¡La Oración El remedio de Dios¡ para los creyentes que están en medio de la enfermedad, el sufrimiento y la muerte, sobre todo en tiempos como los nuestros, que vivimos los estragos de todo tipo de epidemias,

Y donde la pandemia del COVID se ha extendido por todo el mundo, y países, ciudades, tribus, hombres, mujeres y niños se enferman y mueren.

Que nos permite comprobar que hay enfermedades en todas las clases sociales, en todos los niveles económicos.

¡Y que la gracia divina No pone al creyente fuera del alcance de esa dificultad¡ confirmando el propósito de Dios

Demostrando que las riquezas y el poder de hombres que están en altos cargos públicos o privados ¡No pueden evitar que el hombre enferme y en algunos casos muera¡

Si usted desea profundizar un poco más sobre el por qué del sufrimiento humano, por favor visite ¿Por Qué Permite Dios El Sufrimiento?

La oración el remido de Dios en medio para la enfermedad.

Podemos suponer por un momento que Dios creó las enfermedades y dolencias en el principio de la creación,

Si lo suponemos así, entonces podemos pasar a una serie de preguntas:

¿Podemos imaginarnos que el Dios, quien formó nuestro mundo estableciendo un orden tan perfecto, formaría sufrimientos y dolores innecesarios?

¿Podemos pensar que El que hizo todo “bueno en gran manera” hizo que la raza de Adán se enfermara y muriera?

Génesis 1:31  Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera. Y fue la tarde y la mañana el día sexto.

La única explicación que puede satisfacer nuestra alma así como nuestro intelecto, es la que nos da la Biblia.

  • Todo lo creado es bueno en gran manera:

En la Escritura encontramos que sucedió algo en el mundo que destronó al hombre de su posición original

Y que fue ese evento, el que le quitó a ese hombre, formado en estado perfecto, los privilegios que originalmente tenía.

Es decir, que apareció algo que temporalmente estropeó el orden perfecto de la creación de Dios.

¿Y qué fue ese algo? Tristemente la respuesta es ¡El Pecado!

“El pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte”

Romanos 5:12.

El pecado es la causa de toda enfermedad, dolencia y de todo sufrimiento en la tierra.

Y todo esto es parte de la maldición que vino al mundo cuando Adán y Eva comieron el fruto prohibido desobedeciendo la Palabra de Dios

Entonces, No habría ninguna enfermedad si no hubiera habido ninguna Caída, si no hubiera habido ningún pecado.

  1. La oración el remedio de Dios en medio de la enfermedad

Tenemos que aprender a beneficiarnos de las enfermedades, y no verlas solamente como un mal

Porque las enfermedades No atacan por casualidad ni por mala suerte, sino por la mano de Dios.

  • ¿Qué es la oración?

La oración es muchísimo más que pedir y recibir; incluye reflexionar, recordar, agradecer, discernir, dialogar,

De manera que la oración es estar en comunión con Dios y tener la libertad de gemir, presentar quejas, interceder, depender, meditar

Y en medio de toda esa convulsión emocional, desear aquellas cosas que el Trino Dios quiere que tengamos en el momento, a la luz de sus propósitos redentores.

En ese sentido, nuestra enfermedad se convierte en una bendición para nosotros, porque nos lleva a vivir dentro del propósito divino

Aunque es necesario comprender que, no es incorrecto orar pidiendo sanidad física,

Pero el enfoque de nuestras oraciones en este punto de la historia de redención, debiera ser nuestra restauración espiritual en Cristo

Y que seamos también restaurados en la confianza y certeza de las promesas de sanidad física por venir.

¡Éste era el enfoque de Job¡ y debe ser el nuestro, de manera que no nos quedemos viendo nuestra realidad actual,

Sino que podamos alzar nuestros ojos al mundo venidero, a esa tierra nueva y cielos nuevos,

Donde toda la creación será restaurada en Cristo, ya no habrá más pecado y por tanto, tampoco habrá sufrimiento ni muerte.

  1. La oración el remedio de Dios dentro del Plan redentor.

Podemos preguntarnos ¿Por qué debemos orar si Dios ya ha establecido su plan inmutable para lo que sucederá en nuestras vidas?

Es decir, si Dios no cambia y ya todo está definido según su Voluntad eterna y perfecta, ¿Por qué necesitamos orar si nada va a cambiar?

  • ¿Por qué debemos orar?

Son por lo menos tres las razones por las que debemos orar, aún cuando sabemos que Dios es Soberano,

Y que Él hace cómo Él quiere, y que todo está establecido ya, en su plan eterno de redención.

Primero: Orar es un ¡Mandato¡

Pablo nos dice “orad sin cesar” (1 Tesalonicenses 5:17), de manera que la oración es una forma de vida para el creyente

Además, cuando Jesús les enseñó a sus discípulos a orar, dijo “cuando ores” (Mateo 6:5), asumiendo que así lo hacemos,

Y con esa expresión demostró que Él espera que la oración sea una práctica constante en la vida del creyente.

Segundo, la oración nos recuerda nuestra dependencia de Dios

Jesús nos dijo que pidiéramos a Dios que fuera “hecha su voluntad” y a pedir “el pan… de cada día” (Mateo 6:10-11).

Entonces, la oración no es para que mi voluntad sea hecha, sino para encontrar la Voluntad del Padre y realizarla en mi vida,

De esa manera, mantenemos una dependencia de Dios, tanto de su ayuda como de su dirección.

Por último:

La oración es el medio que Dios ha determinado para que podamos expresarle nuestros anhelos.

Es así como Pablo nos dice: “Sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios”

Filipenses 4:6  Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias.

Que no haya ansiedad en nuestro corazón, sino que vayamos a los pies de Aquél que puede compadecerse de nosotros y ayudarnos.

  • ¿Quién nos ayuda a orar?

El Espíritu Santo que mora en nosotros ora con y por nosotros, por eso Pablo escribe:

“Pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles.

Mas el que escudriña los corazones sabe cuál es la intención del Espíritu, porque conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos”

Romanos 8:26-27.

La oración auténtica es la oración dependiente del Espíritu Santo, aquella oración que es dirigida por Él

De manera que cuando oramos por otros o por nosotros mismos en medio de la enfermedad, dolencia, tragedia o muerte,

Deleitemonos en la oración

Debemos saber que orar en el Espíritu, es la forma segura de ser escuchados por el Padre

Porque de esa manera estaremos pidiendo justamente aquello que será de bendición para toda nuestra casa.

  1. La oración el remedio de Dios para mantener nuestra unión.

Debemos orar pidiendo que el Espíritu Santo fortalezca nuestra unión con Cristo, que nuestros ojos permanezcan en Él,

Porque cuando nos ataca la aflicción, el cuerpo y el alma se tornan vulnerables, y Satanás aumenta sus ataques,

Y es allí donde necesitamos ser fortalecidos en la fe y no dar espacio a “voces extrañas” que generan incredulidad,

Entonces, de mayor importancia es que oremos que el Espíritu Santo obre directamente en nuestras almas

Para confirmar las claras evidencias de nuestra salvación en Cristo.

  • La oración el remedio de Dios en las aflicciones:

Salmo 90:10  Los días de nuestra edad son setenta años;

 Y si en los más robustos son ochenta años,

En el caso de la aflicción corporal, Satanás intentará que enfoquemos nuestra atención en nuestro sufrimiento,

Y de manera engañosa y perturbadora llegaran preguntas a nuestra mente como ¿Qué clase de Dios te dejaría sufrir tanto?”.

Salmo 42:9-11  Diré a Dios: Roca mía, ¿por qué te has olvidado de mí?

 ¿Por qué andaré yo enlutado por la opresión del enemigo?

Como quien hiere mis huesos, mis enemigos me afrentan,

 Diciéndome cada día: ¿Dónde está tu Dios?

¿Por qué te abates, oh alma mía,  Y por qué te turbas dentro de mí?

 Espera en Dios; porque aún he de alabarle, Salvación mía y Dios mío.

Nuestra alma No ha de abatirse ni inquietarse pensando que Dios nos ha olvidado, nos ha abandonado

Porque Cristo es nuestra roca y en Él estamos firmes y seguros, de manera que nuestra esperanza no será defraudada.

Por tanto, no olvidemos que estamos en manos de un Dios soberano que jamás pierde el control.

Y que todo lo que llega a nuestra vida ha de dirigirnos a descansar en la firme esperanza de nuestro Salvador.

  • La oración el remedio de Dios para ser renovarnos:

Necesitamos orar para que el Espíritu Santo renueve nuestro hombre interior:

2 Corintios 4:16  Por tanto, no desmayamos; antes aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando,

El interior no obstante se renueva de día en día.

Por nuestra condición caída, los efectos del pecado hacen que nuestro ser externo, cada día vaya muriendo,

Así sufrimos las dolencias de la vejez, la enfermedad y la improductividad de nuestras manos,

Sin embargo, el hombre interior “se renueva de día en día”, porque somos fortalecidos en la Palabra y el conocimiento de Dios

2 Corintios 4:17 Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria;

Sera en la fortaleza interior que podremos percibir toda tribulación, como cosa ligera que pronto pasará,

Y esa experiencia de sufrimiento traerá como resultado un “excelente y eterno peso de gloria”

Porque formará en nosotros el carácter de Cristo, nuestra imagen de Dios, deteriorada por el pecado, es restaurada

2 Corintios 4:18  no mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven;

Pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas.

Lo que nuestros sentidos consideran pesado y largo, doloroso y tedioso, la fe lo percibe como leve y corto, y sólo momentáneo.

Por tanto, si hemos nacido de nuevo, recreados a la imagen de Dios, nuestro nuevo ser va siendo transformado progresivamente,

Y esto, gracias al conocimiento de Dios que nos lleva a una vida de fe y santidad personal, cada vez mayor.

  1. La oración el remedio de Dios que nos lleva a la gratitud.

Debemos dar gracias a Dios por la victoria que nos ha sido dada en Cristo.

1 Corintios 15:55-57  ¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? ¿Dónde, oh sepulcro, tu victoria?(M)

Ya que el aguijón de la muerte es el pecado, y el poder del pecado, la ley.

Más gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo.

Ante esta maravillosa Verdad, que para los nacidos en Cristo ya no hay muerte, no pueden haber pensamientos como “No pudo vencer la enfermedad”

Porque Cristo venció la muerte, y si bien morimos físicamente, espiritualmente tenemos vida eterna con Cristo

  • ¿Cuál es la victoria?

Jesús murió a causa de nuestros pecados y conquistó la muerte por nosotros resucitando del sepulcro.

Y por medio de su muerte, nos liberó de la esclavitud del pecado declarándonos justos delante de Dios.

Por tanto, sobre la base de la resurrección y glorificación de Jesucristo, esperamos ser como Él.

De manera que por la fe en Cristo, participamos de Su victoria sobre Satanás, la muerte, el infierno y la tumba (1 Juan. 5:4).

La oración el remedio de Dios en la enfermedad

En consecuencia, nuestro Señor resucitado posee triunfantemente las llaves de la muerte y del Hades (Apocalipsis 1:18).

Jesús obtuvo la victoria sobre la muerte y ésta es nuestra seguridad al enfrentar, con el poder del Espíritu Santo, toda enfermedad, dolencia y la muerte.

Y si en algún momento tenemos dudas, debemos orar pidiendo una fe más fuerte, que es el antídoto de la duda.

  1. La oración el remedio de Dios para nuestra sanidad.

Hay tres cosas que debemos considerar cuando oramos pidiendo sanidad física:

  • Primero:

Debemos pedirle a Dios que sane la herida, enfermedad o dolencia que sufrimos, bendiciendo la aplicación de los tratamientos médicos,

O quirúrgicos que estemos por realizar, de manera que en todo ello obre la sabiduría y Voluntad divina

  • Segundo:

Debemos pedir al Espíritu Santo que nos ayude a curarnos, rehabilitarnos o mantener nuestro estado de salud con el tratamiento que tomemos

De manera que ese proceso nos renueve las fuerzas físicas y la voluntad divina se realice en nosotros.

  • Por último:

Debemos orar que el Espíritu Santo nos recuerde que Dios ya nos libró de nuestra aflicción y demos gracias por ello.

Conclusión.

La oración es el remedio de Dios para nosotros en medio de la enfermedad, dolencia, sufrimiento, trauma, tragedia y muerte.

Por tanto, oramos a Dios para que Él nos de consuelo, esperanza, dirección, seguridad y sanidad espiritual a nuestra alma.

Y recordemos que la oración es mucho más que pedirle a Dios sanidad física.

Sino que la oración es un acto espiritual de adoración y comunión con el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo

Donde reconocemos nuestra total dependencia del trino Dios, su perfecta voluntad y sus propósitos redentores y restauradores para nuestras vidas.

Por último, la oración en medio de la muerte mantiene nuestras esperanzas centradas en Jesús

Y esto es crucial porque en el mundo, hay una respuesta sin esperanza ante las limitantes de la medicina, al final de nuestra vida.