Amo Al Señor ¡Pues Ha Oído Mi Súplica¡ Una reflexión del Salmo 116 escrito por el rey David.

Que nos hace reflexionar que, cuando las personas aman a alguien o a algo expresan esta frase “amo a…”

Y con ello manifiestan su deleite, su aprecio, su apego, su inclinación, su entrega a eso que ellos aman,

Cuánta más razón nosotros los redimidos del Señor debemos confesar con nuestros labios que nuestro corazón ama al Señor,

Y esta debe ser una expresión externa que nace de lo interno, de un pueblo que manifiesta su amor al Señor por medio de su obediencia.

Si usted desea profundizar sobre el amor de Dios hacia su pueblo, por favor visite Ciertamente El Bien Y La Misericordia De Dios Me Seguirán

Texto de Referencia:

Salmo 116:1 Amo a Jehová, pues ha oído mi voz y mis súplicas;

“Amo a Jehová” es una confesión que solo los redimidos pueden hacer en base a la gracia divina.

Porque si la gracia no alcanza al hombre y le hace nacer de nuevo, es imposible acercarse a Dios y decir que le ama

Amo al Señor ¡pues ha oído mi súplica¡

“Amor” es una palabra que representa un verbo por lo cual implica acción, de manera que al decir “amo” nos movemos, actuamos, hacemos

En ese sentido, el redimido se deleita en la presencia de Dios, se deleita en leer su Palabra, meditar en ella y obedecer sus mandamientos,

Y vive enamorado de su Señor, quiere y tiene necesidad de vivir en comunión con su Señor.

  1. Amo al Señor porque Él me amó primero

Nos podemos preguntar ¿Y porque amamos a Dios?, y la respuesta la encontramos en la misma Escritura

1 Juan 4:19  Nosotros le amamos a él, porque él nos amó primero.

La amamos porque Él nos amo primero, es maravilloso saber que el Dios omnipotente, el Altísimo, el infinitamente sabio Dios, creador del cielo y la tierra nos amo primero,

Y Dios nos amó en una condición en que todos nosotros, sus redimidos, éramos enemigos de Él debido a nuestra condición de naturaleza caída.

¿No cree usted que es suficiente motivo por el cual amar a Dios?

El amor de Dios para nosotros es electivo, es redentor ya que nos salvo por gracia pagando el precio por nuestro pecado en la cruz del calvario,

De modo que fuimos en Cristo, librados de la culpa, de la condena y del poder del pecado,

Y es así como el Señor nos dio un nuevo nacimiento, nos regalo la fe y el arrepentimiento, nos justifico, nos adopto como sus hijos,

Nos preserva por medio del Espíritu Santo y al final nos espera el estado de glorificación.

  • El amor de Dios a los redimidos:

El tema de este Salmo es el amor personal, fomentado por una experiencia personal de la redención, y en él vemos a los redimidos gozando del favor de Dios

Porque todos los que amamos a Dios recibimos respuesta a la oración, somos preservados en el tiempo de la tribulación,

Y de manera especial los creyentes podemos reposar en nuestro Señor, caminando conscientes de nuestras obligaciones,

Pero también conscientes de que no nos pertenecemos a nosotros mismos, sino que hemos comprados por precio,

Y en esa conciencia, nos unimos a toda la compañía rescatada, para cantar aleluyas a Dios. C. H. S.

  1. Amo al Señor por su grande amor

Nos podemos preguntar ¿Pero por qué mas amamos al Señor? pues a veces nos parece muy difícil mantener nuestros ojos puestos en el cielo

Y necesitamos comprobar el amor de Dios hacia nosotros, mientras caminamos en este peregrinaje.

  • Amo al Señor porque me escucha:

Amamos al Señor no solo por la maravillosa e indescriptible salvación que nos ha concedido, sino también porque nos escucha.

Porque el Señor siempre escucha el clamor de nuestra plegaria; y comprendemos que de manera especial Dios solo escucha la oración de sus Hijos,

Esto significa que Dios escucha solamente a aquellos que se acercan a Él por medio de su Hijo Jesucristo

Y el Señor  nos escucha con el propósito de ayudarnos, de modo que si Él oye mi voz, entonces  puedo estar seguro de que quiere concederme mi súplica

  • Amo al Señor porque inclina a mí su oído.

Salmo 116:2  Porque ha inclinado a mí su oído; Por tanto, le invocaré en todos mis días.

El Dios altísimo en su misericordia inclina su oído a nosotros sus redimidos, nos escucha,

Nuestro buen Señor siempre nos presta atención cuando nos acercamos a Él con temor santo y reverencia,

¿Hemos reflexionado acerca de Dios, que su gloria no puede contenerla ni los cielos ni la tierra?

Y que, como conclusión de esta Verdad el salmista dice “le invocare en todos los días de mi vida”,

Ya que Él me ama, me escucha y me ayuda, entonces yo orare e invocare su Nombre todos los días de mi vida, en los días buenos y en los malos a El elevare mis suplicas.

Amo al Señor porque ha oído mis súolicas

Por tanto, el hombre y la mujer piadosos no pueden vivir sin orar, porque no puede vivir fuera de la comunión con Dios. Joseph Caryl

  1. El testimonio de la experiencia de la vida del salmista.

Salmo 116:3  Me rodearon ligaduras de muerte, Me encontraron las angustias del Seol;

 Angustia y dolor había yo hallado.

Las experiencias difíciles en nuestro peregrinaje por este mundo caído son parte de nuestra vida, donde abundan las ligaduras de muerte,

Y cuando parece que las crisis, las tormentas nos atrapan y pensamos que vamos a fracasar, esto provoca mucha angustia y dolor en nosotros, en nuestra familia.

  • ¿Entonces que hizo el salmista?

Salmo 116:4  Entonces invoqué el nombre de Jehová, diciendo:

 Oh Jehová, libra ahora mi alma.

“Invoque el nombre de Jehová”, es una expresión que nos invita a llamar a Dios por su Nombre,

Una expresión que nos lleva a pedir en la Voluntad de Dios, a suplicar en el poder de Dios para que nos libre de todo mal.

  • ¿De qué manera manifiesta Dios su amor por nosotros sus hijos?

Salmo 116:5  Clemente es Jehová, y justo;  Sí, misericordioso es nuestro Dios.

¿Cómo puedo dudar de la Voluntad de Dios en ayudarme?

No podemos dudar del carácter de Dios, porque Él es Clemente y esto muestra su generosidad.

Pero también, Dios es justo, y esto muestra su justicia. Además es misericordioso, y esto muestra su amor;

Porque misericordia es amor de Dios para siempre hacia nosotros, nunca se termina, por eso dice en su Palabra “nuevas son cada mañana tus misericordias”

Conclusión.

Y, por tanto, ¿cómo puedo dudar de su amor y de su voluntad de ayudarme? ¡No podemos ni debemos dudar¡

Entonces ¿Podemos expresar con nuestro corazón y boca “Amo al Señor”?