera del corazón del creyente, solamente se ven «ciudades amuralladas y gigantes»

Números 13:27-28  Y les contaron, diciendo: Nosotros llegamos a la tierra a la cual nos enviaste, la que ciertamente fluye leche y miel; y este es el fruto de ella.

Mas el pueblo que habita aquella tierra es fuerte, y las ciudades muy grandes y fortificadas; y también vimos allí a los hijos de Anac.

Estos hombres hablaron como diciendo “mire la vida con Dios es bonita, lo malo son todas las luchas que a uno le vienen”,

Pero eso que ellos ven como malo, es para nosotros el desafío, lo que debemos de conquistar, no la derrota.

Batalla entre fe e incredulidad

Recordemos que el pueblo ya fue salvo, lo que nadie podía hacer ya Dios los hizo, pero eso no quiere decir que las batallas se terminaron,

Por el contrario, cuando ya estamos de este lado de la salvación, es cuando inicia la batalla de la santificación, un proceso cooperativo,

Significa que hay una responsabilidad personal y colectiva donde, como creyentes, tenemos que hacer frente al mundo de pecado

Un mundo lleno de desastres naturales; el diablo con todo el engaño del pecado, y nuestra naturaleza caída en la cual hay fortalezas que se levantan contra el conocimiento de Dios.

Pero todas esas dificultades no son más que desafíos que se deben conquistar, y cuando se vencen, hacen al creyente cada vez más libre.

  • La incredulidad lleva a actitudes derrotistas.

Cuando dudamos del poder y la Verdad de Dios, nos vemos a nosotros mismos y es entonces cuando decimos ¡No podemos¡

Número 13:31  Más los varones que subieron con él, dijeron:

No podremos subir contra aquel pueblo, porque es más fuerte que nosotros.

Si decimos que ¡No podremos¡ estamos diciendo que vamos a la empresa del Señor ¡en nuestro nombre¡ y es que si vas en tu nombre, es seguro que no puedes,

Pero recordemos que cuando vamos, lo hacemos en el Nombre de Jesús, y esto significa ir en la voluntad de Dios, ir en el poder de Dios e ir para dar gloria a Dios.

De manera entonces, que ¡Si podemos¡ y lograremos hacer todo aquello que está en la voluntad de Dios.

  • El ejemplo de David y Goliat.

1 Samuel 17:45  Entonces dijo David al filisteo: Tú vienes a mí con espada y lanza y jabalina;

 mas yo vengo a ti en el nombre de Jehová de los ejércitos, el Dios de los escuadrones de Israel, a quien tú has provocado.

Aquí encontramos el testimonio de un joven que Dios usa para dar una gran lección a un pueblo incrédulo y lleno de temor paralizador.

Y en medio de un pueblo atemorizado se levanta  el joven David, valiente, que sí sabe quién es su Dios

David si conocía a Dios y sabía que los hombres, por grandes, fuertes e intimidantes que parezcan, siempre nuestro Dios será mucho más grande que ellos,

Y cuando le hacemos frente a este mundo, jamás vamos en nuestro nombre, sino en el nombre de Jehová de los ejércitos, el Dios de los escuadrones de Israel

  • La incredulidad te lleva a sentir lástima de ti mismo.

Números 14:1  Entonces toda la congregación gritó, y dio voces; y el pueblo lloró aquella noche.

Esta es una situación lamentable, todo el pueblo no solo lloraba ante las malas noticias recibidas,

Sino que lanzaban gritos lastimeros, y se pasaron toda la noche en esa situación de lamentación.

Y ¿Todo eso por qué? Por su incredulidad!! Que impide ver a Dios, confiar en su Palabra y centrarse en hacer su perfecta voluntad.

  • La incredulidad lleva a la queja pecaminosa.

Números 14:2-3  Y se quejaron contra Moisés y contra Aarón todos los hijos de Israel; y les dijo toda la multitud:

¡Ojalá muriéramos en la tierra de Egipto; o en este desierto ojalá muriéramos!

¿Y por qué nos trae Jehová a esta tierra para caer a espada, y que nuestras mujeres y nuestros niños sean por presa?

¿No nos sería mejor volvernos a Egipto?

Todo el pueblo dijo ¡Ojalá muriéramos¡ expresando un deseo de maldad hacia ellos mismos, un ruego que va en contra de la vida que promete el Señor

Ellos preferían morirse en Egipto, que es sinónimo de muerte, de mundo perdido, en lugar de hacer la voluntad de Dios

Y aún dicen ¡en este desierto ojalá muriéramos! Cuando el desierto es sinónimo de purificación y perfeccionamiento, un proceso de Dios que jamás es para muerte

De manera que con esa incredulidad quejosa, olvidan el propósito de Dios para todo el pueblo: glorificar a Dios, y con ello, tener una vida nueva y vida abundante

Juan 10:10  El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.

La vida en Egipto es una vida de mundo, donde predomina el ladrón, que solo hura, mata y destruye

La valentía es fruto de la presencia de Dios en nosotros

Pero en ese trayecto del desierto purificador, Cristo nos da vida y para que la tengamos en abundancia, debe ser una vida de obediencia

  • La incredulidad hace que el pueblo formule planes contrarios al plan de Dios.

El discurso de los rebeldes se expresa en dos acciones que se oponen al propósito de Dios:

Primero dicen: Nombremos a un jefe; y Segundo: Volvamos a Egipto

Números 14:4  Y decían el uno al otro: Designemos un capitán, y volvámonos a Egipto.

Solo hay un capitán, y solo tenemos una Cabeza, que es Cristo¡! Él es la cabeza de la iglesia, así que ¡¡¡Cuidado con el engaño de Satanás!!!

Porque cuando caemos en las en la mentira de Satanás, en el engaño del pecado, inmediatamente nos alejamos de la Voluntad de Dios

Y recordemos como Satanás, el príncipe de la mentira, propuso un plan alternativo a Adán y Eva, haciéndoles pensar que hay una opción mejor que la establecida por Dios

Hasta el día de hoy, este engañador sigue obrando con la falsedad, con el engaño del pecado, buscando siempre burlar la Verdad divina.

Libremos esa batalla contra la incredulidad, que nos lleva a poner en marcha planes personales, intereses mezquinos que se contraponen a la voluntad de Dios

Sin olvidar que el Plan de Dios es eterno, es perfecto, está garantizado por Dios mismo, de manera que no hay engaño que lo pueda detener

¿Hay incertidumbre en tu vida? ¿Cuándo miras a tu alrededor piensas que todo está contra ti? ¿Crees que Dios te ha olvidado?

Pero recordemos que No existe la incertidumbre en el plan de Dios paras su iglesia, porque todo lo que vive, conduce a un final glorioso

  • La incredulidad se evidencia en nuestras conversaciones.

Números 14:3  ¿Y por qué nos trae Jehová a esta tierra para caer a espada, y que nuestras mujeres y nuestros niños sean por presa?

¿No nos sería mejor volvernos a Egipto?

Al actuar con incredulidad, estamos incitando a nuestra familia a creer que era mejor la vida del mundo que la vida cristiana,

Esto significa que la incredulidad arrastra familias completas hacia la perdición, y  no solo se manifiesta en palabras sino en hechos

Y es allí donde cabe el refrán “Del dicho al hecho hay un gran trecho”. Entre lo que hablamos y lo que hacemos existe una gran distancia

Entre lo que digo que soy y lo que realmente soy, entre lo que predico y lo que vivo de eso que predico. Conforme a ello, influyó en mi familia

Así que, no hablemos mal de Dios, ni de la iglesia y su obra, no contaminemos nuestra alma ni a nuestra familia, para no acarrear más desastre a nuestra vida.

  • La incredulidad nos hace perder la identidad y el carácter cristiano.

Números 13:33  También vimos allí gigantes,(A) hijos de Anac, raza de los gigantes,

 y éramos nosotros, a nuestro parecer, como langostas; y así les parecíamos a ellos.

Es necesario preguntarnos ¿Cómo nos vemos a nosotros mismos? ¿Cómo un saltamontes? O ¿Cómo valientes de Dios?

Y dependiendo de esa respuesta, necesitamos saber si ¿Hemos perdido nuestra identidad en Cristo?

1 Samuel 17:26  Entonces habló David a los que estaban junto a él, diciendo: ¿Qué harán al hombre que venciere a este filisteo, y quitare el oprobio de Israel?

Porque ¿quién es este filisteo incircunciso, para que provoque a los escuadrones del Dios viviente?

David se pregunta ¿Quién es ese filisteo incircunciso? Dando a entender que por gigante que fuera ese hombre, él se encontraba fuera del pacto de Dios

Significa que todos aquellos que amedrentan al pueblo del Señor, no deben ser objeto de nuestro temor, porque ellos No están bajo la protección del Dios viviente

Es decir, que jamás se nos olvide que el favor de Dios está con nosotros, y es eso lo que nos lleva a la valentía

Así tenemos el ejemplo del joven David, que tiene el carácter y la identidad clara, porque está convencido que el poder de Dios, está con él.

La batalla entre fe e incredulidad demanda valentía

¿Qué fue lo que dio la victoria a David? ¿La honda? ¿Las habilidades? ¡No¡ Fue la Fe, el poder de la gracia divina, así David se aferró a la fe en el Dios viviente.

Conclusión.

Josué 1:9  Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas.

El mandato divino es a esforzarnos y ser valientes, sin importar la intensidad de la lucha, la fortaleza del enemigo ni lo grande que parezca

Y no desmayemos, porque Dios ha prometido estar con nosotros, y es su presencia la que nos hace valientes y esforzados

Así que, desechemos toda incredulidad y desconfianza, porque la iglesia va a prevalecer, justamente, porque Dios está con ella.

Palabras y frases significativas:

Podremos: yakol, «poder, capacidad, ser capaz, prevalecer, soportar, sobrellevar

 

 

[1] Diccionario Bíblico Pastoral, “incredulidad”