La Batalla De La Fe Demanda Valentía, para poder obedecer la Palabra de Dios sin cuestionar ni dudar

Es así como Dios demanda una iglesia valiente, porque sólo con valentía podremos llevar a cabo la tarea que el Señor nos ha encomendado,

Y desde el punto de vista bíblico, la valentía se fundamenta en la fe y confianza en Dios,

Esto significa que alguien valiente es aquel que se somete a la voluntad de Dios expresada en las Escrituras para llevar a cabo lo que se le ha mandado,

Josué 1:7  Solamente esfuérzate y sé muy valiente, para cuidar de hacer conforme a toda la ley que mi siervo Moisés te mandó;

no te apartes de ella ni a diestra ni a siniestra, para que seas prosperado en todas las cosas que emprendas.

Hombres y mujeres valientes para meditar en la Palabra de Dios, para ponerla por obra, y no temer ni desmayar en la tarea que Dios nos ha encomendado

Porque el Señor estará con nosotros donde quiera que vayamos, de manera que hacemos la obra no en nuestras fuerzas, sino en el poder de Dios

Y esa obra de Dios comienza en la casa del creyente porque es allí que por lo general donde enfrenta oposición y rechazo

Pero ante toda negativa, debemos hacerle frente con la Palabra de Dios, acompañada del amor manifestado en el buen testimonio cristiano.

Si desea estudiar la primera parte de esta enseñanza, por favor visite La Batalla Entre Fe E Incredulidad Demanda Valentía

Y desea escuchar la prédica, puede visitar https://youtu.be/2S1Gp7tzVP8

Versículo de referencia.

Números 13:30  Entonces Caleb hizo callar al pueblo delante de Moisés, y dijo:

Subamos luego, y tomemos posesión de ella; porque más podremos nosotros que ellos.

Caleb es un hombre valiente porque ha sido llamado por Dios para hacer su obra, y lo ha equipado con la Verdad de su Palabra, con la certeza de sus promesas,

Es así como la iglesia también ha sido llamada y equipada para caminar en la Voluntad de Dios expresada claramente en las Escrituras.

La batalla de la fe demanda valentía

La tierra prometida no significa prosperidad material, sino comunión con Dios, eso es lo que hace posible que alcancemos las promesas de Dios

Y al ser favorecidos con dichas promesas divinas, llegamos a ser prósperos de manera integral.

Así encontramos, en el relato bíblico, que el pueblo ya había sido salvado, el Señor lo sacó de la esclavitud de Egipto.

Ahora viene la etapa del desierto donde Dios sacará a Egipto del corazón de su pueblo, este es el proceso de santificación.

Y este proceso es cooperativo, es decir que el creyente tiene una responsabilidad personal de negarse, de morir a su carne cada día.

  1. La batalla de la fe demanda valentía y confianza en Dios

La valentía del creyente está fundamentada en la confianza en Dios, en su Palabra, en la presencia y el poder de Dios.

Por eso, Josué y Caleb fueron hombres valientes, porque sabían que Dios les daría la tierra, y que la comunión con Dios sería, lo que permitiría proteger sus vidas.

Números 13:30-31  Entonces Caleb hizo callar al pueblo delante de Moisés, y dijo:

Subamos luego, y tomemos posesión de ella; porque más podremos nosotros que ellos.

Más los varones que subieron con él, dijeron: No podremos subir contra aquel pueblo, porque es más fuerte que nosotros.

Dios ya había prometido dar esa tierra en heredad para su pueblo, pero es sorprendente ver, como ante una misma situación, hay dos tipos de respuesta:

Para Josué y Caleb sí era posible conquistar y poseer la tierra que Dios prometió, pero para diez hombres que les acompañaban, no era posible

Entonces, ante un “No podremos” y un “Si podremos”, preguntémonos ¿Qué causo esa diferencia?

Y encontramos que la diferencia entre esas visiones, la hizo ¡la fe verdadera¡

  • Elementos de una fe genuina:

La fe no puede ser intelectual, ni superficial, sino una fe genuina, porque está hará la diferencia entre la valentía y la incredulidad

Pero la fe se compone de tres elementos, que solamente cuando van juntos, pueden constituir una fe genuina:

Noticia:

Que son las buenas nuevas de salvación proclamadas en toda la Escritura, entendiendo que, lo que la escritura dice es Verdad y se cumple

Así, la información para Josué y Caleb, era: “Dios dijo “la tierra que yo les doy, tierra que fluye leche y miel”  y esta es la promesa divina a la que ellos se aferran

La batalla de la fe demanda valentía

De manera que la fe no es ciega, como dicen algunos, sino que la fe se fundamenta en el conocimiento de la Palabra de Dios.

Asentimiento:

Que consiste en estar de acuerdo con lo que Dios dice, de manera que no dudamos que es verdad porque es la Palabra de Dios.

Confianza:

Si no podemos depositar nuestra vida en Dios, entonces nuestra fe falla,

Porque es la confianza en Dios lo que mueve nuestra voluntad y nos encamina a la acción, hacer aquello que Dios ha dicho en su Palabra,

Si estos tres elementos no están presentes en la fe del creyente, su fe es superficial, o intelectual pero no genuina o verdadera.

  • Confiando en Dios:

Josué y Caleb creyeron en Dios y su promesa, creyeron que Dios no miente y que es todopoderoso para llevar a cabo su propósito

Y esa confianza plena, es lo que los novio a la acción, a hacer la voluntad del Señor, aún cuando se miraban enemigos y ciudades amuralladas,

Porque sabían que si Dios lo había dicho ¡así sucedería¡

Igual es hoy en día, que ante la pandemia, los desastres naturales perdemos la confianza en Dios, aún cuando la Palabra de Dios permanece y no ha cambiado

  • El favor de Dios:

Romanos 8:31-32  ¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros?

El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas?

El amor incondicional y eterno de Dios debe ser algo incuestionable en el corazón del creyente:

Dios Padre nos dio a su hijo Unigénito y con Él la redención; hemos sido justificados, ya no estamos muertos sino vivos,

Entonces el amor de Dios es el que nos sostiene aun en las peores adversidades que nos toque vivir. Dios está a favor nuestro aún cuando todo esté en contra.

Por eso “Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros?”  Si Dios esta de nuestra parte, si El está a favor nuestro, podemos permanecer confiados.

Por tanto, la Palabra de Dios ha de ser nuestro apoyo y fortaleza en todo tiempo, para poder confiar y caminar en la Voluntad de Dios

  • La victoria en Cristo:

Romanos 8:37  Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.

Si nuestra confianza está depositada en Dios, la garantía es que seremos más que vencedores ¿En qué venceremos?

¡Venceremos en toda tribulación¡ sobreviviremos y podremos luchar con toda fortaleza porque la gracia divina nos esfuerza, de manera que llegaremos al final

Y sabemos que la iglesia en todo tiempo ha vivido tribulación y angustia, y que está será mayor en la medida que los tiempos finales se acerquen,

Pero ante todo eso, somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó, ¡Cristo¡ y su obra completa en nosotros.

  1. La batalla de la fe demanda valentía y vivir por fe.

Hebreos 11:1  Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.

Los hombres y mujeres de Dios, valientes, son aquellos que tienen la certeza de lo que Dios ha dicho, y la plena  convicción de que eso va a cumplirse.

Es así como encontramos a un Josué y un Caleb que viven por fe, hombres de convicción que no dudan de la Palabra de Dios

Porque nada de lo que ha dicho Dios ¡dejará de cumplirse¡

Números 14:6-7  Y Josué hijo de Nun y Caleb hijo de Jefone, que eran de los que habían reconocido la tierra, rompieron sus vestidos,

 y hablaron a toda la congregación de los hijos de Israel, diciendo:

La tierra por donde pasamos para reconocerla, es tierra en gran manera buena.

Los cristianos valientes, que viven por fe, son aquellos que tiene convicción de la Palabra de Dios, y que ante un pueblo atemorizado, hablan con fe y firmeza

Haciendo memoria de la Verdad de la Palabra escuchada, de la fidelidad de la promesa divina, y no permitir la duda.

  • Vivir agradando a Dios:

Números 14:8  Si Jehová se agradare de nosotros, él nos llevará a esta tierra,

y nos la entregará; tierra que fluye leche y miel.

Que Dios se agrade de nosotros significa que sí Dios en su gracia, nos otorga el favor divino en Cristo Jesús

Es decir, que es por medio de Cristo que nosotros somos aceptos delante del Padre, lo que significa que Dios se agrada de nosotros, por la obra de Cristo en nuestra vida,

Pero también debemos corresponder a ese favor divino. Si Cristo ya hizo la obra redentora en nuestra vida, ya nos salvó ¿Qué nos toca hacer a nosotros?

Nuestra responsabilidad es llevar una vida santificada, pero para lograrlo, es preciso pasar por el desierto, por el proceso santificador de Dios.

La obra de Cristo en nosotros

Recordemos que es necesario sacar el mundo de nuestro corazón, para poder llevar una vida que agrade a Dios.

  • Vivir en obediencia:

Ahora bien, en respuesta a la gracia divina en nuestra vida, al favor de Dios hacia nosotros, es preciso llevar una vida de obediencia a su Palabra.

Salmo 147:11  Se complace Jehová en los que le temen,

 Y en los que esperan en su misericordia.

Para que Dios se agrade de nosotros es preciso que vivamos confiando en el gran amor de Dios hacia su pueblo

Que descansemos en su misericordia, que honremos su Nombre obedeciendo su Palabra, dando un testimonio de vida que impacte al mundo

Pero, para obedecer a Dios, es preciso conocer a Dios y su Palabra, acercarnos a Él creyendo que existe, que es verdadero y que está con nosotros:

Hebreos 11:6  Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay,

 y que es galardonador de los que le buscan.

Nadie puede agradar a Dios si no tiene fe, si duda que Dios existe, si en medio de las dificultades dudamos del favor divino

Si queremos ser agradables delante de Dios, debemos acercarnos a Él con fe, creyendo que Él es Dios y que su favor está con nosotros.

  1. La batalla de la fe demanda valentía ¡No rebeldía¡

Los valientes ven tanto la adversidad como a sus enemigos a la luz de la fe en Cristo.

Números 14:9  Por tanto,  no seáis rebeldes contra Jehová,(A) ni temáis al pueblo de esta tierra; …

Las palabras de Josué y Caleb para un pueblo incrédulo, era, que no se rebelaran contra Dios ni tuviera miedo de los enemigos que sus ojos vieran en la tierra prometida.

Porque Dios está del lado de su pueblo!!  Y por ello, será mucho más fácil vencerlos: nuestro enemigo no cuenta con el cuidado divino

  • ¿Qué significa ser rebelde?

La rebeldía se manifiesta cuando empezamos a quejarnos contra Dios, rechazamos sus promesas, nos alejamos de Él y cuestionamos los propósitos divinos.

Y cuando todo eso sucede, comenzamos a ver a nuestros enemigos mucho más grandes de lo que realmente son y nos llenamos de temor e incredulidad

De esa manera, la vida del creyente sucumbe dominado por la derrota, olvidando que todo ayuda a bien, a los que amamos a Dios.

Por tanto, como dice Josué y Caleb, no seamos rebeldes contra Dios, ni temamos de los enemigos del mundo de pecado ni de nuestra naturaleza caída

Ni de las artimañas de Satanás y no desmayemos ante las situaciones difíciles

  • ¿Porque no debemos ser rebeldes ni temer?

Números 14:9… porque  nosotros los comeremos como pan; su amparo se ha apartado de ellos,

y con nosotros está Jehová; no los temáis.

No seremos rebeldes porque la fe ve la presencia y el  poder de Dios en cada lucha que libramos individual o colectivamente.

Ni habrá temor porque confiaremos en Dios, descansando en que todo es posible, porque Dios lo ha dicho así¡!

Aún cuando la tarea encomendada sea difícil y haya mucho por conquistar, con Dios se hace posible

Y si Dios nos ha llamado y nos ha mandado, el amparo de Él está con nosotros, y por tanto, el favor de Dios no está con nuestros enemigos

  • El amparo de Dios:

La Escritura dice que nuestros enemigos ¡Ya son pan comido! Es decir, No serán ellos los que nos traguen a nosotros

Sino todo lo contrario, seremos nosotros los que obtendremos la victoria ¿Por qué? Porque el amparo de Dios se ha apartado de ellos.

Salmo 91:1-2 El que habita al abrigo del Altísimo Morará bajo la sombra del Omnipotente.

Diré yo a Jehová: Esperanza mía, y castillo mío; Mi Dios, en quien confiaré.

Y con nosotros está Jehová, su presencia y sus promesas, lo que significa en nuestros días  “Emanuel” ¡Dios con nosotros¡

Por tanto, No temeremos a nuestros enemigos, porque si habitamos al abrigo del Altísimo, en comunión con Dios, no hay derrota, sino victoria

La batalla de la fe demanda valentía. Parte 2

Y hay valentía, y no porque seamos astutos y hábiles, sino porque hay ayuda divina y sabiduría de lo alto.

Sin olvidar que la fe no niega la realidad o la dificultad, sino que ante ello, confiesa el poder de Dios y su presencia.

Conclusión.

Vivimos tiempos difíciles donde el temor acecha por todos lados, pero la fe verdadera en el Dios verdadero vence el temor y nos capacita en Cristo para vencer,

Y tenemos al Espíritu Santo en nosotros, la Verdad revelada de Dios y todas las riquezas de la gracia, para ser hombres y mujeres valientes que creen en Dios y que le creen a Dios

Por lo tanto, por medio de la fe, proclamemos el santo Nombre del Señor, comenzando en nuestra casa, siendo un verdadero testimonio cristiano

Y que toda victoria obtenida, sea para darle la gloria al Señor.

Palabras y frases significativas:

Ser agradables: Jaritóo; otorgar gracia, i.e. investir con honor especial:- hacer acepto, muy favorecida.

Agradar: kjaféts raíz primaria; propiamente inclinarse a, favorecer.

Amparo: tsel; sombra, sea literalmente o figurativamente:- ala, amparo, sombra.